La Orgullosa Claudia

BETA PÚBLICA

Nota: Puede cambiar el tamaño de la fuente, el tipo de fuente y activar el modo oscuro haciendo clic en la pestaña del ícono "A" en el Cuadro de información de la historia.

Puede volver temporalmente a una experiencia Classic Literotica® durante nuestras pruebas Beta públicas en curso. Considere dejar comentarios sobre los problemas que experimenta o sugerir mejoras.

Haga clic aquí
Lilibeth
Lilibeth
5 Seguidores

Le dije, al mismo tiempo que ella abría los ojos enormes como platos,

-Si, decidí cambiar mis pajas habituales en tu honor por un poco de acción, tu sabes mi verga necesitaba algo de investigación de campo, pensé..Mmm..Para que derramar inútilmente mi semen sobre la alfombra o en la taza del baño, cuando lo indicado seria llenarte de mi leche tus entrañas-

Termine de decirle esto acentuándolo con un gesto depravado y de profundo rencor.

Mientras tanto ella se retorcía, dándose cuenta de que estaba bien amarrada a la cama, así como de que le había cubierto la boca, lo que la imposibilitaba para emitir algún grito de ayuda, queja o protesta en mi contra, solo mantenía los ojos bien abiertos como lechuza, y movía la cabeza repetidamente en gesto de negación, sin ocultar el temor que esto le inspiraba, con una mirada suplicante de que la soltara, de que no siguiera adelante, rogándome que no la violara.

Baje la vista hacia su pubis, para evitar que aquel rostro suplicante terminara por convencerme, recordando sus palabras hirientes volví a tomar valor y proseguí, le dije lentamente mientras acariciaba su peluda raja,

-¿Sabes?, siempre supuse que tenias mucho pelo en tu pubis Clau, lo adivinaba a través de la sexy ropa de licra que usabas para provocarme puta, para tenerme comiendo de tu mano, tu dándote la gran vida mientras yo hacía tus labores, pues bien, ha llegado la hora de que me pagues por todos y cada uno de los favores que te hice-,

Si esto es posible abrió aun más los ojos y continuo negando con la cabeza, Salí de su habitación y regrese con un cubo de agua, toalla, crema de afeitar de su padre y varios rastrillos.

-Solo hay un problema mi peluda putita, a mi me gustan las rajas bien depiladitas-

Le comente mientras le besaba el pubis y los labios mayores,

-Sin embargo, eso se puede arreglar, ya lo veras-,

Procedí a afeitarle su conejito, me senté sobre sus piernas, para evitar que se moviera mucho,

-Te sugiero que no te muevas de más Claudia, podría cortarte-

Le sugerí y asustada decidió dejar de moverse tanto, tarde más de 15 minutos en dejarle un coño perfectamente depilado, ahora podía ver a la perfección lo bello de su raja, lo cerrado que era, e imaginaba lo apretado que estaría, y lo rico que sentiría al desvirgarla.

Recogí las cosas que había utilizado para rasurarla, luego regrese a su cuarto portando una sonrisa llena de lujuria,

-Ahora si mi querida puta, veras de lo que es capaz mi pútrida imaginación, mi lujuria incontrolable y mis ganas de poseerte, vas a ser toda mía-,

Le susurre al oído, apreciando su rostro crispado por el odio y la impotencia, luego la bese tiernamente en la frente y en los ojos, ella no dejaba de moverse, así que le sujete la cabeza con ambas manos y procedí a lamerle el rostro comenzando por sus mejillas, para luego seguir por su cuello hasta llegar a su pezón izquierdo, lo tome entre mi boca y comencé a succionarlo, primero suave y luego fuertemente como si quisiera obtener leche de su teta, su rostro iracundo estaba completamente rojo de indignación, con mi otra mano tome su otro chuponcito y comencé a jalárselo en círculo, estirándolo cada vez más, causándole daño, las primeras lagrimas brotaron de sus parpados, sin compadecerme de ella la mire a los ojos,

-Es una lástima que no tengas tetas perrita, desentonan con tu enorme y deseable culo puta mía-.

Deje sus pezoncitos para seguir lamiendo su perfecto vientre plano, metiéndole la lengua en el ombligo y simulando que me lo cogía, metía y sacaba mi lengua de ese orificio, finalmente llegue a la tierra prometida, ese magnífico pubis, el cual acaricie por largos minutos, para luego comenzar a lamerlo y besarlo lentamente, absorbiendo su aroma de hembra, mientras ella se debatía luchando, intentando inútilmente liberarse de sus amarres, consiguiendo enrojecerse las muñecas y los tobillos por donde la tenia fuertemente sujetada sin lograr siquiera aflojar un poco la presión

Después de lamer su divina raja por varios minutos, me levante y empecé a desnudarme lentamente delante de sus ojos, primero mi camisa, luego me baje el pantalón, finalmente mis calzones cayeron al suelo, muy cerca de donde ella había dejado su tanga para irse a bañar, mi verga seguía completamente parada y dura, las venas se me saltaban por la potente erección, de nuevo ella volvió a la carga moviéndose para todos lados tratando de zafarse, esfuerzo en vano que solo conseguía cansarla, su cabeza, no paraba de moverse como una campana, siempre negando, rogándome que no lo hiciera, para este instante ella lloraba abiertamente, gruesos lagrimones recorrían sus mejillas mojándole el cabello, lloraba de rabia e impotencia al saber que sería violada y no podía hacer nada al respecto, me acerque a ella despacio, gozando mi momento, agarre mi verga por el glande y lo puse en la inmaculada entrada de su cueva,

-No tienes idea de cuánto he deseado este momento Claudia, deja de luchar perra, nadie vendrá a salvarte puta-,

Le dije.

Comencé a ejercer presión sobre su raja, tratando de que el cabezón fuera entrando para abrirle paso al resto del cuerpo de mi verga, mi piel blanca contrastaba con lo apiñonada de la suya, sus labios comenzaban a amoldarse a la forma de mi glande, sin embargo ella oprimía los músculos de su vagina, intentando impedir que la penetrara, mientras no paraba de llorar y se ponía morada por el esfuerzo, por los gritos ahogados que profería y por la desesperación, después de varios minutos más, viendo que no llegábamos a nada, me retire sin haberla penetrado, ella pareció respirar aliviada pensando en que todo había terminado y que finalmente no la violaría, lo que hice fue buscar en su Buro crema o aceite, lo que fuera que me facilitara entrar a su cerrada cavidad, encontré un poco de crema y me la unte por toda la verga enfrente de su vista, gotas de sudor perlaban su frente.

Complete la tarea de embadurnar de crema mi verga y se la mostré poniéndola a escasos centímetros de su boca, tapada con cinta, mi verga mide unos 14-17 cm de largo, y casi 5 cm de grosor, no sería muy larga pero creo que si lo suficientemente ancha, regrese a la entrada de su cueva, con un dedo le puse crema también, volví a colocar mi verga en su entrada y empuje, esta vez todo el glande se sumió en su abertura, continúe y logre encajarle la mitad de mi tiesa verga, en ese momento sentí su himen que me impedía continuar.

Comencé a bombearla ejerciendo mayor presión cada vez que mi pene tocaba su himen, ella se retorcía como un gusano con sal, incapaz de soltarse, lagrimas quemantes de dolor no paraban de manar de sus ojos, cuando por fin,

-¡Aaaaaaah!-,

Su himen cedió y de un solo empujón mi verga entro completamente a su vagina, ahí me quede todo adentro sin moverme, para evitar que la tremenda excitación que sentía me hiciera eyacular dentro de ella tan pronto, quería prolongar y gozar de este momento, mientras ella resoplaba y abría los ojos desmesuradamente.

Con todo mi peso recostado sobre ella, dejo de moverse tanto, mientras yo sentía un agradable calorcito en mi verga, era su cálida sangre que manaba una vez roto para siempre su himen, sentía sus paredes vaginales apretar y amoldarse a su invasor, observe su rostro, el cual lucia con una mirada perdida, mientras más lagrimas manaban de sus ojos, sabedora de que ya no era virgen, una vez recuperado procedí a follarla,

-Aaaaah, oooh, mmmm, estas riquísima Claudia, sabía que estabas muy buena, pero no que se sintiera tan pero tan rico cogerte Puta-,

Le comente mientras continuaba con un mete-saca brusco, torpe, producto de mi inexperiencia, doloroso para ella, pero súper placentero para mí.

Después de varios minutos cogiéndomela, note su mirada suplicante clavada en mis ojos, era la misma mirada que utilizaba cuando quería pedirme algo, así que me detuve,

-¿Sucede algo perra mía, quieres decir algo putita?-

Le pregunte despectivo, ella asintió con la cabeza,

-mmmm, no sé, si te destapo la boca gritaras y armaras un escándalo, no es buena idea, a menos que me prometes no gritar, o de lo contrario te ira mucho peor maldita cerda, ¿Entendiste?, ¿Prometes portarte bien, ser una buena puta?-

Claudia afirmo de nuevo, saque mi verga de su concha, la cual salió acompañada de un hilillo de sangre, la cual se derramo sobre su cama;

-Ok, esto dolerá-

Le dije, mientras le arrancaba de un tirón la cinta de su boca, solo profirió un grito ahogado, mientras los labios de su boca se enrojecían y se hinchaban un poco.

-¿Y bien?, ¿Qué quieres decirme perra?-

Le dije fríamente, conteniendo los sollozos y sorbiéndose los mocos balbuceo,

-P..por...por favor. Roberto..no mas...suéltame ya, retírate..n..no..no diré nada a nadie, lo pro..prometo-,

-¿Acaso eres pendeja?, no voy a retirarme aún, ni siquiera he eyaculado aún, quiero gozarte putita-

Respondí altanero,

-Escu..chame, déjame ya, te lo..ruego-,

-Olvídalo, si eso es todo lo que tenias que decir, te tapare la boca de nuevo y seguiré cogiéndote- le solté,

-Esp..es..espera, por favor, déjame, ten piedad...no continúes..es..estoy en ..en mi..periodo fértil, ..pue..des..em..bara..zarme-

Termino entre sollozos.

-Mmm, ya veo, la putita orgullosa no quiere resultar panzona, como te he dicho no he eyaculado todavía, ¿que ganaría yo si te dejo en este momento?-

le pregunte,

-Si te vas ya...te prometo..te juro por lo más sagrado no decir nada, ni denunciarte...además, seré tuya voluntariamente en tres ocasiones distintas mas, con protección...por favor, entiende y suéltame ya-

Me dijo un poco más calmada,

-Tú oferta suena muy tentadora, pero ¿Sabes?, prefiero darte una buena cogida hoy que tres artificiales mañana-

Le dije y volví a meterle de un golpe mi verga,

-¡No,. No, déjame maldito, pervertido hijo de puta, suéltame, ayudaaaaa!-

Comenzó a gritar desesperada, ante esta situación le propine un sonoro y muy fuerte bofetón en la cara,

-¡Cállate maldita!, me prometiste portarte bien, ya que no tienes palabra, compruebo que lo de las tres ocasiones era una mentira-

Le grite mientras me agachaba a recoger mis calzones para metérselos en la boca y así silenciarla.

Esta vez quedo atónita al descubrir que podría ponerme muy violento, su rostro debía dolerle mucho, pues mi mano estaba marcada en su mejilla muy enrojecida y un hilo de sangre salía por su labio inferior, sin embargo atragantándose con mis calzones en su boca no podía protestar, decidí embestirla como un poseso, meterle mi verga lo más profundo que pudiera, mis empellones eran cada vez mas frenéticos, más rápidos y más profundos, ya no oponía resistencia con su cuerpo pues dejo de moverse, se quedo mirando el techo de su recamara llorando sin parar, mientras yo la violaba.

Al cabo de unos minutos más, mi calentura era tal que explote muy dentro de ella, una copiosa cantidad de mi leche le lleno sus entrañas, nunca antes en mis masturbaciones había tenido una corrida tan abundante como esta, ni mucho menos tan placentera, me quede un buen rato dentro de ella, ella tenía los ojos muy enrojecidos e hinchados de tanto llorar, luego me Salí y fui orinar al baño.

De regreso escuche que alguien tocaba la puerta, por la ventana de otro cuarto muy discretamente descubrí que era Gerardo con un enorme ramo de rosas para Claudia, ella intento gritar al escuchar que él la llamaba, pero ni un quejido salió de su boca cubierta, finalmente después de 15-20 minutos el se retiro, pensando en que ella se había salido de casa muy enfadada con él, yo regrese al cuarto donde Claudia me observo con infinito odio y desprecio.

Me acerque a ella, lentamente le desate el brazo izquierdo, ella se dejo hacer, pensando en que ya todo había terminado, luego la pierna del mismo lado, me fui del otro lado y rápidamente amarre la mano izquierda junto con la derecha, ella noto que algo iba mal y empezó a mover la pierna tratando de zafarse, le di fuertes nalgadas para disuadirla y conseguí amarrarla de nuevo, después de varios movimientos más, la tenia boca abajo, con el culo al aire y le había cambiado los calzones de la boca por nueva cinta, tardamente comprendió que lo que más deseaba en el mundo era romperle el culo.

En esta posición sin que ella me viera inicié una nueva sesión de fotos, lo que sirvió para que mi verga se levantara de nuevo, por fin tenia ante mí, mi mas anhelado deseo, su perfecto trasero, deje la cámara en paz y me dispuse a penetrarla de nuevo, habían pasado 35-40 minutos entra la mi primera corrida y esta nueva violación.

De nueva cuenta se la metí en su raja por detrás, sintiendo sus hermosos bombones, después de un rato le saque la verga que estaba embarrada de su sangre y de restos de semen que comenzaban a salirle lentamente por la raja, le escupí varias veces en su ojete y luego puse al cabezón en la entrada de su ano y comencé a empujar con fuerza, si le dolía o no, o si continuaba llorando o no, no lo supe ni me importaba, pues ella estaba boca abajo y su cabello me cubría su rostro, sin más miramientos empuje y empuje, hasta que su otrora virginal ano cedió y mi verga se hundió hasta el fondo, mientras mis dedos se clavaban en sus nalgas como garfios.

Esta vez tuve que cuidar mucho el ritmo de mis embestidas, pues su culo apretaba aun mas que su raja, además de que el solo saberme que estaba en tan celestial lugar me tenía a punto de derramarme en cada mete-saca, como estaba gozando de aquel descomunal trasero, era tan terso, tan apretable, tan redondo, me fascinaba magrear sus carnes, abrirle las nalgas para permitir una penetración más profunda, comencé a romperle el culo con fuerza y rapidez, esta vez dure menos que en su concha y volví a eyacular dentro de ella, solo que esta vez mi leche rego sus intestinos y la cantidad de mi semilla fue mucho menor que la primera vez.

No saque mi pene hasta que este recupero su flacidez dentro del culo de Claudia, ella nunca imagino que su enorme y redondo trasero, su tesoro más preciado seria tomado de aquella brutal forma, lo que había guardado y cuidado tanto, fue sin pensarlo a caer en mis garras, al salir mi verga, pequeñas burbujitas y un hilillo de leche salieron de su ano, lo que aproveche para tomar unos deliciosos acercamientos de su culo una vez que había derramado mi leche en su interior.

Me metí a bañar, dejándola atada como estaba, boca abajo y con el culo roto, luego me vestí como si nada ante su atónita mirada, ya estaba cayendo la noche, así que baje al comedor y me prepare un sándwich para comer y leche fría de tomar, regrese sin darle importancia a su estado, prendí su computadora, de la cual sabia la clave pues ella me la había dado para cuando le hacia su tarea, estuve revisando mi correo por unos minutos, después copie algunas fotos de la tarjeta de memoria de mi cámara a su computadora de ella, le quite el protector de pantalla, para que quedaran fijas y ella pudiera descubrirlas en cuanto la soltara, le servirían de advertencia y me mantendrían a salvo, tal vez.

Volví a acomodarla boca arriba, sin soltarla de sus amarres aun, luego repetí el procedimiento de los narcóticos, aunque en menor cantidad que la primera vez, deje su computadora prendida para que viera las fotos, ya inconsciente ella corte las vendas que la sujetaban, baje sin hacer ruido por la escalera, cerré la puerta de su casa con llave y repetí lo mismo en la reja, luego avente la llave y me fui protegido por las sombras de la noche, ya mañana seria otro día.

Lilibeth
Lilibeth
5 Seguidores
12
Por favor califica esto historia
El autor agradecería tus comentarios.
  • COMENTARIOS
Anonymous
Our Comments Policy is available in the Lit FAQ
Postear como:
Comparte esta Historia

historia ETIQUETAS

SIMILARES Historias

En el Garage Mi madre es violada en el garage.
Asomada a la Ventana Violada por varios desconocidos.
De esposa fiel a esclava de la BBC Os voy a contar una historia anterior de cuando estaba casad.
Es Un Tabú Pero Lo Quiero Su vecino la obliga a follar.
Vecino a Vecina Ella se resiste, pero viola su cuerpo.
Más Historias