Interrogatorio Picante

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Mi esposa me masturba mientras extraigo confesiones.
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Hace ya tiempo que me hablaste de tu compañero de trabajo Carlos, el que quiere acostarse contigo. Sois buenos amigos y habéis hablado alguna vez de vuestras experiencias liberales: las tuyas de ya hace algún tiempo y las suyas aparentemente activas, ya que realiza intercambios con su pareja. La primera vez que me hablaste de esta propuesta me diste más bien un esquema de la conversación y luego alguna que otra vez me has comentado por encima que te ha vuelto a proponer quedar, sea como intercambio, como trío o tú solo con él. De estas conversaciones me has dado las generalidades, pero yo se que hay más y me gustaría -porque me excita enormemente- tener todos los detalles de vuestras palabras.

Hoy es el día en que voy a conseguir esos detalles. Hemos tenido una noche muy íntima y picante y te he estado follando intensamente hasta que te has corrido. Yo he logrado no correrme y, como otras veces, vamos a terminar contigo masturbándome. Pero hoy va a ser una paja lenta, en la que me vas a masturbar muy suavemente y te aviso de que vas a tener que contestar con total sinceridad a mis preguntas. Empiezo a interrogarte mientras me pajeas lentamente.

YO: Cuéntame cuándo fue la última vez que Carlos te propuso quedar para follar

TU: Vaya, estás juguetón, si ya te lo dije el día que me trajo a casa en su coche después de la jornada de equipo que tuvimos en Torrelodones.

YO: ¿Y desde entonces no ha sacado el tema más?

TU: No, en persona no, de vez en cuando me manda mensajes un poco picantes, para pinchar.

YO: ¿Y qué le contestas?

TU: No le digo nada, le mando algún emoji, ya te dije que no me interesa ahora.

YO: Pero no le has dicho que "no" claramente

Paras de masturbarme unos segundos, me miras a los ojos y vuelvas a pajearme apretándome más fuerte diciendome: "No". Es lo que sospechaba, hay ambigüedades que tengo que explorar con más detalle:

YO: Cuéntame la conversación que tuvisteis en el coche, cuéntame con pelos y señales y contesta a mis preguntas.

TU: Pues te lo dije, cuando ya estábamos solos en el coche después de dejar a Luis me dijo que a ver si quedamos para echar un polvazo, que podemos quedar solamente los dos o si no quería quedar sola que hiciéramos un trío contigo también.

YO: Así directamente ¿no dijo nada más y sacó el tema de la nada?

Otra vez ralentizas el ritmo de la paja, lo que tomo como una pista de que vas a contarme detalles más picantes.

TU: Bueno... antes me dijo que se había excitado durante la reunión viéndome trabajar en equipo, dijo que estaba muy guapa y sexy ese día. Que había tenido que disimular que se estaba empalmando en la reunión y ahora al recordarlo.

YO: Sí que estabas muy sexy ese día, también te lo dije cuando llegaste a casa.

Ahora es cuando, conociéndote, sabía que había algo más y comienzo mi interrogatorio más directo mientras ahora ya continúas pajeandome sin pausas. Lenta pero fuerte:

YO: Cuándo dijo que se había empalmado ¿le miraste el paquete?

TU: Sí - apenas tardando un segundo en contestar mientras miras mi polla.

YO: ¿Y qué tal?

TU: Tiene un buen paquete -esperas un segundo- puse una mano en su pierna mientras me hablaba y conducía y creo que con un dedo roce su polla sobre el pantalón, se le estaba poniendo dura.

Esta última parte me la has contado sin que te diga nada, te estas excitando con este "juego" y esta conversación, lo puedo notar. Es el momento de explorar más aún.

YO: ¿Carlos ha hecho tríos? Pensaba que solo hacía intercambios con su mujer.

TU: No, pero como sabe que es lo que yo he hecho contigo me lo propone a ver si así digo que sí.

YO: ¿Cuándo le contaste lo de los tríos que hicimos hace años?

TU: Te lo conté, la primera vez que sacó el tema y me contó que hacía intercambios de pareja con su mujer.

YO: ¿Qué le dijiste exactamente?

TU: pues que "David y yo hace años hicimos algunos trios"

YO: ¿Te pregunto algo más Carlos cuando se lo contaste?

TU: Me preguntó si también habíamos hecho intercambios de parejas y le dije que no.

Nos conocemos bien y sospechas que vamos a entrar en la parte más tórrida de la conversación, con una mano continúas masturbándome y acercas un dedo de tu otra mano a mi boca para que lo lama y lubrique. Yo me reacomodo y abro un poco mis piernas. Luego empiezas a acariciarme el ano con el dedo que he mojado con mi saliva.

YO: ¿Te pregunto si habías hecho más cosas?

TU: Sí, le dije que con otros chicos había quedado yo sola y que alguna vez habías quedado tu con alguna chica solo.

YO: ¿Comentó algo?

TU: Que si mi marido no quedaba con el mismo número de chicas, que parecía que era yo la que más se había divertido

YO: ¿Qué le dijiste ese día?

TU: Que sí, que ha quedado con alguna pero mucho menos. Que a mi marido no le importaba, más bien le gustaba, que "mi marido dice que le excita pensar que me acuesto con otros o ver como me acuesto con otros".

YO: ¿Y dijo algo más?

TU: No, ese día no, se quedó pensativo...

"Ese día no" es una frase que me deja intrigado. Tengo que seguir mi interrogatorio, ahora estás masturbándome con algo más de dificultad porque tienes uno de tus dedos dentro de mi ano y está entrando y saliendo con facilidad y a buen ritmo.

YO: ¿Así que otro día sí que preguntó algo más sobre mí?

TU: Sí, otro día hablamos más, el día que volvimos de Torrelodones.

YO: ¿Qué dijisteis exactamente?

TU: ¿De verdad quieres saberlo?

YO: Sí

Dices "vale" y pides que nos re-coloquemos, ahora me dejas tumbado delante de tí y me pides que sea yo el que me masturbe. Te colocas sentada entre mis piernas y mirándome mientras hablas ya dedicas toda tu atención a mi ano. Coges sólo un poco de crema lubricante que tenemos en la mesilla de noche y logras meterme dos dedos con los que me follas el culo como a veces yo te he metido dos dedos por la vagina.

TU: Cuando me dijo que quedáramos para follar dijo un poco prepotente, que "seguro que a mi no me molestaría"

YO: ¿Y que contestates?

TU: Me reí y dije que "¡estaría encantado!"

Yo estoy al límite de mi excitación, me estoy masturbando con mucha fuerza mientras sigues jugando con mi ano. Estoy a punto de correrme pero no quiero hacerlo aún porque sé que queda algo más en el relato y tengo que esperar a ese clímax. Con la voz entrecortada hago mi última pregunta.

YO: ¿Y qué dijo?

TU: Me miras a los ojos, metes los dos dedos hasta el fondo de mi ano y contestas: dijo "¡pues hecho! reservo un día una habitación en un hotel de lujo, venís los dos, nos tomamos unas copas de buen vino o champán y luego tu y yo follamos salvajemente en la cama gigante mientras tu marido se sienta y mira como le hacemos cornudo".

No se si este final es tan verídico como el resto de la conversación, no me importa. Es el broche que necesito para correrme: varios brotes gruesos de semen salen disparados de mi polla y caen en mi pecho mientras jadeo. Al terminar de correrme, sin sacar los dedos de mi culo, te acercas y me das un beso.

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