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Una Azafata encuentra su piloto.
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julio08
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Cerré los ojos mientras el capitán Greene me lamía la vulva, sus dedos abrían mis labios vaginales y con su lengua halaba mi clítoris, dándome una sensación de placer que volvía a vivir después de 6 meses. Este era el tiempo que llevaba de separada de mi ex – esposo Fernando y durante el cual mi vagina no había recibido las caricias de una lengua ni mucho menos una verga. Mis manos estaban puestas sobre su cabeza mientras que el disfrutaba del olor de mi sexo.

Soy azafata de American Airlines y tenía entre mis piernas la cabeza del piloto Mark Greene quien ese día en un hotel de Santiago me invito, luego del vuelo New York-Santiago, a tomar unas copas de vino. Luego de muchas indecisiones y pensarlo mucho, me decidí a que era tiempo de seguir viviendo y salir adelante con mi pequeña hija Valentina de 10 años. Nunca había tenido una relación extramatrimonial, pero luego de la separación de Fernando, mi cuerpo pedía ser consentido sexualmente así como lo hizo mi ex – esposo durante los 11 años de matrimonio. Yo llegaba a los 34 años de edad y estaba segura que encontraría alguien más con quien compartir mi vida. No tengo un cuerpo de reina pero mi rostro es muy bien distribuido y mis ojos azules con el color rubio de mi corto cabello generan un contraste atractivo e interesante. Soy de estatura media, cuerpo delgado, pechos pequeños pero bien formados y aunque mi culo no es el de una modelo, mis nalgas son redondas y lucen muy sexy bajo la falda de azafata que uso. Durante el vuelo, el capitán Greene y el copiloto Hugo Hanks se mostraron muy interesados en conocerme un poco más así que cuando no tenía que atender los pasajeros, charlábamos animadamente en la cabina y dejaba que ellos me detallaran y recorrieran mi cuerpo con sus miradas.

Había escuchado historias de azafatas amigas y conocidos pilotos que tenían sexo durante las noches en que ellos pernoctaban en las ciudades a las que llegaban luego de los vuelos, pero nunca paso por mi mente llegar a hacerlo.

Finalmente tome la decisión de experimentar y descubrir que era lo que yo quería. Al fin y al cabo estaba separada y necesitaba de un hombre. Y ese hombre afortunado fue el capitán Greene ya que Hanks, un poco tímidamente, decidió quedarse en su habitación a descansar mientras que Greene y yo íbamos al bar y allí el me convencía de que mi vagina necesitaba ser adorada por su verga, después de 6 meses en los que muchos pilotos desearon acostarse conmigo. Estaba completamente desnuda, tirada sobre la amplia cama, mi blusa con el logo de AA y mi corta falda de azafata estaban en el piso de la habitación luego de que el me las desgarrara cuando me desnudo mientras me besaba. Empezaba a estimularme, yo lo disfrutaba y me sentía ya muy excitada.

-"Que deliciosa vagina tienes", me dijo el capitán Greene levantando su cabeza y fijándose ahora en mis tetas.

Con su lengua recorrió mi cuerpo desde mi vulva hasta mis pechos, dedicándose a besarlos y halarme los pezones. El dejo que su cuerpo se posara sobre mí, colocando su cabeza junto a la mía, mientras que yo abría mis piernas y con ellas abrazaba su desnudo cuerpo preparándome para la penetración.

Siempre que iba de viaje llevaba conmigo la foto de Valentina y la colocaba sobre la mesa de noche de la habitación del hotel. Es una hermosa foto que nos tomamos las dos estando en Disney Park, Florida hace tres años. Mire fijamente la foto como siempre lo hacia cuando extrañaba a mi hija en aquellas solitarias noches en que las dos estábamos separadas miles de millas por aquello de mi trabajo como azafata. Algunas de esas noches lloraba y abrazaba la foto. Esa noche no salían lágrimas de mis ojos, ni abrazaba la foto de ella. Por el contrario, mis brazos se acogían al cuerpo desnudo de uno de los pilotos, con quien decidí, luego de 6 meses, hacer el amor.

-"Perdóname cariño... te amo mucho...", pensé mentalmente mirando la foto mientras que la dura verga del capitán Greene se empezaba a introducir lentamente dentro de mi vagina ya lubricada.

Seguí mirando la foto mientras que su coño seguía entrando centímetro a centímetro hasta cuando no pude resistir mas, cerré los ojos, abracé la espalda desnuda del capitán y puse una de mis manos sobre su cabeza, dejando salir un gemido de placer por la fantástica sensación de volver a tener una verga dentro de mi vagina.

No habían pasado un par de segundos y mientras que el terminaba de acomodar su coño dentro de mi, mordiendo sutilmente mi oreja, y se preparaba para empezar sus movimientos abdominales, mi teléfono celular sonó.

-"No hagas ningún ruido Mark", le pedí al capitán mientras que me estiraba para alcanzar el teléfono el cual estaba sobre la mesa de noche al lado de la foto.

-"Hola mi vida... como estas?... que haces levantada a estas horas?", salude a Valentina quien al otro lado de la línea quería saber como estaba yo.

Valentina había quedado al cuidado de una niñera de confianza, así que mientras que ella me describía lo que había hecho durante el día y yo complacida, la escuchaba, el capitán Greene empezaba a sacudir su abdomen, permitiendo que su verga entrara y saliera de mi vulva. Me sentí extraña, ya que yo escuchaba a Valentina con mucho interés a la vez que mi cuerpo se empezaba a sacudir sobre la cama y una delicada sensación de placer empezaba a cubrirme, producto de los movimientos de la verga del capitán. El me hacia el amor mientras yo hablaba con mi hija por teléfono.

Hablamos por dos minutos, los suficientes para recomendarle a mi hija que era tiempo de ir a la cama a dormir mientras que su madre recibía, ya bastante excitada, la verga de un hombre en su vagina. Tuve tiempo apenas para despedirme, mandarle un beso y colgar, tirando el celular a un lado de la cama y abrazando de nuevo al capitán quien con su cadencia rápida de movimientos abdominales me daba a entender que lo estaba disfrutando. Bastaron entonces un par de minutos con el capitán encima de mí cuando de pronto la fantástica sensación del orgasmo me invadió. Sentí como un corrientazo pasó por mi cuerpo, desde mis pies hasta el último de mis cabellos. Mi espalda se doblo hacia arriba, apreté con todas mis fuerzas el torso desnudo del capitán, cerré los ojos y grite ese orgasmo de forma increíble.

-"Mark... me vengo.. me vengo...ahhhhh....ahhhh..... ufff".

Me sentí como joven al disfrutar de ese momento. Fue increíble, ya que recordé viejos tiempos cuando hacíamos el amor con Fernando apasionadamente. El orgasmo duro como 30 segundos y cuando me relajaba un poco, abrí los ojos para observar como el capitán acercaba sus labios a mi, me daba un apasionado beso, enredando su lengua con la mía y luego levantaba su rostro hacia el techo gritando mi nombre.

Cinco segundos mas tarde el capitán también gimió, se quedo inmóvil un par de segundos y sentí por supuesto, al momento, como mi vagina recibía, luego de 6 meses de ayuno, una poderosa carga de semen, producto de la voluminosa eyaculacion de su verga.

El siguió sacudiendo su cuerpo sobre el mío mientras terminaba de eyacular hasta que se quedo inmóvil.

-"Esa mocosa de tu hija llamo en mal momento", dijo el capitán Greene al expresar su molestia por la llamada de mi hija mientras que el me hacia el amor.

Su comentario no me gusto pero no dije nada y guarde silencio.

Media hora más tarde, Valentina me volvió a llamar para mandarme el beso de las buenas noches. Siempre lo hacia antes de dormirse y me fascinaba escucharla despedirse de mi.

El capitán Greene hacia pocos minutos se me había derramado nuevamente. Yo estaba en posición doggy y el detrás mío montándome con su verga dentro de lo profundo de mi sexo asegurándose que ni una sola gota de su leche hubiese quedado por fuera de mi vulva. Durante esos treinta minutos, mi vagina había recibido ya tres formidables cargas de semen y yo había tenido tres fantásticos orgasmos. El me tenía tomada del cabello mientras que con su otra mano se aferraba a mi cintura, presionando su abdomen contra mi trasero. Me estire nuevamente y tome el teléfono para contestar.

-"Mi vida... que grato escucharte de nuevo pero creo que debes dormirte ya", le dije a Valentina con voz entrecortada por la excitación.

Justo cuando ella empezaba a hablar y a enviarme el beso de las buenas noches, el capitán Greene de forma inesperada me retiro su verga. Mientras que sostenía mi cuerpo sobre la cama con una sola mano, la otra la tenía ocupada con el teléfono. Voltee a mirar hacia atrás mío y vi como la verga del capitán era una erecta barra que al parecer no estaba satisfecha a pesar de que había explotado dentro de mi en tres ocasiones. De su coño aun escurría semen, el cual cayó sobre las sabanas. La mirada del capitán seguía fija en mi sexo y pensé que quería acomodarse para penetrarme de nuevo en otra posición, así que me acosté boca abajo para seguir hablando con Valentina más cómodamente.

-"El impotente de Hanks me debe estar envidiando.... Durante el vuelo me dijo que tu eras una de las azafatas con uno de los mejores culos en toda la aerolínea, y que debía ser maravilloso hundirte la verga en posición doggy, y vaya que el si tenia razón....", comento riendo el capitán mientras que yo le hacia señas para que guardara silencio.

-"Ahhh y estoy harto con la mocosa de tu hija, llamándote mientras disfruto de tu cuerpo....cuélgale ya o me voy".

-"Vete al carajo, imbecil estupido... yo hablo con mi hija las veces que se me de la gana", le respondí al capitán levantándome inmediatamente de la cama mientras ponía mi mano sobre el celular.

El capitán me respondió gritándome.

-"Putica de mierda, lo único que tienes es un culo rico y un bello rostro"

-"Sal de mi habitación ya", le grite al capitán.

Así lo hizo el y cerro la puerta de mi habitación con fortaleza expresando su molestia porque yo lo había hecho salir.

Me tire sobre la cama, tome la foto de Valentina y abrazándola llore un rato. Luego me di cuenta que había otra forma de desahogarme.

Entre al baño, me di un duchazo limpiándome el semen que salpicaba mi vulva y me arregle. Me deje el cabello suelto y mojado, me puse un poco de maquillaje, me pinte los labios y me coloque de nuevo la corta falda de AA con la blusa de la empresa, sin ropa interior, dirigiéndome a la habitación de Hanks para seducirlo y hacer realidad su sueño.

En las siguientes tres horas, el copiloto Hugo Hanks me confirmo que no era impotente y me demostró de una forma soberbia cuanto me deseaba. Me clavo su coño y me dejo la vagina llena de su esperma. Me encanto como hombre y me fascino como amigo, ya que después de cada orgasmo hablábamos de mi hija Valentina y el se mostraba muy interesado en conocerla.

Como mi vagina estaba ya adolorida y maltratada por la intensa actividad sexual que tuve con Greene y ahora con Hugo, lo premie, al final de la noche, al permitirle en posición doggy, que me abriera las nalgas y me introdujera lentamente su verga dentro de mi trasero. Por supuesto, el me entrego una soberbia derramada dentro de mi ano y vivió una de sus mejores experiencias sexuales al venirse dentro de mi culo. Yo, por mi parte, volví a recordar la especial sensación de disfrutar el orgasmo cuando la verga de un hombre estalla dentro de tu estrecho ano.

Al otro día me encontré con Greene en la cabina y no lo salude. Espere a que llegara Hugo y lo abracé dándole un apasionado beso en la boca. Greene nos miro bastante sorprendido.

-"capitán Greene... usted estaba equivocado... Hugo no es impotente.. por el contrario es un excelente amante y todo un caballero", le hable al capitán de forma atrevida.

-"... y a propósito cariño, pensé que mi trasero me amanecería adolorido... pero estoy bien aunque me siento un poco incomoda cuando tengo que sentarme...", le hable a Hugo dándole un beso nuevamente y despertando la envidia de Greene.

3 meses más tarde Hugo y yo tomamos la decisión de juntar nuestras vidas y darle un hermanito a Valentina.

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