Luna de Miel

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Sexo, placer y algo mas
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julio08
julio08
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-"Aun llueve cariño... no creo que debamos salir", le sugerí a mi esposo.

-"Ya casi escampa... ya se acaba y podremos ir a la playa..", me respondió Marco con deseos de salir del hotel y pasar el rato de la tarde en las hermosas playas de Cancún.

Nos encontrábamos con Marco celebrando nuestra luna de miel en la ciudad de Cancún, México desde hace tres días. Ambos con 25 años de edad hacíamos nuestro sueño realidad y finalmente nos casamos asi como lo habíamos prometido desde que teníamos 17 años y nos juramos amor eterno.

Marco es de complexión mediana, cuerpo delgado, 1.70 m de estatura, bellos y únicos ojos grises, piel canela y cabello rubio. Desde que lo conocí en la escuela me fascino y a pesar de que tenía muchas admiradoras supe conquistarlo y ganarme su corazón. Luego durante el tiempo que estuvimos en la Universidad tuvimos una relación difícil pero gracias a nuestros deseos de continuar con lo que nos habíamos prometidos desde jóvenes, pudimos conservar nuestra relación. Ahora finalmente, desde hace 3 días, éramos esposos y teníamos muchos planes para el futuro.

-"Mi vida por que no mas bien esperamos a que deje de llover y mas bien me consientes....", le sugerí soltándome el brassier de mi bikini y dejando mis tiernas y pequeñas tetas solo para sus ojos.

A pesar de que habíamos hecho el amor las pasadas tres noches quería romper con la rutina de tener sexo solo en la cama. Estábamos en la habitación del hotel en frente de las hermosas playas de Cancún y eran las 11:30 am. Afuera una ligera lluvia echaba a perder los planes de bañarnos en la playa asi que tuve la idea de hacerlo con Marco de nuevo.

Los pasados tres días habían sido similares. Nos levantábamos tarde en la mañana, almorzábamos en el restaurante del hotel, luego en la tarde paseábamos por la ciudad o salíamos a villas cercanas y en la noche cenábamos, caminábamos por la playa y luego regresábamos al hotel para pasar las siguientes horas abrazados en la cama con nuestros cuerpos desnudos haciendo el amor.

Estábamos recién casados y finalmente tendríamos la oportunidad de organizar nuestras vidas como lo habíamos deseado desde el principio. Y claro, nuestros cuerpos no tendrían ninguna limitante y nos entregaríamos el uno al otro.

-"Ven cariño... ayúdame con la tanga...", le pedí a Marco acercándome al balcón de la suite.

-"Estas loca?", me dijo Marco al ver que me acercaba al balcón con mi torso desnudo exponiendo mis diminutos senos y luciendo esa delicada tanga de mi bikini.

En el balcón había una pequeña silla asi que como nos encontrábamos en el penúltimo piso no era posible que nos vieran desde la calle.

-"Mi vida... bájame la tanga y regálame ese coño", le pedí a mi esposo doblando mis rodillas sobre la silla y quedando en posición doggy, la que tanto le gusta a Marco.

En las pasadas tres noches la rutina del sexo también había sido la misma. Marco me preparaba acariciándome y tocándome, luego me desnudaba, jugaba con mi clítoris un rato y cuando yo ya estaba lubricada me pedía doggy style y no me cambiaba de posición hasta que en lo profundo de mi vagina no reposara la primera carga de su esperma.

Durante el tiempo que fuimos novios, Marco fascinado por mi trasero, siempre me penetraba en posición doggy y no se cansaba de repetirme que mis nalgas eran únicas.

Desde que empecé la Universidad me di cuenta que mi cuerpo atraía miradas. Dejaba las épocas de teenager y mi juvenil cuerpo reflejaba la dedicación a la gimnasia la cual practique desde niña. Luego en la universidad complementaba mis estudios de Economía dedicando sagradamente ocho horas a la semana al gimnasio donde hacia ejercicios cardiovasculares y trataba de mantenerme en forma. Mis 1.80 m de estatura y mis largas piernas atraían la atención de mis amigos y compañeros de estudio. A pesar de que mis senos eran muy pequeños, mi trasero era por supuesto de su interés y me molestaba mucho que miraran mi culo como un objeto sexual. Luego de graduada, hace dos meses empecé a trabajar en una firma de auditores contables y allí mi jefe y el dueño de la compañía ya me acosaban pensando estupidamente que algún día me llevarían a la cama. Era muy obvio su interés por tener mi trasero solo para sus vergas.

Mi fidelidad con Marco seguía vigente y no estaba dispuesta a engañarlo. Y mucho menos ahora que estábamos casados.

Voltee a mirar y vi como el se bajaba su pantaloneta dejando su verga lista.

-"Anoche te viniste muy rápido corazón... dame duro Marco.. quiero sentirte..", le dije a mi esposo terminándome de acomodar sobre la silla.

-"Wow..... Todo el departamento de Finanzas debe estar envidiándome en este momento", dijo Marco al bajarme la tanga y dejar expuesta mi vagina, mis nalgas y mi ano solo para sus ojos y con su verga casi lista para penetrarme.

-"..Y ese jefe tuyo daría cualquier cosa por tenerte asi...", agrego Marco empezando a lamerme la vulva y jugar con mi clítoris.

Mientras la lluvia cesaba y el sol aparecía resplandeciente sobre la playa, disfrute al sentir como la verga de Marco me taladro por casi media hora y me dio dos deliciosos orgasmos.

-"Martha...me vas a dejar esta noche ser el primero en disfrutar esta belleza?", me pregunto Marco retirándome su verga de mi vagina y pasando sus dedos por el hoyo de mi ano.

-"Sabes cuantos hombres desearían tenerte asi en posición doggy, desnuda, con esos hermosos labios vaginales brotando de tu cuerpo como una deliciosa fruta lista para ser comida y ese sensacional trasero de ex-gimnasta escondiendo tu mas preciado tesoro?... Sabes cuantos hombres desearían penetrar esta hermosura..?", volvió a preguntarme Marco mientras sus dedos acariciaban el hoyo de mi culo.

Durante los años de noviazgo Marco siempre me insistió en sexo anal pero nunca tome la decisión de permitir que su verga entrara dentro de mi culo. Me parecía muy doloroso que su coño entrara en mi estrecho ano solo para calmar el deseo sexual que le generaba ver mi parado y moldeado trasero. Me parecía una locura dejar que el me hundiera su verga en mi culo solo para saciar los celos que le causaba ver como los compañeros de mi oficina, mi jefe y mis amigos miraban mi trasero como un delicioso fruto prohibido.

-"No cariño...se que me miran deseando mi trasero pero no.. no estoy lista para eso mi vida", le respondí mientras me ponía de pie, me colocaba mi brassier de nuevo, me acomodaba la tanga, me colocaba un pantalón corto de lycra que se moldeaba a mis piernas y con mi sombrero de sol, salíamos a la playa a disfrutar del resto del dia.

Siendo las 3:00 pm sentimos hambre y decidimos buscar un sitio para almorzar. Encontramos un restaurante de comida mejicana que nos recomendaron asi que decidimos probar. estábamos esperando nuestra orden cuando de pronto alguien llamo a mi esposo:

-"Marco... vaya cabron que haces por aquí!!..."

Marco volteo su cabeza y se levanto de la mesa acercándose a un alto y corpulento hombre quien lo llamaba desde otra mesa. Luego de un abrazo muy fuerte entre los dos ambos se acercaron a donde yo estaba sentada

-"Mi vida, te presento a Felipe... Felipe te presento a mi esposa Martha..", dijo Marco.

Después de la presentación me entere que Felipe era un antiguo amigo de Marco quien vivió al lado de la casa de sus padres y que ahora tenía un negocio de atracciones turísticas en Cancún donde rentaba canoas, botes de motor, motocicletas de agua y demás. Estaba almorzando con su esposa y coincidencialmente se encontró con nosotros.

-"Por que no vamos a mi mesa, conocen a Vilma y tomamos el almuerzo alli?", sugirió Felipe.

Como todo un caballero, Felipe me retiro la silla de la mesa cuando me puse de pie.

-"Gracias", le dije sonriendo mientras el se quedaba mirando como mi ajustado pantalón de lycra rosado resaltaba mi culo como un apetitoso e irresistible manjar.

Almorzamos y conocimos a Vilma, instructora de natación y dedicada con su esposo Felipe a su empresa. Me molesto como Marco se quedaba estuperfacto mirando las inmensas y redondas tetas de Vilma, que aunque no lo podía negar, tenia un hermoso cuerpo. Su mirada persistente sobre ella me recordó que durante el noviazgo le pedí a Marco una petición especial: quería hacerme la cirugía de aumento de busto. Debido a la práctica de gimnasia, mis senos se desarrollaron muy rápido y sin tamaño, como ocurre con todas las niñas que practican este deporte, asi que con su aprobación esperábamos reunir el dinero para ello. Por el contrario, la parte baja de mi cuerpo recibió todo el beneficio de los fuertes entrenamientos y dado que yo era alta y de largas piernas, mi culo sobresalía como una perfecta y esférica superficie.

Luego del almuerzo, Felipe y Vilma nos invitaron a su casa. Era una belleza de casa llena de plantas y adornos relacionados con el mar. Dos autos y una piscina que invitaba a ser usada complementaban el escenario de ensueño. Felipe y Vilma iban muy bien con su negocio y prosperaban.

Siendo casi las 7:00 pm y cuando salía del baño pase por la biblioteca. Felipe y Vilma tenían un pequeño cuarto bien organizado donde se veían muchos libros de natación, deportes acuáticos, animales marinos y publicaciones relacionadas con su negocio, pero de pronto me causó curiosidad un pequeño libro ilustrado llamado "Los Placeres del Sexo Anal" del autor Ellis Mark. Lo tome y lo abrí y empecé a hojearlo rápidamente viendo diferentes fotos de parejas practicando el sexo anal.

-"Es un libro muy ilustrativo y seguro les dará ideas para mejorar su vida sexual", me interrumpió Felipe comentando acerca del libro.

Me sonroje un poco. No esperaba que el me viera con el libro, y mucho menos de sexo.

-"no...no practicamos el sexo anal, Felipe..", le respondí sonriendo.

-"Es en serio?... Marco no tiene sexo anal contigo?... con esa hermosura de trasero tuyo debe ser fantástico hacerlo... ", dijo Felipe sorprendido volteando su cabeza de forma descarada mirándome el culo.

Coloque el libro en su sitio y regresamos a la sala. Felipe caminó detrás mio y puse sentir como sus ojos y su mirada de deseo no se retiraron del movimiento de mi culo mientras llegábamos a la sala y yo descubría a Vilma y mi esposo Marco abrazados riendo con sus cervezas en la mano.

Esa noche fue muy especial. Marco y yo descubrimos un nuevo ingrediente dentro de la receta que preparábamos cada dia llamada pasión. Después de charlar un poco de ambas parejas, empezamos a hablar de sexo y Felipe volvió a comentar lo del sexo anal. Nos liberamos y Felipe y Vilma se ofrecieron a enseñarnos.

Una hora más tarde no me importo la desnudez ni el hecho de que Felipe y su voluptuosa esposa nos observaban sentamos desde el sofá de la sala. quería experimentarlo y hacer feliz a Marco. Con mi hoyo del ano lleno de gel, sentí un poco de incomodidad mientras Marco me penetro, pero después de estar lubricada sentí la mas deliciosa sensación de placer cuando la verga de Marco se empezó a sacudir dentro de mi culo y a los pocos minutos pude comprobar lo que el libro decía "... millones de terminaciones nerviosas surcan el ano y la sensación del orgasmo es de gran intensidad para la mujer...".

Marco me regalo un fantástico orgasmo cuando en medio de sus gritos sentí su calido esperma dentro de mi trasero mientras el se derramaba por primera vez dentro de mi culo. Fue especial, fue increíble, fue una delicia, fue nuestra primera relación anal.

Ahora me siento complacida y realmente satisfecha de ver a mi adorable esposo hacer su sueño realidad. Finalmente tuvo la formidable oportunidad de tener sexo anal conmigo y satisfacer sus intensos deseos. De seguro de ahora en adelante el sexo anal ocupara un par de horas de nuestra vida sexual.

Ahora me fascino al verlo como con sus ojos cerrados disfruta de las espectaculares tetas de Vilma. Hace realidad otro de sus sueños. Con su cuerpo desnudo, sentado sobre el sillón y Vilma sentada sobre su abdomen con sus piernas abiertas, los veo a los dos mover sus cuerpos mientras la verga de mi esposo se oculta entre las bellas nalgas de Vilma. Marco parece comerse los inmensos pechos de Vilma mientras su pene se esconde dentro de su ano.

-"Ahora te quiero Doggy", me interrumpe Felipe.

Estaba acostada boca arriba sobre la cama y Felipe encima mio, en posición misionero, hacia un par de minutos se acababa de derramar. Tenía su verga escondida en lo profundo de mi vagina y mientras su coño terminaba de escupir su leche dentro de mi, yo complacida observaba como Marco tenia sexo con Vilma mientras mi cuerpo se sacudía al mismo tiempo que las contracciones rítmicas del abdomen de Felipe disminuían de intensidad y mi vagina terminaba de recibir su carga de esperma.

-"Vamos al balcón", le pedí a Felipe.

Desde el amplio balcón de su casa y con mi mirada perdida dentro de la hermosa noche estrellada sentí como Felipe me aplicaba cuidadosamente el gel facilitador en el hoyo de mi ano. Un minuto más tarde Felipe con voz entrecortada por el placer me confirmo lo que sentía.

-"Dios mio.... que delicia..."

Con las olas del mar que golpeaban la arena de la playa como único testigo y con la plena convicción de que nadie me escucharía, gemí y me queje de placer al sentir como la inmensa verga de Felipe se sacudía deliciosamente dentro de mí moldeado trasero. Y luego grite intensamente al mismo tiempo que el sacudía su cuerpo cuando sentí los calidos chorros de esperma que expulsaba el coño de Felipe en lo profundo de mi ano cuando en posición doggy el disfruto de mi culo y descubrió el intenso placer que un hombre siente al tener sexo anal conmigo. Fue la segunda verga que mi parado culo acogió esa noche. Fue la segunda verga que vació completa su carga dentro de mi trasero.

Amo a Marco y a pesar de que esa noche decidimos romper los esquemas y aventurarnos por primera vez en tener sexo anal y en grupo, sigo fiel a el y estoy dispuesta a complacerlo.

julio08
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AnonymousAnónimohace más de 14 años
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