Los Compañeros del Cuarto

Después de mi graduación busqué y hallé trabajo en la esfera había estudiado, la contabilidad. La compañía estaba ubicado en una ciudad grande. Mi salario estaba bajo pero me prometieron que aumentaría rápidamente si les gustó el trabajo hice.

Los alquileres en la ciudad estaban muy altos, y estaba imposible para permitirme para alquilar un apartamento y vivir solo. La compañía me ofreció una habitación en un hotel durante dos semanas, entonces no tuve mucho tiempo para hallar una situación en cuanto a vivienda. Cada día durante trabajo leí los anuncios en línea hasta una tarde vi a uno que pensé pudo estar bueno.

"Pareja con dos dormitorios buscan por un hombre o mujer alquilar una habitación amueblada. Preferimos una persona que tiene menos de 30 años y tiene un título universitario. Debe tener un buen trabajo con prueba de salario. Llámanos ya para verla."

Los llamé inmediatamente. Carlos respondió el teléfono y charlamos un rato. Me dio la dirección, y mi corazón perdió un latido porque el apartamento estaba solamente tres cuadras de mi oficina. Podría caminar a trabajo y aún tomar mi siesta en casa si lo quise. Fui allí, y Carlos respondió cuando toqué el timbre.

"Entra, por favor. Estoy solo en casa ahora, mi novia, Rosa, está trabajando. Tiene fe en mi hacer la decisión para nosotros".

Pensé correctamente que él había decidió ya y solamente necesitó ver la prueba de mi sueldo. Me mostró el cuarto y me gustó mucho. Rápidamente acordamos el precio y regresé al hotel para traer mis maletas al apartamento. Me desempaqué y Carlos me ofreció una cerveza en la sala. Estábamos sentados en la sofá cuando la puerta abrió y Rosa entró.

"Carlos, ¡me introduce a nuestro nuevo compañero de cuarto! Soy Rosa y debes ser Juan. Bienvenidos a nuestra casa, ahora la casa de tuyo también."

Rosa era una mujer muy bonita, de media altura, pelo negro, y piel dorada. Ella sonrió fácilmente y estaba muy fácil para hablar con ella. Ella exigió a Carlos que la trajo una cerveza y sentó en la sofá entre Carlos y yo. Quitó sus zapatos y anunció que sus medias debieron ir también. Se retorcía de ellos, doblado sus piernas en la sofá y continuamos hablando. Pronto decidimos tuvimos hambre y pedimos comida china. Después la cena fui a mi cuarto y duerme bien sabiendo que tuve una lugar para vivir y amigos nuevos.

La semana continuó. Me desperté, me duché, me vestí y fui al trabajo. Después de un día largo de contando números, normalmente paré a una tienda, compré algo para la cena, la comí mientras hablando con Carlos, Rosa o ambos, y luego me acosté y dormí. Había solamente uno problema sin embargo- no tuve una novia o la oportunidad tener sexo, o el tiempo para encontrar chicas o una vida social. El sábado, quedé en la cama tarde, cuando Rosa tocó en mi puerta,

"¡Despiértate somnoliento! Me dijiste que disfrutas el jogging. Corre conmigo sobre el sendero junto al río."

Desayuné un yogurt y taza de café, puse mis zapatos deportivos, corrimos casi diez kilómetros. Rosa corrió rápida y pasé la carrera mirando a su culo estrecho con admiración y algún deseo. Regresamos al apartamento y vimos que Carlos había despertado y estaba sentado en la sofá viendo televisión y tomando un café. Rosa se duchó primera, y después yo hice la misma. Me puse un short y camiseta y Rosa llevo nada más de una bata y unimos con Carlos en la sala. Estuve al fin de la sofá, Carlos al otro con Rosa inclinado contra él, sus piernas en la sofá casi en mi regazo.

"¡Ay Juan, mi pantorrilla tiene un calambre! Por favor dala una mensaje."

Mientras la masajeé su bata abrió y pude ver todas de sus piernas incluyendo su coño afeitado. Busqué arriba y vi Carlos con una sonrisa satisfecha. Él dijo,

"Cariño, pienso que Juan necesita una explicación. Para un tipo inteligente, no entiende que estás haciendo."

Rosa tomó a mi mano y lo puso directamente contra su coño. "Aquí es mejor para el mensaje, Juan. Carlos y yo tenemos una relación abierta. Nos gustan ambos hombres y mujeres, y nos gusta a ti mucho. Ya que no tienes una novia ahora, ¿por qué no nos consideras tu novia por un rato?

Pues, sin duda, tuve ganas de follando con Rosa, pero no había considerado teniendo sexo con un hombre. Carlos fue muy guapo y supuse si voy a tener sexo gay, Carlos estaba una buena opción. Además de fue mucho tiempo no tuve sexo con alguien que no sea mi propio mano, y yo estaba muy caliente.

Fuimos al dormitorio. Ellos tuvieron una cama grande, y quitamos la ropa y nos acostamos. Rosa y yo empezamos una serie de sesenta y nueve, mi boca enterró en su coño mientras chupó a mi polla. Estuvimos a través de la cama y las piernas de ella estaba colgando de la cama. Mi lengua chupó a su clítoris y gimió con placer. Carlos estuvo parada allí y ella cruzó sus piernas alrededor de él y él puso su miembro erecto contra su vagina y lo movió en los labios. A veces la cabeza de su polla vino cerca de mi boca ocupada y finalmente pensé ¿por qué no? y la abrí y yo estuve chupando mi primer polla. Cambió entre follando mi boca y follando su novia, y cuando la polla estuvo en mi pude probar los jugos de Rosa. No puedo decir que lo odié, en efecto mi polla dijo la historia que estaba tenido un bueno tiempo.

Rosa dijo, "Cambiemos, quiero que Juan follarme." Nos dio la vuelta y entré el coño estrecho de ella y comencé bombeando. Carlos me aconsejó, "Hombre, estás follando a mi novia, ¿pienses que debo tener un turno contigo?" No esperó por mi respuesta, escupió en mi culo y su polla y lentamente trajo su miembro adentro de mi mientras jadeé en sorpresa. Un día de primicias, mi primero tiempo chupando polla, mi primero tiempo con sexo grupo y ahora mi primero tiempo ser follada. La sensación de su polla contra de mi próstata estaba demasiado y corrí con toda la leche había guardado durante las meses sin sexo. Rosa tuvo su orgasmo también y después Carlos corrió en mi culo. Colapsamos juntos en la cama, Rosa entre Carlos y yo y se besamos por un rato.

"Juan, parece a mi que te gusta la experiencia" dijo Rosa. "Si, si me gustó". "Somos amigos con buen beneficios" Carlos añadió, "debemos pasar el fin de semana explorando los límites de nuestro placer". "Ok hombre", Rosa dijo - ¡puedes comenzar la exploración con unas cervezas? Tengo mucho sed." "Vale princesa, cualquier cosa para ti".

Bebimos las cervezas hasta el tiempo para la segunda vuelta. Este tiempo lo tomamos más lentamente, aprendiendo sobre nuestros cuerpos y las cosas que nos dieron más placer. Carlo me permitió para follarlo, y el sentimiento de un ano estrecho me pareció bueno. Disfruté la vista de un macho hombre con músculos debajo de mí en mi control. Rosa le gustó tener dos pollas adentro de ella, a veces una en su boca y una en su coño, y a veces Carlos y yo entramos su culo y coño juntos. Nadie tuvo un deseo que estaba ignorado, y hablamos de nuestros fantasías sin vergüenza. Nuestro amistad creció y llegó ser amor y llegamos a ser una trieja.