La Aventura de Mi Vida Capitulo 02

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Despues de ser castigada me dedique a mi aprendizaje..Sexual.
5.4k palabras
4.37
15.2k
1

Parte 2 de la serie de 3 partes

Actualizado 03/18/2021
Creado 08/06/2008
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Lilibeth
Lilibeth
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Capitulo 02.- "Mis horas de Estudio".

El castigo impuesto por mis padres al "numerito" que les monte en mi fiesta de Dieciocho años estaba por terminar, pronto podría volver a salir de nuevo, ver a mis amigas, ir al cine o simplemente hacer cosas más mundanas, como usar la computadora, o ver televisión, de hecho no podía hacer ni recibir llamadas telefónicas, ya iban a cumplirse seis meses desde mi fiesta, la cual a pesar del enojo de mis padres había sido todo un éxito, lo único malo es que desde entonces, no había visto ni hablado con Kari.

Lo más doloroso es que me había abierto los ojos a mi sexualidad... y me había dejado sola, bueno ella, no mis padres, por lo que, estaba abandonada, vestida y alborotada, y lo peor; encerrada, así fue que lentamente me hice adicta a masturbarme en mi cuarto por las noches cuando mis padres y hermanos se dormían, me pasaba horas estudiando mi cuerpo, aprendiendo las respuestas de mis pasiones, aprendiendo donde sentía mas, donde mi cuerpo vibraba, me masturbaba acordándome de Kari, de sus besos, de sus dedos recorriendo mi piel, de su aroma; y me acostaba en mi cama, era la época de Primavera-Verano, así que hacia mucho calor y solía dormir con un camisón chiquito, o unos shorts amplios para sentirme cómoda.

Me quitaba mi tanga, ya no usaba mis panties infantiles que tanta risa le habían provocado a Kari, comenzaba a explorarme el pubis, tocaba con las yemas de mis dedos mi monte de Venus, acariciaba y jalaba mis vellos púbicos, los cuales habían crecido aún más formando una mata tupida, abría mis labios y comenzaba a introducirme en mi raja el dedo índice, lentamente sin prisas, a veces lo sacaba y lo llevaba a mi boca para probar mis jugos, con los labios abiertos solía subir y bajar por mi raja entreabierta, luego me metía dos dedos y aumentaba de ritmo, con mi otra mano acariciaba los chupones de mis senos, los jalaba, los frotaba en círculos, sentía suavemente la aureola y luego las puntas de mis pezones, cuando mi conejito empezaba a ponerse duro, lo apretaba suavemente primero y mas fuerte después, sin dejar de dedearme, así me pasaba horas dándome placer recordando a mi prima, hasta alcanzar el éxtasis prometido.

Realmente no había estado completamente encerrada en mi cuarto, iba a la Universidad eso sí, pero a la salida del colegio iban a recogerme y de ahí a mi encierro, a veces salía con Mama de compras, pero siempre a su lado y de ahí a la casa de nuevo, me había perdido todos los estrenos del cine, y todas las series de Televisión, pero bueno, el placer que había alcanzado con mi Prima valía eso y mas, otras veces me permitían estar en la sala cuando venían las amigas de mi Madre, todas ellas cuarentonas, señoras formales de buenas maneras, se les notaba la edad pues lo delataba su forma de vestir, muchas habían engordado con los años, otras tenían arrugas, todas se veían mayores menos una, era la mas reciente miembro del grupo, una señora alta, de 1:65 ó 1:68 cm.; de unos 35-40 años, muy bien conservada para ser francos, se le notaba que hacía mucho ejercicio, blanca, de facciones bonitas, ojos azules y de cabello dorado, la señora pesaría unos 60-65 kilos, tenia unos senos grandes (je,je, no más grandes que los míos me enorgullecía de ese hecho), un estomago plano, y una colita parada y redondita, esta nueva adquisición del "club" de mi mama, provenía de San Luís Potosí, llevaba frecuentando la casa junto con las otras señoras un año antes de mi fiesta, por supuesto todas estas señoronas encopetadas habían ido a la fiesta, y obvio, desaprobaban mi actitud con ese bailecito y ropita tan sugestivas.

Creo que esas visitas eran parte del castigo, pues tenía que escuchar sus consejos, sus regaños, el que me platicaran de otros tiempos, que incluso ni ellas vivieron, todas muy propias y pudorosas, para no lidiar de mas, procuraba quedarme callada y en actitud de penitencia, como si hubiese entendido el mensaje y pensara en ser una chica tonta y buena de nuevo, Esta señora, Cynthia, me había dicho mi madre al presentármela, estaba casada con un señor cinco años mayor, moreno y no tan agraciado físicamente como ella, tenían una hija regordeta de once años y un hijo pequeño de nueve.

Cynthia iba a misa todos los domingos, parecía ser una madre y esposa ejemplar, una señora educada, de modales finos, siempre muy propia, una dama fuera de toda mancha, la hija, de nombre Brenda, aparte de regordeta era de facciones toscas, de piel mas oscura que su madre y cabello castaño, supongo que se parecía a su padre, quien por cuestiones de trabajo residía en el distrito Federal con su hijo, en casa de su madre quien cuidaba al pequeño; Brenda trataba de ser mi amiga, me contaba sus cosas, me llevaba dulces y regalitos, pero yo era toda una mujer en la plenitud de su vida a mis Dieciocho años, Brenda se me hacía muy sosa, muy niña, por lo que procuraba mantenerme alejada de ella.

Sin embargo descubrí que Brenda tenia computadora con Internet en casa, en aquellos años, de 56Kbps el MODEM, tenia una televisión muy grande y video casetera, además su madre era la menos mala conmigo, aunque se notaba que era muy estricta, razón por la cual mi madre me dejaba ir a su casa dizque a platicar, y a jugar con Brenda, ya en su casa hacia uso de la computadora, le mandaba mails a mi prima, checaba paginas, veíamos películas y nadie se enteraba pues Brenda me seguía el juego, un día, Cynthia y su hija llegaron solas a nuestra casa justo faltando un día para que mi castigo terminase, eran mediados de Octubre y comenzaba a hacer frió en Guanajuato, baje media escalera para espiar de que hablarían, cuál sería mi sorpresa, le estaban pidiendo permiso a mi madre para que me dejara ir con ellas 10 días a la Playa,

-Solo seremos tu hija, mi hija, y yo-,

Le dijo Cynthia a mi madre,

-mi esposo no puede acompañarnos por su trabajo-,

-No se-,

Respondió mi madre,

-Habría que preguntarle a ella, ya vez como es-,

-OK, dile que baje y le preguntamos-,

-Lilien, Lilien, baja tu amiga Brenda y su mama están aquí-,

Baje como si no supiera que llevaban un rato ahí,

-Hola señora, hola Brenda-,

Dije saludándolas muy alegremente y escuche su propuesta.

Al otro día me encontraba volando rumbo a la playa, después de 2 horas llegamos a nuestro destino, media hora más tarde nos estábamos registrando en el hotel, era un lindo hotel de 5 estrellas, amplio y con un delicioso aire acondicionado circulando, la alberca era muy grande, enfrente la arena y el mar resultaban una visión casi irreal para mi después de mi encierro, hubo un problema con las habitaciones, no había disponible la suite grande con dos camas king size que había reservado, pero tenían dos cuartos con un king size cada uno que se encontraban juntos, y se comunicaban por una puerta en medio de la habitación, además estos cuartos tenían una mejor vista al mar y sin mas decidimos tomarlos, tendría mi propio cuarto para mi y en el otro se quedarían Brenda y su madre.

Descansamos un poco, luego recorrimos el hotel y la playa, comimos y por la tarde nos sentamos al borde de la playa, donde nos daba una refrescante sombra, pues había 34 grados y hacia mucho calor, Cynthia en un traje blanco tipo pescador se recostó en una hamaca, Brenda en un traje de baño de una sola pieza se metió a la alberca, y yo, con un short blanco holgado y una blusa blanca con franjas azules me recosté al lado de Cynthia y me puse a leer un poco, ya me metería mañana a la alberca, y al mar, tomaría este día para aclimatarme a este calor tropical, teníamos diez días así que no había prisa..

Cenamos ligero, nos disponíamos a descansar en nuestras habitaciones, toda la cena me la había pasado pensando en como iba a masturbarme aquella noche, a la luz de la luna, mirando al mar, con la brisa marina y el dulce sonido del oleaje, de la emoción empezaba a mojar mis shorts, pero mi plan fracaso totalmente ya que Cynthia abrió la puerta que comunicaba los cuartos

--Así estarás más segura Lilien, y cualquier cosa nos hablas o si lo prefieres puedes dormir con Brenda y yo me quedo sola-,

-No, no se preocupe señora, esta perfecto así, Buenas noches Cynthia, buenas noches Brenda-,

Dije y me retire muy contrariada a mi cuarto,

-Buenas noches Lilien-,

Las oí responderme en coro, mis ansias se diluyeron y me quede dormida esperando a ver si notaba que Cynthia y su hija se dormían para intentar algo.

Al otro día desayunamos temprano, caminamos bordeando la playa, era delicioso sentir el agua fría sobre mis pies descalzos en la arena, después decidimos ir a cambiarnos para meternos a nadar, ahí comenzaron mis problemas, nos estábamos cambiando cada quien en su cuarto, luego Brenda toco la puerta,

-¿Estas Lista Lilien?-,-Si claro vamos-,

Respondí, Brenda regreso a su cuarto para avisarle a su mama y en vez de irnos, apareció Cynthia en un traje negro de una sola pieza que le cubría todos sus atributos,

-No pensaras ir así ¿Verdad Lilien?-,

Dijo arqueando una ceja y clavándome su mirada, -Ehh..., yo... ¿que tiene?, mi bikini esta muy bonito-,

Respondí, y lo era, era un precioso y sexy bikini azul, con una estrella blanca en el trasero, así como otro par más en cada teta,

-Una joven linda, educada y decente no puede salir en bikini Lilien-,

-Pero..., pero..No traigo más que dos bikinis Señora-,

Conteste entre enojada y nerviosa,

-Primero, deja de decirme señora, dime Cynthia me haces sentir muy mayor y segundo, no te preocupes bajaremos a la tienda y te comprare unos trajes adecuados-,

-Está bien Cynthia-

Refunfuñando, me fui a cambiar y bajamos a la tienda.

Tuve que conformarme con trajes de una pieza sin escote, de colores rojo con negro y una verde con amarillo, al rato se me olvido el desaguisado nadando en el mar, saltando las olas y después un rato más en la alberca, ya en nuestro cuarto en la tarde Brenda se bañaba para quitarse la arena y la sal, yo estaba en mi cuarto sentada cuando Cynthia entro,

-Muy bien Lilien, espero que no me lo hayas tomado a mal-,

-Está bien Cynthia, no hay problema-

-mira, te seré franca Lilien, no eres tonta, eres mas alta que yo, estas muy desarrolladita eres toda una mujer y tienes muy lindo cuerpo, por eso no podía permitirte salir en bikini, eres un imán para las miradas-,

-¿De verdad crees eso Cynthia?,¿Consideras que soy linda?-,

-Vaya que lo eres Lilien y como creo que empezamos a ser amigas tu y yo, te confesare que tampoco lo permití por el tamaño de tus senos, de ahí si te tengo envidia de la buena-,

Dijo sonriéndome pícaramente.

Esa noche me acosté temprano y no hice ningún ruido ni movimiento, como a la 1 de la madrugada, me asome al cuarto de ellas y comprobé que estaban dormidas, me deslice en silencio por el balcón del cuarto que daba al mar, me recosté en una silla de esas largas para tomar el sol, me quite mi tanga y comencé a masturbarme, sintiendo la brisa marina en mi rostro, pero esta vez no pensé en Kari, si no en Cynthia me había halagado con sus palabras, realmente me había hecho sentir bien y esa era mi forma de agradecérselo, musitando su nombre me metí dos dedos en mi raja, los cuales doble como garfio para estimular mis paredes vaginales, me desnude a la luz de la luna, apreté mis senos, jugué con mi clítoris, ese botoncito que tanto placer me pedía y tuve un orgasmo delicioso, limpie todo como pude, me vestí, regrese al cuarto, comprobé que siguieran dormidas y me acosté sin hacer ruido, tranquila y feliz.

Para la noche siguiente había preparado todo mucho mejor para mi salida al balcón, las noches no eran nada frías, así que puse dos toallas en la silla, y deje dos mas como precaución, así como bastante papel del baño para limpiarme, volví a fingir que dormía profundamente, comprobé de nuevo que Cynthia y Brenda durmieran placenteramente y Salí desnuda al balcón, llevaba algunos aceites de la ducha para untármelos mientras me masturbaba, puse una cantidad en mis manos y lo expandí en todas mis tetas, jugueteando con mis pezones, luego por mi vientre, llegando a mi pubis y siguiendo por mis largas y torneadas piernas, me puse aceite como si lo hicieran las manos de mi amante sobre mi cuerpo, me gustaba ver mi cuerpo brillar a la luz de la luna y las estrellas, esta vez me metí tres dedos en mi raja lasciva, húmeda y cachonda, acompasaba los movimientos de mete-saca con el vaivén de las olas, después de 45 minutos tuve un orgasmo delicioso, limpie todo perfectamente, regrese a mi habitación, me vestí, me tape en la cama para seguir frotando mi clítoris un rato mas hasta quedarme dormida.

Al otro día después de desayunar, volvimos a los cuartos para cambiarnos, nos pondríamos nuestros trajes de una vez y luego iríamos a una isla cercana a nadar en sus playas y pasar la tarde allá, de Nuevo antes de cambiarme Cynthia entro y me dio una bolsa de plástico,

-Ten lindura, póntelo, quizás he sido muy estricta contigo, eres joven y tampoco debes lucir aseñorada-,

-Gracias Cynthia-,

No sabía de que se trataba esta vez, abrí el paquete y para mi sorpresa era un bikini negro un poco mas ancho que los que yo había llevado, pero bikini al fin, me lo puse y nos fuimos.

Debo darle su crédito a Cynthia, ella tenía razón, en aquella excursión me convertí en el centro de las miradas, la causa, mis enormes senos que eran el deseo de los hombres y la envidia de las mujeres, el bikini pese a ser mas ancho que el mió no era de mi talla correcta y las tetas parecían que me iban a explotar, mucha carne se salía por los lados y se notaba perfectamente la forma de mis pezones, para mi sorpresa Cynthia no dijo nada, se limitaba a verme y a sonreír con un gesto de aprobación.

Vimos la puesta del sol en el barco al atardecer, y regresamos a nuestro hotel, cenamos y escuchamos música clásica en el Lobby, yo estaba muy excitaba por todo lo vivido, comprobé que tenia una parte exhibicionista bastante grande dentro de mi, me había gustado que me miraran, que me desearan, me hacia sentir bonita y sensual, finalmente nos fuimos a nuestras habitaciones, ya anhelaba volver a darle placer a mi clítoris lujurioso, quería probar mis jugos y explotar., me estaba mojando de solo pensar en lo que sucedería, al levantarme para irnos a dormir un pequeño charquito delataba mi lujuria en el sillón, Cynthia pareció percatarse pero no dijo nada y nos fuimos a dormir.

Volví a repetir el mismo proceso de las noches anteriores, esto se estaba convirtiendo en un ritual para mi, fingía dormir, luego iba al cuarto de ellas para ver si dormían, como de costumbre, no había peligro, me desnude rápidamente, y salí a mi balcón, procedí a untarme los aceites aromáticos por todo mi cuerpo, y empezaba a dedearme con frenesí, luego volvía al ritmo de las olas, mi delirio embotaba todos mis sentidos,

-¿Qué estás haciendo Lilien?-,

¡Cynthia había entrado a mi balcón sin que me diera cuenta!, estaba tan absorta con el oleaje que no la note al entrar,

-Eeeh, yooo...bueno, no me creerás si te dijera que tomando baños de luna ¿Verdad?, por favor Cynthia, no le digas de esto a mi madre o volverán a encerrarme en cuanto regresemos, te lo ruego-,

Gemía yo suplicando, estaba mas roja que un tomate por la vergüenza de saberme descubierta más que por la pena de estar desnuda frente a ella, sorpresa tan inesperada me había hecho mojarme en abundancia, mis jugos brillaban al fluir por mi entre pierna.

-¿Así que estabas masturbándote de nuevo Lilien?,

-¿Ya, ya lo sabias Cynthia?-,

Pregunte llena de vergüenza,

-Me di cuenta el día de ayer, no te asustes, no, no le diré nada a tu madre, no te preocupes, además es natural que a tu edad quieras explorar tu cuerpo tontita, eres muy bella Lilien, algo inexperta en esto, pero eso tiene solución, yo puedo ayudarte-,

Respondió muy seriamente y con voz tranquilizadora, con sus ojos azules puestos en los míos,

- Te lo súper agradezco Cynthia, mama me mataría si se enterará, y...¿En verdad Cynthia, me enseñaras a masturbarme mejor?-,

-Claro primor, eso y muchas cosas más, yo también suelo masturbarme cariño, es algo bello y natural-,

Me dijo mientras me regalaba una seductora sonrisa.

¡¡No podía creerlo, Cynthia la dama intachable de San Luís, era una hembra ardiente y lasciva, lo mejor, además era lesbiana!!, bueno, al menos Bisexual.,

--Ahora déjame ayudarte a terminar corazón-,

Dijo Cynthia, y sin esperar mi respuesta se arrodillo junto a mi silla donde estaba recostada,

-Tienes una linda mata de pelos Lilien, pero habrá que recortarla mañana para darle forma y se vea más estética, además no queremos que algún pelito se salga cuando traigas puesto tu bikini-,

-Claro Cynthia, se hará como tú digas-,

Respondí sin pensarlo, con la mano derecha y los dedos en compás, abrió mis labios vaginales, ahora ya estaba mas seca, por el miedo había dejado de manar juguitos y de lubricarme, sin mas preámbulo, Cynthia empezó a lamer mi abertura, lo hacia delicadamente, poniendo toda la superficie de su lengua y no solo la punta tratando de penetrarme como lo hacia Kari, de abajo hacia mi clítoris y de regreso con el revés de su lengua, donde los nervios y venitas de la misma me ponían a mil, pronto comencé a mojarme de nuevo, ya estando mas húmeda abrió mis labios vaginales lo mas que pudo, solté una exclamación de placer y lamió todo el interior de mi concha, la cual ya estaba súper húmeda y caliente, ella besaba y lamía mi néctar, luego apoyo dos dedos en la entrada de mi cuevita y me penetro,

-¡Aaahh!,mmmmmm, oooh Cynthia es delicioso-

Le susurraba, sus dedos dentro de mi giraban en ambas direcciones como si fueran las aspas de un helicóptero abriéndolas y rozando mis paredes vaginales, las cuales estaban llenas de moco, ella lo sacaba y me embarraba todo en mi mata de vellos púbicos, luego levanto su cabeza y me dijo,

-Vas muy bien amor,¿te gustan mis caricias?-

,-Siiii- gemía quedito

-Mucho, no pares Cynthia, me fascina, aaaahhh, aaaaahhhh-,

-vaya que si estas húmeda Lilien, así me gusta, eres una perrita en celo, mi perrita cachonda-,

-Sii, siii, aaahhhh, oooohh, soy tuya Cynthia, soy tu perrita viciosa, mmmmmm-

Ella regreso a hundirse en mi entrepierna y siguió dándome besos y lamidas, después con su boca succiono mi clítoris, jalaba y mordisqueaba mi botoncito, mientras sus dos manos abrían mis cachetes traseros, me clavaba las unas y me daba ligeras nalgadas, no pude mas,

-¡¡Aaaaaghh, ooooooh, MMmmm!!-

Explote en su boca, mis jugos mezclados con moco fluyeron por mi raja, ella lamía la mayor cantidad posible, pero empezaba a escurrirme por las piernas y los muslos, al cabo de unos minutos con mis fluidos escurriéndole por la comisura de sus labios, como si fuera sangre por los colmillos de una Vampiresa me dijo,

-Suficiente por hoy lindura, continuaremos mañana-,

Salió de mi balcón y regreso al lado de Brenda, yo me quede extasiada ahí por media hora mas, dejando que la fresca brisa marina calmara mis ardores, mientras miraba las estrellas.

Al otro día bajamos a desayunar al Bufete, ambas lucíamos radiantes, súper contentas y muy animadas, de hecho esta vez ella accedió a meterse al mar con Brenda y conmigo, yo portaba el Bikini que me había regalado, ahora sabia que a ella le gustaba mirarme, me fascinaba ver como los demás me miraban lascivamente, caminamos agarradas de la mano las tres, nadie sospecharía nada, parecíamos una Madre y sus dos hijas, salimos del mar y a la alberca, nos pedimos unos cocktels de piña colada y una soda para Brenda, ahí Cynthia me unto bronceador por todo el cuerpo y obviamente yo a ella, regresamos al cuarto, mientras Brenda se metía a bañar yo salía del baño de mi habitación tras una fresca ducha, Cynthia entro a mi cuarto mientras estaba desnuda y llevando un rastrillo con toda naturalidad me dijo,

- a ver muñeca déjame rasurar tu conchita para que luzca más bella-,

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