Un Viaje de Amor, Ensueño y Fantasía

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2 parejas encuentran en la playa sus fantasías.
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Hotel los Ángeles Locos

Estaba yo trabajando en la ciudad de Colima asesorando a unos clientes, y Roberto, un buen amigo me platicó sobre las características y lo sabroso del hotel Los Ángeles Locos, recomendándome acudir al mismo en cuanto tuviera yo la oportunidad de hacerlo acompañado de alguien.

Los Ángeles Locos es el nombre de un bello hotel enclavado en una bahía de la costa de Jalisco, A 45 KM. De Manzanillo, pasando por Barra de Navidad y Melaque. Este hotel está lejos de toda civilización, ya que no hay pueblo alguno que se encuentre cerca del mismo, por lo que éste cuenta con todo lo necesario para no tener necesidad de salir de él durante el tiempo que dure la estancia del huésped.

El hotel cuenta con magníficas habitaciones todas ellas con una preciosa vista de la bahía, tiene un pequeño teatro, salón de juegos, una linda piscina, deportes acuáticos, canchas de tenis y una muy agradable discotec ubicada en la parte más alta del hotel y con una vista increíble de la playa. En las noches se aprecia la espuma al llegar a la playa empujada por las olas del mar, y en las tardes se puede disfrutar de unas preciosas puestas de sol, en fin es un hotel que invita al amor.

Planeación del viaje

En aquellos días estaba viviendo un ardiente y tórrido romance con "Afrodita", mi amante (así la llamaré en mi historia pues para mi ella era la diosa del amor),

Afrodita es, en la mitología Griega, la diosa del amor, la lujuria, la belleza, la sexualidad y la reproducción. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que normalmente no era el amor en el sentido cristiano o romántico , sino específicamente a Eros la atracción física y sexual.

Así que aquella noche al estar solo y recostado en mi habitación, disfrutando de un whisky en las rocas, las palabras de mi amigo empezaron a resonar en mi mente, el pensar en las características de ese hotel me ponían nervioso y excitado, pensando cuan maravilloso sería el que pudiera junto con mi amada y deseada Afrodita pasar allí unos días.

Mi excitación no pudo esperar más y me hizo llamar por teléfono a Afrodita, a quien después de decirle algunas palabras de amor, le platiqué sobre Los Ángeles Locos y le pedí que hiciera todo lo posible por acompañarme a ese paradisiaco lugar y poder disfrutarlo aunque fuera por dos días, que tratara de organizarse y me llamara a la noche siguiente su decisión.

Esa noche me fue difícil conciliar el sueño, pues me la pasé soñando despierto con mi amada Afrodita acompañándome a disfrutar de unos días y unas noches en Los Ángeles Locos. Pensaba y excitado y con fuertes y prolongadas erecciones y acariciándome el pene me imaginaba con lujuria todos los placeres de que gozaríamos, las caricias mutuas y los ardientes y prolongados besos que nos daríamos sedientos de placer, mientras me seguía acariciando más fuerte el pene para disfrutar aún más.

La luz del día me sorprendió aún disfrutando de mis sueños con Afrodita. Me levanté de inmediato, y con gran ánimo me metí al baño a darme un reconfortante regaderazo, me rasuré y vestí con gran ilusión, esperando la llamada de mi deseada amante confirmándome su aceptación a mi propuesta. Desayuné muy bien y con gran ánimo me fui a trabajar a la oficina de mi cliente.

Aproximadamente a las 11 de la mañana la secretaria me indicó que tenía una llamada de larga distancia desde México. Mi corazón empezó a latir apresuradamente mientras me pasaban la llamada.

Sí, era ella, Afrodita, al escuchar su cálida voz diciéndome "Mi amor estoy lista para acudir a tu invitación", de inmediato sentí mariposas en el estómago, así como una fuerte erección. Ella siguió diciéndome "salgo pasado mañana para Manzanillo, o sea el próximo Jueves a las 8 AM y debo regresar el Sábado en el vuelo de las 13 horas para México".

Le respondí, ¡Maravilloso mi vida¡, te prometo que disfrutaremos enormidades cada minuto que pasemos juntos, así que el Jueves te estaré esperando con ansia en el aeropuerto de Manzanillo, y de allí tomaremos un transporte que nos lleve al hotel.

Afrodita con voz sensual me comentó que la noche anterior no pudo conciliar el sueño pensando en el viaje y en organizar sus deberes de forma tal que no tuviera pendiente alguno cuando estuviéramos juntos, imaginando también el placer del que gozaría con las caricias mutuas que nos daríamos, y en hacer el amor repetidas veces, y acariciándose el clítoris siguió soñando despierta.

Le contesté diciéndole que también yo había pasado la noche imaginando una serie de momentos llenos de placer, y que ya ansiaba que llegara el jueves para verla, besarla y abrazarla con pasión. Nos despedimos con frases de "te amo y te deseo".

Salí a comer con mi amigo y le comenté emocionado de nuestros planes, él me respondió que uno de sus asistentes me llevaría al aeropuerto de Manzanillo a primera hora del jueves para acudir a mi cita.

Debo comentar que Afrodita era una mujer cuyo lindo rostro y facciones derrochaban una fuerte sensualidad, se vestía con blusas que permitían apreciar sus pechos generosos y en ocasiones adivinar los grandes pezones que los coronaban, mismos que al sufrir una excitación se agrandaban aún más y que la hacían ser muy deseada por los hombres, sobre todo por hombres maduros, por lo que siempre que acudía a alguna empresa a practicar una auditoría, ella era pretendida e invitada a salir.

Ella me platicaba que desde que cursaba la secundaria ya era deseada y acosada por algunos de sus profesores, cosa que ella disfrutaba y la llenaba de placer, y que fue durante su paso por la universidad cuando llegó a andar y tener relaciones con uno de sus profesores universitarios,

A Roberto mi amigo le gustaba muchísimo Afrodita, y sentía grandes deseos por ella, ya que en alguna ocasión en que ella estuvo practicando una auditoria en Colima, fueron a bailar y tuvieron momentos muy eróticos que él nunca olvidaría, y que en ocasiones lo platicábamos él y yo, por lo que me comentó que no había problema en echarme la mano para estar con ella, pues mucho del placer sexual que yo tuviera con Afrodita, él se estaría proyectando e imaginando ser él quien la llenaría de febriles y lúdicas caricias.

La mente es la parte más erótica que tenemos, así que con Afrodita acostumbrábamos para incrementar nuestra excitación al hacer el amor, tener fantasías sexuales en las que nos imaginábamos tener sexo principalmente con alguna otra pareja, y/o alguno de los hombres conocidos por nosotros, y uno de ellos era el que tuviera sexo con mi amigo, así que lo que me comentó Roberto para mi fue también muy excitante.

Largos se me hicieron los dos días esperando que llegara el jueves, y como toda fecha ésta llega puntualmente. Sin embargo las dos noches que todavía pase en Colima, fueron muy calenturientas, de pura imaginación pensando en las caricias que nos haríamos y en las diferentes formas de hacer el amor, y por supuesto acariciándome siempre el miembro.

El Viaje

Finalmente llegó el tan esperado jueves y a las 6.30 AM ya estaba bañándome con gran alegría pensando en el encuentro con Afrodita mi bella y amada amante. Me vestí, arreglé mi equipaje, baje al comedor a tomar un jugo de naranja y pasé a la administración a pagar la cuenta, y a esperar a que llegara el asistente de mi amigo. Éste llegó muy puntual a las 7.45, hora suficiente para llegar al aeropuerto de Manzanillo a recoger a mi amor que estaría entrando al mismo aproximadamente a las 9.00 horas.

Llegué al aeropuerto minutos antes de que aterrizara el avión, y estaba muy pendiente observando a todas las personas que de el bajaban, hasta que finalmente apareció Afrodita, mi amada, y mi corazón dio un vuelco de felicidad. Observé que al caminar hacia la sala de entrada venía platicando con una agradable pareja. Cuando salió y nos vimos, corrimos a abrazarnos fuertemente, y empezamos a besarnos con pasión.

Afrodita me presentó a la pareja que había conocido en el avión, ya que le tocó sentarse en una fila de tres asientos y junto a la mujer de nombre Emmy, y a su esposo Emmilio, y me comentó que coincidentemente ellos también iban a Los Ángeles Locos.

Emmy era una mujer con unos preciosos ojos verdes, nariz respingada y unos labios finos y sensuales, se le apreciaba debido a su escotada blusa un busto firme, Emmilio era un tipo bien parecido y agradable, del tipo de hombres que les resultan atractivos a cualquier mujer, ella tendría unos treinta y cinco años y el unos cuarenta.

Después de decirnos Afrodita y yo cálidas palabras de amor, y ya con nuestros equipajes salimos a contratar un taxi que nos llevara a Los Ángeles Locos, ellos caminaban delante de nosotros, por lo que pude apreciar el precioso y respingado trasero de Emmy con movimientos cadenciosos y sensuales al caminar. Al observarla, sentí en ese momento un ligero estremecimiento que me cimbró todo el cuerpo, a grado tal que Afrodita a quien llevaba de la mano, me preguntó que qué me pasaba. No sé, le respondí, de repente me entró la muerte chiquita.

Fue una camioneta la que abordamos, sentándonos en la tercer fila de la camioneta y atrás de Emmy y Emmilio .

Durante el largo trayecto desde el aeropuerto hasta el hotel, una hora aproximada, platicábamos de las peripecias de Afrodita para poder realizar el viaje, por momentos disfrutábamos viendo el paisaje, pero siempre abrazados, besándonos y acariciándonos discretamente, de forma tal que el chofer y la pareja sentados delante de nosotros no se dieran por enterados.

Nuestro lívido iba en aumento por las caricias, originando un agradable fluido en el interior de su vagina y yo con gotas de líquido preseminal brotando de la punta de mi pene, al pensar en lo que nos esperaba al llegar al hotel. Discretamente metía yo mi mano por debajo de su falda y le acariciaba por encima de su pantaleta, la cual estaba completamente mojada. Ella a su vez me acariciaba el pene por encima del pantalón, sin embargo era ya tanta nuestra excitación que me puse encima el saquito que llevaba, me bajé el cierre y de inmediato disfruté la mano de Afrodita tratando de sacarme la verga para acariciarla directamente.

Había momentos en los que Emmy y Emmilio volteaban hacia nosotros para hacer algún comentario sobre el viaje y el hotel al que íbamos, en otros observé como Emmy muy discretamente volteaba a vernos, o era Emmilio el que lo hacía. No se si ya se habían dado cuenta de nuestras caricias y ruidos de nuestras excitaciones.

Hubo un momento en el que Emmy clavó sus verdes ojos en los míos, y sentí que mi pene se estremecía, en ese momento recordé la bella poesía de Gustavo Adolfo Becker;

"Por una mirada un cielo,

Por una sonrisa un mundo,

Por un beso, yo no se que te diera por un beso".

Y en mi interior llegué a pensar si con esa pareja por fin se podría hacer realidad la fantasía con la que siempre nos excitábamos afrodita y yo. Y quizá también ella pensaba lo mismo, pues me pude dar cuenta que Emmilio le agradaba.

Llegada al hotel

Finalmente llegamos a Los Ángeles Locos, nos registramos las dos parejas y cada una siguió al botones que nos guiaría hacia nuestra habitación, por lo que nos despedimos de beso de Emmy y Emmilio, prometiendo buscarnos posteriormente.

Nuestra habitación tenía una linda terraza con vista a la bahía, y una vez que nuestro botones hubo acomodado el equipaje y salir de la habitación, no sin antes recibir su propina, abracé a mi amada y empezamos a besarnos apasionadamente, el deseo nos hizo que mutuamente nos fuéramos quitando la ropa hasta quedar completamente desnudos, y besándola en los labios y en su cuello, empecé a acariciarle sus bellos y turgentes senos y a besar y a mordisquear sus grandes pezones, acaricié la piel de su cuerpo, bajando mis manos lentamente hasta llegar a los labios de su vagina, los cuales estaban completamente húmedos, riquísimos esperando con ansia mis caricias, empecé a frotarle su clítoris haciéndola exhalar gemidos de placer, mientras ella me acariciaba la verga con su mano, con movimientos hacia arriba y hacia abajo, me masturbaba riquísimo. No aguantando más me introduje en ella y empecé moverme rítmicamente.

Ella apretaba mi cabeza contra su pecho y con voz cálida me decía que le mordiera sus pezones más fuerte, por lo cual de inmediato empecé a mordérselos mientras ella gemía de dolor y de placer. Con gran esfuerzo logramos contener nuestro orgasmo para más tarde, para poder así continuar con el libido por los cielos.

Paseo por la playa

Nos dimos juntos un regaderazo frotándonos mutuamente la piel y disfrutando de esas caricias.

Al terminar nos pusimos un traje de baño y una playera para ir a conocer el hotel, el cual realmente era muy bonito y agradable, su alberca era de buenas proporciones y diseño, bajamos hacia la playa, la cual era de uso privado únicamente para los huéspedes del hotel, así que nos fuimos caminando por toda la playa hacia donde ésta terminaba con la desembocadura de un río.

Durante todo el trayecto caminábamos abrazados y besándonos, cuando llegamos al río, dimos vuelta para regresar, y vimos una especie de hondonada sobre la playa, y hacia ella nos dirigimos, al llegar nos dimos cuenta que al estar en ella nadie nos podía ver desde el mar, por lo que nos recostamos bajo el ardiente sol y empezamos a besarnos y acariciarnos febrilmente, le saque los senos de su blusa y empecé a mamárselos, mientras ella a su vez metía su mano por las piernas de mis bermudas y me acariciaba el pene. En ese momento ya no nos importaba que alguien pudiera vernos, así que nos despojamos de la parte baja de nuestros trajes de baño y empezamos a hacernos el amor cadenciosamente, pero cuidando de no llegar al orgasmo para así mantener vivo nuestro tremendo deseo, para que éste culminara hasta la noche en nuestra habitación.

Nos levantamos un rato después para seguir con nuestro regreso al hotel pues ya eran quizá las tres de la tarde y decidimos ir a comer, y comentábamos que no habíamos visto a Emmy y a Emmilio, y que ojalá los encontráramos más tarde.

El restaurante era un lugar muy agradable y los platillos que pedimos resultaron muy sabrosos y acompañados de ricas cervezas heladas, disfrutamos ampliamente la comida, la cual nos hizo sentir un poco de sueño, por lo que caminamos hacia la playa para instalarnos en unas sillas reclinables desde las cuales pudiéramos apreciar el atardecer. Quizá en algún momento nos quedamos dormidos por un buen rato.

El hotel cuenta con un pequeño teatro en el que se organizan diversos eventos, siendo los propios huéspedes quienes brindaban el espectáculo, así que nos dirigimos hacia nuestra habitación para cambiarnos de ropa y ponernos algo más formal para acudir al teatro

Nuestra participación en el teatro

Afrodita se puso un lindo vestido de algodón de color azul con tirantes y con un amplio y generoso escote lo cual al no usar brasier le permitía lucir esplendorosamente sus bellos y sensuales senos, (lo cual era de mi completo agrado), el vestido le llegaba unos 15 cm. arriba de las rodillas, permitiéndole también mostrar sus torneadas piernas, en fin estaba preciosa, y sabía yo que iba a atraer las miradas masculinas, lo cual me llenaba de excitación. Le hice saber a mi amada lo que pasaba por mi mente y la llenó de satisfacción y deseo.

Nos dirigimos hacia el teatro y antes de entrar, Afrodita me susurró al oído."mi amor no traigo ropa interior alguna", mi reacción fue inmediata, la erección que sentí fue riquísima, la abracé y besé con deseos de poseerla en ese momento. Cuando llegamos ya había allí varias parejas, a las cuales saludamos, buscábamos un lugar para sentarnos, cuando descubrimos a Emmy y a Emmilio que nos llamaban para sentarnos a su lado, lo hicimos con mucho gusto de nuestra parte. En unos cuantos minutos llegaron más parejas, algunas acompañadas de niños, y al poco rato llegaron los animadores y empezaron a organizar diversos y divertidos concursos entre los asistentes.

En uno de ellos nos apuntamos Afrodita y yo, animándose también a hacerlo Emmy y Emmilio, y junto con otras tres parejas subimos al escenario, en donde les vendaron los ojos a las damas participantes y a los hombres nos hicieron subir a una silla cada uno, colocadas en una hilera y dándole un número de orden a cada uno, pidiéndonos que dejáramos al descubierto nuestras piernas hasta lo más arriba que pudiéramos. El concurso consistía en que cada una de las damas palparía las piernas de todos los hombres participantes para después indicar quien era su pareja.

El concurso fue divertido pues cada una de las damas tocaba tímidamente las piernas de cada uno de los hombres participantes ante la hilaridad del público asistente.

Afrodita con gran aplomo al tocar las piernas de cada uno de los hombres, lo hacía con calma y finura de caricia, al tocar las piernas de Emmilio , vi que lo hacía con una mayor lentitud, lo cual al observarla me excitaba provocándome erecciones que trataba yo de disimular para que nadie se diera cuenta de ello, me imagino que los hombres a los que tocaba, principalmente Emmilio también sentían lo ardiente de sus manos recorriendo sus piernas.

Cuando a su vez Emmy me tocaba las piernas, sentí una oleada de calor que me recorrió todo el cuerpo. Afrodita identificó perfectamente mis piernas indicando el orden en el que yo estaba, sin embargo algunas de las otras damas no atinaron, ante el regocijo del público y el reproche de sus parejas.

Terminando el show salimos los cuatro y fuimos hacia el comedor en donde cenamos unos ricos platillos acompañados de un buen vino blanco. Terminada la cena decidimos ir a nuestra habitación a descansar por lo que nos despedimos de ellos con abrazo y un beso, prometiendo encontrarnos nuevamente al día siguiente.

Caminamos lentamente, abrazándonos e intercambiando miradas de prometedoras caricias.

Nuestra primera noche

Al llegar a nuestra habitación ella procedió a sacar la ropa que utilizaría para dormir y pasó al baño a vestirse, no sin antes llamarme para darnos juntos un rápido baño, acudí de inmediato para meterme a la regadera con ella. Lavamos muy bien nuestras partes íntimas, incluyendo nuestro culito, y besándonos bajo la regadera terminamos de bañarnos. Me sequé rápidamente ya que mi amada me pidió que saliera del baño para que ella se arreglara muy sensualmente para esa noche.

Me vestí con una pijama corta muy padre, me peiné, froté mi cara y algunas partes de mi cuerpo con Vetiver, mi loción favorita y me recosté en la cama esperando con ansia la aparición de mi Afrodita.

Al cabo de unos minutos que se me hicieron eternos, apareció Afrodita, luciendo un precioso babydoll de color negro, que la hacía lucir más bella, sensual y ardiente, ella caminó lentamente hacia la cama, recostándose en ella de manera elegante e invitándome a que la besara. Al hacerlo me sentí embriagado de placer al besar sus labios frescos y sentir el excitante aroma de su delicioso perfume Chanel 19.

Nuestros besos eran apasionados, y acompañados de suaves caricias me fue quitando la pijama, empezando a recorrer mi cuerpo con dulces roces de sus labios, al llegar a mi verga, la sensación fue increíble pues con su deliciosa lengua la lamía lentamente provocándome un riquísimo placer. Al mismo tiempo yo le acariciaba los senos y le lamía, mamaba y le daba pequeños mordiscos a sus deliciosos y duros pezones provocándole suaves gemidos de placer,

Empecé a recorrer su cuerpo con suaves besos, su cuello, sus brazos, sus axilas, las piernas, cada uno de los dedos de sus pies, hasta llegar al monte de Venus, allí le separé lentamente sus piernas y empecé a besarle los labios vaginales los cuales estaban totalmente húmedos, y al abrírselos pude ver las gotas del fluido vaginal que escurrían provocados por la gran excitación que la embargaba, y que para mi eran como un delicioso néctar a degustar, vi. entonces su precioso clítoris totalmente mojado, al cual de inmediato lo besaba y lamía repetidas veces, disfrutando de su sabor, introduje mi lengua en su vagina moviéndola lenta y repetidas veces, ella apretaba mi cabeza contra su cuerpo gimiendo de placer hasta que me pidió que me detuviera pues estaba a punto de provocarle un orgasmo.