Seven Girls

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"Computadora, establece ruta de aterrizaje al destino programado, ejecutando comando Landing-ST-Alfa" Dijo la piloto a la computadora.

"Ejecutando. Trayecto fijado y permiso para aterrizar concedido. Doscientos veintitrés segundos para fin del recorrido." Respondió una voz, ligeramente mecanizada.

Seguía la parte más difícil, entrar a la atmósfera del planeta. Jell lo había practicado dos mil veces en los simuladores y en condiciones peores que ésta, por lo que no batalló en lo más mínimo.

Pero apenas empezó llegar a la estratósfera, fue recibida por una extraña turbulencia y una inclemente tormenta eléctrica. "¡Por las mil lunas! ¡Computadora! ¡Informa!"

"Fenomeno Natural No identificado. Error Crítico en todos los sensores. Sistemas de Comunicación fuera de línea. Advertencia. Iniciar maniobras de emergencia." Esas palabras salieron de las bocinas y todos los sensores empezaron a sonar con terribles alarmas y luces rojas. Jell hizo uso de todo su entrenamiento, pero la nave simplemente no respondía.

Se escuchó un fuerte relámpago, y la cadete perdió contacto visual con el horizonte e incluso con su destino, parecía que había perdido de vista todo el planeta.

"Ubicación desconocida. Alerta. Fallo Critico Inminente. Iniciar expulsión. Alerta"

El coraje de salir expulsada de su nave, en su primer vuelo, se equiparó a su legendaria frialdad, pero en instantes, tomó la decisión correcta y se eyectó de su nave.

Su exotraje, que tenía una jetpack, que le permitieron escapar rápidamente de su vehículo, pero inmediatamente perdió el conocimiento.

6. Un lugar extraño.

Kunoki estaba meditando profundamente, cuando de pronto escuchó un sonido a lo lejos. Era un sonido familiar, pero algo no le parecía correcto. Era el mar.

Abrió los ojos y se dio cuenta que ya no estaba en la pequeña capilla de Buda, sino en una playa.

Dio un salto mortal para atrás y desenfundó su katana.

Se puso en posición defensiva, pero no encontró nada.

Segundos después, se dio cuenta que no era de noche, pero tampoco de día.

De hecho, el cielo era algo que nunca antes había visto.

El firmamento estaba repleto por estrellas, planetas y objetos fugaces.

Era algo sacado de una fantasía.

"Ancestros Míos"; exclamó la ninja.

La luz parecía del atardecer, como de un crepúsculo. Y se escuchaba en el cielo una especie de energía eléctrica, como estática o radiación, o una aurora boreal, de todas maneras, esos sonidos nunca los había oído la nipona.

En lugar de entregarse al pánico, decidió mantener la calma.

"Esto es una prueba...Ancestros, no los defraudare... Si tengo que salir de este lugar para lograr convertirme en la Lider de mi clan, lo lograré."

Enseguida caminó por la extraña playa de esa extraña dimensión, y se dio cuenta que en lugar de palmeras había árboles de todo tipo. Pinos, manzanas, eucaliptos, bamboos, baobabs, nogales, bananas y demás. La mayoría eran desconocidos para la mujer.

Una vez más desenfundó su katana cuando vio que un animal caminaba entre los árboles. Era un pájaro de plumaje negro y blanco, pero sus patas y cuello largo estaban desprovistos de plumas. Nunca había escuchado de los avestruces. Se vio tentada en matarla, pero decidió seguir su camino.

Caminando por la playa, en una zona con más vegetación, como un manglar, y en el mar, en la parte cercana a la playa vio unos seres vivos y pensó que eran un tipo de sirenas.

Su mente quería entrar en la locura pero decidió seguir su camino e ignorar lo que sus sentidos le informaban. Aparentemente se necesitaba más que unos manatíes para que la ninja perdiera la cordura. Si bien este lugar no tenía sentido, iba a seguir adelante.

La ninja escuchó a unos cientos de metros de distancia unas explosiones. A ella le pareció que eran producidas con pólvora. Enseguida se adentró en la extraña vegetación, y con un poco de temor, se escondió en el follaje y se fue corriendo por las copas de los árboles con una extrema agilidad.

Enseguida vio que en la playa, una mujer rubia estaba en la orilla del mar, tratando de ver el horizonte, probablemente tratando de buscar una embarcación.

Analizó la situación y se movió silenciosamente cual sombra para inmovilizar a la de pelo dorado. Esa mujer tenía en su mano una arma de fuego plateada que Kunoki nunca antes había visto. Sin duda tenía que moverse con sutileza.

-Auuuuuuuuu- Un sonido de un mono aullador sudamericano rompió el silencio de la vegetación.

La vaquera volteó con su revólver, vio a la mujer y apuntó a la ninja en cuestión de un instante. Kunoki tenía en sus manos varios shuriken listos para lanzarlos.

Fueron dos segundos que duraron una eternidad. Pero la bandolera logró leer los ojos de la japonesa a través de su máscara de ninja.

Levantó las manos y trató de comunicarse.

"¡Hello! I am not your enemy; im just a lonely lost girl." Dijo Sunny "The Quick", tratando de ejercer un poco de diplomacia.

"Tu hablas el idioma de los ingleses" Dijo la japonesa con un acento propio de su nación.

"Vaya, ¿Con que hablas inglés?, sí así es, mi nombre es Sunny McDonald, una simple texana que no sabe cómo llegué a este infierno y quiere llegar a su humilde hogar." Dijo la pistolera, en un inusual tono de sinceridad que no estaba acostumbrada.

La japonesa trató de entender todas las palabras que dijo la rubia. Ella dominaba el japonés, el mandarín, y varios dialectos japoneses, así como varios lenguajes secretos de su oficio, pero en la infancia conoció a varios misioneros ingleses, y con su gran habilidad, aprendió moderadamente esa lengua.

"Yo en un momento estaba rezando en Kyoto, y luego aparecí aquí."

"¿En que lugar de este enorme mundo está Kyoto?"

La ninja la vio con cara de incredulidad y le respondió "En Japón."

"¡Dame un Tiro y llámame Payaso de Rodeo! ¿Cómo rayos llegaste aquí?"

Definitivamente Kunoki no entendió todas las expresiones que dijo, pero le preguntó. "¿De donde eres?"

"De Dallas, Texas". Respondió la estadounidense.

"¿En qué lugar se encuentra?. Preguntó la ninja.

"En los gloriosos Estados Unidos de América". Respondió la vaquera.

"¿Dónde?" Volvió a preguntar la ninja.

"America... En el Lejano Oeste..."

La Ninja no conocía del país del que le hablaba.

Siguieron tratando de comunicarse, y finalmente trataron de agarrar un poco de confianza. Se contaron parcialmente sus historias y decidieron seguir avanzando.

La vaquera se quitó sus botas porque le molestaban para avanzar en la arena. De hecho, lo hizo en un acto de nerviosismo, porque nunca en su vida acostumbraba quitárselas.

Sunny "The Quick" le avisó a su compañera y tiró varios al aire con el fin de buscar gente conocida.

Enseguida, una joven morena se acercó corriendo con ellos a la playa.

La Ninja se preparó con una mano un cuchillo y en la otra unos shurikens y la vaquera preparó su arma.

Era Rhonda. La verdad se preocupó al ver a una ninja y a una mujer con su pistola desenfundada, pero estaba muy asustada. El lugar no tenía sentido, y los cuerpos celestes del cielo parecían sacados de una película de ciencia ficción.

Se identificó con ellas, trató de mantener la calma y tener cuidado con las extrañas... Pero una vez que se comunicó con ellas y empezó a hablar de lo que estaba pasando, la hicieron romper en llanto y en miedo,. Sunny, la abrazo y le dijo algo así como "Ya, ya ya; tranquila potrilla, tranquila... No estamos muertas, y te aseguro que se requiere más que este lugar para atrapar a la rápida Sunny "The Quick""

Rhonda, obtuvo más confianza en sí misma e intercambiaron historias. Parecía que ella sí podía entender sus historias, pero las demás no tanto la de ella.

Aunque también batalló para entenderles, su inglés era incluso peor que el de la ninja, y la verdad, la brasileña  no conocía bien el japonés.

Siguieron caminando tranquilamente, pero de repente, la mano rápida de Kunoki se movió y lanzó un shuriken a un árbol. Acto seguido se movió rápidamente por la playa.

"¡Por el Kraken! No puedo creer que me encontraran!" Dijo la pirata Red Betty, quien estaba escondida en la maleza. "No se quienes demonios son ustedes, ni cómo diablos pare en este lugar infernal....PERO no se enfrenten conmigo o perecerán."

Enseguida salió de su escondite, con su pistola de pólvora negra de un disparo en la mano derecha y su espada pirata en la otra. Los amenazaba con rigor y los apuntaba con furia.

Sunny "The Quick" analizó rápidamente la situación, sonrió y en un relampagueo, descargó cinco balazos en la arena, cerca de los pies de la pirata.

Red Betty, desconocía que un arma pudiera ser tan veloz, y definitivamente la hizo bailar del miedo, y perdió seriamente su confianza, más cuando la estadounidense la apuntó con su última bala.

Cuando trató de recuperar la iniciativa, sintió como una hoja de acero estaba en su cuello. "Suelta las almas" -Dijo la Ninja quien ya estaba tras de ella.

Enseguida le quitaron la espada, las municiones y como 4 dagas a la pirata. Y después de un breve interrogatorio se dieron cuenta que también estaba tan perdida como ellas, así que decidieron seguir avanzando por la playa. Y aunque no le regresaron las armas a la pirata, ella todavía llevaba una daga consigo que conservaba oculta.

7. Resolviendo la ecuación.

En la playa, estaban Martín quien tenía un aparato electrónico que parecía un smartphone. Y a lado de él estaba la Cadete espacial Jell Lasser.

Kunoki, Sunny, Rhonda y Betty los vieron a los lejos y se acercaron con precaución.

La brasileña se impresionó de esos dos. Rápidamente se dio cuenta que venían del futuro, bueno, de un futuro posterior a su época. Pues el joven traía consigo varios gadgets que no alcanzaba a reconocer., pero la mujer, de 1,83, con pelo platino, definitivamente parecía que provenía de una película del espacio.

Tenía unas hombreras y un brazo cubierto por una armadura cibernética, y su traje, era una especie de fibra sintética que si bien parecía de un polímero, o algo así como piel de delfín o plástico de goma, lo cierto es que estaba totalmente ajustada a su cuerpo. Aparte tenía un casco con un visor, que únicamente dejaba ver parte de su nariz y boca. Del visor se veía que tenía una pantalla que constantemente le proporcionaba información.

Pero lo que más le llamó la atención fue la mochila voladora y su pistola láser.

"Este.. hola... hola muchachas...mi nombre es Martín...y sé por qué están aquí."

"¡Tu nos trajiste aquí! ¡Te voy a arrancar los ojos!" Respondió la pirata en forma agresiva.

"¡Tranquilas todas! ¡Todos estamos atrapados en este lugar, escúchenlo y después discutiremos!" Dijo eso Jell Lasser, con una autoridad militar.

Martín estaba totalmente tímido. En su mente solamente pensaba que tenía que elegir a una de esas mujeres. Y la verdad, todas las que había visto eran muy atractivas, sobre todo para alguien cuya generación se la pasa encerrada en habitaciones.

Sin embargo, su lado nerd salió a flote, e inició su discurso de datos técnicos.

"Con ustedes son siete las mujeres que llegaron a este lugar. Y descubrí que de alguna manera, que la energía de nuestro mundo está descompuesta. Y para eso, vine a este lugar. No entiendo realmente como sucedió esto, pero la energía del mundo nos trajo aquí, todos de manera misteriosa y desconocida. Sin embargo, descubrí el secreto. Para poder salir de aquí, tengo que identificar, quien de ustedes es la que tiene que venir conmigo a mi época, es decir, el año de 2077, y una vez que descubra quien es la elegida, todo se arreglará, y las demás irán a su hogar... Antes de que pregunten, no sé quién es la elegida... ni cómo debo de escogerla."

Con el "smartphone" de Martín, sus palabras fueron traducidas, al japonés, al brasileño y al inglés del siglo XVII y XVIII, y todas entendieron perfectamente.

Enseguida todas se presentaron, y Martín con su smartphone, les enseño de que época eran, y de qué lugar venían cada una; obviamente la ninja, la pirata y la vaquera, se impresionaron más que la brasileña, pero la verdad, parecía que todos tenían dudas, con excepto de la cadete espacial, que parecía estar muy cool.

"Bien, espero que no batalle mucho para elegir a la "indicada" - Dijo Martín- "Ahorita nos vamos a juntar con las otras dos mujeres, y espero que todos podamos llevarnos bien. Como quiera, existen reglas, de hecho son sólo dos. La primera es que nadie puede hacerme daño. Si alguien me hace daño, o muero en este lugar, probablemente quedemos atrapados en esta dimensión, y quizás todo el mundo... o la galaxia, quede destruida."

"La segunda, es que todas tienen que estar vivas, según descubrí en la ecuación, aunque logre elegir a la séptima, todas tienen que estar presente cuando yo y la elegida regresemos a mi época, y que todo vuelva a la normalidad."

Kunoki dijo con paciencia: "Pelfecto. No nos matamos entle nosotlos. Tú eliges a una de las aquí plesentes. Y todo vuelve a la nolmalidad. Adelante"

"Okay, ahora juntémonos con las demás, para discutir todo este asunto." Dijo Martín."

La cadete Jell agregó. "Devuélvele las armas a la pirata, si bien es peligroso, y muchos somos desconocidos, nadie sabe con seguridad que es este lugar. Así que es mejor no estar desarmados." Así lo hicieron. "Recuerden" Agregó la mujer espacial. "Los riesgos son grandes, no hay que lastimarnos, somos siete mujeres y Martín, realmente nuestro único objetivo es estar vivos."

Se acercaron a una fogata que estaba en la playa. Ahí estaba Marlyna y una mujer que estaba dormida.

La durmiente se despertó y era "Aguila-Sin-Plumas".

Sunny "The Quick" entró en un ataque de histeria.

"¡Comanche Shamana! ¡Tú y tu brujería nos trajeron a este infierno! Aquí no hay sol ni luna! ¡Estamos en la mismísima boca del demonio!"

Antes de que al cadete pudiera gritar "¡No!", Una bala calibre .38 se incrustó en el corazón de la de nativa americana.

Tan pronto como la bala llegó al corazón de su objetivo, el mundo se detuvo. Todos estaban inmovilizados. Y de pronto, todo se empezó a desintegrar como si fuera arena que se la lleva el viento.

8. Va de nuevo.

Sunny "The Quick" Mcdonald, estaba tirada en la playa. Abrió los ojos.

La piedra que estaba a lado de ella y las conchas de mar a su alrededor, le eran familiares. Estaba en el mismo lugar que despertó unas horas antes. Se dio cuenta que volvía a tener sus botas puestas y contó sus balas, y descubrió que tenía el mismo número que cuando llegó a esta playa extraña. Las municiones que había utilizado para llamar la atención y con las que le disparó a la pirata estaban otra vez en su cinturón.

Se llevó las manos a la cara y lloró por 24 segundos.  Enseguida se levantó de un salto, sonrió y dijo un comentario gracioso para sí misma. Se dio cuenta que estaba en el mismo lugar donde había estado antes, y disparó al aire, y si ella estaba en lo cierto, la ninja volvería a aparecer junto a ella.

Efectivamente, igual que hace rato, pronto llegó Kunoki hacia donde estaba ella, pero ahora estaba con una actitud menos amigable. En diez minutos llegó la cadete Jell usando su mochila de propulsión. Desde el aire le disparó con su blaster a la playa salpicando todo con arena.

En poco tiempo, las siete mujeres y Martín estaban reunidos alrededor de una fogata, la americana nativa estaba intacta, como si nunca le hubieran disparado, y la bandolera estaba aprisionada con esposas láser.

Martín estaba nervioso, pero otra vez trató de sacar su lado nerd, que le gustaba hablar de cosas científicas: "Hola a todas, como pueden ver, después del "incidente" provocado por Sunny, todo este lugar, y nosotros mismos, volvimos exactamente al mismo estado que estábamos cuando llegamos a esta playa, pero algo cambió".

"Observen el horizonte. Ven esa tormenta eléctrica. Después de que Sunny le disparó a Aguila-Sin-Alas (se equivocó de nombre y la comanche se enojó aún más de lo que ya estaba con la vaquera), todo volvió a ser igual, excepto esa tormenta."

Efectivamente, todos vieron que había un fenómeno eléctrico a lo lejos en el mar. Si bien, todo fue igual que como despertaron la primera vez, parecía que el mundo en el que estaban era más bravo.

"Todo va a empeorar, si alguno de nosotros es eliminado, y este lugar se resetea, este mundo se va a poner peor. Tenemos que estar juntos y decidir quién viene conmigo a mi tiempo para salir de este lugar."

Todos tuvieron una plática y decidieron cooperar, y no agredirse más, sin embargo, Águila-Sin-Plumas, estaba muy molesta, porque la pistolera la secuestró de su aldea, y luego le dio un disparo que debió haber sido mortal.

"Bueno, con una chingada, elige cabrón... Parece ser que tú eres el único que sabe qué hace en este lugar de mierda" Dijo la luchadora morena del siglo 20-21.

"Tienen razón.. tienen razón..." Reflexionó Martín. "Bueno, después de un análisis, creo que elijo a Jell Lasser, ella es del futuro, tiene mayor tecnología, y creo que es la que mejor puede ayudarme en caso de que los campos magnéticos sigan desestabilizados."

Todos acordaron que era buena idea. Se pararon, y se dieron la mano el científico y la cadete.

Hubo un momento de silencio, pero nada paso.

"Yo te elijo." "Yo te elijo a ti Jell Lasser". Luego la apuntó con el dedo. Pero no sucedió nada relevante.

Finalmente, la maga Marlyna dijo: "A la mejor no es la indicada...Tienes que elegir a alguien más... ".

Martín eligió a la maga, lo cual le pareció a ella algo sorpresivo, pero no pasó nada. Luego eligió a la vaquera, y no pasó nada. Luego mencionó a todas, lo cual no les pareció mucho, porque las nombró sin su consentimiento, pero no pasó nada.

El científico no sabía qué hacer, y aun cuando la cadete espacial trataba de poner orden entre los presentes, los ánimos empezaban a calentarse, sobre todo con Rhonda y Betty, que empezaban a desesperarse, y la brasileña empezaba a sentir que Martín era el culpable.

La Ninja llevaba meditando buen tiempo sobre la situación, se puso de pie en forma decidida y le preguntó al hombre:

"¿Tu "Ecuación" es como una profecía? ¿Una leyenda? ¿Siete mujeres y tu van a estar en este lejano lugar, y debes escoger a una para que se salve todo nuestro mundo?"

Martín se puso a reflexionar, pues el únicamente había analizado esta situación como una operación matemática, no como una profecía o algo sobrenatural, pero entendió que desde el punto de vista de varias de ellas, la magia y el misticismo eran aún parte importante de sus vidas.

"Mmmm.. Se podría decir que sí... Es una leyenda..."

"¿Y no sabes cómo escogel a la mujer indicada?" Continuó la oriental.

"Mmmm... no... no lo sé." Dijo el universitario un poco angustiado, pero no sabía por qué.

"¿Tienes una mujer en tu vida?". Cuestionó la Ninja

"Mmmm... no". Respondió Martín un poco confundido, pero las demás sabían hacia donde se dirigía la Ninja.

"¿Alguna vez has tenido a una mujer? ¿O al menos compaltido el lecho con alguna?" Siguió preguntando la de ojos japoneses.

Martín dudó en responder, pero simplemente no entendía que pasaba, además de que la hembra hablaba con un acento y una autoridad que nunca antes había conocido en su habitación..... y probablemente en algún otro lado del mundo, pues la chica era una Líder Ninja de un clan Ancestral; pero finalmente respondió "No... nunca he estado con ninguna, no me hace falta en la vida".

Kunoki dijo: "Ya sé cómo debes elegir. Es una profecía muy simple... yo te voy a ayudar a encontrar a la indicada."

Enseguida se acercó decididamente a Martín, lo miro fijamente, con sus manos lo sujetó de la cara y lo besó sensualmente.

"¡Debe ser una broma... ¿Cuándo voy a despertar de esta pesadilla? ¡Hoy debería estar peleando en la batalla de mi vida, y estoy atrapado en Locolandía de la Perversión!" .- Gritó Rhonda al viento, que estaba muy molesta y asqueada por la tonalidad que todo esto estaba teniendo.