C & D.Cosquillas y Dragones Ch. 03

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Si bien esa armadura tenía una gran resistencia, Eldara sabía que con el poder que le brindaba la poción podía hacer funcionar el hechizo que intentó castear, de hecho, le faltó poco para lograrlo. Sólo necesitaba un poco más de potencia. "Por supuesto", se dijo a sí misma.

Con un movimiento de su mano, invocó su varita mágica de platino, que en forma etérea siempre la acompañaba, apuntó a su rival que se dirigía hacia ella, y pronunció: <Expellivestimentus>

De su varita salió un rayó de energía que impactó en su oponente.

En un instante, todas las piezas de su armadura salieron disparadas en distintas direcciones; pero no sólo eso, la blusa interior también salió expulsada por la parte superior de su cuerpo, y en forma mágica, los pantalones y calzones se resbalaron por sus piernas y luego por sus pies, quedando ambas prendas tiradas en el suelo; la guerrera llevaba con ella un corpiño, y en un segundo se desataron sus amarres para luego ser impulsado lejanamente de su portadora.

Lydian se detuvo al quedar completamente desnuda a unos pasos de Eldara, y aunque la de orejas puntiagudas también estaba desvestida, la guerrera humana instintivamente se cubrió sus tetas y entrepierna.

Eldara admiró plenamente a su rival, quien únicamente podía cubrir sus vergüenzas con sus manos.

Era una mujer fuerte, alta, de pelo castaño oscuro que apenas le llegaba a los hombros, tenía una pequeña trenza que le salía del fleco y le caía a un lado de la cara. Su cuerpo era apenas femenino, debido a que era musculoso, pero tenía unas tetas que eran si no grandes como las de Eldara, si muy bien proporcionadas y firmes, su trasero estaba esculpido en piedra de lo macizo que estaba.

Eldara: "Perdiste"

Lydian: "Aun no.... ¡Armadura ven!" En ese instante la armadura se volvió a armar sobre ella, las piezas mágicamente se reunieron, y nuevamente cubrió su encuerada piel.

Eldara se desesperó. Hace mucho que no combatía a las fuerzas del mal, pero claramente recordaba que todo lo que tenía que ver con muertos vivientes, tarde o temprano se volvía a levantar.

Con un movimiento de su varita la volvió a desvestir, y su oponente nuevamente se protegió sus partes atractivas y desnudas... la hechicera pensó en aprovechar que estaba descubierta y acabar con su vida de un solo hechizo fatal, pero ella no era así... <Inconscientus> Le lanzó ese hechizo a la hembra y cayó desmayada en el suelo.

Por primera vez, la inmortal elfa se puso a reflexionar: "¿Cómo era posible que aun existieran Armaduras Necrománticas? ¿Qué planeaba realizar esa mujer con el ejército?" Se acercó a la nena desnuda de pelo café, y puso su mano sobre su cabeza y pronuncio <Mentalis Revelatium>

La maga pudo ver los secretos que tenía en su mente. Su nombre era Lyidian, era originaria del Continente Ártico llamado Asgardia. En ese lugar tenía el puesto de Edecán, un alto honor en la Guardia del Jarl, el rey de esas tierras. Sin embargo, había perdido varias batallas y había tomado decisiones militares cobardes. Se le citó en la corte para que respondiera por sus acciones y escapó a los Reinos de Occidente, en específico al Reino de Drakotar, o a lo que quedaba de él. Ahí encontró a un curioso personaje, la hechicera de nombre Sorska. Ella le prometió gran poder, a cambio de que se uniera a la Armada Negra. La hechicera sacó de una tumba secreta la Armadura Necromántica, y se la otorgó a la guerrera a quien convenció de que invadiera los Reinos Humanos, prometiéndole que sus triunfos la harían una persona con una gran armada a la que nadie podría oponérsele; y que cuando estuviera lista, podría regresar a su Tierra y derrocar al Jarl

Eldara se dio cuenta de que Lydian se trataba de una simple marioneta, que por andar buscando gloria, era usada simplemente como un peón para planes más grandes.

Reunió las piezas de la armadura y pensó destruirlas, pero recordó que no era tan fácil, esa armaduras tenían la propiedad de reconstruirse, se necesitaban armas divinas para que la magia negra pudiera abandonar tal equipamiento. "¿Dónde está el inoportuno de Vinxent?" se dijo. Pensó en separar las piezas en terrenos distantes o enterrarla o esconderla, pero se le ocurrió una mejor idea. Hechizarla. Tal vez no podía destruir los maleficios que tenía el armatoste de hierro, pero sí podía añadirle más conjuros.

Eldara dibujó figuras y en el suelo, puso la armadura en medio de sus diagramas, y pronunció diversas palabras mágicas; una vez concluido el encantamiento, aparecieron en la armadura distintos glifos élficos.

Apuntó su varita al trasero de Lydian, y emitió una chispa que colisionó con sus sentaderas... "Aaaay..." Gritó la mujer dormida.

Lydian: "¿Dónde estoy?"

Eldara: "Donde estabas la última vez, en el Valle de los Muertos... a propósito, debes apurarte, los monstruos que invocaste hace rato deben estar acercándose."

Lydian se dio cuenta que lo que decía era verdad, unos cien esqueletos se dirigían hacia ella, y sin su armadura, tan sólo era una deliciosa nena que sin duda se la iban a merendar. Necesitaba ponerse su protección para poder volver a dominar a los cadáveres andantes.

Vio su armadura, pero notó que estaba adornada por runas élficas. Pero los esqueletos se acercaban, por lo que no dudó en llamarla "Armadura a mí".

Ese fue su error.

Todas las piezas se ensamblaron a su alrededor. Enseguida se volteó para tomar el mazo con picos que se encontraba en el suelo.

Sin embargo, sintió algo dentro de su armadura.

Como si algo estuviera dentro de la parte que cubría su cintura.

Agarró el mazo, se volteó, y entonces ubicó el sentimiento en sus nalgas.

Se apresuró a enfrentar a la maga, pero de repente sintió algo dentro de sus pompas había algo, y las estaba acariciando por dentro.

Continuó su marcha, pero a unos metros de que se acercara a ella, la elfa dio un brinco y se elevó a unos cuatro metros de altura, y ahí se mantuvo flotando.

La nórdica trato de buscar la manera de alcanzarla y asestarle un golpe, pero prontamente sintió que el objeto entre sus sentaderas era cosquilloso, y empezó a reírse.

"Je je..."

Trató de ignorar las caricias, y trató de hacer uso de los poderes necrománticos de su armadura, pero como si fuera una respuesta, la sensación de cosquillas creció dramáticamente.

"Jejjejeje" La castaña Lydian empezó a reírse con las juguetonas caricias que tenía en su trasero.

Intentó ganar la compostura, pero sentía como el objeto empezaba a atacar la parte interna de sus nalgas salvajemente... podía sentir en forma casi segura que era una pluma...

"Jejeje... ¿Te crees graciosa Hechicera? Jejjejejeje... ¿Crees que es un juego....!?"

Lydian trató de agarrarse el trasero sobre la armadura y a moverlo en forma rápida, pero sentía como cada vez las cosquillas aumentaban de intensidad...

"jejjejejejje... Te lo advierto... jijijij... para ahora mismo" Debajo de su armadura, Lydian estaba muy sonriente... pero bajo esa cara risueña se escondía una honda preocupación... De pronto la sensación se intensificaba y no sabía cómo detenerla.

En este momento, a ella la atacaba una risa de adolescente que no podía detener mientras sacudía fuertemente su trasero... "Pagarás por esto.. jejejejeje" vociferó.

Llegó el momento en que la sensación se volvió incontenible, y el objeto etéreo en sus nalgas la atormentaba en forma total, jamás pensaba que pudiera tener una parte tan suave y sensible, y empezó a soltar en carcajadas.

"Jaaaaajajajajajaja... ¿Qué estáaaaaas hacieeeeeeeendo? Jaaaaaaajajjajjajajaj"

Su habilidad para controlar muertos quedó en el olvido de su mente, enseguida agarró el mazo como un náufrago agarra un pedazo de madera en el mar.. y trató de ganar algo de compostura... no lo logró.

Ya no era una guerrera despiadada dirigiendo un ejército de cadáveres, ahora era una jovencita envuelta en risas sin poder ponerse de pie...la pluma acariciaba sus redondas pompas encontrando en ellas las partes más cosquillosas.

"JAJAJAJAJAJAJA... AL-JAJAJJAJJA ALTO...JAJAJAJAJA.. VOY A DESTRUIIIIRTE... JAJAJAJAJ"

Justo cuando acababa de dictar su amenaza, sintió que algo se acercaba a sus axilas....

Se asustó... sus ojos se abrieron por completo.

"No... ahí no... Por favor... no..." Pensó la terrible guerrera del Norte...

Pero pese a sus súplicas, pronto sintió unas plumas acariciar sus axilas...

"JAJAJAJAJAJAJAJJAJA... DEJA... JAJAJAJAJJA.... DEJA... JAJAJAJJA... DEJAME.....JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJ"

Cayó acostada de lado en el suelo, ella sabía bien que era extremadamnte cosquillosa... y que sus axilas eran totalmente vulnerables... No tenía fuerza para ponerse de pie... menos para tomar su arma....por más que trataba de pegar sus brazos a su cuerpo, sentía que las plumas la seguían atacando.

"Jajajaja" Lydian, la fuerte guerrera de cabello castaño, estaba en el suelo pataleando... no sabía que hacer.... Estaba prisionera en la armadura que tanto se enorgullecía....

Con un esfuerzo que solamente alcanzó a conseguir con su férrea voluntad guerrera, se puso de pie... trató de frotarse sus jugosas carnes traseras, debido a que la pluma seguía pasando sobre el interior de su nalga izquierda, luego sobre su nalga derecha y después por la parte que las unía... Estaba enloqueciendo con ese ritmo infernal..

Lamentablemente sus esfuerzos fueron en vano.... No podía quitarse ninguna parte de su armadura, estaba unida mágicamente... la única opción hubiera sido despojarse de esa protección y quedar encuerada en el Valle, pero sabía que desnuda, en ese infierno de zombies, no iba a lograrlo.. aun cuando la frontera estaba a tan sólo doce kilómetros...

De pronto, sintió que el sentimiento de las plumas que cosquilleaban la parte interna de sus brazos, cambió... y sintió como ahora era una mano la que atacaba su axila izquierda y otra su axila derecha.

Perdió el control total... "JaJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ" "Elfaaaaaaa.... Jajajaj... Por faaaaavooorrrrr....jajajjajajjajjja.... te lo ruego"

Eldara la veía retorcerse de la risa.... Por una milésima de segundo su lado bondadoso trató de sentir lástima y compasión de ella... Pero recordó que fue ella la que decidió ser comandante del Ejército Negro solamente para obtener gloria... Ese sentimiento tan vano le causó repulsión y dejó que la maldición de la armadura maldita acabara con ella.

El único problema es que sentía como su entrepierna se estaba empezando a humedecerse al contemplar tal sufrimiento de su oponente.

Tal vez porque hace poco había logrado envolver en orgasmos a una orca con tan sólo unas sencillas plumas de pegaso, o tal vez porque en el fondo la maga era algo kinky y le gustaba ver como la atlética mujer se retorcía de desesperación y carcajadas.. pero lo cierto es que la imagen de la hembra siendo humillada la empezaba a excitar... Pero NO, pensó para ella misma, debía mantener su pose de Guardiana de la Paz, y en forma seria propiciar el castigo que la guerrera se merecía....

Lydian, la bella nórdica, estaba envuelta en desesperación... trataba de cubrirse los brazos, pero sentía claramente como las cosquillas estaban dentro de su armadura.... Trataba de mover la pelvis para azotar sus nalgotas en el suelo, pero aun cuando lo hacía no lograba nada.. "JAJAJAJAJAJAJAJAJAJ" la incontenible risa brotaba de sus pulmones mientras ella dudaba si podía soportar algo así....

De pronto, sintió como un nuevo par de manos empezaban a acariciar sus costillas.

"NOOOOOOOOOOOOOOOOO" Gritó la guapa Ex-Edecán del Jarl,

La mujer empezó a rodar.. no sabía que hacer.... Estaba desesperada ya... había llegado el límite... las caricias no tenían límite, llevaba unos 7 minutos desde que en sus glúteos fueron atormentados dos por plumas inexistentes, y no estaba segura si podía ahora reír con más fuerzas...

Lágrimas de risa salían de sus ojos... gritos largos se mezclaban con carcajadas que se oían a kilómetros de distancia....

Aun cuando estaba envuelta en sudor, sintió como el interior de la armadura empezó a humedecerse con un misterioso líquido, como si su propia vestimenta lo estuviera produciendo, y por la consistencia, supo que era aceite...

Es imposible!. Pensó. -¿Cómo puede pasar algo como esto? ¿Qué terrible maldición conjuró la hechicera? ¿Qué acaso los elfos no tienen compasión?-

En segundos, mágicamente sintió como su cuerpo se llenó de un cálido aceite, salvo sus pezones y su entrepierna que permanecieron secos, cuestión que le intrigó a Lydian.

Luego por un momento se detuvieron todas las sensaciones.

La edecán trató infructíferamente quitarse la armadura pero el encantamiento de Eldara se lo impedía; al verse imposibilitada para ello se postró de rodillas, juntó sus manos y le suplicó a Eldara quien estaba elevada del suelo y suplicó:

-"Hechicera, por favor... Me rindo... Te suplico piedad.. enciérrame en un calabozo, entrégame a los tribunales de Malorea o incluso a los de Avalonia, pero deja de torturarme SOY MUY COSQUILLOSA... No creo soportar un segundo más.... Esto.. líbrame y juró servirte a ti.. Seré tu espada y tu escudo... Seré tu edecán y tú mi thane.... Te lo suplico... Detén esto...Ohh.. No... NooooooOOOOHHHH"

Manos invisibles estuvieron rodeando a Lydían, pero ahora era la sensación había empeorado, ahora su piel estaba lubricada en un tipo de sustancia aceitosa y unas manos invisibles la atormentaban con más precisión.

Primero fue una mano en cada planta de los pies... Mientras ella los sacudió al aire mientras su boca emitía los más poderosos alaridos... Sus carcajadas llegaron a los tonos más altos que podía producir...

Luego sintió dos manos en su estómago... llevó sus brazos a esa parte de la armadura, pero era imposible... el metal en forma de hueso hacía que no pudiera evitar el delicado ataque... Con esas caricias sus ojos se llenaron de lágrimas de risa.

Después sintió dos pares de manos en su trasero, en específico en sus nalgas, unas en la parte baja y otras en la parte alta.... Pero estas manos eran distintas, eran delicadas y pequeñas como las de unas jovencitas. Antes de este día, nunca pensó que su derriere fuera cosquilloso, pero la maldición le había enseñado lo contrario. Esos dígitos hicieron que perdiera todo el control que le pudo quedar,... y en el suelo trato de girar y dar gritos... sin ningún resultado... por lo que quedó postrada en la nieve...

Cuando unas manos empezaron a cosquillear sus fuertes muslos aceitados, ella sentía que iba a morir... trató de juntar las piernas, pero de nada servía, debido a que las mágicas manos aparecían en el estrechísimo espacio entre la armadura y su piel. Estaba perdida.

Enseguida, sintió como unas expertas manos acariciaban sus costillas y sus axilas.. Estas eran la parte que era su punto más delicado... En ese momento Río inconteniblemente.. Si la risa tenía un límite en ese momento lo superó....

Ella sabía que si no fuera porqué llevaba dos días sin probar agua o bebida alguna (Debido a que con el poder de su armadura no necesitaba ingerir alimentos), su vejiga se hubiera descontrolado de la forma más humillante....

Luego unas manos tiernas se unieron a las demás cosquillas, toqueteando sus medianos melones. Ella no podía creer lo extremo que se sentían tales dedos en sus tetas. Estas se enfocaban en los lados y la parte inferior de esos globos, pero no en sus pezones; pero aun así, se sintió totalmente invadida y ello le generó un deseo de recuperar el control... porque en este momento se sentía totalmente sometida.

Otro terrible castigo apareció en ella en un punto no esperado. Una invisible pluma atacó su orificio trasero... Lydian se zangoloteaba de tal manera que parecía un pescado cuando cae en el piso de un bote cuando acaba de ser atrapado.... sintió la terrible caricia, y esto hizo que se sacudiera de un lado a otro.

Por último, una pluma acarició su nariz... Era el colmo... la gota que derramaba el vaso.

Si bien le ocasionaba poquitas cosquillas, sentía una gran incomodidad.. Trato de quitarla con su mano, pero el enorme casco que tenía le impedía rascarse propiamente.

La temible comandante lo había perdido todo dentro de sí, era como una docena de manos que la atacaban directamente en su desnuda piel, provocándole un tormento indetenible.

"JAJAJAJJA...Jajajja.. heeheheh.. ..........JAAJAJAJJJAJAJA"

Su risa subía y bajaba.... En momentos eran carcajadas que imperaban en toda la redonda.. luego una pequeña vocecita risueña, y luego de plano un silencio debido a que no salía aire de sus pulmones.... Así llevaba una hora de risa continua en la cual su fuerte pero delicado cuerpo fue atacado mágicamente con caricias que hacían estallar a la villana.

Sin embargo, las manos mágicas que tocaban sin piedad su resbaloso cuerpo, lograron un cometido que la edecán no se esperaba.... Una terrible excitación.... El hecho de sentirse manoseada en los muslos, tetas y nalgas, era realmente insufrible... también la pluma que descubría la suavidad de su parte trasera la hicieron que de su lado femenino emergiera una sensación muy erótica....

Sentía como su vagina se mojaba con excitación, sentía sus pezones tocar el frío metal que cubría su cuerpo al erigirse por culpa de su pasión, empezaron a mezclarse gemidos con la risa... y por un momento lo deseo... Venirse.

Después de casi una hora que se puso la maldita armadura encantada, y no tener ningún control de su cuerpo, estaba dispuesta a recibir el orgasmo como un premio a su tormento.... Pero justo en eso... las cosquillas se pararon...

Volteó a ver Eldara, quien se estaba mordiendo los labios, debido a que su propia excitación se estaba tornando insoportable, pero en eso, una sonrisa se dibujó en sus labios...

De pronto, la mujer con la vestidura de guerra sintió como un especie de polvo (como si fuera sal o arena), empezaba a caer exclusivamente sobre sus pezones y la parte sensible de su entrepierna... Luego tuvo una ligera sensación... pero luego iba aumentando...

"¡¡Ooooo no..!! ¡¡Eso sí que no...!!" Gritó Lydian.

"Esto es inhumano... ni yo lo haría... Por favor.... Te lo suplico.... ¡Quítame esto! ¡Haré lo que sea necesario! ¡Juraré portar tu carga! ¡Te seguiré a todas partes! ¡Iré a Calabozos y entraré primero para activar todas las trampas! Cuando combatamos juntas yo me enfrentaré a los adversarios para que tu escapes! ¡Te serviré como a mi thane! ¡Seré tu espada y tu escudo! ¡Portaré Tu Carga! Ayy... ay,,,

Eldara: "Vaya, que repites mucho tus frases."

Enseguida Lydian sintió una terrible comezón en sus pezones, en la parte interna de sus labios pélvicos, y en su pequeñito clítoris.

"Ay.. Ay... ayyy.. porfavooooorr... mpphh mpphhh mpp..." Gimió Lydian, quien en forma frenética trataba de rascarse la parte central de sus pechos y su concha... pero era imposible... los golpes y rasguños que realizaba en esas partes de su armadura, no tenían la menor sensación en la ya irritada y colorada piel de la guerrera..... Si hace unos instantes estaba a punto de tener un poderoso orgasmo, la necesidad de rascarse en su parte sensible borró toda sensación de placer...

"AAAAARRGGHHH ¡Quítame los pantalones! ¡Quítame los pantalones! ¡Me pica! ¡Me pica!" Exclamaba Lydian rascándose inútilmente la superficie de su armadura mientras se revolcaba en el suelo .... Si bien estaba totalmente exhausta, la tortura que el polvo mágico pica pica había causado, le había dado un segundo aire... pues la frustración de no poder rascarse sus partes superaba cualquier cansancio....

Scratch, scratch scratch... Era el ruido de los guantes acariciando el peto y el calzón de la armadura... La chica estaba con los ojos cerrados, y emitiendo gritos, suplicas y chillidos "Aaahhh .... Me picaaaa... Me picaa... NO ME PUEDOO RASCAAAR"