Viajero del tiempo CFNM vol. III

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Otra aventura del gran entusiasta del CFNM, Jason.
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El viajero de tiempo entusiasta de CFNM

Luego de la genial experiencia con Aviana y Patricia, Jason había regresado a su presente. Era momento de planear otro viaje y más experiencias CFNM. Después de un fin de semana de relax y disfrute, puso su empeño en recordar alguna chica hermosa de su pasado con la que hubiera una dinámica parecida a la que ya había vivido. Era un asunto de abrir la mente, y captar todas las posibilidades y líneas de tiempo más atractivas. Y de esta forma, navegando en su memoria recordó a la vecina del séptimo piso. Un chica que estaba estudiando psicología y tendría unos veinte años cuando mucho. En 2016 coincidieron por un momento en el ascensor. En ese entonces, la chica, cuyo nombre no tenía presente, bajó su mirada y le dio un buen vistazo a su entrepierna. Era algo llamativo, porque ella, deshinibida y segura de sí misma, estuvo por unos cuantos segundos disfrutando del short abultado y protuberante que permitía intuir un gran pene.

Jason siguió analizando sus posibilidades. Esta vez, en el mismo escenario del ascensor, en lugar de llevar unos shorts optaría por tener un bañador simple, un speedo en el que su enorme miembro viril estuviera bien contenido pero fuese imposible de ignorar. Y en efecto, con su poder, viajó a ese momento específico y línea de tiempo. Abordó el ascensor, con su traje de baño y una toalla colgada sobre el hombro (tal como en el pasado, venía de la pisicina del edificio) y allí hizo su aparición la vecina de sus recuerdos. Logró enterarse del nombre de ella: Natalia. Una hermosura de veinte años; morena clara, despampanante, un poco más baja que él, de ojos negros, un buen busto y unas caderas muy femeninas. La escena se estaba desenvolviendo tal como la recordaba. Solo que esta vez, la fijación de la mirada de Natalia era aun mayor, sus ojos estaban mucho más abiertos con un brillo particular, sus pupilas parecían más grandes e incluso se dejaba vislumbrar una sonrisa contenida de sorpresa.

"Hola, Natalia, soy Jason tú vecino del quinto piso!"

La frase de Jason hizo salir como de un trance a Natalia.

"Hey, Hola, Jason....gracias por presentarte...yo siempre te veía acá en el edificio y siempre quise saludarte...solo que no me atrevía...!"

Natalia, al hablar miró a los ojos con una sincera y dulce sonrisa a Jason. Luego, al apenas terminar su frase, volvió a bajar la mirada a la entrepierna de su interlocutor. Lo hacía sin ninguna inhibición. Jason se atrevió entonces a pedirle a Natalia el teléfono. Ella, de alguna manera seguía hipnotizada con la mirada puesta en el bulto en la entrepierna de él, quien ya empezaba a percibir los efectos excitantes de los ojos de la hermosa chica sobre su pene.

"De verdad que me encantaría conocerte más, Natalia!" Jason se apuró a decir.

"Bueno, mándame un mensajito cuando quieras, Jason! Natalia no quitaba su mirada del traje de baño de él; mientras hablaba seguía con sus ojos clavados ahí y sonreía como si estuviera viendo un tesoro del que solo ella se había percatado de su existencia."

Jason llegó a su apartamento, y se despidió de Natalia con un cordial beso en la mejilla. Se acercó a ella lo suficiente para darle el beso pero sin llegar a tocarla.

"Escríbeme, porfa, no dejes de hacerlo, Jason, le dijo ella, despidiéndose con la mano y sonriendo"

Por fin, un poco después de las 10:00 pm, Jason le escribió por Wassap a Natalia. Su objetivo era darse a conocer y conocer un poco más de ella. Habló de sus estudios de administración y su gusto por la lectura. Ella también compartió un poco de su vida. La carrera de psicología que estaba cursando, las lecturas antropológicas que le llamaban la atención. Así, quedaron para una salida a hacer ejercicio juntos por la mañana en los alrededores de su urbanización (nada especial, un poco de jogging juntos); no salieron de noche ni compartieron más allá del wassap porque Natalia estaba bastante enfocada en un examen de importancia que presentó justo en esos días. Luego de rendir la prueba en cuestión, a manera de autopremiarse, ella pensó en ir a la piscina del edificio. Obviamente, que invitó a Jason para compartir ese sábado por la mañana. Si le comentó que lo de ella era más que nada tomar sol y leer un libro. Que no se iba a bañar porque consideraba terriblemente fría la piscina, pero si él quería hacerlo no habría ningún problema.

Jason llegó a la cita de la piscina con el mismo atuendo del encuentro del ascensor; allí estaba Natalia, reclinada, cómodamente, en una de las amplias sillas colocadas alrededor de la piscina. Saludo con un sonoro "Hola, Natalia!", mientras avanzaba, con su toalla apoyada sobre su hombro. Adrede, Jason se acercó a ella, y permaneció a un lado de su silla reclinable; casualmente, su traje de baño, con su enorme bulto quedaba justo a la altura de los ojos de su vecina. Ante esto, Natalia reaccionó, colocando el libro que leía a un lado, y alzando un poco su sombrero para tratar de verlo a él. Tanto como en el ascensor, después de un amigable hola, mirándolo a los ojos, en esta oportunidad la joven volvió a bajar la mirada y a fijarla en el enorme miembro de su interlocutor. Nuevamente, se percibía la risa contenida de Natalia, así como toda su atención dispuesta sobre el órgano de Jason. Después de un leve intercambio de saludos y sonrisas, Natalia le recordó a Jason su plan original y que si él iba a lanzarse al agua, no lo acompañaba; de manera que nuestro bien dotado amigo se dio su chapuzón, mientras la heroína reía para sus adentros ante el avistamiento cada vez más cercano del enorme pene.

Luego de una larga hora en la que Jason se entretuvo nadando de un lado para el otro, mientras Natalia seguía ensimismada en su lectura, el joven se decidió a salir del agua. Tal como había hecho antes de darse el chapuzón, se acercó por un lado y volvió a abordar a la chica por su allí, quedando, nuevamente, su entrepierna a la altura de la cara de ella. Natalia, ya de una forma más abierta y deshinibida, sonrió. Jason esta vez quería saber más cosas de ella.

"Hey, Natalia, por cierto, casi no sé de tus hobbys...qué cosas te gustan...?"

"Chamo, no lo creerás, pero me gusta el fútbol y la ornitología..." Dijo soltando una risa que llevaba tiempo conteniendo. "Hoy por cierto juega la vinotinto! La vas a ver?"

"Claro, seguro, Natalia. Es a las cuatro, verdad?"

"Sí, a las cuatro, contra Ecuador. Si los vas a ver lo veo contigo entonces!" Dijo Natalia sonriendo.

"Ok, cuando quieras pasa por la casa. El 5-B, me tocas la puerta y ya..."

"Fino, voy a estar como a las 2 y 45 si no te molesta...Me gusta tener todo preparado con antelación. Voy a llevar unas chucherías y algo de tomar...No veo a la vinotinto sin alguna bebida...Me hace más llevadero el sufrimiento" Rió Natalia...

"Te entiendo...es sorprendente lo que uno quiere a esos mochos...y todo lo que les aguanta...pero es fino que de cuando en cuando ganan...

"Hey, y lo de la ornitología qué tal...qué pájaros te gusta ver?" Jason preguntó con sincera curiosidad.

"Bueno....." Natalia rió largamente...No lo puedo negar, me gustan los pájaros...y soy muy observadora...Cada vez que tengo la oportunidad de ver un pájaro o varios pájaros, la aprovecho! Dijo Natalia riendo y volviendo a enfocar su mirada en el bulto protuberante de Jason.

"Y tienes algún pájaro que te guste más que los demás...?"

"Mira, esto va a sonar extraño....dijo Natalia, riendo otra vez...pero, a pesar de lo comunes que son, me gustan mucho las palomas...disfruto viéndolas, analizándolas...siempre la paso bien cuando enfoco mi atención en una paloma...son divertidas...a veces impredescibles...me gusta verlas cuando descansan, también cuando están activas...Sabías que las palomas se hinchan y agrandan su tamaño cuando cortejan a la hembra? O sea, es fascinante ver como crecen...!" Continuó Natalia con picardía...

"Wow, no, de verdad que no sabía eso...pero cómo crecen?" Jason preguntó divertido y atento a todas las posibles interpretaciones que podía tener la conversación.

"Bueno, tú sabes, si eres observador, te das cuenta de cómo se hinchan, y se ponen como más grandes e incluso más duras...Y empiezan a veces, como a menearse un poco...Es muy gracioso de ver...te lo recomiendo...jajajajajaja! Dijo Natalia.

"Y vas a algún sitio en especial a ver palomas, Natalia?" Dijo Jason, compartiendo ya la risa y la picardía de su interlocutora.

"No sé, creo que son contadas las ocasiones en las que una puede ver una paloma con tranquilidad...Creo que hay muchos factores que intervienen...pero de cuando en cuando, con calma y sí, el pájaro está ahí, como esperando que una lo vea...Hay veces que las veo sin que sen den cuenta, otras veces si me esmero en producir la oportunidad para verlas...voy al sitio donde está...y hago lo posible por estar cerca y echarle un buen ojo...!" Dijo Natalia riendo...Jason compartió su risa, como si lograra percibir otro significado en su divertida conversación... "Y además de verlas, me encanta tomarles fotos, a veces com mi celular a veces con mi cámara...trato de hacerlo de todos los ángulos posibles...de frente, de lado...un closeup a la cabeza...mira, incluso tengo como un don, que logro tomarme fotos con ellas...como un selfie pues", terminó de decir Natalia ya riendo abiertamente.

Jason y Natalia se despidieron y quedaron entonces para verse a la hora indicada por ella. Él no cabía de felicidad por la fuerte corazonada que le hacía pensar en el seguro éxito de esta nueva misión; Natalia tenía una picardía y una manera de ser deshinibida que era lo que justamente estaba buscando desde hace mucho tiempo. Incluso, pensó en el hecho de que tal vez no tuviera que forzar situaciones donde se pudiera producir una escena CFNM, sino que, probablemente, y por la manera de ser de ella, éstas se presentaría más temprano que tarde.

Jason se había preparado para la anhelada visita. Tenía puesta su camisa de la vinotinto, unos buenos jeans, zapatos e incluso había usado uno de sus mejores colonias. También Natalia se esmeró en ir cómoda pero bien presentada. También llevaba su camisa de la vinotinto, un poco holgada, pero que insinuaba sus senos protuberantes...Igualmente, un jean que marcaba su voluptuosidad. Tal como había prometido, tenía consigo unas chucherías (una bolsa grande de papas fritas) y una Coca Cola de 1 litro.

"Wow, no me imaginé que fueses a traer todo eso! Gracias, Natalia, qué fino!"

"No vale, qué gracias, ni que nada...por cierto, tienes un lindo apartamento...para ser hombre, lo mantienes bien...vives solo?" Preguntó Natalia.

"Sí, pude alquilar esto con algunos ahorros que tenía, el trabajo, y, no lo niego la ayuda de un familiar..."

"Wow, no está mal...le echas pichón a tu vida, vale...! Lindo televisor y lindo sofá...Ahí vamos a ver el partido?

"Sí, y allá está el balcón, después para salir a ver las palomas...si hay por ahí!" Dijo Jason con picardía. Su comentario llevó a la risa a Natalia.

"Sí, vale, ojalá que tenga suerte y pueda ver esa paloma que quiero ver...Capaz ya es el día en que le pueda echar un ojo..." Apuntó Natalia con la misma picardía de siempre, mirando a los ojos a Jason e intercalando esa mirada con otras a su entrepierna.

Después de esta breve conversación, ambos se dedicaron a organizar las chucherías que iban a comer viendo el partido. Jason tenía en su nevera cerveza ligera y en su despensa una botella de Ron. Ofreció ambas a Natalia.

"Wow, qué genial...no es que sea una cervecera perdida, pero me gusta la light para comenzar y ver a la vinotinto...y después, cuando se acabe, nos tomamos unas cuba libre"

Faltaba ya una media hora para comenzar el partido. Ambos ya habían tomado una cerveza cada uno y Natalia, en un rapto de histrionicidad, tomó la palabra.

"Jason, no quiero ser jodedora, pero tú me das la impresión de que como que tienes cábalas con la vinotinto...y te digo una cosa, antes de que me digas cualquier vaina...chamo, no te sientas limitado por mí para hacer tus cábalas o ritos que tenga...créeme que he visto cosas extrañas de chamos cuando ven fútbol y apoyan a sus equipos, pero las respeto y las valoro, e incluso me agradan y las entiendo...Yo por ejemplo, agarré una cábala extraña del primo de una pana con la que me reunía a los cuando teníamos 18. Bueno, te cuento, yo desde ese entonces, veo a la vinotinto, cuando estoy sola o con mis amigas en pantaletas...Sé que suena raro, pero es el ritual que tengo, y lo sigo para no empavar a la selección.."

"Wow...qué sorprendente eso!" Dijo Jason riendo divertido

"Sí, de pana, yo apenas te estoy conociendo, pero créeme que quiero seguir con mi cábala y ver este partido en pantaletas...Yo sé y me consta que tú eres un caballero, y más que echarme una miradita vamos a mantener todo sano y buena vaina sin rollos...Solo que mi Amor por la vinotinto puede más que cualquier norma o miedo social..."

"Natalia, tranquila, si tú quieres estar en pantaletas, no hay rollo...sabes que te respeto y soy incapaz de abusar de ti....Coño, no te niego que es algo genial, porque de verdad que estás buena y eres bella..."

"Oye, vale, gracias por el piropo, Jason, tú siempre tan caballero...Pero ya va, antes de quitarme el jean y quedarme en pantaletas, déjame echarte el cuento completo, que hay una parte que me falta..."

"Sí, tranquila, soy todo oídos"

"No sé cómo decirlo, porque es algo bien extravagante, pero yo creo que tú eres lo suficientemente abierto como para entender esto...Bien, este chamo, el primo de mi amiga, tenía esta cábala rara con la vinotinto y algunos equipos que él tenía...."

"Ajáaa y esa cábala cuál era...?"

"Chamo, te vas a caer para atrás, pero él decía que tenía que ver a la vinotinto...en pelotas..."

"Jajajajajjajajajaj, noo....en serio, Natalia? Jajajajajaja"

"Sí, yo sé que suena burda de gracioso...pero de pana, el tenía eso...cuando jugaba la vinotinto se bajaba el pantalón, el interior... y ya pues, se ponía a ver el partido..."

"Ah, pero se dejaba entonces la franela, por lo menos......ajajajajajajajjajaj"

"Bueno, sí, se dejaba su franela de la vinotinto, pero todo lo demás estaba ahí al aire....colgando...ejejejejjeejje"

"Lo demás?"

"Sí vale, el pipí, pues, el pipí....Tenía el pipí y las bolas a la vista de todas...Ah que fino que ya lo dije...!"

"jajajajajajajajajajaj"

"Ok, te conté esto, y por favor no se lo comentes a más nadie, porque yo respeto las creencias de los demás, y sobre todo de los chicos...Si ellos tienen la creencia de que con el pipiricho al aire pueden hacer ganar a la vinotinto, pues bienvenido sea...Mejor que se saquen la paloma y la tengan al aire si eso significa que la vinotinto gane!" Dijo Natalia, riendo...

"No te falla la lógica"

"Sí vale, y mira, ya estamos en el siglo XXI, somos gente racional...Ya es tiempo que asumamos nuestra corporalidad con naturalidad. Como algo no para ser escondido con vergüenza, sino como otra parte más del cuerpo...Y una como chama empoderada, feminista y consciente, tiene que cambiar la perspectiva de las cosas...mientras más familiarizada estemos las mujeres con los penes, viendo otras dimensiones de ellos además de lo usual, como el poder, nuestras relaciones con los hombres van a ser más igualitarias..." Reflexionó Natalia.

"Wow, qué profundo, Natalia, capaz tengas razón!"

"Más allá de eso, Jason, lo que te quería decir es que si tú tienes esa cábala de ver los partidos de Venezuela con el pipí al aire, siéntete con todo el derecho y la tranquilidad de hacerlo...Yo soy tu invitada, y este es tu apto...Soy madura, no tengo rollos, y para mí no va a pasar de lo meramente anecdótico...Va a ser un secreto entre nosotros de cábala para apoyar a la vinotinto..."

Jason no podía creer lo que había acabado de oír. La ocasión se había presentado sola, sin él necesitar forzar nada, ni generar la situación en sí. Sólo tenía que asentir y seguir la corriente.

"Natalia, yo no sé cómo haces, y esto te va a parecer bien extraño, pero, sí, de hecho, como vivo solo, me gusta andar desnudo por casa, y eso implica ver los partidos de fútbol así, en pelotas como dices tú, sea la vinotinto o cualquier equipo que apoye..."

"Chamo, chamo... no se diga más...yo me voy a bajar el jean...y me quedo en pantaletas... y cuando quieras, también te quedas en pelota...sin rollo!!!"

Al apenas Natalia decir esto, se desabrochó su jean y empezó a bajarlo, dejando entrever unas sensuales pantaletas vinotinto.

"Qué te parece, Jason...traigo las pantaletas vinotinto también...soy vinotinto por dentro y por fuera...Dale...apoya a la vinotinto también y libera ese pipiricho..." Dijo Natalia riendo.

"De pana que no te molesta si veo el partido desnudo, Natalia?"

"Ah, vaina, Jason....chamo, el partido va a comenzar...dale, pana, apúrate vale, y quítate el jean y los interiores, vale!"

Jason, lleno de adrenalina y felicidad dentro de sí, procedió a desabrochar el botón de su jean todo lo rápido que pudo. Una vez que lo desabrochó, inmediatamente, llevó sus pulgares dentro de sus interiores y con rapidez tiró no solo de su ropa íntima sino su jean también; inclinándose, los bajó velozmente, dejando al descubierto su enorme pene y testículos. La reacción de Natalia no se hizo esperar; sus ojos se abrieron de par en par, con un brillo extático. Su mirada estaba obviamente enfocada en el inmenso órgano de Jason que ya no era un secreto cubierto por textiles. De una amplia sonrisa de satisfacción pasó a una cálida risa. Por fin se animó a decir algo llevando sus dos manos a la boca.

"Wow......chacho...! Mira lo que tienes ahí! Qué palomota, vale!" Dijo Natalia riendo. "Cuidado cuando te sientes y no te la vayas a estripar, pana...jajajajajajajaj!" bromeó.

"Jajajajajjajajajajajajaj" Alcanzó a reír Jason frente a la divertida ocurrencia de la bella vecina.

Ya en la televisión comenzaba a transmitirse el partido, por lo que primero Jason y luego Natalia, por la inercia de seguirlo, corrieron al sofá para disfrutar del juego. Él se sentó en su sitio preferido, el lado izquierdo, justo en la esquina, con sus piernas necesariamente abiertas para dejar reposar, confortablemente su voluminoso miembro viril. Natalia, por su parte, estaba cómodamente sentada a su lado, sobre sus piernas cruzadas.

"Coño...casi se me olvidan las toallas! Voy a buscar unas toallas al cuarto y ya vengo, Natalia!"

"Sí, tranquilo" Contestó Natalia divertida.

Jasón se alzó con rapidez, casi como si tuviera un resorte en su trasero, y se se apresuró a pasar de lado entre el sofá y la pequeña mesa frente a él, ofreciendo un inesperado espectáculo a Natalia, que miraba hipnotizada y divertida cómo su pene y testículos se movían como un péndulo.

"Uuppaaaaaa!, más nada...." Alcanzó a decir ella, visiblemente divertida.

Jason regresó, ofreciendo de nuevo el mismo espectáculo antes de sentarse sobre la toalla que extendió sobre su área del sofá. También ofreció a la sonriente Natalia una toalla. Ella, a continuación hizo lo mismo.

"Fino, ya estamos listos para disfrutar del partido!" Exclamó Jason.

Nuevamente, se había sentado él, muy cómodo con sus piernas extendidas de manera que sus ernomes genitales pudieran reposar sobre la toalla sin mayores inconvenientes. Natalia, tal como pocos minutos atrás, estaba sentada sobre sus piernas cruzadas. El encuentro de fútbol por fin comenzó; Jasón disfrutaba de su desnudez y de la cálida y sensual compañía de su nueva amiga. Por momentos volteaba a ver a su lado para verificar que estuviera disfrutando del partido, y también, para echar un ojo a esas voluptuosas caderas y sugerentes pantaletas vinotinto. Esta era una experiencia soñada para él; indudablemente, el plato fuerte era tener al lado a una chica hermosa, sensual, inteligente, y profundamente pícara, que disfrutaba de verlo desnudo. Además de eso, como si faltara algo, el perfume que emanaba de ella era embriagador. Ante ese cóctel de excitantes ingredientes, inevitablemente empezó a sentir la sangre correr a su pene, sin llegar a la erección plena, pero sí a un estadio intermedio; era una especie de semi-erección. Entretanto, Natalia estaba a su lado, y dividía su atención, genuinamente, entre el encuentro de fútbol, y algunas deshinibidas y entretenidas miradas al protuberante falo mientras su mano izquierda reposaba ahora sobre el muslo de él. Su mente pícara seguía maquinando nuevas formas de hacer aún más divertida esta experiencia.