GV1016 Ch. 04

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- Si, Ama Harumi.

De repente mi dueña se retira de su habitación.

Tengo una tarea que realizar. Voy en busca del paquete de toallitas y si, efectivamente justo al lado de unas zapatillas están. El olor a ella es muy fuerte. Me encanta estar en su vestíbulo. Ahora que estoy solo, los zapatos que llevo cogidos me los acerco a mi nariz y aspiro fuerte todo el aroma dejado de sus bellos pies durante el día. La acción estimula en dosis fuertes mi excitación. Tengo ganas incluso de meter mi nariz en cada zapato por toda la fila. Pero no debo demorar mi trabajo. Así que cojo una toallita húmeda del paquete, y limpio a conciencia toda la planta. Mi empeño es tal, que los dejo como si no los hubiera estrenados aún. Me fijo en la parte superior, y de dos lametones quito algunas suciedades sin importancia. Quizás algunos mas por gusto. El zapato casi que brilla en su totalidad. Siento las ganas de morder el tacón fino, y lo hago. Bueno, será mejor que no me entretenga demasiado. Dejo los zapatos bien alineados en la fila y salgo gateando al encuentro de Harumi que debe de estar en la sala con Cris.

En cuanto llego a la sala me las encuentro sentadas en cada sillón. Voy hasta mi dueña, y beso el suelo muy cerca de unos de sus pies descalzos apoyado en el suelo. Ella no dice nada, entonces me incorporo a su lado de rodillas con toda la erección apuntando hacia Cris que está sentada al frente.

Es obvio, no puedo controlarlo. Después de oler sus elegantes zapatos, su sexo mucho antes cual pude devorar, es matemático que tenga esta erección. Y encima delante mía esta su guapa invitada con sus piernas cruzadas, cual no me dice otra cosa, que mi deseo de lanzarme a tomar cada dedo de su pie en mi boca. ¿Que puedo hacer?. Estar de rodillas no significa apoyar mi nalgas en mis talones. Estar de rodillas es mantenerme erguido sobre mis rodillas ligeramente separadas para que mis genitales cuelguen libres a la vista de mi dueña y Cris. Y si a esto le sumamos los apretados anillos genitales... Ni que decir del plug, que a veces es incómodo, pero cuando gateo masajea de forma cruel mi estado ya excitado.

Se interrumpe una conversación en cuanto Cris se fija en mi pene...

- ¿Que le has hecho?. Mira!, está goteando...

Dice Cris alongándose mas adelante para verlo mejor.

- ¿Yooo?, nada...

Dice Harumi a la vez que se viene a mi, y coge mi erección curvada hasta mi vientre...

- ¿Has estado tocándote, esclavo?

Pregunta sosteniendo mi miembro del glande.

- No, Ama Harumi. No me he tocado. Son solo restos pre-eyaculatorios.

Respondo muy avergonzado.

- ¿Y te parece bonito babear los pisos de mi apartamento?

Dice mientras agita mi glande. Dos o tres gotas caen al frente.

- Le pido perdón, Ama Harumi.

Digo abatido.

- Ves???!!!, ¿Ves como me estás dejando los pisos?.

Cris de repente explota de risa en cuanto me ve con una expresión de miedo.

- Desde que lo vi, supe que es un recién llegado de la academia.

Dice riendo Cris.

- Por?

Pregunta mi dueña soltando mi glande.

- No supo ni saludar a los invitados. Y se le notaba muy nervioso. Llegué a pensar si es que se estaba masturbando en el interior del trastero.

Dice Cris.

- ¿Eso es verdad?. ¿Te has estado masturbando cuando dejaste la ropa en el cesto?.

Pregunta Harumi vacilante a la vez que me desafía.

- Noo, Ama Harumi. Jamás lo haría sin su permiso.

- No se yo... Nunca me han gustado los chismes de castidad, pero como yo me entere o te vea tocándote, vas a llevar uno fijo hasta que vuelvas a Tasarte. ¿Entendido?.

- Si, Ama Harumi.

- Otra norma!. Cuando venga visitas, debes saludar besando a escasos centímetros de sus pies. Igual que cuando terminas tus tareas, como hiciste ahora. Sea quien sea. ¿Lo entiendes?.

- Si, Ama Harumi.

- Otra cosa!. ¿No hemos traído las bolsas que me ha dejado mi madre?.

- No, Ama Harumi. Estas siguen en el coche.

- Pues ahora te pones el pantaloncito corto con el que viniste, y sales con las llaves que vez allí colgadas a buscar las bolsas del coche.

- Si, Ama Harumi.

Mis pantaloncitos están sobre un mueble de entrada, y las sandalias cerca en el suelo. Me los pongo y cojo las llaves de su coche del llavero.

Una vez que salgo por la puerta, la vergüenza es total. Miro para todos los lados y veo que el día ha oscurecido bastante. Sin camisa, el fresco es algo molesto. Casi trotando doy con la salida de los complejos y llego al aparcamiento en plena calle. Mierda!, hay gente paseando o quizás algunos que aparcan por la zona. El caso es que el collar y las muñecas me delata. Sin pensar demasiado abro el maletero haciendo clic, y saco todas las bolsas. Estoy tan lleno de bolsas, que las llaves las tengo coger entre mis labios. Así que una vez cerrado su maletero, troto hasta los apartamentos sin mirar a quien me pudiera ver.

Llego a su apartamento, y a sabiendas de que he dejado la puerta semi abierta, empujo ligeramente hasta entrar. Harumi y su amiga Cris charlan ignorando mi entrada. Yo automáticamente, sin que me diga nada, dejo por un momento las bolsas en el suelo y me quito los pantalones cortos. Los doblo y los dejo sobre el mueble bajo. Vuelvo a llenar mis manos de las bolsas, y voy directo en mis rodillas, hasta la cocina que me supongo que allí las debo dejar. Las dejo sobre el mueble bar y gateo libre hasta mi dueña.

Beso el suelo a pesar de ella está sentada con ambos pies recogidos al sillón. Ya no puedo hacerlos a sus escasos centímetros como ella me ha instruido. Al final no importa mucho, después de besar el suelo, me quedo en mis rodillas a su lado.

La conversación de ambas sigue pasando varios minutos. Derepente no existo, me ignoran, y solo siento la desagradable compañía del dolor en mis rodillas. Es como si fuera una figura, un desnudo griego en el salón. Mi pene sin embargo, es un inflamado salchichón sobresaliendo del aro testicular. Es un estado semi erecto, nervioso e impaciente. Mientras mi mirada se pierde en los suelos, algo puedo ver al frente como los pies de Cris están apoyados sobre los talones. Un pie encima de otro. Un pie con el talón en el suelo y el otro con el talón sobre el empeine del primero. Esto a su vez me permite ver parte de la planta algo sucia de andar descalza. Me supongo que, o bien su casa no es muy limpia, o sale descalza al patio. Es imposible que se le ensucie en esta casa. En los suelos de mi dueña puedo verme reflejado. Nunca había visto una casa tan limpia. Puedo adivinar lo maniática que es, que no deja que un esclavo haga las tareas doméstica y por ello contrata a alguien de confianza. No se, no será por eficacia el tema de los esclavos doméstico. En Tasarte hay verdaderos esclavos expertos en esas tareas. Sin embargo yo soy la prueba de que no busca un esclavo doméstico. De mi creo que lo único que quiere es placer sexual, una compañía débil o mascota, supongo, no lo se, no lo tengo muy claro aún.

Pasan mas minutos y la conversación se me hace difícil de entender. Sigo igual, ignorado y excitado por la vista de los pies de Cris que parecen esperar a que yo me arrastre a besarlos. Mi excitación es algo extraña, por que cuando me veo el miembro, veo como sube y baja su volumen acompañado de espasmos que ya no controlo. Es como si influyera el ser ignorado, los pies de Cris, y la incomodidad del plug. Ignorado me siento libre en exponer mis fantasías en mi pensamientos. Los pies de Cris es un deseo mas de mis fantasías. Y el plug, que se hace notar siempre, es una molestia. Llega un momento de la que estoy quieto como ahora, y duele. Y eso que es apenas un chupete pequeño del cual a veces al andar olvido que lo llevo. Cuando ando con el conectado siento mas la bola del exterior que el interior. Pero cuando estoy así de quieto, me molesta tanto como cuando me lo puse en sus coche. Es odioso. Y mi gusto por el es relativo.

- Tu esclavo no me quita ojo de los pies... ¿Te has fijado?.

Esas palabras que salieron de Cris me sobresalta.

Harumi dirige sus ojos a mi y...

- ¿No se supones que debes mirar al suelo?

Dice enfada

- Perdona Ama Harumi!

Suplico apenado.

Harumi baja la vista hasta mi miembro...

- ¿No te estás dando cuenta de que estás goteando mi suelo?

Miro mi pene y veo una linea pegajosa conectado del mismo hasta el suelo. No se que contestar...

- Trágate eso, y ve al baño a traer la toalla pequeña azul doblada al suelo a un lado del bidé.

Sin decir nada cojo en mi mano la linea pegajosa y me la llevo a la lengua lamiendo mi mano. Termino y en el momento que me dispongo a gatear hacia el baño....

- Eh! Eh! ¿Donde vas?.

Dice Harumi.

- Al baño, Ama Harumi.

Respondo confundido.

- ¿Y el suelo que? ¿Me vas a dejar esas babas en el suelo?.

Responde Harumi señalando la mancha con su índice.

Doy cuenta de ello y confundido voy a lamer el piso manchado. Me extraña por que creía que el paño era para eso. En fin, no pasa nada. Si he sido capaz de tragarme entera mi propia corrida, no va ser mas estos restos de excitaciones. Eso si, no es agradable. Pero en mi contratación en Tasarte no consta como límite. Así que no me que mas remedio.

Mientras limpio mis jugos, Cris recuerda lo importante que son esas dichosas bolsitas en los genitales de los esclavos varones. Estoy atento de la conversación deseando que Harumi no me obligue a llevar esas bolsitas en un futuro. Llega el momento que gateo apenado hasta el baño. Al final no pienso mas en ello y doy con la toalla azul. Con el doblado en mi brazo ando en mis rodillas hasta el salón...

- Extiéndelo aquí.

Dice Harumi señalando el lugar.

Extrañado los extiendo justamente a los pies del gran sillón donde no están ellas sentadas. Ellas están en los sillones mas pequeños a los lados del gran sillón. No entiendo...

Lo extiendo al suelo a los pies del sillón. La toalla es de 60cm x 60 apenas. Aún no entiendo su utilidad aquí. Entonces Harumi se levanta y va hasta el gran sillón...

- Cris, entonces te apetece verla ahora?

Dice mi dueña en el momento que se sienta y coge el mando de la gran pantalla.

- Vale, Me parece una buena idea verla hoy. En fin, hace un tiempito que no nos vemos... Que mejor que ver esta la peli aquí. ¿No te importa si tu esclavo me atiende los pies?.

- Claro que no, faltaría mas. ¿Por que crees que le hice traer su toalla?.

Cris se levanta y anda a sentarse al lado de Harumi en ese gran sillón. Yo en la confusión espero en mis rodillas a un lado de mi dueña, y como que me he olvidado besar el suelo después de extender la toalla. Estoy algo confundido. No me esperaba derepente este giro. De estar a punto de apagarse la conversación de ambas, que me estaba suponiendo que tarde o temprano Cris se iba a marchar, de repente se animan a ver un peli y yo voy a cumplir para atender sus pies. No me lo puedo creer. ¿Y entonces para que es esa toalla?

Harumi no solo tiene el mando de la pantalla y dvd, también tiene su móvil de teléfono. Están marcando...

- Buenas noches, para un pedido a domicilio. Ok...

Llama al telepizza. Le pregunta a su amiga y van dictando su pedido. Sin embargo mientras pide, yo sigo ignorado y a la espera mirando el cuadrado de la toalla. A un lado los pies de Cris estirados como antes, y al otro lado los pies en puntillas de Harumi mientras habla por teléfono.

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