El Masajista

Siguió besándolo con ansias, mientras balbuceaba "mi amor, mi amor, esto es increíble, me haces ser la mujer más feliz contigo. Quiero tenerte y sentirse así en todo momento!!"

Se quedaron abrazados durante largo rato, sin decir palabra.

"Quiero que te quedes conmigo aquí esta noche, mi amor" Le dijo ella en un momento.

"Te iba a pedir lo mismo, Josefa" le contesto él besándola "Te podría hacer el amor, toda la noche".

"Y lo podrás hacer. Soy toda tuya, cariño".

Ella se levanto y levantando los cobertores invitó a Esteban a meterse debajo.

Desnudos se abrazaron nuevamente y se durmieron.

Eran las 7 de la mañana cuando Josefa despertó sintiendo la dureza de la verga de Esteban contra su vientre.

"Mi amor, despierta ", le dijo moviendo su hombro. Cuando el abrió sus ojos soñolientos le dijo "Despierta a Lucía mientras me baño, tengo que ir a dejarla al colegio y tú tienes que ir a la universidad.

"Después pensaremos que hacer con esto" le dijo riendo mientras le daba un apretón a su pene erguido.

"Oh. Sí. Parece que estábamos demasiado cansados anoche". Se irguió en la cama sin antes darle un beso en la mejilla, ya que Josefa movió su rostro diciéndole "Oh, no me he lavado los dientes, cariño!".

Esteban tomó la bata de algodón de Josefa y bajó para despertar a su hermana Lucía.

"Vamos, pequeña, a levantarse la remolona!" le dijo mientras sentado en su cama la trataba de despertar.

Finalmente logro que abriera los ojos y Lucía le sonrió diciéndole, "Me desperté hace rato, Esteban. ¿Y por qué te pusiste la bata de mama?" le preguntó.

Sorprendido, Esteban tuvo que inventar sobre la marcha "Parece que la nana se equivocó, porque cuando me levanté esta mañana, estaba colgada en mi closet".

"Vas a tener que ir a dejársela, porque te queda chica" le dijo Lucía sonriendo.

"Si, mirona, se la voy a ir a dejar, pero voy a buscar la mía" y le desordenó el cabello antes de levantarse.

Poco después, cuando tomaban desayuno, Esteban le dijo a Josefa, como no dándole mucha importancia "¿Qué te parece que vaya yo esta mañana a dejar a Lucía al colegio y me llevé el auto?"

"¿Y qué tienes que hacer, cariño?"

"Quedé de juntarme con Jorge esta noche, por eso te iba a pedir el auto hoy día en la mañana, ya que volveré a casa sólo a cambiarme ropa como a las 8".

"Hum, déjame pensar un momento." Después de unos segundos, Josefa le respondió, "está bien, me tomo un taxi para ir a buscar Lucia al mediodía, lo mismo que en la tarde para todo lo que tengo que hacer durante el día. Es más seguro que tú salgas en la noche con el auto y no que andes en taxi."

Mientras Lucía se dirigía hacia el garaje y viendo que su hermana ya no estaba a la vista, se dio vuelta y tomando a Josefa en sus brazos le dio un beso en la boca que ella respondió con la misma pasión.

"Cuídate, amor" le dijo ella mientras él se alejaba.

Cuando se dirigía hacia la universidad, después de dejar a Lucía en el colegio, Esteban iba pensando que probablemente se encontraría allí con su amigo Jorge. Tenía ciertas dudas de si contarle todo lo que había conversado con Isabel o sólo comentarle que había logrado el puesto en la empresa. Nunca uno sabe hasta qué punto en una amistad resulta conveniente decir toda la verdad. Muchas veces ésta puede convertirse en un boomerang cuando esa amistad se corta. Eso es lo que pensó Esteban y decidió darle la versión corta, si es que llegaba a toparse durante la mañana con su amigo.