Mi Hijastro

Tengo cincuenta y cinco años y he estado casado con mi segunda esposa durante cinco años. María dio a luz a su único hijo Pablo hace diecinueve años, y hasta el momento en que se fue nuestra casa para ir la universidad, me llamó Papa y teníamos una relación padre-hijo normal.

Cuando Pablo tuvo quince años dijo a María y yo que era gay, y les gustó los chicos. Le dijimos que no nos molestaba, pero quizás con tiempo él encontraría que él prefería a las chicas.Él insistió que nunca podría pasar eso, y le dijimos que le amamos mucho y para siempre. Queríamos solamente que él encontrará la felicidad y éxito.

Esa noche, en nuestra cama, María me preguntó qué estaba pensando.

"Pues, tenemos un hijo fantástico. Si dice que es gay, es gay. Él es muy guapo, las chicas están perdiendo, y los chicos están ganando."

Yo hablé la verdad. Pablo tiene piel dorada con ojos verdes. A la edad de quince, no tuvo pelo en su cuerpo, y el pelo en su cabeza estaba largo y recto. Yo sabía que se convertiría en un joven apuesto.

María me dijo que me amó y besó a mis labios. Sin parando besando ella se puso encima de mi y halló mi polla erecta y lo insertó dentro de ella. Nosotros hicimos el amor lentamente, con respeto mutuo per sin mucha pasión y luego nos quedamos dormidos.

Pablo continuó con sus estudios y fácilmente ganó admisión a la universidad de sus sueños. Ganó una beca, también. El costo no me preocupé pero yo era feliz por su éxito. Yo había ganado mucho dinero comprando y vendiendo acciones, y vivimos en la casa que María había tomado después de su divorcio. Es una casa grande, con cinco dormitorios, una piscina, bañera de hidromasaje y sauna. La casa se sentía vacía sin Pablo, y María y yo no tuvimos muchas cosas de que hablar. Nosotros hicimos el amor una vez a la semana, no discutimos, pero no teníamos mucha pasión. En silencio esperamos a que Pablo volviera de la escuela.

Con Navidad, Pablo tuvo su vacación primera de la universidad. María cocinó un cena grande, tomamos muchas copas de vino y hablamos hasta la medianoche. Despejamos la mesa, María bostezó y nos dijo que se iba a la cama. Pablo dijo que quería la sauna y yo dije que yo no tenia sueño y me uniría a el.

Nos desnudamos y entramos al sauna. Nos sentamos en los bancos uno frente al otro. A través del vapor mire a mi hijastro y vi que había desarrollado músculos y tuvo un cuerpo de un Adonis.

"Mijo, ¿estás haciendo ejercicio?"

"Sí Papá, todos los días voy al gimnasio para levantar pesas. Corro también tres veces a la semana."

"Pareces estar muy en forma. ¡Bien hecho!"

Él se movió a mi lado y extendió su brazo. "¡Sienta mis bíceps!"

"¡Wow son como rocas! Y tu estómago también." Guiñé. "Dime, ¿ya tienes un novio?"

Se volvió tímido y callado. "No Papá, no me gustan los chicos de mi edad. Pienso que me gustaría un hombre mayor como tu."

"Pues, me hace feliz que puedes hablar conmigo con honestidad. Pero no permitas que los mayores se aprovechen de ti, ¿ok?"

"Claro que si, no soy un idiota. Estoy bastante somnoliento ahora, voy a dormir. Te veo en la mañana."

Yo también me fui a la cama. María estaba durmiendo y no despertó cuando me metí en la cama. En la mañana nos despertamos cuando sonó su móvil. Su hermana estaba llamando con malas noticias. Su madre estaba enferma y en la hospital. Ella viva en una otra ciudad, tres horas lejos.

"Debo ir y verla", me dijo.

"Claro que si. Pablo y yo iremos contigo."

"No, ella no puede hablar o ver. No sabrá que estáis ahí. Voy a ir solo, las enfermeras solo nos permitirán a mi y a mi hermana entrar en la habitación. Quédate con nuestro hijo y intentad disfrutar la Navidad."

Despertamos a Pablo y le contamos el plan. Cociné un desayuno rápido mientras ella empacaba. Después ella desayunó Pablo y yo le dimos un beso y le pedimos que besara a la abuela. Después ella salió , Pablo y yo desayunamos también.

"¿Qué quieres hacer?" le pregunté a mi hijo.

"¿Podemos ir a correr? Estoy muy preocupado por abuela y no quiero pensar en nada."

"Buena idea." Nos pusimos shorts de correr y salimos de casa. Corrimos diez kilómetros and regresamos de casa muy cansados. Pablo usó la ducha en el baño principal, y me duché afuera, y nadé vueltas en la piscina desnudo. Después me quedé dormido en una tumbona al lado de la piscina. Cuando abrí mis ojos Pablo estaba allí mirando a mirándome.

"Papá estoy muy triste. ¿Puedo acostarme contigo?"

"Claro que si, mijo. Pero debemos ir al dormitorio, la tumbona es demasiada pequeña para los dos."

Fuimos al dormitorio y nos acostamos en la cama. Los dos llevamos nada más que nuestras toallas. Lo abracé y le dije que no se preocupara. Dormimos un rato y me desperté cuando lo escuché llorar.

"Mijo, ¿estás llorando por tu abuela?"

"No papá, lloro porque te amo mucho."

"Pues, ¡te amo también!"

"No papá, no te amo como un padre, te amo como un novio."

Yo estaba sorprendido en silencio. Había notado la buena forma de mi hijastro, los músculos de su pecho y muslos pero pensé en él como un hijo. Además, no soy gay, solo había estado con mujeres. Sin embargo la presencia de su caliente cuerpo, casi desnudo, cerca de mi tuvo su efecto y la sangre fluyó a mi polla.

"Papá, debe decir algo. ¿Estás enojado conmigo?"

"No, mijo. Pero soy tu padre y no quiero tenerte sexualmente."

"Pero no soy de tu sangre. Nunca he sido penetrado por un hombre y quiero que el primero seas tu. Y veo que lo quieres también."

Se me había caído la toalla y Pablo vio mi polla erecta que me había traicionado. Con boca abierta tomó la cabeza de mi verga y comenzó chupándola. Yo estaba débil y lleno de la lujuria. Debí haber parado pero no lo hice. Dio la vuelta y él me dio su polla a mis labios y comencé la misma. Su verga era un tamaño grande pero no tuve problemas tragarla. Después de unos minutos como así, yo estaba cerca de correr y me puse de pie.

"Pues mijo, parece que me tienes hechizado. Voy a tomar tu virginidad y haremos el amor. Solo una vez y no podemos hablar de esto nunca más. Tu madre nunca puede saber."

Él asintió sí. 'El estaba de espaldas y le levanté sus piernas y hallé su ano con mi lengua. Quise que su culo y ano estaban mojados suficientemente para la entrada de mi polla adentro de él. Gimió sintiendo mi lengua y dedos a su entrada y puse un dedo, luego dos, adentro de su canal. Gimió más y suspiró que me quiere para follarle.

"Papá dámelo, quiero tu polla adentro de mi."

"Va a dolerte, niño, ¿estás seguro?"

"Sí, papá, dámelo, por favor. Estoy seguro, nunca he querido nada más."

Escupí en mi polla y su entrada. Puse sus piernas en mis hombros y mi polla a su ano. Con un empujón tierno la cabeza de mi verga entró adentro de su ano. Él empujó contra de mi y lentamente mi polla entró a su canal. Paré cuando estaba a mitad de dentro.!No pude creerlo, estaba follando mi hijastro!

"Mijo, ¿estás OK? No quiero lastimarte.

"Sí, papá, por favor, continúa. ¡Siente tan bueno!

Empujé el resto de mi polla adentro de él. Gimió suavemente mientras comencé mover adentro y afuera de su culo. Nuestros ojos permanecieron en el otro excepto cuando besamos, nuestras lenguas dando vueltas en nuestras bocas. Ocasionalmente me pellizqué a sus tetas y gimió con más fuerza. Yo acariciaba a su polla y me di cuenta de sus huevos estaban afeitados. Su cuerpo liso, con poco pelo estaba tan bonita.

Paré follándole cuando me sentí cerca de corriendo. Quedé adentro de él y masturbé su verga, mirando el fluido corriendo de la cabeza de la polla. Luego, con un grito, la leche corrió y me sentí su canal se apoderó a mi con su orgasmo. Con dos más empujones corrí también, mi leche llenando su culo. Me caí encima de él, nuestro sudor y lenguas se unieron. Nos acostamos juntos en silencio. Después unos minutos, Pablo habló.

"Gracias papá por el regalo de tu leche. Yo sé que no puede ocurrir otra vez, y no quiero lastimar a mamá. No pediría a ti otra vez."

"Mijo, no tienes culpa. Me siento mal que follé a mi hijastro, pero te amo mucho y no pude parar. Eres tan bonito y codiciaba tu cuerpo. ¡Soy adulto, yo sé mejor!"

"No papá, la culpa es mio. Además, no causamos daños, expresamos nuestro amor, sin consecuencias. Si no quieres hacerlo otra vez lo entiendo. Gracias por tomando mi virginidad con ternura, ahora con confianza puedo hallar un novio por mi mismo."

Nos levantamos y duchamos juntos. Después de ese día no hablamos de lo que pasó. La madre de María murió mientras ella estaba fuera, y lloramos juntos. Pablo regresó a la universidad después la Navidad. En unas meses nos llamó y nos dijo que tuvo trabajo y un apartamento cerca su escuela para vivir mientras continuó con sus estudias. María no aprendí de que ocurrido.