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La solucion a la rutina del matrimonio.
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julio08
julio08
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AZUL23: Pareja segura y estable. Casados con hermosos niños. Buscamos nuevas experiencias y amigos íntimos....

AVENTUREROS2002: Cansados de la vida familiar? Contáctenos y descubrirán nuevos amigos y fantásticas relaciones. Sanos y seguros. Escribamos a.....

Junto con mi esposa mirábamos en el computador los perfiles de otras parejas que se mostraban interesados en nuestro aviso y habían dado su respuesta.

Nos habíamos inscrito con Manuela en una cadena de contactos para adultos. Buscábamos una pareja de similares condiciones a la nuestra. Casados, con una relación estable, con hijos preferiblemente, de condición social igual a la nuestra, profesionales asalariados o empresarios y por supuesto, que nos gustaran y pasaran nuestro detallado y riguroso examen. Entrábamos en el octavo año de nuestro matrimonio y cansados de la rutina familiar buscábamos algo diferente que le pusiera algo de picante a nuestra relación. Queríamos oxigenar lo que en algún momento fue muy ardiente y por culpa de la rutina diaria se estaba apagando.

Como me lo recomendó un amigo de la oficina, nos inscribimos en una red de Internet de contactos para adultos donde se ofrecían servicios de sexo uno-a-uno, tríos e intercambio de parejas. A pesar de que éramos muy fieles y criábamos a nuestros hijos en medio de un ambiente de confianza y respeto, tratábamos de romper con el hilo de la monotonía y buscábamos una pareja segura para pasar una noche que nos hiciera olvidar por unas horas nuestros roles de padres y esposos. Teníamos en mente presenciar como cada uno de nosotros reaccionaba con ese compañero extraño. Manuela quería ver como yo disfrutaba del sexo con otra mujer mientras yo era testigo de como su amplia vagina era penetrada por una verga diferente a la mía.

Los niños en la mañana, la ducha, los desayunos, las loncheras, el colegio, las tareas, el trabajo de la oficina y en los fines de semana las fiestas infantiles, la salida al parque y las clásicas peleas entre nuestros hijos, José de 6 años y Maria de 7, habían convertido nuestro matrimonio en una maquina a toda marcha donde no teníamos derecho a un descanso. Ya ni siquiera teníamos tiempo para enriquecer nuestra vida intima, así que tratando de encontrar algo nuevo, explorábamos en el Internet.

-"Mamaaaaaa... José no me quiere dar el balón..", entro llorando a la habitación Maria reclamando porque su hermano no compartía con ella.

Apague el monitor del computador evitando que mi hija viera la pantalla mientras Manuela la abrazaba y la consolaba. En las páginas de Internet que consultábamos de Azul23 y Aventureros2002, se veían las fotos de unas parejas como nosotros, aun jóvenes y con muchas expectativas. Azul23 era una mujer rubia y su esposo, de exactamente nuestra misma edad, 30 y 31 años respectivamente. Había un foto de ellos donde aparecía ella sonriendo sentada en un sofá luciendo una corta falda negra y destacando unas hermosas piernas y el a su lado colocando su mano sobre su rodilla. En la otra foto, aparecía ella en posición doggy con su falda levantada dejando ver parcialmente su vagina y justo detrás de ella, la verga de un hombre penetraba su sexo. Su esposo aparecía sentado a su lado mirando como ella recibía ese duro regalo.

En la página de Aventureros2002 una hermosa mujer, alta, con características similares a Manuela aparecía en varias fotos de elegantes fiestas y reuniones con sus amigos. Su esposo, rubio, joven, apuesto y siempre a su lado, la abraza en cada foto. En la ultima imagen aparece ella desnuda con los ojos cerrados acostada boca arriba sobre una cama abrazando a un hombre de raza negra. Es parcialmente visible como el hombre moreno se come sus tetas mientras que su gigantesco coño esta escondido dentro de su vagina.

Manuela tomo a Maria y la retiro de la habitación mientras yo miraba el cuerpo de mi esposa. Manuela tenía un cuerpo normal nada espectacular, su pequeña cintura y su cuerpo delgado contrastaban con su amplia cadera, sus ricas tetas, sus largas y delgadas piernas y su trasero, aun deseable para mí. Lo que mas me llamaba la atención era que aun su rostro mostraba la dulzura que me había conquistado hace ocho años. Sus grandes ojos miel y su corto cabello negro y crespo seguían siendo su gran atractivo.

Viendo caminar a mi esposa, no me la imaginaba teniendo sexo con un hombre diferente a mi encima de ella. Prendí nuevamente el monitor, di una nueva mirada a las fotos y cerré la sesión, bloqueando el acceso al computador con mi password.

Luego de otro rutinario sábado en donde fuimos a un cumpleaños en la tarde y yo termine de cortar la grama de césped, nos sentamos a charlar con Manuela mientras veíamos televisión al lado de José y Maria ya dormidos en la noche.

-"Te gusto Azul o Aventureros?..", me pregunto ella dándome un beso en la boca y mirándome a los ojos.

-"Quieres intentarlo con alguno de ellos?.... Empecemos por verlos y tomamos una decisión...", le respondí.

-"No se... aun estoy insegura si esto es lo que queremos para nosotros...", me respondió ella bajando su mirada y acariciando suavemente el cabello de José quien placidamente dormía sobre sus piernas.

Esa noche luego de dejar a José y Maria dormidos en sus cuartos, Manuela y yo tuvimos sexo. Abajo en el cuarto de lavandería me pareció muy sexy verla luciendo su delicada pijama con su corta falda transparente, la cual permitía ver sus nalgas y sus voluptuosos pechos. Mientras ella aplicaba el detergente en la lavadora automática, yo levantaba su faldita, bajaba mis pantalones y le hundía mi verga. Pasaron cinco minutos donde ella se recostó sobre la maquina y disfruto de ese momento espontáneo. Fue el tiempo suficiente para que los dos llegáramos al orgasmo y mi pene le descargara en su sexo mi calido esperma. Presintiendo que muy pronto un coño diferente al mio tendría el placer de derramarse dentro de su exquisita vulva, me dedique a taladrar el sexo de mi esposa mientras ella, gimiendo, lo disfrutaba.

Dos semanas más tarde nos pusimos una cita en un discreto bar de Santa Mónica donde nos encontraríamos con Aventureros2002. Los seleccionamos a ellos porque nos parecían interesantes. Ella era alta y lucia atractiva, el era rubio y robusto y le gusto a Manuela.

Acordamos encontrarnos a las 8:00 pm y luego de charlar inicialmente teníamos reservaciones hechas en un céntrico hotel, una habitación con dos camas dobles, una para cada pareja, así que la hora de regreso era incierta pero la nanny que mi esposa había contactado por teléfono le confirmo que se estaría con nuestros hijos toda la noche. Lo único cierto de esa noche era que mi esposa Manuela recibiría en su sexo el esperma de un amante y yo penetraría con mi verga la vagina de una desconocida.

-"Mi vida.. Llamas a Denise y le preguntas porque no llega... dile que la estamos esperando..Su teléfono esta anotado en mi agenda", me pidió Manuela mientras yo la veía arreglarse en frente del espejo.

Se veía divina. Un sexy vestido negro de paño ajustado a su cuerpo moldeaba sus pechos, su cadera y su trasero. Sus largas piernas se destacaban a pesar de que el vestido llegaba hasta las rodillas. Su delgada figura le daba un toque de estilo a Manuela y a sus 30 años de edad no parecía que tuviera dos hijos. Por lo elegante que mi esposa lucia no parecía que esa noche su delicado trasero tendría otro dueño.

-"Te ves fantástica cariño", le dije pasando por detrás de ella y acariciando su culo.

-"Gracias mi vida..", me respondió ella sonriendo.

Abrí la agenda y busque por la letra D. Allí vi el nombre de Denise Brau Pereira 949-555-1294 y lo marque. Al otro lado de la línea la voz suave de una mujer con un acento particular me respondió que estaba ya en frente de nuestra casa.

-"Que te dijo?:, pregunto Manuela tan pronto colgué el teléfono.

-"Dice que ya llego.....cariño, de donde es Denise?... tiene un acento extraño..", le pregunte.

-"Es de Brasil y me la recomendó una empleada de la fabrica", me respondió ella dándome un beso y tomándome de la mano, indicándome que estaba ya lista.

Mi esposa y yo somos dueños y administradores de una pequeña empresa de telas y tenemos la fabrica donde trabajan 20 empleados a las afueras de Los Ángeles. Gracias al empuje de las ventas y al calificado personal de la planta, la mayoría latinos que al igual que nosotros habían emigrado a USA, íbamos muy bien en los negocios.

Bajamos y abrí la puerta y vaya que agradable sorpresa. Denise era una joven de más o menos 23 o 21 años. Su piel color canela típica de una brasilera contrastaba con sus ojos color verde. Su cuerpo atlético mostraba que ella practicaba algún deporte. Al entrar a la casa y mientras Manuela le explicaba que hacer en caso de que José y Maria molestaran, me dedique a observar el fantástico trasero de Denise. Su culo era una perfecta superficie esférica que el ajustado pantalón deportivo de lycra que ella tenia puesto destacaba gloriosamente. Hacia un par de segundos que la había conocido y yo ya pensaba pervertidamente lo increíble que seria abrir esas voluptuosas nalgas y hundirle mi pene. Mi mente ya estaba preparada para la noche de sexo que se avecinaba.

Excusándose por haber llegado tarde luego de un entrenamiento de Voleibol, Denise me confirmo la razón de su atractivo físico.

Dejando a mis hijos con esa hermosa y deseable joven brasilera, Manuela y yo salimos finalmente de casa a encontrarnos con nuestra pareja y vivir esa primera experiencia de sexo en grupo.

Una hora de charla, unas copas de vino, un poco de risas y recuerdos de nuestra infancia así como de nuestros hijos y un repaso por los éxitos musicales de los 80's y los 90's fueron los temas de conversación. Luego agradeciendo el rato, decidimos regresar a casa.

-"Que paso?...", le pregunte a Manuela mientras yo conducía de regreso. Ella se veía hermosa esa noche y lucia muy seductora con su vestido negro.

-"No se.... de solo imaginar que te voy a ver teniendo sexo con otra mujer, me da miedo..", me respondió con cara de duda.

Puse mi mano sobre su pierna y le sonreí. Yo estaba un poco molesto. Teníamos todo preparado y no se dio. Mi verga estaba preparada esa noche para hundirse dentro de esa desconocida mujer y mi esposa se había negado a dejarse montar de un extraño.

Tan pronto llegamos a casa, Denise, para sorpresa nuestra estaba con su novio en la sala viendo televisión. Ella no nos había preguntado si podía traer a su novio esa noche así que Manuela reacciono y se molesto como era de esperarse. En medio de su silencio de culpabilidad, Denise y el joven muchacho lucían muy apenados mientras que Manuela y yo tuvimos una discusión en la cocina.

Su novio era de mediana estatura y corpulento. Por su aspecto físico supuse que era parte del equipo de voleibol del que ella hablo cuando nos fuimos.

-"Lo siento chicos.. Reaccione muy mal con ustedes... les pido disculpas", salio de la cocina Manuela sonriendo portando 4 copas de vino en una bandeja.

Después de esas copas de vino blanco, Manuela con su mirada, me lo dijo todo. Se sentó al lado del novio de Denise, cruzó sus piernas y me sugirió que colocáramos música.

A veces buscamos viajar y esperamos encontrar experiencias nuevas en lujares remotos sin darnos cuenta que lo mas cercano es lo mas hermoso y lo mas inhóspito. Creemos que por lo lejano y oculto, será interesante sin percatarnos que muy cerca de nosotros tenemos maravillas aun por descubrir. Esa noche fue una lección para Manuela y yo.

Pensamos falsamente que buscando romper la monotonía del matrimonio debíamos buscar a alguien lejano, desconocido, que hablara un lenguaje no muy familiar al nuestro y que nos diera el picante que necesitábamos recuperar en nuestra relación.

Pero estábamos muy equivocados. La solución estaba allí en casa, esperando ser descubierta.

Disfrute intensamente ver esas hermosas nalgas en frente mio. Fue fantástico abrirlas y descubrir la gigantesca vagina de Denise. El dulce sabor de su clítoris y sus gruesos labios vaginales fueron la mejor recompensa para mi lengua y mi verga. Mientras clavaba esa belleza de vulva en posición doggy sobre el colchón de ejercicios al lado de la ventana, Manuela, completamente desnuda, sobre nuestra cama gemía intensamente con sus ojos cerrados expresando el placer que sentía de tener al novio de Denise hundiéndole su fenomenal verga dentro de su sexo. Denise y mi esposa, ambas en posición doggy recibían un castigo de dos frenéticas vergas que sin piedad las taladraban.

Luego de charlar de sexo y motivados por las tres botellas de vino que nos bebimos en la sala, subimos y convertimos nuestra alcoba en un escenario donde la pasión y el deseo se liberaron. Manuela fue desnudada rápidamente y el fenomenal coño de su amante se hundió dentro de su vagina. En menos de cinco minutos, mi esposa gritando su orgasmo recibió en lo profundo de su sexo los calidos chorros de esperma que escupía abundantemente el grueso coño del novio de Denise. Yo, fui más lento. Lamí hasta el cansancio esa deliciosa vulva de Denise y jugué con su clítoris hasta que de su vulva escurrían dulces fluidos femeninos que me invitaban a montarme encima de ella. Luego toque el cielo cuando le abrí sus esféricas nalgas y mi verga se perdió de mi vista mientras se introducía dentro de su redondo culo. Luego de sacudirme encima de ella y por supuesto dejar su sexo lleno de mi viscoso semen en varias ocasiones, nos dimos cuenta que habíamos encontrado a la pareja que tanto estábamos buscando.

Después de un orgasmo, mientras Denise me abrazaba estando acostados sobre la cama y mi pene escupía las ultimas gotas de semen en su vagina, fui testigo de como mi esposa tenia por primera vez una experiencia de sexo anal. El joven, sin preguntarle, aplicó suficiente crema de manos y cara en la entrada del hoyo de su culo y procedió a hundirle lentamente su verga. Mientras Manuela, de pie contra la pared, se quejaba y gemía de placer de tener ese coño dentro de su trasero, Denise me pregunto si lo quería hacer anal. Era también mi primera vez así que respondí afirmativamente.

Luego de mas de dos horas, Denise y su novio nos mostraron como darle mas picante a nuestra relación. Gracias al sexo anal y a la confianza que nos inspiraron, Manuela y yo disfrutamos de una única experiencia al sentir como mi verga explotaba dentro de lo profundo del espectacular trasero de Denise, y Manuela, al sentir el húmedo y espeso chorro de semen de su amante ser vertido dentro de su ano. Al final, Denise me hizo el sexo oral y solo un pequeño chorro de esperma salpico su cara mostrando que mi verga ya estaba cansada y no respondía. Por el contrario, la cara de Manuela fue lavada por el brillante y viscoso esperma del novio de Denise, quien con su erecta verga en frente del rostro de mi esposa, le entregaba su calida leche. Manuela, arrodillada, recibía su cremoso y blanco regalo.

Luego de esa inolvidable noche, Manuela y yo empezamos a practicar el sexo oral y anal con cierta regularidad. Nuestra relación ha mejorado mucho desde entonces y sentimos que después de ocho años el erotismo ha vuelto a nuestro matrimonio. Seguimos dedicados a nuestros hijos y les enseñamos de la importancia de ser honestos y no engañar. Así como sus padres no ocultan entre si sus deseos y comparten sus sueños.

Hace dos meses que tuvimos esa primera experiencia de sexo en grupo. Desde entonces no habíamos vuelto a contactar a Denise ni mucho menos a otra pareja, hasta hoy, cuando volvimos a llamarla a pedirle que cuidara de nuestros hijos. Les sugerimos que una vez dormidos los niños, usaran la colchoneta abajo en la sala. Sabíamos que ellos iban a tener sexo esa noche y que no nos esperaran.

Mientras Denise y su novio están en casa cuidando de José y Maria, Manuela y yo estamos en un céntrico hotel de Santa Mónica. Desde la suite del hotel es posible ver las luces del vecindario de Meadows, centro céntrico de la ciudad. Desde la entrada de uno de los cuartos de la suite veo a Manuela con su delicado cuerpo desnudo boca arriba abrazando el corpulento cuerpo de José, supervisor de la fábrica, quien encima de ella, también desnudo, se mece de forma rítmica y cadenciosa. Con las sabanas destendidas, la cama se mueve a la misma velocidad que la verga de José entra y sale de la vagina de mi esposa. Ella, con sus ojos cerrados y su boca entreabierta quejándose, muestra el placer que le da la verga de uno de sus empleados favoritos de la fábrica. El corpulento cuerpo de José parece aplastar a Manuela y de ella solo de ve su rostro, sus brazos enrollados en la espalda de el y sus largas piernas abiertas aferradas a la cadera de su amante en posición misionero. Los intensos gemidos de José expresaban la gratitud y la satisfacción de tener su coño dentro de lo profundo del sexo de su deseable y bella jefe. Me quedo observándolos hasta cuando el, producto del inmenso placer, levanta su cabeza al techo y gritando el nombre de mi esposa, le entrega nuevamente su hirviente esperma en su vagina, derramándose por segunda ocasión.

-"Doctor Moreno... es nuestro turno...", escucho una tierna voz juvenil que me llama desde la sala de la suite de la habitación y que me interrumpe ver como José disfruta de su orgasmo mientras Manuela recibe en su sexo una nueva carga de su leche.

Volteo a mirar y allí desnuda sentada sobre una silla con sus grandes tetas, sus piernas abiertas, su velludo pubis, su gran vulva y esos pronunciados labios vaginales, Teresa, con 18 años recién cumplidos, hija de José y trabajadora de la fabrica, me recuerda que es mi verga la que nuevamente se hundirá dentro de su sexo y que esa noche Manuela y yo recibiremos cada uno a nuestra manera los regalos que le dan a nuestro matrimonio el picante que queremos.

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1 Comentarios
rafael141962rafael141962hace alrededor de 16 años
provecho

tienes una mujer adecuada a tus gustos y fantasias, espero que disfruten todo lo que quieran pero con mucho cuidado.

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