Una maestra especial 02

Creo que era obvio que el ver a una mujer hermosa desnuda y arrodillada frente a ellos, les había traído a la mente ciertas ideas calientes...

Ideas felatorias, para ser mas exactos...

Pero ninguno de ellos se atrevía a dar el primer paso. Durante unos segundos, ni ellos se acercaron a mi, ni yo intente levantarme del pasto. Estábamos todos muy nerviosos con lo que estaba sucediendo, cuando de repente vi que Joaquín apretó los puños y camino en mi dirección.

Mientras lo hacia, con algo de pena me busco con la mirada desesperadamente, como tratando de obtener alguna pista de que yo estaría de acuerdo con esto. Le sonreí tiernamente, a modo de afirmación, mientras abría mis piernas ligeramente en el pasto, y arqueaba un poco mi espalda. Con algo de dudas aun, finalmente Joaquín se coloco frente a mí apenas a unos cuantos centímetros, y se quedo quieto mirándome.

Pero su mirada lo decía todo...

Quería que yo se la mamara..

Mordí mis labios en un gesto sensual, y lentamente me acerque un poco mas a el. Nuevamente, reacomodando mi cuerpo, coloque mis rodillas firmemente en el pasto, y arquee un poco mas mi espalda, resaltando de esa forma mis lindas nalgas. Sin dejar de mirarlo, con una mano baje sus shorts y vi que su miembro, al quedar libre, se erguía orgulloso frente a mi, apuntando sin tapujos hacia mi boca.

Joaquín tenia una verga bastante gruesa, aunque no muy larga. Fascinada, la observe lentamente durante unos segundos, analizando como sus abundantes venas palpitaban rápidamente llenas de sangre y lujuria. Sonreí tiernamente mientras abria los labios y sin poder evitarlo comenzaba a salivar.

Creo que mi dulce boca ya anticipaba el banquete que estaba a punto de darse.

Voltee a ver una vez mas a los demás chicos, y vi que no me quitaban la vista de encima. Algunos incluso ya tenían una mano dentro de sus shorts y estaban masturbándose viendo la escena.

"M..maestra....y..yo.." Trato de decir Joaquín como disculpándose.. pero no lo deje continuar.

Sonriendo coquetamente, lo mire a los ojos y abrí un poco mas mi tierna boca, pasando rápidamente la punta de la lengua por mis labios. Fue entonces cuando con una voracidad que desconocía, me acerque a el y mamé con fuerzas la gruesa y morada cabeza que ante mi se ofrecía. Gemí suavemente, mientras poco a poco, centímetro a centímetro, hacia mi mejor esfuerzo en tragarme por completo tan deliciosa verga.

Seguí así, hasta que pude sentir como la cabeza llego hasta mi garganta presionando con fuerzas, sin poder entrar...

Pero yo ya no podía meterla mas adentro, y frustrada me detuve. Gemí con una actitud caprichosa, como quejándome de que no me cupiera mas, y sin darme ni un respiro comencé a mover mi cabeza lentamente de atrás para adelante, succionando su palo con tal fuerza que creo que a Joaquín le dolía un poco.

Mis labios se apretaban con odio alrededor del firme miembro venoso, mientras lo recorrían una y otra vez a todo lo largo. Me sentía súper sexy haciendo esto y mientras me alimentaba así, movía suavemente mis caderas de atrás para adelante de una forma bastante sugerente.

Voltee a ver de reojo a los demás chicos, y alcance a oír que estaban organizándose acerca de quien iba después. Sonreí un poco por la situación, y juguetonamente puse mis manos en las nalgas de Joaquin, apretandolas con fuerza hacia mi.

"Mmmfmm....mfmmf....mmfmf...." Gemía yo continuamente, mientras mi boca parecía una pequeña aspiradora que le succionaba la vida a Joaquín.

"M...maestra......." Solo alcanzaba a decir el respirando agitadamente, mientras colocaba sus manos en mi cabeza.

Estaba yo así concentrada en mi felatoria aventura, cuando entonces sentí como algunos de los chicos perdían el miedo y comenzaban a agarrarme con descaro las nalgas y pechos. Me puse algo tensa, sin saber a donde irían tan traviesos intentos, mientras cada vez mas dedos y manos juguetonas se deslizaban por mi piel... pero aun con algo de miedo o respeto como para atreverse a ir entre mis piernas.

Sentí muchísimo calor nuevamente. Mis inhibiciones desaparecían con el pasar de los segundos, y creo que Joaquín se dio cuenta de esto, porque súbitamente agarro mi cabeza con sus manos, y comenzó a mover sus caderas violentamente de atrás para adelante, taladrando mi boca y garganta sin piedad. Traté de poner algo de resistencia, pero a pesar de mis pataleos y quejas todo fue inútil.

"¡G..ghhgh...ghgh..mfm...!" Gruñía yo, a modo de reproche tierno, pero a Joaquín no le importó. Estaba tan cerca del clímax, que no soltaría a su presa tan fácilmente. Durante varios segundos Joaquín empaló mi boca con fuerza, obligándome a tragarme su verga hasta el punto de que en algunas ocasiones sentí ganas de vomitar. A pesar de eso, en el fondo yo estaba disfrutando de lo lindo ser usada así... de una forma tan cruel.. sucia... solo para sus viles deseos.

Pero repentinamente sentí como Joaquín gruñío con fuerza, y sin avisarme apretó mi cabeza aun mas firmemente contra su cuerpo. Inmediatamente trate de forcejear un poco para darme algo de espacio, pero antes de que pudiera hacer algo mas sentí como un liquido espeso y caliente comenzaba a llenar mi garganta.

Joaquín temblaba ligeramente, poniendo su cuerpo muy tenso mientras su verga escupía violentos chorros de semen directamente dentro de mi. Solo acerte a colocar mis manos en su estomago mientras respiraba agitada, mientras cerraba mis ojos y saboreaba con placer el calido jugo que ahora llenaba con furia mi boca. Sin pensarlo y como pude, trate de tragármelo lo mas rápidamente posible ya que si no lo hacia, seguramente moriría ahogada.

Aunque era tal la cantidad de leche que entraba en mi, que apenas podía mantener el paso. Joaquín me sujeto con firmeza durante todo el proceso para asegurarse que me tomara todo, mientras yo fruncía el ceño sin saber que hacer ya que nunca en mi vida había tenido que tragar tanto semen.

Por fin... después de unos agónicos segundos que se me hicieron eternos... el falo en mi boca tuvo piedad y detuvo su violento ataque. Lentamente Joaquín dio unos pasos atrás mientras temblaba por el esfuerzo y su verga escapaba de mi boca. Vi en su rostro que estaba exhausto, y solo pudo mirarme de vuelta complacido mientras sonreía con una actitud infantil.

Lo mire pícaramente, mientras pasaba lentamente la punta de mi lengua por mis labios, limpiándolos de paso de todo el semen que se había escapado por ahí. Pero en eso estaba cuando me di cuenta que instintivamente mis manos se colocaban entre mis piernas... y caí en la cuenta de algo..

Necesitaba con urgencia un orgasmo...

Mis manos, casi como si tuvieran vida propia, comenzaron a apretar y frotar de una forma desesperada mis partes intimas. Con una actitud casi violenta, algunos de mis dedos recorrían en círculos la piel alrededor de mi delicado clítoris, mientras otros mas traviesos penetraban mi concha sin piedad una y otra vez, acercándome poco a poco al mas inolvidable clímax de mi vida.

Inmersa en mi furiosa masturbación estaba yo, cuando como pude voltee a ver a los muchachos y vi que al parecer Guillermo, un pequeño chico pelirrojo, había ganado el privilegio de ser el segundo en recibir una mamada mía. Tímidamente, el chico se coloco frente a mi, y sin que mis manos parasen procedí entonces a darle la mejor mamada que había recibido en su corta vida. Mi habilidosa boca no tardo mucho hacer que se viniera, y eventualmente lo deje seco también.

Mis dedos siguieron taladrando y frotando con furia mi concha durante todo este tiempo, y apenas unos segundos después tuve un orgasmo tan intenso, que casi sentí que me desmayaba. Respire agitadamente mientras todo mi cuerpo temblaba por el esfuerzo, y al mirar entre mis piernas vi que la humedad en mi concha reflejaba esto. Un delicado hilo de liquido transparente se deslizaba hacia abajo por mi suave vello, y caía gota a gota en el pasto.

Pero entonces, sin darme tiempo a reaccionar, otro de los chicos se paro frente a mi y me metió rapidamente la verga en la boca. Resignada a mi suerte, mamé su miembro con todas mis ganas y después de haberlo complacido y tal cual había sucedido antes, rápidamente llego otro chico y otro más y así sucesivamente, hasta que después de una hora mi pequeña boca hacia dejado secos y complacidos a todos.

También mis dedos habían tenido una brutal batalla, puesto que durante ese tiempo habían logrado llevarme al éxtasis 3 veces. Mire entre mis piernas, y vi que estaba empapada. Parecía que me había orinado, lo cual me dio algo de mortificación. Afortunadamente cerca de mi encontré una servilleta tirada, y con discreción me seque.

Me incorpore lentamente, mientras con mi mano derecha me quitaba algo de sudor de la frente. Me sentía cansadísima, y la mandíbula me dolía un poco. El sabor del semen en mi boca era intenso, y sentí una extraña sensación de llenura en mi estomago, que seguramente estaba ya digiriendo todo lo que había tenido que ingerir esa tarde.

Sonreí ligeramente, ya que a pesar de todo me había divertido muchísimo y no cambiaria la experiencia por nada.

Voltee a ver a los chicos, y vi que mientras algunos estaban bebiendo cerveza, otros fumaban, y algunos mas se masturbaban de nuevo mientras me veían pasar desnuda. Me reí un poco al ver esto, y trate de ignorarlos mientras caminaba hacia el lugar donde había quedado mi ropa.

Con sorpresa vi que a pesar de que ahí estaban mis shorts y playera, alguien se había robado mi tanga. Voltee a ver a los chicos con una mirada suspicaz, como tratando de averiguar quien había sido, pero no pude evitar reírme tiernamente cuando me di cuenta que eso seria imposible. Además, pensé, deja que alguien tenga un feliz recuerdo, ¿No?

Me puse mi ropa rápidamente, pero mientras lo hacia pude ver que los chicos me miraban aun con muchísimas ganas, seguramente queriendo que la fiesta siga. Sonreí misteriosamente, y pensé que seria mejor dejar las cosas así, porque si por ellos fuera la cosa terminaría hasta las 5 de la mañana... además, ya estaba muy cansada.

Súbitamente Joaquín reunió a los chicos a su alrededor, y les grito "A ver cabrones... óiganme todos... lo que acaba de suceder aquí con la maestra Alina... se queda aquí.. ¿Entendido? Si me entero que alguien cuenta algo... lo mato..."

Los demás chicos se rieron nerviosamente al ver la actitud agresiva de Joaquín, pero asintieron honestamente con la mirada, aprobando la propuesta. Respire relajada al ver eso, porque no podía negar que me había sentido nerviosa ante la idea de que alguno de los chicos fuera indiscreto. Solo me quedaba confiar en ellos.

"Si todos cumplimos nuestra parte del trato.. estoy seguro también de que la maestra Alina va a venir a jugar fútbol con nosotros muy a menudo... ¿Verdad Maestra?" Continuó Joaquín, mirándome de una forma picaresca mientras los demás chicos contenían la respiración aguardando mi respuesta.

"Bueno.. creo que me gustaría venir a jugar fútbol con ustedes los fines de semana.." Conteste con una actitud tímida, sonrojándome visiblemente.

Los chicos, al oír esto, estallaron en júbilo y comenzaron a gritar mi nombre y festejar. Me dio un poco de risa ver su reacción, y sin darles tiempo para nada levante mi mano en señal de despedida.

"Bueno chicos.. ya me voy... ¿Va? Nos veremos pronto.." Dije, mientras me daba la vuelta y me alejaba trotando. Mientras lo hacia, oí que algunos de los chicos me gritaban piropos de despedida muy subidos de tono, lo cual me ocasiono algo de risa nuevamente.

Durante el recorrido de vuelta a casa, no podía evitar recordar paso a paso lo que me acababa de suceder, lo cual me tenía sonriendo continuamente. Pero de entre todos mis pensamientos había algo que me tenia muy inquieta...

¿Quien seria mejor amante... Michael o Joaquín?

Suspire sensualmente mientras imaginaba miles de hipotéticas soluciones a esa pregunta. Sin dudas, pensé...

Solo había una forma de saberlo...

Fin