Espía vs. Espía

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Una Espía atrapa a otra Espía, pero hay un giro inesperado..
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Esta historia es mía, pero no soy el autor. Me la regaló un gran amigo (Fap77), quien a su vez fue asistido por KarenGaianni, Saludos!

Va recuperando la conciencia poco a poco, nota su lengua seca, acompañada de un ligero dolor de cabeza, entonces va abriendo poco a poco sus ojos celestes, los cuales, se van acostumbrando también poco a poco a la luz del sitio, dicha luz es artificial, unas lámparas y bombillas que se usan en fábricas y almacenes, es muy brillante, tanto, que tarda algo más de lo normal en acostumbrarse a pasar de las sombras del sueño, a la luz del lugar, no sabe cuanto rato ha estado dormida, ni que lugar es ese sitio, de hecho, no sabe ni tan siquiera si sigue en el mismo país que estaba justo antes de notar un pinchazo en su nalga derecha y caer dormida en pocos segundos, tampoco sabe si es de día o de noche, si está lloviendo o hace sol, ya que ese lugar no cuenta con ninguna ventana o claraboya para poder hacerse una idea de donde está, ni la hora, ni absolutamente nada.

Observa que los muros son altos (entre 4 y 5 metros), tienen pinta de gruesos y seguramente, lo serán, observa también que hay varias taquillas metálicas típicas de las fábricas para sus empleados, además de un  par de mesas largas con una gran cantidad de objetos en cada mesa, un par de metros detrás de dichas mesas, hay un enorme espejo, piensa que seguramente al otro lado habrá una habitación óscura, en la cual estará la persona que la ha secuestrado observándola, dicho espejo tiene pinta de ser antibalas, nota también que tiene las piernas abiertas y cada una, encadenada a una de las patas de una silla, la cual por el tacto de la piel de sus nalgas, diría que es de acero, nota que sus brazos los tiene detrás de su espalda, esposados, por lo que parece, la silla tiene un respaldo con un barrote grueso central, por lo que cada brazo lo tiene pasando por un lado del barrote, haciendo imposible que pueda mover los brazos, luego mira a las patas de la silla y ve que están atornilladas al suelo, haciendo imposible desplazar o mover la silla de ninguna forma posible. 

Finalmente ve que está completamente desnuda, que no tenía ni zapatos, ni ropa interior, lo cual la extrañó, pero no mucho, ya que es conocedora de su belleza, a sus ojos azules, hay que añadirle una melena lisa hasta la mitad de la espalda, de un tono castaño claro, casi rubio, una piel blanca, ligeramente bronceada por el sol y unas medidas de infarto (107cms de pecho, 65cms de cintura y 94cms de cadera), distribuidas en 175cms de altura, unas piernas largas, que parece que no tienen fin, con unos muslos tersos y redondeados y acabados en un trasero firme, suave y redondo, un abdomen completamente liso, aunque no se le marca ninguna abdominal y sus pechos, firmes y desafiando a la ley de la gravedad, siguen apuntando hacia arriba, por todo esto, sabe que es una mujer que a todo el mundo le gustaría ver desnuda, por lo que la única respuesta que se le ocurre, es esbozar una sonrisa sarcástica, mientras que piensa que "Sea quien sea el que me haya secuestrado lo podré manipular a mi antojo",al menos eso es lo que piensa Paula Princess, líder de la BBB (Bellezas Blancas Buenorras) un grupo de mujeres racistas, con ideales similares a la filosofías más extremas de raza aria, o raza suprema destinadas a liderar un mundo utópico.

Al otro lado del cristal, observando y analizando a su presa antes de hacer un movimiento en falso como todo buen depredador, está Barocca Alves Prado, conocida como la agente 700, de la agencia conocida como S.E.M.E. (Servicio de Espías Mundiales de Élite), si su presa es una belleza imposible de no mirar, ella tampoco se queda atrás, con una altura de 178cms y unas medidas mejores que las de su presa (128cms de pecho, 57cms de cintura y 90cms de cadera) ya hace que sea complicado no mirarla, pero si a eso se le añade una piel de ébano no muy oscura, con unos ojos azules casi grises, una melena ligeramente ondulada negra azabache, que le llega hasta la mitad de la espalda y un cuerpo esculpido en el gimnasio, ya que posee unos bíceps duros como el acero, unos muslos no excesivamente gruesos, pero duros y tersos, un abdomen plano, en el que se le marcan (pero sin pasarse) 6 perfectas abdominales, su trasero también es redondo y firme, pero además, es duro, sus pechos, aunque son más grandes, también son firmes y siguen desafiando la ley de la gravedad hasta tal punto, que los pezones siguen apuntando ligeramente hacia arriba.

Pero a diferencia de su presa, ella va vestida, debido al sitio elegido para el interrogatorio, en el cual, el aire acondicionado no suele estar encendido para ayudar a doblegar al interrogado, decía, que va vestida con un pantalón corto con dibujo de camuflaje y que deja ver unos pocos centímetros de la parte de abajo de sus nalgas, unas botas militares y una camisa de tirantes de color negro, pero con un buen escote delantero y que además, terminaba poco después de los pechos, por lo que se veían perfectamente sus abdominales, dicha ropa, dejaba poco o nada a la imaginación, pero Barocca no solamente había elegido esa ropa para evitar asarse de calor en lo que parecía una nave industrial adaptada para interrogatorios y torturas, sino que tenía una segunda razón, la cual era que sabía que su presa, era lesbiana, por lo que se vistió así para que se confíase y confesase sin dificultad, Barocca también sonreía, puesto que pensaba que el interrogatorio no iba a durar ni 5 minutos.

Barocca se agachó para acercarse a un micrófono, al mismo tiempo que apretó el botón de encendido del micrófono y se escuchó por la megafonía del lugar:

-Ya era hora de que la Bella Durmiente se despertase, siento sino está todo lo cómoda que suele estar, pero no les quedaban habitaciones libres en el Ritz.

Paula solamente sonrió y contestó:

-Tránquila, he estado en sitios peores que este, al menos está limpio y ordenado.

Entonces Barocca contestó:

-Puede que hayas estado en sitios más sucios, pero no peores que este, eso te lo puedo asegurar.

A lo que Paula respondió:

-Soy capaz de soportar cualquier castigo y tortura, te aseguro que no conseguirás que hable.

Barocca sonrió ante este desafío, aunque su presa no pudo ver dicha sonrisa y le dijo:

-Eso ya lo veremos.

Soltó el botón del micrófono, salió de la habitación oscura, para aparecer al cabo de pocos segundos, en la gran habitación donde estaba Paula, la cual la recibió diciendo:

-¡Lo que me faltaba! Ser interrogada por una puta negra. Lamento decirte que ya no existe ni una sola posibilidad de que te diga nada.

Barocca solamente sonrió de forma maliciosa, se acercó a Paula, se puso a un lado y la cogió de la melena para tirar con fuerza hacia atrás, consiguiendo con ello que Paula inclínase la cabeza hacia atrás y sóltase un pequeño grito de dolor, mientras Barocca le dijo susurrando al oído:

-No te recomiendo que me hagas enfadar zorra.

Y la soltó del pelo, tal y como puso su cabeza a su sitio de nuevo, empezó a insultar a Barocca hasta con insultos desconocidos por ella o en otros idiomas, Barocca sencillamente se fue hacia una de las taquillas que había en las paredes, la abrió, sacó una manguera de las que gastan los bomberos, se fue hacia donde está el enorme cristal y movió un panel de la pared de debajo de dicho cristal, enganchó un extremo de la manguera en una boquilla que había en dicho panel camuflado, cogió la boquilla de la manguera, la apuntó hacia Paula, cogió un mando a distancia, el cual hizo funcionar un mecanismo dentro de la pared, que en pocos segundos hizo que salíese una gran cantidad de agua a una presión enorme en dirección hacia Paula, Barocca demostraba que no era la primera vez que usaba dicho recurso, pues controlaba en todo momento la manguera e hizo que el agua le díese a Paula sobretodo en la cara, pero también en los pechos y el abdomen, tras unos minutos, Barocca volvió a presionar el mando a distancia y el agua se detuvo por completo, esperó que Paula termínase de toser y escupir agua, para decirle:

-Quizás así se te aclaren un poco las ideas y estés dispuesta a colaborar. Quiero saber donde están situados todos vuestros cuarteles, todos las que componen vuestra cúpula, quiero saber si de verdad eres la líder o solo una marioneta que simula serlo, para que la verdadera líder permanezca en las sombras, quiero saber hasta quien es la chica de los recados en vuestro grupito de amigas, en definitiva....lo quiero saber todo.

La respuesta de Paula, fue clara y contundente:

-Púdrete en el infierno zorra. No diré nada.

Ante esta nueva negativa, Barocca volvió a soltar una gran descarga de agua sobre Paula, la cual, descarga tras descarga de agua, seguía diciendo lo mismo. Al ver que ese sistema no surtía efecto con esa mujer, decidió cambiar de táctica y aprovechando que estaba completamente empapada, decidió ir hacia otra taquilla, sacar una bateria pórtatil, con unas pinzas, las cuales puso en los pezones de Paula, la cual no pudo evitar gritar al sentir como el metal de dichas pinzas hacían presión sobre sus sensibles y rosados pezones, al escuchar el grito Barocca le dijo sonriendo y mientras le ponía un eléctrodo en el interior de cada muslo, dos eléctrodos más en su abdomen plano, un eléctrodo en el empeine de cada pie, otro eléctrodo más en cada hombro y finalmente un eléctrodo en cada una de esas redondas y perfectas nalgas, los cuales puso con unas suaves caricias:

-¿A qué viene ese grito, si aún no he empezado? Creía que eras una mujer dura de verdad. Venga, última oportunidad, dime todo lo que quiero saber y no te convertiré en un árbol de navidad.

Entonces Paula le dijo:

-Más te vale zorra que no consiga esca....AAAAAARRRRRRGHHHHHH!!!!!!!!!!!!

Al mismo tiempo que ponía una mano delante de su boca para tapar un falso bostezo, Barocca encendió la batería pórtatil, cortando la frase de Paula y consiguiendo que esta se retorciera de dolor de todas las formas posibles que le permitía la posición en la que estaba, mientras que sus pechos no paraban de moverse y agitarse todo el rato, cuando Barocca detuvo la electricidad, Paula no pudo evitar soltar un suspiro de alivio, que no pasó inadvertido para Barocca, la cual se sonrió y pensó que "Ya está en su límite, no creo que tarde mucho en cantar, veamos", tras darle unos segundos a Paula para que se recóbrase y háblase, le preguntó:

-¿Qué?¿Te has decidido ya a hablar y ahorrarte mucho más dolor?

Paula la miró con infinito desprecio y odio, ya no porque fuese una mujer de color, sino por todo el sufrimiento que le estaba haciendo pasar, finalmente respondió:

-No tengo nada que decirte puta.

Entonces Barocca volvió a conectar la electricidad que volvió a recorrer el espléndido cuerpo de Paula, empezando por sus doloridos pezones por culpa de las pinzas, hasta la punta de cada uno de los cabellos que componen su estupenda melena, pero una y otra vez, Paula no cedía, sin duda Barocca había subestimado la resistencia o la cabezonería de su presa, cualquier otra persona en su lugar haría ya bastante que hubíese cantado, pero esa mujer no, esa mujer se negaba a hablar y más aún si lo tenía que hacer con una mujer de color.

Tras una última descarga eléctrica, al terminar de gritar, Paula perdió el conocimiento y dejó caer pesadamente su cabeza y su cuerpo hacia adelante, por suerte, estaba esposada a la silla, lo que evitó que se cáyese de cara contra el suelo, al ver esto Barocca, le tomó el pulso y comprobó que seguía con vida, por lo que soltó un suspiro de alivio, ya que no la quería muerta, la necesitaba con vida, decidió que ya estaba bien de las descargas, por lo que le quitó todos los eléctrodos del cuerpo y las pinzas de los pezones y guardó la bateria en su sitio, tras esto, se puso a pensar que podría hacerle en dicha posición, como lo que se le ocurrían eran ideas que castigaban o torturaban a todo el cuerpo, decidió que aprovechando que estaba inconsciente, quitarle las esposas y llevarla a otro de los aparatos que tenía en dicha nave disponibles para ello.

Por lo que primero apoyó el cuerpo inerte de Paula contra el respaldo de la silla para evitar que se fuese hacia el suelo y luego se puso detrás de la silla, se agachó un poco, sacó de su pecho derecho la llave de las esposas y las abrió, liberando ambas manos de ellas, pero antes de que se pudíese incorporar, notó un fuerte golpe en la parte de arriba de su cabeza, que hizo que termínase de agacharse y pusiera las 2 manos en el suelo y antes de que pudiera reaccionar Barocca, notó otro golpe justo en la nuca, que la dejó fuera de combate y que quédase su cuerpo completamente estirado en el suelo, sin saberlo, porque estaba inconsciente, tenía a su lado a Paula sonriendo con malicia, la cual dijo:

-Ahora es mi turno puta.

Al igual que Paula antes, Barocca se fue despertando y acostumbrando poco a poco, sus ojos azules casi grises, a la luz del lugar, pero a diferencia de Paula, ella sentía un fuerte dolor en la parte de arriba de la cabeza y en la nuca, cuando por fin sus ojos lograron enfocar, pudo observar que seguía en el mismo lugar en el que estaba interrogando a Paula, después se fijó que no veía a Paula, al mismo tiempo que notaba que sus brazos estaban abiertos en diagonal y sus piernas también, formando una X gigante y que estaban siendo sujetadas sus extremidades por unas cadenas muy resistentes, siendo sus muñecas y tobillos sujetados por unas correas de cuero negro muy duras y resistentes, después observó que estaba completamente desnuda, finalmente escuchó la voz de Paula que venía desde detrás suyo y que dijo:

-Vaya, parece que la Negra Durmiente por fin ha despertado, ya tenía ganas de torturarte después de lo que me has hecho.

Cuando por fin reacciona, Barocca dice:

-¿Has fingido que estabas inconsciente para que te líberase?¿Qué piensas hacerme? Tienes que saber que no conseguirás que confíese nada.

Paula se puso delante de Barocca, la sonrió y le devolvió lo que le dijo antes de empezar:

-Eso ya lo veremos.

Barocca observó que Puala seguía desnuda, lo que le hizo pensar que prefería estar desnuda a ponerse ropa usada por una mujer de color, lo que la enfadó y le contestó en un tono enfadado:

-He sido entrenada por los mejores para soportar cualquier castigo, te aseguro que no me harás hablar.

Entonces Paula, que tenía ambas manos detrás de la espalda, escondiendo algo, dijo al mismo tiempo que le mostraba los objetos a Barocca:

-Mira lo que he encontrado mientras estabas inconsciente, mis métodos no son tan dolorosos como los tuyos, pero son efectivos, te lo aseguro.

Los ojos de Barocca se abrieron como platos, porque lo que tenía Paula en cada mano era una pluma bastante grande, aunque es capaz de aguantar todo tipo de torturas físicas, no puede controlarse ante las cosquillas, por mucho que se concéntrase en los entrenamientos, no podía evitar reír por culpa de las cosquillas, por lo que le pareció una eternidad ver como Paula se acercaba a su cuerpo con esas plumas gigantes para torturarla a base de cosquillas.

Se detuvo a escasos centímetros del cuerpo de Barocca y le dijo:

-Voy a concederte la oportunidad de evitarte la tortura, como has hecho antes conmigo. Dime quién eres, para que agencia trabajas, sus directivos, sus agentes, sus trabajadores, sus sedes y vuestros informantes y satélites.

Barocca, que miraba con atención esa pluma, se puso seria y le dijo:

-No voy a decirte nada, ni ahora, ni nunca, pierdes el tiempo conmigo.

Paula sonrío y dijo en un tono mezclando sensualidad y malicia:

-No lo creo.

Y pasó con suavidad cada pluma por las axilas de Barocca, consiguiendo que el cuerpo de esta se tensara intentando contener la sensación, al ver eso Paula, sonrió y siguió moviendo con suavidad las plumas, pero aumentando ligeramente el ritmo del movimiento, el cual era de arriba a abajo sobretodo, Barocca trataba de aguantar las cosquillas lo mejor posible, mordiéndose el labio inferior, tensando sus músculos, tratando de pensar en cualquier otra cosa que no fuese cómica y la mantuvíese sería, como por ejemplo la declaración de la renta o los nuevos capítulos de The Simpsons, pero no hubo forma, en menos de 5 minutos Barocca estaba riéndose como pocas veces en la vida:

-Jajajajajajajajanojajajajajajaparajejejejejejejediosnojajajajajajajajaporfavorjajajajajajajanomásjajajajajajajajaja.

Y mientras Barocca estaba así, Paula sonreía y le volvía a preguntar si confesaría todo lo que ella quería saber, a lo que Barocca contestaba más o menos esto:

-Jajajajajajajajanimuertajajajajajajajajaconfesaréjajajajajajajajanovoyajajajajajajajajaconfesarjajajajajajajajanadajajajajajajajajadenadajajajajajajajaja.

Barocca a parte de reír, estaba llorando como nunca había llorado antes, sentía que su mandíbula estaba a punto de desencajarse de tanto que se reía y el rato que llevaba, su cuerpo adoptó todas las posturas retorcidas posibles teniendo en cuenta como estaba colgada, pero lo peor de todo fue que le entraron de ganas de orinar y no pudo evitar decir, mientras sentía las plumas como recorrían cada centímetro de su cuerpo:

-Ayyyyjajajjajajanoooooojajajajajajaquemejejejejejejejemeoencimaaaajajajajajajajajaparajajajajajajaporfavorjajajajajajajajaquejajajajajajajamemeoooooojajajajajaja

Paula estaba completamente orgullosa de lo que estaba consiguiendo, una agente secreto, entrenada para soportar cualquier cosa, le estaba suplicando que parase de hacerle cosquillas, porque estaba sintiendo las ganas de orinar, entonces aprovechó y le preguntó:

-¿Vas a confesar todo lo que te he dicho?

Le dolía tanto la mandíbula a Barocca, que contestó moviendo la cabeza de un lado a otro, para decir que no, porque ya no le salían las palabras, entonces Paula le dijo:

-Pues entonces orínate encima, total, nada de esto es mío....

Barocca volvió a intentar todo para permanecer seria y sobretodo para evitar orinarse encima, sobretodo, trataba de juntar lo máximo posible las piernas, pero no fue suficiente y sin poder evitarlo y completamente muerta de la vergüenza, empezó a orinarse encima, saliendo una gran cantidad y a plena potencia de su agujero íntimo, parecía unas cataratas de oro líquido, tras algo más de un minuto (que se le hizo eterno a Barocca), terminó de orinarse encima, dejando un enorme charco justo debajo de ella, lo que hizo reír a Paula, cuando paró de reírse, detuvo su ataque con las plumas, pasó la de la mano derecha a la izquierda para sujetarlas con una sola mano y con la mano derecha, cogió a Barocca por la parte posterior de la cabeza y la obligó a mirar la orina, lo cual trató de evitar ver Barocca, porque nunca antes se había sentido tan humillada, hasta ese momento, finalmente Paula le dijo mientras seguía obligando a Barocca a ver su orina en el suelo:

-Mira que guarra eres, lo has dejado todo pérdido con tu pis de zorra.

Barocca trató de lanzar una mirada amenazante, pero no pudo debido a que la vergüenza que sentía era mayor que el sentimiento de ofensa que tenía en ese momento, por lo que optó por guardar silencio y girar la cabeza hacia un lado cuando Paula por fin soltó su agarre sobre ella y le dijo:

-Admito que tienes aguante, pero esto no ha hecho más que empezar.

Tras decir estas palabras, Paula se fue hacia las taquillas a mirar que podía usar para seguir con la tortura, mientras Barocca trataba de recuperar tanto el aire, pues de tanto reírse respiraba de forma agitada, tanto que parecía que acababa de terminar de hacer cualquier deporte durante mucho rato, en vez de reírse, como también la compustura y volver a ponerse seria para, entre otras cosas, mentalizarse para poder aguantar las siguientes torturas sin decir nada, al mismo tiempo que estaba analizando de como darle la vuelta a esa situación de nuevo, lo cual resultó en vano, las cadenas no solamente eran duras, sino que estaban completamente tensadas, por lo que no podía mover ninguna de sus extremidades y las correas de cuero parecía que no se habían aflojado nada, al no ser que hiciera un gran esfuerzo físico, lo cual, resultaría una pérdida de energía inútil.