Love Tea

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El té del sexo.
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La tonta idea de mi esposa nos llevo a conocer mucho más allá del poder de la antigua herbolaria. En Google existe cualquier tipo de información desde donde encontrar un taller mecánico hasta como hacer una pistola casera que pueda pasar desapercibida por los aeropuertos.

No era de sorprenderse que una receta de té para enamorados estuviera explicada y con ingredientes tan comunes que mi esposa lo prepararía una noche cualquiera.

La idea de este te era muy sencilla, llevábamos al menos tres semana sin tener sexo. Todas nuestra sesiones de sexo en el último año habían sido en el mejor de los casos aburrida. Nuestra vida sexual estaba siendo acabada por la tensión y el cansancio de tener que cuidar a tres pequeños diablillos.

Esa noche, como cualquier otra noche de verano estábamos listos para dormir. El té que mi esposa había preparado estaba dispuesto en una jarra y llevaba por lo menos dos horas en refrigeración. Pero habíamos decidido esperar para tomarlo por lo menos hasta que los niños estuvieran dormidos, no sabíamos que efectos reales podría tener.

Ya casi al caer la noche, el timbre de la casa sonó avisando la llegada de mi cuñada y su hija. Su hija era un poco mayor a nuestros hijos y normalmente se quedaba despierta hasta un poco avanzada la noche.

No pude ocultar mi ligera desilusión al verla, pues era para mí evidente que nuestra noche romántica se iba a atrasar si no es que se iba a cancelar por completo.

La tarde transcurrió sin mayores eventos mientras los niños jugaban y se fueron durmiendo uno a uno. Era ya la hora de la cena cuando un terrible aguacero azoto la ciudad. Le pedimos a mi cuñada quede quedar mientras la lluvia pasara y que no se preocupara por su hija pues se podía quedar a dormir con sus primos.

La lluvia no cedía y ya era cerca de la media noche por lo que mi esposa le pidió a su hermana que no regresara a su casa pues ella vivía sola a unos 5 km fuera de la ciudad y los caminos no estaban muy bien iluminados.

Ya sabía lo que eso significaba, yo tendría que ir a dormir al sofá y por supuesto la noche romántica se había pospuesto. No tuve otro remedio que ponerme la piyama y acostarme a leer en el mueble de la sala hasta que me entrara el sueño.

Mi esposa salió a darme las buenas noches en su piyama preferida que consistía en unos pantalones de algodón muy suave y una blusa de tirantes que se le ajustaba ligeramente en el área del busto donde se le marcaban perfectamente las redondas aureolas de sus senos flotando en el aire.

De reojo logre ver como mi cuñada salía igual del cuarto hacia la cocina, cambiada en una pijama que yo bien conocía, pues mi esposa y mi cuñada eran casi idénticas en medidas, y que era más de mi agrado pues sólo consistía en una pieza de camisón ligero de tirantes pero que para el caso era mucho más sexi y facilitaba mucho el juego cuando estábamos tumbados en la cama.

Poco después la casa se volvió un sepulcro y no hubo un sólo ruido que perturbara la paz. Habré leído un poco más de una hora, sin que el sueño lograra vencerme y me levanté para tomar un poco de agua. Tome un vaso y luego abrí el refrigerador en busca de agua para notar que la jarra de aquel té que mi esposa había preparado estaba casi vacía.

Unos segundos después, la puerta de la recámara principal rechinó. Escuche unos pasos por las escaleras y me dispuse a dar una pequeña sorpresa a mi esposa que había consumido el té sin haberme avisado.

Me puse detrás de la pared de las escalares, la oscuridad no me permitía ver correctamente pero calcule el tiempo para que ella estuviera abajo del último escalón. Antes de permitirle encender la luz, la tomé de la cintura y con la otra mano encontré su seno para jalarla hacia mi cuero y arrimarle toda mi erección entre los cachetes de sus nalgas. Pose mi barba sobre sus hombros y lleve su pelo ligeramente hacia atrás al momento que mis labios humedecían su cuello.

Sus manos pasaron por arriba de su cabeza y me abrazaron la nuca. Su cuerpo se arqueó exponiendo sus nalgas aún más y centrando las alrededor de mi miembro. Sus tetas aumentaron de tamaño en un profundo respiro mientas mis dos manos se posaban firmemente sobre ellas.

De pronto algo en mi conciencia me hizo dar un pequeño respingo, la tela que cubría sus senos era mucho más ligera de ligera de lo que yo esperaría. La película parecía haberse puesto en cámara lenta. Mis labios, mis manos y mi pene no se habían movido ni un centímetro de su posición, pero mi mente había volado a un lugar muy lejano.

Un rayo de lujuria se apoderó de mis pensamientos, las redondas tetas que estaba masajeando no eran la de mi esposa. Las redondas nalgas que estaba presionando con mi pene no eran las de mi esposa. Las manos que estaban sobre mi cabeza y masajeando mi nuca no eran las de mi esposa.

Sin analizar demasiado la situación lleve mis manos sobre sus caderas y con la poca visibilidad que da la penumbra cuando los ojos ya se acostumbraron a ella, acerque a mi cuñada hacia la pared de las escaleras poniéndola de frente a ella. Sin despegar mí pene erecto sobre sus nalgas, tome sus manos, las retire de mi nuca y las puse sobre la pared que estaba frente a ella.

Ella no necesito de ninguna instrucción para empinar el cuerpo y meter la cabeza entre los brazos. Con una mano apoyada sobre su espalda baja acerque la otra para tocar su nalga y deslizarla sobre sus muslos por adelante y por atrás, por afuera y por adentro. Un símbolo inequívoco de la excitación que sentía mi cuñada eran los ligeros bufidos que emitía cada vez que mi mano se acercaba a su sexo.

Metí una mano por dentro de mi pantalón para dejar salir mi pene en toda su erección. Con dos manos levanté lentamente el camisón para dejar expuesto el redondo culo de mi cuñada. Una delgada tanga recorría transversalmente la línea que se formaba ente sus nalgas para cubrir apenas completamente los pliegues de su ano y pasar por encima de sus carnosos labios vaginales. Con las dos manos tome su cintura y acomode mi cuerpo de tal manera que mi glande se apoyaba por encima de la tanga y recorría superficialmente toda la extensión de sus sexo sintiendo como su humedad, poco a poco, iba penetrando la tela.

Acerque mis labios sobre a sus hombros y fui recorriendo el camisón por encima de su espalda hasta llegar al final de la tela. Con besos pausados seguí recorriendo su cuerpo hacia el sur hasta llegar a la comisura de sus labios. Pose mis labios con presión sobre la tela y deje que mi lengua jugara con sus montículos labiales buscando su humedad y dejando la mía. Su mano se posó sobre su nalga para despejar aún más el camino y llegar aún más profundo con mi lengua, la tela ya se incrustaba por en medio de sus labios.

Sus caderas ya buscaban un cierto ritmo de vaivén mientras yo presionaba mi cara sobre su trasero. Una ahogada frase salió de sus labios a manera de súplica. "Cógeme"

La frase sacudió mi profundo trance para entender que no sólo le estaba lamiendo la concha a mi cuñada, sino que además estábamos junto a las escalera de lo casa. Pero mucho me alentaba saber que ella lo estaba disfrutando demasiado.

Una frase más sonora y a manera de orden salió de nuevo de sus labios. "Méteme toda la verga".

Esta frase me excitó demasiado. Nunca había tenido la menor idea de lo sucio que podía hablar mi cuñada. Llevo mis pensamientos al siguiente nivel.

Retome la postura y deje que mi pistola encañonara los hoyos que tenía enfrente, con un dedo retire la poca tela que cubría la su agujero para exponer sus labios. Me acerque lo suficiente para poder frotar sus labios vaginales, mi glande estaba trazando un surco por en medio de ellos, y con mis manos controle sus caderas que peleaban por ensartar mi erección.

Podía sentir el calor de sus fluidos en el ir y venir de mis caderas. Su pierna derecha hizo un semicírculo para colocar su talón ligeramente encima de mis caderas y jalo con fuerza mi cuerpo hacia adelante en el momento que decía con un ronco suspiro: "Métemela yaaaaa!

Mi glande se incrusto de lleno por en medio de sus prominentes labios, y se fue internando con ligera resistencia dentro de su húmedo y ajustado canal.

No había aún metido mi verga por completo cuando sentía su cuerpo ir hacia adelante. Su vagina se sentía húmeda y cálida y poco a poco iba cediendo en tamaño para aceptarme completamente.

Pujidos y soplidos salían de su boca hasta dejar escapar un ahogado grito de dolor "Ahhhhh... " que escuche al momento de sentir como mi glande golpeó alguna pared al final de su vagina. Poco me importo si el grito era de dolor, pues sus caderas seguirán un frenético ritmo de adelante hacia atrás. Mis caderas buscaban presionar con mayor fuerza hasta que el sonido de mis huevos al chocar contra su trasero era más sonoro que sus pujidos.

Una de mis manos se había deslizado hasta apretar sus tetas, que ya se habían liberado del camisón para mecerse libremente, siempre dejando que sus pezones erectos se trabarán entre mis dedos. La otra estaba sobre su monte de Venus con el mayor de los dedos apoyado sobre su clítoris.

Una explosión húmeda brotó desde el interior del sexo de mi cuñada. Pude sentir sus piernas falsear al momento de su orgasmo. En ese mismo instante sentí que llegaba al punto de no retorno, mi carga seminal estallo en el interior de mi cuñada. Unos segundos después, estábamos los dos en nuestros respectivos lechos y listos para dormir.

Al día siguiente, escuche bajar a mi esposa por las escaleras, seguida de mi cuñada, las dos ya sin pijama. Las dos se pusieron a preparar el desayuno, mientras yo continuaba acostado sin levantar la menor sospecha de que ya estaba despierto. De pronto, escuche como mi esposa le comentaba a cerca del té que había preparado y como mi cuñada lo había bebido la noche anterior. Pero más me dejo intrigado en aquel momento como mi cuñada le decía asegurándole que su efecto era un poco extraño pues ella hubiera jurado que el sueño que tuvo la noche anterior había sido tan real que se había despertado con la tanga completamente mojada y un rico dolor en los labios vaginales!!!

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  • COMENTARIOS
Anonymous
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1 Comentarios
AnonymousAnónimohace más de 9 años
Debe ser el famoso weng-tea...

lo tomo todos los días y es mejor que el viagra!!

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