Mi Año en México

Tuve buena suerte con mis finanzas, y decidí que necesité un año libre. Empaqué mis maletas, subarrendé mi apartamento in Nueva York y moví a una pueblo pequeño en la playa de México. Alquilé un lugar cerca la playa y rápidamente me sentí como en casa. Mis días llegaron estar rutina. Me desperté, hice algo do ejercicio, salí a desayunar y tomar café, y luego caminé por la playa. No almorcé porque estaba mirando a mi peso, en lugar tomaría una siesta corta, y después fui por una lección de español. También, los miércoles tuve una clase de dibujo. Soy un artista aficionado.

Las noches yo cocinaría, conseguiría comida para llevar, o comería en un restaurante o bar. La vida estaba muy relajando para mi, y no llegué estar aburrido. Disfruté el sol, la arena, y la gente del pueblo.

Por las mañanas, caminando por la playa, a veces pararía para mirar a un partido de voleibol que ocurriría casi cada día. A menudo compré una taza de café de un vendedor, y sentaría en un banco para mirar el partido. Mientras el sol subió en el cielo, los hombres jóvenes se quitarían sus camisas y continuar el partido casi desnudos. Llevando solamente pantalones cortos y zapatos deportivos, jugarían hasta llega hacía demasiado calor. Yo disfrutaba mirando a los chicos, sus cuerpos cubierto con sudor, músculos relucientes en el sol, y sus entusiasmo por el partido. Tuve pensamientos que no eran adecuado, pero era un huésped en México y quise comportarse apropiadamente.

Un día, un hombre que pareció tener la misma edad como mí, me preguntó si pudo sentar en el banco. Me moví para darle espacio y empezamos una charla. Su nombre, me dijo, era Carlos, y nació en el pueblo y vivía allí todo su vida. Tiene una empresa pequeña, y su sobrino era unos de los jugadores estaba mirando. Charlamos un rato hasta le dije que debo irme porque de mi lección de español ese tarde.

"¿Dónde estudia usted?"

"La escuela ubicada en la plaza. Quiero hallar una otra, me estoy aburrido allí con el profesor y los otros estudiantes. Son gringos viejos en su mayoría."

"Pues, habla usted muy bien, pienso. Tal vez usted preferiría lecciones privados. Mi sobrino enseña español a las turistas, y puede enseñarle también."

Indicó a su sobrino, un joven que era casi rubio, con piel bronceado, y pelo largo. Me dijo que el chico tiene veintiuno años, y se licenció el año pasado, pero no pudo hallar trabajo regular. Se llamo Jorge. Cuando el partido terminó, Carlo llamó a Jorge para venir a nosotros y hablar. Miré al joven y casi lamí mis labios. Soñaría con ese chico esa noche. Carlos nos presentó y hablamos un rato. Sugerí tutear y todos estuvieron en acuerdo. Jorge pensó que deberíamos hacer las lecciones mientras caminado por el pueblo y comenzar el próximo día. Nos encontraríamos en la playa a las diez de la mañana.

Esa noche después me acostó tuve un sueño que me despertó. Mi polla estaba erecta, y no pude parar de tocándola tratando de recordar cuál era el sueño. Rápidamente corrí y mi leche cubrió mi pijama y piel. Me duché con agua caliente y me dormí otra vez hasta la mañana.

El día siguiente nos encontramos a la playa y comenzamos pasear y la lección. Jorge me dijo que mi comprensión conocimiento de gramática estaban adecuado pero mi acento necesitó para mejorar. Ya sabia eso, y estaba contento tener alguien con quien pude conversar. Después una hora de hablando y caminando, dijo que podemos parar. Le dije,

"No hablamos de tu sueldo, ¿es suficiente 200 pesos?"

Respondió, "Si, muy generoso. ¿Dime, conoces otra gente que necesitan lecciones? Tengo muchos gastos y debo ganar dinero."

"No sé, puedo preguntar los gringos conozco. Pero tengo una idea. Te dije que soy artista aficionado. Quiero practicar dibujando el cuerpo humano. Puedo pagarte trescientos por una sesión de modelado."

Jorge- "¿En serio? ¡Parece ser trabajo fácil!"

"¿No te molestará posar desnudo? Voy a practicar los líneas del cuerpo, los músculos y ligamentos."

Me dijo que va a disfrutar posando,

"Estoy muy cómodo desnudo, en realidad voy a la playa nudista que es al sur del pueblo."

Hice una nota mental para ir a esa playa un día. Le dije que nos encontraríamos a mi casita el próximo día a la misma hora.

Inmediatamente trabajé preparar una plataforma para él posar encima de. Cubrí la madera de la plataforma con una sábana blanca y ajusté la iluminación. Abre el caballete y me puse los lápices en él. ¡No pude esperar hasta la mañana!

Jorge llegó a tiempo. Le mostré donde está el baño donde pudo desnudarse y poner una bata. Entró el cuarto con la plataforma y le dije para quitar la bata y sentarse encima de la plataforma sobre sus rodillas como alguien que practicar yoga. Comencé dibujando pero no me gustó como Jorge estuvo sentado. Le pregunté para mover un poco, pero no entendió exactamente qué quise. Me acerque de él y le guié dónde quise. Con mis manos sobre sus hombros sentí su cuerpo caliente y músculos. Tuve miedo que le molestaría pero él suspiró y se apoyó contra de mí. Mi mano fue más bajo y acaricié sus pezones los di pellizcos. Besé a su cuello y respiré en sus orejas. Su polla movió y creció. Supe que este hombre era mío.

Le levanté la mentón y besé a su labios. Eran suaves y nuestras lenguas encontraron. Mi mano bajó y halló su polla. Había crecido al máximo, 18 centímetros. No pude resistir y abre mi boca y me lo trague. Puse mis manos abajo de su culo y le levanté. Lamí el eje y la cabeza y probé el jugo de la punta mientras él hizo gemidos de placer. No quise que pensó que soy pasivo, así que le dije que se pusiera de rodillas. Lo hizo inmediatamente.

Tuvo un culo sin pelo y bonito. Sus partes privadas estuvieron afeitadas. Su espalda no tuvo pelo también. Abrí las mejillas de su culo y lamí su ano, huevos y polla mientras él gimió. Cuando su ano estaba bastante mojado, inserté un dedo adentro de él, luego dos. Follé su culo con los dedos de una mano, y me desvestí con la otra. Cuando yo estaba desnudo le dije que se subiera a la espalda. Necesité ver su cara mientras le entré.

Puse sus piernas sobre mis hombros y mi verga a su entrada. Con un empujón pasé el anillo de su ano y gimió. Descansé allí por un rato para dar su culo tiempo para ajustar. Le dije para mirar en mis ojos y lentamente empujé adentro de él. Cuando alcancé el profundo máximo besé sus labios y le pregunté si estaba listo. Suspiró que sí, estaba listo.

Le follé como una maquina. Gimoteó como un perrito, y yo debería haber parado, pero no pude. Había lágrimas en sus ojos y cubrí su boca por lo que los vecinos no pudieron oír sus gritos. Tuvo dolor, sí, pero tuvo placer también. No me importó como sintió, la única cosa era que logré satisfacción. Su polla mantuvo la erección, así que sabia estaba disfrutando el castigo. Pellizqué a sus tetas, golpeé su estomago firme, y follé a su boca con mis dedos, limpiándolos en su cara. Su belleza me hizo loco, no sé porque . ¿Fue su juventud y hermosura? ¿Estaba yo celoso de ellos y necesitado para castigarle? Pues, tal vez un psiquiatra puede decirme, yo no sé.

Le di la vuelta y le dije que abriera las nalgas con sus manos. Con fuerza volví a entrar en él y reanudé el castigo. Él no paró gimiendo y llorando pero cuando le pregunté si me deseó parar suspiró no. No importaba, yo no iba a parar.

Con una mano yo estaba empujando su cabeza en la cama, con la otra, di golpes a sus nalgas hasta eran rojo con la impresión de mis dedos. Mi sudor cayo en su espalda y yo estaba cerca a corriendo. Con un rugido le embaracé con un montón de mi leche profundamente en él. Saqué mi polla, y la leche corrió de él en su huevos y la cama. La coseché con mis dedos y le dije para lamerlos. Después le di mi polla para limpiar con su boca y lengua.

Nunca durante este follando perdió su erección. Me preguntó,

"¿Puedo correr ahora?"

"Sí. Haz una paja y cuando corres, agarra toda la leche en tu mano, luego bebe toda.

Le acostó en su espalda y comenzó tocándola a su polla. Senté en su cara y le dije para lamer me culo. Él acarició rápidamente jadeando por aire y gimiendo. Corrió con una grita y la leche salpicó en su estomago y pecho. La leche blanca relució contra su piel dorada y yo hice lo que él no hizo, la coleccioné en mi mano y le traje a sus labios. Le dije para abrir su boca, le goteé toda la leche en su lengua y le dije para tragar. Después besé sus labios y le dije que pudo ducharse si lo quiso.

Nos duchamos juntos, se vistió, y me preguntó si quise una lección de español el próximo día.

"Sin duda, pero debemos reunir aquí, no en la playa. Toma tu dinero para la sesión de hoy. Pienso necesito mucho más sesiones de español y dibujando."