Cogiendo al Toro por los Cuernos

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Así comenzó mi historia, con el tiempo solo mejoro.
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Es difícil dar el primer paso, pero es más difícil quedarse con la duda, no explorar o darse el gusto de probar algo cuando se tiene la oportunidad, es prácticamente perder si la ocasión no se repite.

Durante muchos años tuve una vida normal, pero al igual que muchos otros la curiosidad y el fácil acceso a videos explícitos me fueron llevando a descubrir como otros disfrutaban aparentemente de circunstancias o situaciones que no comprendía.

Por supuesto en un principio hombre con mujer era el tema, con todas sus posibilidades, manual, oral, vaginal, y lo demás, así como la relación entre placer y dolor, sumisión, dominación y todas las otras; así descubrí que la manera que mas me excitaba era el sexo anal ya que cumplía con todo lo que antes mencioné.

Cuando el talento era muy dotado y requería de mucho esfuerzo tiempo y lubricante antes de conseguir la penetración total, creaba la historia, el sufrimiento de la modelo y luego su aceptación gustosa eran el preámbulo de un intenso final sin importar que fuera adentro, afuera, en el pecho, la cara o la boca inclusive si se los comía, siempre la sumisión la hacía feliz.

Cuánto pueden aguantar? Me preguntaba, ya que el tamaño en algunas ocasiones era descomunal, definitivamente era algo que yo no podría saber, en mi mente las mujeres eran más fuertes y capaces de recibir esa clase de placer, o no?

Así que me aventure y prove otro género para investigar si en cuestión de placer y resistencia teníamos alguna oportunidad, de entrada no era muy atractivo para mí ver a dos hombres, pero le otorgue el beneficio de la duda y me demostraron que al igual que las mujeres eran capaces de disfrutar al sufrir ser penetrados y que aunque fueran muy grandes, siempre lograban su cometido.

Algo que no me gustaba era que casi nunca había algún tipo de historia o preámbulo al acto pero aun así fui desarrollando gusto por dejarse dominar por el mismo sexo y alternaba entre hetero y gay.

Para mi suerte dentro de la amplia gama de opciones me encontré con una categoría que era casi perfecta, crossdresser, es decir hombres que se vestían y actuaban como si fuesen mujeres y disfrutaban de los placeres que sus hombres les daban, en algunas ocasiones solo se caracterizaban para jugar con ellas mismas arreglandose de una manera fenomenal e introducirse sus juguetes favoritos, los mostraban con lujo de detalle de acuerdo a sus gustos, con venas texturizadas, curvos, anchos, largos, con diferente forma de cabeza, en diferentes colores, en fin había para cualquier gusto.

Los besaban y acariciaban como si fueran reales resaltando cada detalle que las hiciera sentir placer hasta que después de algún tiempo no podían resistir y terminaban totalmente ensartadas y tan abiertas como lo desearan mostrando el gran espacio vacío que dejaban sus juguetes en ellas.

Nunca me hubiera imaginado que mi curiosidad me llevaría a sentir esa atracción por esa clase de videos y que ahora disfrutaba en diferentes géneros, algunas ocasiones me reflejaba en el hombre satisfaciendo todos sus deseos, en otras era yo quien con lujo de detalle disfrutaba de una transformación y exploraba hasta lo más profundo de mi, y algunas otras era yo quien hacía feliz a ese gran hombre que abusaba de mí haciéndome gemir de dolor y placer, aunque secretamente era yo quien más disfrutaba.

Algo tenía que hacer, eran demasiadas emociones como para solo terminar haciendo uso de mi mano hasta descargar todo y repetir mientras disfrutaba de los videos, así que incorpore dentro de mi rutina manual el acariciar hasta la base del pene como constantemente lo veía, mis testículos eran muy sensibles y nunca los había considerado dentro de mi vida sexual, fue un buen descubrimiento ya que gracias a esas caricias y a la cercanía algo más que sin querer deslicé una parte de mi mano por sobre mi ano y fue en ese momento donde todo cambio, fue una sensación única, muy placentera y sobre todo muy excitante, quizás la razón por la que me sentía atraído a esa clase de videos.

Ahora cada que tenía la oportunidad de interactuar conmigo, disfrutaba imaginar como pasaba de hombre sometedor a como seria si me arreglara con una faldita y bragas para satisfacer a mi macho o quizás si me diera placer yo solo por todas partes; lo que ya era constante es que en lugar de acariciar mi pene ahora mis dedos acariciaban la superficie de mi ano y con la ayuda de un poco de saliva en ocasiones introducía la punta de mi dedo índice haciéndome vibrar de placer, si eso me ponía así, que seria sentir algo mas realista?.

Mi mente no se podía contener y en cualquier escena trataba de encontrar el que sería el primer miembro que llenara ese espacio, definitivamente no me sentía atraído por el tamaño, porque por experiencia sabía que uno de mis dedos era suficiente para hacerme sentir completamente lleno, así que disfrutaba analizando cada detalle de la gran variedad de instrumentos y como en su forma individual todos cumplían con el cometido de hacer feliz a un agujero, cualquiera que esté fuera; así continue con mi rutina, cada vez me conocía más y conseguía relajar mas cada parte de mi.

Estaba en un muy buen momento así que decidí aventurarme, busque algún lugar en el cual pudiera de una manera discreta comprar un juguete que demandará un poco mas de mi y al mismo tiempo hiciera mi rutina de satisfacción más agradable.

No fue muy difícil encontrar un sex shop y en unos minutos me encontré flotando, mirando todo un pasillo lleno de consoladores espectacularmente detallados, de todas las formas, colores y tamaños; un escalofrío me recorrió la espalda y literalmente sentí como me dilataba, aunque sabía que mi elección tenía que ser prudente ya que no tenía la experiencia para resistir algo grande.

Encontré un consolador que en tamaño era un poco más corto que mi pene erecto y más angosto aunque no por mucho, era muy detallado, tenía una cabeza con una forma más angular no muy redonda, me imagine que eso haría mas fácil la entrada, el glande era pronunciado, tenía venas dentro de lo normal y de textura firme pero a la vez flexible, en fin en mi mente era perfecto, no se cuanto tiempo estuve en la tienda admirando toda la variedad que tenían imaginándome como se verían mi, cogi un lubricante y salí de la tienda con la intención de usarlo tan pronto como pudiera.

Ya en el camino de regreso a pesar del estado de excitación total que tenía, algo dentro de mí me hacía sentir mal, de alguna manera incompleto, sabía que estaba a punto de llenar ese vacío y literalmente sentía cada latido en ese espacio pidiéndome usar el juguete, pero algo faltaba.

Era como si mi historia no tuviera un preámbulo y no estaba bien, así que buscando entre mis fantasías encontré que lo que me haría sentir mejor al momento de ser penetrado por primera vez, era al menos aparentar de alguna manera ser lo opuesto a quien da, es decir transformarme un poco y sentirme más como una mujer.

Me detuve en un centro comercial y ahi comencé a sentirme excitado tratando de encontrar ropa de mujer que me quedara, no sabía de tallas ni de nada, a cada tienda que entraba sentía como si me miraran raro como si sospecharan los motivos que me llevaban ahí, cada prenda que tomaba sentía la sangre explotar por mi cara, era una ocasión memorable así que tenía que ser tan perfecta como pudiera.

Sabía que quería una falda corta, una blusa, y un coordinado de brassiere y bragas los zapatos eran opcionales.

La falda la blusa y los zapatos los encontré en un almacén, la falda era mediana, elástica así que no fue muy complicado, la blusa fue algo grande y larga, pero los zapatos fueron muy difíciles ya que las tallas son completamente diferentes, escogí los que fueran más femeninos y para encontrar mi talla al menos me probé un par, eso fue lo mas difícil por que ahi si toda la gente que estaba cerca me vio, me dio mucha pena pero a la vez me excitaba mucho; para el bra y las bragas fue muy fácil, solo entre a una tienda le lencería y cogí los más sensuales que encontré, ahora sí todo listo.

De camino a casa las piernas me temblaban de la emoción y no podía dejar de imaginarme cómo me vería en mi nuevo atuendo y más aún cómo se sentiría esa tan esperada primera vez. Al llegar, rápidamente me despoje de mi ropa y comencé a vestirme con lo que había comprado, era extraño pero muy excitante, honestamente sentía que me veía como una actriz porno, pero al verme al espejo no llegue ni a prostituta barata.

Lejos de sentirme mal decidí tomar cartas en el asunto y si lo estaba haciendo lo tenia que hacer bien, a pesar de ser hombre, no tengo tan mal cuerpo, es decir no soy muy grande de tamaño, gracias al ejercicio estoy en buena forma y mis piernas complementan mis nalgas firmes y paradas, así que el atuendo me lucía bien pero por ser hombre y no del tipo lampiño, tengo una considerable cantidad de vello corporal sin llegar a exagerar.

Cogí mi maquina de afeitar y me quite el vello de las axilas, pecho y piernas, en fin casi todo y eso me hizo sentir aún más excitado, en cuanto a mi pubis le deje solo una pequeña línea de la base del pene a unos centímetros más arriba, lo que llaman landing strip.

Escondí mis testiculos y pene entre mis piernas, pare un poco las nalgas, me puse de puntillas y me mire al espejo, era toda una mujer.

Satisfecho con el buen trabajo comencé a vestirme tomando actitudes propias de mujer, al caminar movía la cadera de una manera exagerada, al menos para mi, sentía como la lencería acariciaba mi piel y los zapatos hacían que mi postura y cambiar fueran aún más femeninos, no dejaba de caminar frente al espejo admirando y cada vez más excitado, por que en unos momentos me iba coger por primera vez a quien estaba viendo caminar delante del espejo, a mi mismo.

Tome mi juguete y sin dejarme de ver en el espejo lo comencé a acariciar, tímidamente lo bese recorriendo cada detalle, sabía que lo tenia que poner en mi boca pero nunca había hecho nada que se pareciera, así que recordando como lo había visto antes me aventure a rodearlo con mis labios y sentí su forma en todo su esplendor, lo chupe, lo mame, lo lamí hasta los huevos, metiéndolo y sacándolo tan profundo como podía, era un sueño hecho realidad, mi boca estaba feliz, pero mis mandíbulas estaban desechas, perdí la noción del tiempo y sabia que había llegado el momento de hacer lo que tanto deseaba.

No sabia aun en que posición podría hacerlo mejor, por supuesto quería ver y disfrutar cada centímetro que fuera entrando así que empecé a buscar algún ángulo que me diera todas las ventajas.

Mientras me quitaba las bragas y me subía la falda, me di cuenta que mi miembro estaba contraído pero a la vez completamente cubierto de liquido pre eyaculatorio, era como si supiera que esta vez toda mi atención estaría enfocada en mi culo virgen.

Encontré sobre la cama una posición que me permitiera ver en el reflejo del espejo y comencé, cogi el lubricante y con una mano separe mis nalgas mientras la otra dejaba caer un chorro de líquido transparente sobre mi culo, que hasta ese momento era solo una ligera mancha pequeña en el centro de mis nalgas.

Comencé a acariciarlo de arriba a abajo y el placer no se hacía esperar, sentía claramente como aún más líquido se derramaba de mi flácido pene, las caricias eran ya más fuertes y sentía como mi culo empezaba a ceder y mi dedo comenzaba a entrar sin ningún problema ni dolor, puse un dedo tan profundo como pude y lo comencé a mover dentro de mi, para saber si podía seguir adelante inserte un segundo dedo y fue aún mejor, podía sentir lo apretado que estaba.

Seguí jugando por un par de minutos pero sabia que tenia que terminar con este sufrimiento e insertar en mi culo algo que fuera de alguna manera más real, al menos en tamaño y en textura, quería sentir como era dejarse coger y tener el culo abierto a la disposición de una verga.

Me mire al espejo, la ropa adecuada, la blusa estaba un poco fuera de lugar y torcida, el bra daba la impresión de que tenía al menos senos pequeños, ya no tenía bragas y falda prácticamente estaba arriba de mis cadera, mis piernas y mi culo se veían tersos y suaves y mis pies aun con zapatos de los cuales no me acordaba, me daban la impresión de estar viendo en el reflejo del espejo a una puta a punto de ser cojida por primera vez. Completamente extasiado y fuera de mi tome consolador por los huevos, con la otra mano separe mis nalgas, guíe la punta a la entrada de mi culo, con un poco de presión conseguí sentir que estaba entrando.

No lo podia creer, un poco mas y por fin la sentiría mi culo comiendo verga, pero en un instante de pasión mi mano empujo en un solo movimiento todo hasta el fondo, un grito reprimido salió de mi seguido de un intenso dolor que a la vez me quemaba por dentro.

No sabia que hacer pero mientras lo desidia el dolor fue disminuyendo y lo empecé a tolerar, y en un instante estaba disfrutando del más rico dolor que me desconectaba la mente de la realidad e instintivamente me pedía que lo metiera y sacara, al principio de una manera lenta pero después violenta.

Sin darme cuenta mi cadera se movía para enterrarlo aún más, en círculos y sin un patrón constante, hasta que sin darme cuenta mi pene exploto de una manera violenta y no dejaba de chorrear, me saque el consolador.

Sabía que había conseguido mi objetivo, que era feliz y que de alguna manera había conseguido sentir como se siente ser mujer y qué más cosas estaban por venir.

Me quite la ropa, admire una vez más mi cuerpo, era excitante, me quedé dormido sin ropa ya que la sensación de mi piel rozando las sábanas era embriagante.

Después de un tiempo logré conciliar el sueño pensando en lo que había pasado.

Un par de horas más tarde desperté completamente excitado cogí el consolador y me lo ensarte en un solo movimiento, continúe por un par de minutos y decidí sentarme en la orilla de la cama y a punta de sentones me quite lo caliente que estaba hasta que me corrí otra vez.

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