Mi Concuña embarazada

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Una tarde mi concuña viene a pedirme un par de favores.
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Hace un año, recién me entregaron mi casa nueva, mi esposa se encontraba completamente feliz, era en realidad la casa de nuestro sueño, con grandes áreas verdes, una casa club con terraza y alberca, parque para perros y en una zona en la cual se podía respirar aire limpio, era perfecta para que nuestra pequeña hija de 9 meses pudiera crecer feliz.

En uno de los viajes que realicé llevando algunos muebles y cajas de ropa recibí una llamada de la esposa de mi cuñado, ella tenía 37 semanas de embarazo y la relación con su esposo era buena a medias, a él le encantaba la fiesta, beber en exceso y pasar tiempo con los amigos, en lugar de estar con su pequeña mujer, y en realidad era pequeña, mide aproximadamente 1.58mts. de estatura, de piel bronceada, cabello lacio y por su situación de embarazo, grandes pechos, caderas anchas, una panza algo grande y en general era excelente mujer, muy sociable y de facilidad de palabra.

Conteste el teléfono celular: "Hola Araceli, ¿qué tal tu día?, ¿cómo va esa pancita de tu bebe?" Ella: "Hola, mi pancita muy bien, ya muero por conocer a mi bebe hermoso, de echo necesito poder platicar contigo, ¿están en tu casa u oficina?" Yo: "No Araceli... yo voy llegando a dejar unas cosas en la nueva casa, mi mujer y mi bebe están empacando aun cosas para que pueda traerlas, dime, ¿Necesitas que pase a tu casa o quieres que nos veamos cuando regrese con mi mujer más tarde?" Ella: "No, la verdad es que quería poder platicar contigo a solas, necesito pedirte un gran favor, que te parece si te alcanzo a tu nueva casa y de paso puedo conocerla, ¿está bien?" Mi nueva casa quedaba a escasos 7 u 8 min de donde ellos vivían así que supuse que era mejor y más rápido que nos viéramos en la nueva casa, y le esperé por algunos 20 min, mientras yo acomodaba las cosas que traía en mi camioneta.

Casi terminaba de acomodar la ropa en uno de los closets, cuando tocan a la puerta, de echo era la primera vez que alguien tocaba el timbre de mi nueva casa y me emocione bastante, baje rápido y abrí la puerta, ahí estaba ella, con cara triste y ojos rojos, parecía que había estado llorando, la abrace y di un beso en la mejilla y la invite a pasar, fuimos hasta la sala y no la solté del abrazo, ella comenzó a soltar más lagrimas a medida que nos adentrábamos a la casa y hasta la puerta quedo abierta, se sentó y yo corrí por un vaso de agua para que pudiera calmarse un poco, me senté a su lado y comenzó a platicarme la situación por la que pasaba.

Ella: "Perdón por llegar así, pero necesitaba platicar con alguien y también pedirte un muy grande favor, estoy por llegar a mi parto y no tengo pagado el hospital para dar a luz, hice cuentas y no alcanzaremos con los ahorros, así que necesito pedirte me puedas prestar dinero para poder solventar ese gasto, de verdad me da muchísima pena pedírtelo, pero no sabía a quién más recurrir..."

Yo: "Araceli, que no te de pena hacerlo, por algo somos familia, no te preocupes por eso, hoy mismo vamos a pagar el adelanto del hospital y así te quitas esa angustia, y el día que salgas del hospital con el nuevo sobrino yo con gusto liquido el restante, pero tu tranquila, que no me gusta verte triste..."

Ella me abrazo y me beso unas 10 veces en las mejillas, estaba bastante aliviada y agradecida por el gesto de haberle prestado dinero para su parto, y en verdad se sintió muy rico el abrazo, podía sentir además de su enorme pancita, sus pechos enorme, muy ricos y fue ahí que la vi con ese vestido tejido de una sola pieza en color gris oscuro, con un bonito escote y que llegaba un poco antes de sus rodillas, ella también usaba tacones, no muy altos, pero se veía linda, de cabello recogido en una media cola, y aun con el maquillaje corrido después de soltar lágrimas, se veía linda, y es que las mujeres embarazadas son preciosas, tienen un lindo brillo en sus ojos que las vuelve hermosas, ella volvió a sentarse y ya más calmada comenzó a platicarme el otro asunto al que venía.

Ella me pregunto: "¿cuándo tu esposa estaba embarazada, tuvieron sexo siempre o solo los primeros meses?" Yo le respondí: "¡Claro que sí! Siempre tuvimos sexo, es más, se volvió muy divertido en ocasiones, pues sus pechos eran más grandes, sus caderas anchas, buscábamos a diario nuevas posiciones para evitar la gran pancita que tuvo y era verdaderamente divertido, además que las mujeres con esos cambios hormonales se vuelven muy calientes y cachondas, así que había días que despertábamos teniendo sexo, comíamos y teníamos sexo nuevamente, cenábamos y teníamos sexo nuevamente, nos bañábamos y volvíamos a hacerlo, y siempre fue muy bueno, pues ella siempre estaba excitada de más y quería más y más, así que yo solo la complacía y me daba gusto ¡a manos llenas!"

Ella me respondió: "Que lindo y que calientes son, yo tengo varios meses que no sé nada de sexo, mi marido no me toca desde las 10 semanas de embarazo y la verdad eso de masturbarme no me agrada tanto, e igual que tu esposa, siempre ando pensando en cosas calientes, siempre ando cachonda, se para una mosca y quero que me coja y todo el día, todo los días es lo mismo, pero mi esposo no hace caso y solo argumenta que pudiéramos hacerle mal al bebe, que ya habrá tiempo de que cojamos día y noche, pero que por lo pronto no habrá nada para mí, yo de repente cuando él llega de la fiesta con sus amigos y esta ebrio, lo trato de seducir, pero solo logro mamarle la verga y me toqueteo sola mientras le chupo hasta los huevo, él se viene y yo me vengo, pero la verdad necesito que me cojan ¡URGENTEMENTE!" Exclamo ella, con una carcajada al final, yo también me carcajee.

Y comenzamos a platicar por al menos 1 hora de cosas de sexo con mi esposa embarazada, posiciones, lugares, etc., mientras esto sucedía, yo me daba cuenta que ella se ponía cachonda, pues se tocaba sus pechos, cruzaba las piernas y se mordía los labios, pero en verdad no le di mucha importancia, hasta que ella se levanta y me dice: "No me quisiera ir, pero ya te quite bastante de tu tiempo concuño, perdón por traerte mis problemas, y muchas gracias por el préstamo que nos vas a realizar" Yo le comente: "No te preocupes por eso, y del tiempo ni lo digas, que siempre que platicamos se nos van las horas y no lo sentimos, es más, quédate un rato más mientras termino de desempacar las cosas que deje arriba" Ella: "No en verdad me da mucha pena, pero después de la plática de sexo con embarazadas que me diste, en verdad quede muy excitada y si me quedo tu tendrás que pagar las consecuencias" yo le sonreí y a la ves con voz nerviosa le pregunte: "De verdad te excitaste, no lo puedo creer, es mentira, ya deja de estar jugando conmigo mentirosilla" y ella sin titubear, tomo mi mano derecha, alzo su vestido y dirigió mi mano a su húmedo calzón... "Ve, siente como me tienes, toda mojada de solo escuchar tus historias, como quieres que me quede un rato más aquí contigo solita, si lo que quiero es meterme a dar un baño para calmar mi calentura"

Yo en verdad sorprendido de haber tocado su húmedo calzón y con una erección instantánea le tomé su mano y la dirigí a mi dura verga... "Pues ve tu como me pusiste con eso de tomar mi mano y llevarla a tu húmeda cosita..." de inmediato vi como cambio su mirada, era un tigre en celo, sus pupilas se dilataron, su boca babeo, su lengua exploro toda la redondez de sus labios y me abrazo, yo comencé a subir una mano por sus muslos, los acariciaba por completo, llegue a sus rodillas y comencé a subir entre ellas, mientras ella se comenzaba a agitar más y más, cuando llegue a la humedad de su calzón, comencé a masajear de arriba abajo, de izquierda a derecha y ella se estremecía, apretaba sus piernas y comenzaba a pujar y a decir: "¡Si así, así dame papito, hazme venir por favor, saca tu verga y dame duro por favor! Yo seguí jugando con su puchita deliciosa, ella tenía bellos muy delgados y lacios, sus labios eran gruesos y el clítoris era enorme, ella estaba verdaderamente excitada, como pude logre bajar su calzón y sentí como un hilo de baba se desprendía de su húmeda cosita, y comencé a meter un par de dedos dentro de ella... buscaba su punto "G", pero a ella parecía gustarle más que metiera y sacara mis dedos, ella estaba deseosa de que la cogieran y eso estaban haciendo mis dedos, a cada momento más y más duro, y más dedos también, comencé con 2, después 3 y ahora eran 4, metía y sacaba mis dedos a placer, con unas embestidas muy fuertes, pues quería que sintiera que era una enorme verga la que entraba y salía de su puchita deliciosa, no tardo más de 5 min, con un jadeo intenso, estremeciéndose, gritando y pujando de la manera más rica que había escuchado, y cuando por fin se vino, vaya sorpresa, una explosión de eyaculación femenina, chorros salían de su pequeña puchita, enorme que estaba viniéndose, notaba a su vez como sus grandes pechos se ponían más duros y comenzaban a humedecerse, chorros de calostros estaban brotando de esas lindas montañas, todo un espectáculo verla extasiada.

Como ella era pequeña, la tome de su cintura, y subí sobre mí, le quite el vestido de un par de jalones y desabroche su sostén en un solo movimiento, yo quería ver ese espectáculo, sus pechos explotando de leche, quería ver chorros salir de sus enormes tetas lechosas y así fue... 5 chorros de un pezón y 4 del otro brotaban incesantes, entre más le tocaba su clítoris y labios vaginales, más contracciones ella tenía y más explosivos eran los chorros de leche, y yo como niño con juguete nuevo, incesantemente masajeaba la entrada a su puchita, era tan suave y resbalosa, que mis dedos entraban y salían a placer, ella solo se retorcía de placer, se tumbaba en mí y me abrazaba, me besaba frenéticamente, era una mujer necesitada de cariño y atenciones, y estaba sacando todo lo que tenía dentro, sus contracciones eran tan fuertes y sus gemidos tan intensos que juro me habré venido en un par de ocasiones.

Con ella arriba de mí, trate de sacar mis pantalones para poder darle una cogida como se debe, pero me fue inútil, así que la abrace, me puse de pie y baje mis pantalones mientras ella me abrazaba y besaba frenéticamente, dirigí mi verga a su húmeda entrada y deje ir mi verga dentro de ella con profundas embestidas, lo cual hizo que se viniera nuevamente, yo solo miraba como sus ojos se perdían y volvían blancos en tan tremenda venida, me arañaba la espalda y me mordía el cuello, estaba verdaderamente loca de placer, ella después de tan tremenda venida solo me decía: "Hay papito hermoso, que falta me habías hecho, juro que necesitaba descargar todo lo que tenía dentro, de haber sabido que esto sería así, hace mucho tiempo habría acudido a que me ayudaras a desfogarme, en este momento no me importa que seas el esposo de mi cuñada, que seas familia, es más, de haber sido mi hermano te hubiera recibido dentro de mi sin pensarlo, que maravilloso rato he pasado, por favor, dame más, no me dejes ir, vuélveme loca con tus caricias y tus cogidas, me encanta sentirte dentro de mí, tus manos son mágicas, tus besos riquísimos y tus cogidas celestiales..."

Nos sentamos un rato en el sillón, abrazándonos y acariciándonos completitos, tras una media hora de caricias y platica, mi pene volvió a ponerse muy duro, y ella sin pensarlo se inclinó hacia él y comenzó a mamarlo muy lentamente, al principio dando rondines solo con su lengua en la cabeza de mi verga, sentía muy rico a decir verdad, y de pronto comenzaba a meterlo más y más, mamaba hasta la base del pene y sacaba suavemente hasta la cabeza, sus pujidos eran riquísimos, yo solo la veía subir y bajar incesantemente, era una mamada gloriosa, de pronto me di cuenta que sus nalgas estaban al alcance de mis manos y comencé a tocarlas, a palmearlas y a sobar la entrada de su pequeño culito, y mientras más lo hacía, más se excitaba ella, lo notaba porque los chorros de leche eran abundantes, mojaban toda mi pierna, comencé a meter un dedo en su culito, muy despacio, tratando de que no hacerle sentir dolor y en verdad era muy apretado, ella aunque muy caliente solo me decía: "No papito, ese aun es virgen, y aun no sé a quién dárselo, así que mejor deja que te mame la verga y pon esos dedos tranquilos"

Termino por hacerme explotar nuevamente, una enorme venida dentro de su boca fue la que tuve, me encanto que ella se tragara hasta la última gota, una vez que ella termino de chupar todo mi semen se sentó en mis piernas y comenzó a besarme y yo apretaba sus grandes y lechosas tetas, baje mi boca para mamarlas y comencé a chuparlas desesperadamente, quería acabarme ese par de tetas tan hermosas, el sabor de la leche era un tanto salada, con dejos dulces y aunque no era mi sabor favorito, tragaba todo lo que salía de ellas, mientras ella me acariciaba y decía: "Si papito hermoso, termina de criarte, necesitas tú también tu lechita, saca todo lo que puedas que das un gran alivio a este par de ubres de vaca que tengo para ti..." yo sabía que era doloroso tener ese par de tetas tan llenas de leche y sabía que mientras más sacara ella sentiría menos dolor, así que me dispuse a seguir mamando hasta que ya no sintiera dolor alguno.

Después de unos 10 o 15 min. Y ya que ella no sentía dolor en sus pechos, deje sus tetas y la abrace y bese un largo rato, ya habían pasado casi 3 horas desde que ella llego y yo tenía que volver a casa al igual que ella, así que nos vestimos y la lleve a su automóvil, no me pude despedir con un beso como yo hubiera querido, pero si acordamos volver a vernos algún día cercano, y bueno, yo aún tengo en mi mente esos hermosos chorros de leche, la humedad de sus calzones y ese culito tan cerrado, tengo en mente hacerlo mío muy pronto, aunque ella con su bebe tiene muy poco tiempo y yo ya no tengo un lugar vacío para encontrarnos y darnos tanto placer, fue hace más de un año y verdaderamente necesito cogérmela frenéticamente y estrenar ese pequeño culito virgen.

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