Mi amigo Richi

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Así fue como me enteré que mi novia había perdido la virginidad con mi mejor amigo. Y la verdad fue que estaba entre enojado, amurrado y triste, pero no sentí rabia realmente. Al mismo tiempo sentí la excitación de imaginarme a mi novia teniendo sexo con mi amigo. No quise decirle que estaba excitado, por suerte hablamos por teléfono y no vio mi erección.

--Bueno, amigo, así fue como me comí a Alex, espero que no te enojes mucho y que vengan tiempos mejores con ella --terminó su explicación.

--Gracias Richi por ser directo y contarme, me hubiera cargado saber por terceros --le agradecí.

--De nada amigo, fue un placer, en más de un sentido --se rio--, cuando quieras.

Después no volvimos a tocar el tema de Alex con él. Creo que no se siguieron viendo porque para él era una conquista más y luego "vamos por otra".

Con Alex, a pesar de lo ocurrido, seguimos bastante bien como pareja por un año más. Yo perdí mi virginidad con ella un mes más tarde. Después lo hacíamos todo el día, nos encerrábamos en mi habitación para tener privacidad. Mis hermanas alegaban que se escuchaba todo. Otras veces era en la casa de ella, en la sala de la TV, cuando sus padres se habían ido a dormir. Me estimulaba desnudarla entera y tener sexo sobre la alfombra de la sala, tras una puerta sin llave, conociendo el riesgo de que nos atraparan. La primera vez que la desnudé así se asustó pero luego lo tabú del desafío a sus padres la calentaba aún más.

Finalmente terminamos nuestra relación, por razones que ya no recuerdo, y a los seis meses empezamos a salir con Sandra. Por temor a que se repitiera lo de Richi, me apuré a tener sexo con ella. Era muy distinta a Alex, morena, más alta, más madura y ella no era virgen antes de conocerme. No era cinéfila pero sí muy lectora y compartíamos el gusto por la ciencia ficción y la fantasía.

Eventualmente le presenté a Richi como mi mejor amigo. Le había contado a ella la experiencia "traumática" con Alex y Richi (así se lo conté para guardar las apariencias, aunque para mí no fue tanto el trauma). Parece que la predispuso en su contra porque cuando se conocieron pude observar algo completamente distinto, una relación de antagonismo entre ellos, como que se irritaban mutuamente. Aunque la irritación era mutua, no solo de ella hacia él.

Esa noche, hablamos por teléfono con Richi.

--¿Y ya se lo metiste por el culo? --me pregunto sin contemplación y luego continuó-- porque lo que más necesita esa mina es relajarse y una culeada de verdad la va a dejar suavecita, lista para lo que sea.

La verdad es que se me había ocurrido la posibilidad, pero ella me lo había negado y me había dicho que lo encontraba sucio, indigno y quizás doloroso. De hecho, ni siquiera le gustaba en cuatro, a "lo perrito", porque era animalesco y yo obedecía sin chistar los deseos femeninos.

--No, no he intentado --le mentí--. Ni siquiera se me había ocurrido, no es natural por el ano.

La verdad es que no me imaginaba que esa sería una conversación agorera. A los pocos días, invité a Richi y a Sandra a la casa a bañarse en la piscina. Sandra estaba con una tanga que hacía que las piernas se le vieran muy largas y tenía un buen trasero, bien prominente, y Richi no le sacaba los ojos de encima. Él se había puesto sus speedos de natación y se le notaba el paquete dentro del traje de baño. En un minuto nos sacamos una foto selfie los tres y la miramos en mi iPad. Me vi con mi torso y piernas más blancas, la parte central cubierta con un traje de baño de esos largos que llegan a la rodilla, contrastado con el cuerpo moreno de Sandra y el cuerpo dorado de Richi. Pero además del color bronceado también noté su musculatura más grande, su mayor altura y su cara más atractiva con una amplia sonrisa blanca. También me llamó la atención su mano tomando la cintura de Sandra, con los dedos explayados y los inferiores casi rozando la tanga.

En un minuto fui a buscar unas cervezas y cuando volví los dos estaban riendo en el agua. Me sorprendió lo amistoso que estaba Richi y cómo respondía Sandra a sus señales no verbales. Le tocaba el brazo mientras le hablaba mirándola fijamente a los ojos.

--¿Quién quiere una cerveza? --interrumpí ansioso.

--No gracias --me dijeron ambos.

--Pero te aceptaría un pitito --me contestó Richi.

Yo en general no fumaba hierba excepto con mi novia porque me volvía muy introvertido, torpe socialmente, y además muy caliente. Solo quería tirar después de unas cuantas piteadas. A Sandra también le gustaba el sexo con marihuana.

--Sí, que rico --agregó Sandra.

Dejé las cervezas y fui a mi habitación a buscar los pitos. Desde mi ventana los veía hablar muy cerca. Cuando bajé se separaron un poco y salieron de la piscina para fumar. Sandra se puso una toalla y por debajo se sacó el traje de baño. Richi hizo lo mismo. Nos sentamos en las reposeras y nos turnamos con la marihuana, la que me hizo efecto inmediato. Ya no podía seguir la conversación y me sentía incapacitado de hablar. Por otro lado empecé a sentir deseo por Sandra y no hallaba la hora de que Richi se fuera. Sentí mi erección y tuve que acomodarla en mi traje de baño. Sandra se rio con algo que dijo Richi y con el movimiento se le abrió la toalla, atisbándose un poco de vello púbico negro.

--Uy, perdón, no fue a propósito --nos dijo.

--Pero te queda mejor así, sin toalla --le dije desde mi calentura.

--¿No te importa que Richi me vea así? --me preguntó, intrigada.

--Es que te ves tan bien desnuda que dan ganas de verte más destapada y da lo mismo si te ve Richi también.

--Concuerdo plenamente con Andy --dijo Richi.

--Bueno, ustedes lo piden --dijo risueñamente ella, mientras dejaba caer completamente la toalla y mostraba sus pechos con sus oscuros pezones erguidos--. Ahora les toca a ustedes.

Richi soltó su toalla y mostró orgulloso un pene muy erecto y de buen tamaño. Yo me bajé los shorts y mostré mi ligeramente más modesta erección.

--Los veo muy atentos a los dos --dijo Sandra, mientras separaba un poco las piernas.

Yo me acerqué y comencé a besarla y tocarle las tetas mientras ella tocó con su mano el pene de Richi, el cual también tocó el sexo de ella. En un minuto, no sé bien como, yo estaba tumbado en la reposera, Sandra estaba sentada cabalgando sobre mi pene y Richi le besaba el cuello por detrás. Luego le empujó hacia adelante y ella estaba recostada sobre mí; yo podía sentir sus tetas sobre mi pecho. Lo vi sacando crema humectante y esparciéndola sobre el trasero de ella. De repente ella respiró rápido varias veces, puso cara de compungida y me dijo--: amor, me está tocando mi culito.

--Sí, qué rico --le dije, confuso.

--Ahora me está metiendo un dedo por mi culito --continuó ella.

¬Yo estaba excitadísimo y pensé "se la va a meter por el ano" y sentía que no podía aguantar más. Vi como él se puso detrás de ella y luego le vi su cara de placer mientras empujaba hacia delante.

--¡Ahora me la está metiendo toda por mi culito chiquitito! --exclamó, con la cara contorsionada por diferentes sensaciones y emociones, sobre todo placer--. ¡Ay, ya entró, ya entró toda! ¡Se siente rico, los dos me lo están metiendo!

En ese minuto no aguanté más y me fui dentro de ella. A medida que se me encogió, me salí de debajo y me paré a tomar una cerveza mientras los veía tirar, ella sobre sus rodillas y manos y él arremetiendo por detrás. Duró muchos minutos más en esa posición.

--Te estoy culeando, culeando de verdad --le decía, y luego dirigiéndose con una sonrisa socarrona a mí--: a una mina no te la has tirado de verdad hasta que no se lo has metido por el culo.

--Le estoy quitando la virginidad del culo a tu novia --me dijo.

Esta frase gatilló el orgasmo de ambos, pero el de ella fue larguísimo, con un quejido gutural que no terminaba nunca. Después me diría que fue el orgasmo más potente que había tenido en su vida.

Más tarde me di cuenta que Richi siempre lograba lo que se proponía, me humillaba y de paso también me ayudaba. Después de esa tarde, acceder al culo de mi novia fue muy fácil para mí.

Nunca supe si Richi se tiró a mi mamá, aunque lo dudo, pero si supe por confesión llorosa de Pilar, mi hermana más cercana, que sí lo había hecho con ella. Tenían la misma edad y él la había invitado a salir, habían hablado de una posible relación y ella al finalizar la noche se había entregado. Después no supo más de él y comprendió que era una conquista casual de Richi.

Tiempo después él se fue a otra ciudad, a la universidad y nos dejamos de ver y de hablar muy a menudo. Se casó en Uruguay con una chica que conoció en la universidad (no me invitó a su matrimonio, pero no invitó a casi nadie), después se fue a España, luego se separó y le perdí la pista.

Años después, cuando yo ya estaba casado con Rita, lo descubrí por Facebook, y supe que volvía a Chile, me dijo que quería verme, reconciliarse con su pasado. Quedamos en que se quedaría una semana en nuestro cuarto de huéspedes mientras encontraba su lugar propio.

Le conté a Rita todo lo que había pasado con Richi y le dije--: te pido que no hagas algo con él, se mira pero no se toca, ¡por favor!

--Por supuesto, tú sabes que soy fiel y menos me metería con un tipo que me quiere usar solo porque se siente competitivo contigo y algún complejo contigo debe tener.

--Gracias --le dije complacido de tener a la mujer que tenía.

El día que llegó a la casa, después de comer, se me acercó mientras Rita estaba en la cocina y me dijo--: qué rica que está tu mujer, ¿la compartes?

--No, y además no soy yo quien decide, es ella y no hay ninguna posibilidad que me sea infiel ¬--le dije orgulloso.

--¿Quieres apostar?

--Por supuesto --me envalentoné--, ¿Qué cosa?

--Si en el plazo de una semana me la agarro, te tienes que comer mi semen de su zorra frente a mí y si no, te chupo el pico y me trago tu semen.

--¿Te volviste maricón?

--No, pero es lo más humillante que se me ocurre.

Me acorde del fellatio semi involuntario que le hice en mi juventud y como su recuerdo me espantó por años y solo por la sensación de venganza y superioridad, al imaginarlo de rodillas frente a mí, haciéndome sexo oral, accedí.

--Pero hay que acordar algunas condiciones --me dijo--, no le puedes contar a Rita de nuestra apuesta y me tienes que dejar espacio para que mi magia seductora funcione.

--Está bien¬ --concedí, algo nervioso porque no tendría el control de lo que pasara entre ellos.

¬--¿Dime Rita han pensado en tener hijos? --le preguntó a Rita cuando ésta volvió de la cocina.

Rita se puso tensa y me miró con ojos de qué hago.

--No podemos --le dije yo para cerrar el tema.

--¿Tú tienes hijos, Richi? --le preguntó ella.

--Sí, para mí es un problema, lamentablemente soy muy fértil ya que hago hijos cuando no quiero. Mi primera novia de verdad quedó embarazada y tuvimos que abortar. Ni siquiera eyaculé dentro de ella --Y luego continuó--. Después tuvimos dos hijos con mi mujer, los dos fueron a la primera.

--¿Cómo a la primera? --le preguntó Rita.

--Decidimos las dos veces tener sexo sin protección y a las dos semanas estaba embarazada. El doctor dijo que era por mi causa, tenía mucha densidad de espermios, muy sanos, fuertes y rápidos, por lo que no me costaba nada dejar embarazada a una mujer --terminó.

Rita me miró con cara de ojalá te pasara la mismo. Claro, porque no habíamos podido tener hijos por mi culpa. Yo tenía una baja cuenta de espermatozoides. Habíamos tratado con fertilización asistida y después de años concluido que no nos servía. Rita no quería adoptar ni tampoco un donante anónimo. Era una de los pocos temas que generaba mucha tensión entre nosotros

--¿Y tus hijos? --le preguntó.

--Están con su mamá en España. No me llevo muy bien con ella y no alcancé a desarrollar mucho apego con ellos --dijo él con cara de profunda tristeza.

Pude ver qué su confesión había afectado a Rita, la que ya no estaba tan hostil con él, más bien mostraba cierta compasión.

--¿Cuáles son tus planes para mañana? --le preguntó Rita.

--Quiero ir a ver las novedades de Santiago, ir a un lugar de moda a tomar un café y ver a la gente pasar. Aunque es una lástima que Andy tenga que trabajar porque es más entretenido hacerlo con alguien y pelar a la gente.

"Qué tipo más hábil" pensé, ya que era una afición de Rita hacer eso.

--Si no te molesta, podemos ir juntos, porque me encanta mirar gente, comentar su ropa, sus peinados, su forma de caminar y escuchar lo que hablan en las mesas del lado --se rio Rita.

"Un semental preñador, destituido de sus hijos, y con aficiones similares" pensé mientras Rita y Richi se ponían de acuerdo para el día siguiente.

Esa noche Rita me dijo, riéndose¬--: No me dijiste que fuera tan atractivo, es uno de los hombres más guapos que he conocido. Mañana lo voy a lucir en el café.

Quería advertirle de Richi, pero no podía por la apuesta.

Rita fue en su camisón al baño que estaba fuera de nuestra pieza y que teníamos que compartir con Richi, que estaba alojando en el cuarto de invitados al otro lado del pasillo. Cuando volvió estaba sonriendo con la cara roja.

--Entré al baño y me encontré con Richi, en pantalón de pijamas. Yo con mi camisón medio translucido, por suerte estoy con calzones debajo, y el con el torso desnudo. Fue vergonzoso. Quede de despertarlo mañana al desayuno porque dice que duerme profundo y está cansado por el viaje.

Esa noche me costó quedarme dormido imaginando que Richi tenía éxito.

A la mañana siguiente me asomé al cuarto de Richi antes de irme y lo vi con las sábanas enredadas entre las piernas y el pantalón de pijamas abierto un poco en la ingle. Un pene que no estaba erecto pero era masivo, y claramente más grueso que el mío, se asomaba. Richi abrió los ojos y me guiñó el ojo.

"¡Maldito hijo de puta!" pensaba después en el auto mientras me iba al trabajo, "que duerme profundo, que necesita que Rita lo vaya a despertar".

Ese día en la tarde hablamos por teléfono con Richi y me contó--: Estaba con los ojos cerrados simulando dormir y pude escuchar como Rita entró en mi cuarto, hizo un ruido de sorpresa, se quedó quieta como medio minuto y en eso a mí se me empezó a parar sabiendo que ella estaba mirando, sentí como llegó a tope y pulsaba con mis latidos cada vez más intensos. Después escuché como salía despacito y tocaba mi puerta desde afuera. Me tapé y le dije pasa. Desde afuera me dijo que estaba listo el desayuno. Después estaba sonrojada y medio nerviosa cuando tomábamos desayuno.

Más tarde supe tanto por él como por Rita que se habían reído mucho pelando a la gente que pasaba frente a la terraza del café. En la tarde él se fue a buscar departamento y volvió a la misma hora que yo. Comimos conversando animadamente y ya se notaba que Rita y Richi estaban mucho más sueltos entre ellos después de haber pasado juntos la mañana.

--¿Cómo te fue con el departamento? --le pregunté.

--Bien. Hay uno que me gustó mucho pero me gustaría tener una opinión femenina, yo creo que las mujeres son mucho más prácticas en evaluar si el departamento es bueno o no.

--Claro, encantada de acompañarte a verlo de nuevo --le dijo ella sin que se lo preguntaran directamente.

Pude ver el brillo de los ojos de Richi mientras me miraba sutilmente.

--¿Quieres que te despierte de nuevo mañana? --le dijo ella, cuando ya nos preparábamos para irnos a acostar.

El brillo se intensificó en su mirada mientras le contestaba afirmativamente. Me empecé a poner nervioso porque las cosas se me estaban escapando de las manos: Richi era demasiado hábil.

En la noche, después de que fui al baño y me acosté, vi como Rita se ponía otro camisón, delgado como el otro pero con más escote y más corto, a mitad de muslo. La vi ir hacia la puerta para el pasillo.

--¿Y el otro camisón? --la interrogué.

--Lo eché al lavado ¬--me contestó.

--¿No crees que es muy revelador andar por el pasillo y que Richi te vea?

--No, si debe estar acostado y además no se ve nada --me contestó sin inmutarse.

Yo podía ver claramente la sombra de sus areolas detrás del frente del camisón. Si se agachaba mientras uno estaba delante de ella se abría el escote y se podían ver sus tetas y si se agachaba mientras uno estaba detrás se le podía ver el trasero y el sexo.

Se fue al baño y después de un rato escuché como abría la puerta del baño y luego los pude escuchar conversando en el pasillo. "Claro, 'si debe estar acostado'", pensé.

Volvió a nuestro cuarto y pude ver sus pezones marcados contra la tela del camisón y su cara sonrosada.

--Me encontré con Richi en el pasillo --me susurró entre risas mientras cerraba la puerta.

--Así veo --le dije con tono molesto.

Se metió en la cama y me tocó sobre mi entrepierna. Luego me dijo--: ay, mi amor, no te enojes, si ya se te paró.

Y era verdad, tenía una erección. No sé por qué. No quería que Richi ganara otra vez, pero la situación me excitaba, igual como cuando Richi se tiró a mi primera novia y lo interrogué fervorosamente sobre los detalles.

--A ver, dime que no te gustaría que me lo metiera, que me culeara bien culeada, igual como se tiró a tus novias y a tu hermana --me dijo burlonamente, y me sacó el pene del pijama y me empezó a masturbar. Sabía que era mi debilidad, porque me costaba pensar bien en ese estado.

Me quedé paralizado porque si le decía que no era ir contra el acuerdo con Richi y eso era perder, pero decirle que sí también era perder. Así que no dije nada.

--Ah, el silencio otorga mi amor --me dijo, y luego--, ¿debo entender que me estás dando permiso?

--Yo no tengo por qué darte permiso, estás grandecita para tomar tus decisiones y saber si tus acciones van a hacer daño o no --le contesté, pensando que eso la iba a calmar.

--Tu pico parado me dice que no te haría mucho daño --me dijo mientras me masturbaba intensamente.

--No muchooooooo --terminé confesando mientras me iba entre las sábanas.

Al día siguiente me fui temprano y después supe que se repitió la escena de la mañana. Que con los ojos cerrados la sintió respirar a su lado y sintió como se le paraba el pico sabiendo que ella lo estaba viendo. Se estiró bostezando como para simular que se venía despertando y ella en vez de salir se quedó en el cuarto.

--Te vine a despertar y veo que una parte de ti ya estaba bien despierta --le dijo, coqueta, mientras miraba directo a su pene.

--¿Y te gusta lo que ves? --le preguntó él.

--Se ve de buen porte, bastante decente --le contesto Rita, mientras de daba vuelta y salía del cuarto--. Cuando te hayas repuesto baja al desayuno.

En la tarde fueron juntos a ver el departamento y supe que a Rita le gustó. Come me contó Richi, éste le dijo que una de las razones para las habitaciones extra era por si venían sus hijos y eso devino en hablar de tener niños. Richi le dijo que si pudiera compartir su fertilidad extra conmigo lo haría encantado, para que ella pudiera tener hijos. Ella se había enternecido y dicho que ojalá se pudiera compartir algo así. Después él le dijo que una donación de espermios era una posibilidad, y ella le dijo que lo iba a pensar aunque estaba cansada de todo el proceso impersonal y estresante de la fertilización asistida.

Después de comer, y luego que me fuera a acostar, ella se paseó por toda la casa en camisón, incluso bajando a la cocina a buscar agua justo cuando él veía TV en la sala. Me asomé a la puerta y escuché:

--¿Quieres un vaso de agua?

--Sí, por favor.

Me asomé al balcón en una parte sin iluminación para que no me vieran. Daba sobre el hall de entrada que conectaba la cocina con la sala y la pude ver desde arriba caminando con dos vasos de agua en las manos. Entró a la sala y se inclinó frente a él para darle el agua. Estoy seguro que él podía verle las tetas sin problema.

--¿Te quieres quedar un rato viendo TV? --le dijo, al mismo tiempo que indicaba el sofá.

--Ya, solo un ratito que Andy está esperando arriba y no se queda dormido si yo no estoy.

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