Voyeur en la Biblioteca

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Filmando una culeada muy especial.
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Era apenas la primera semana del semestre, mi nuevo profesor de literatura era el único de toda la universidad que marcaba tarea en el primer día de clase. Y para colmo, yo aun no había ido a comprar los libros para el semestre. La fila para los libros no había disminuido en dos días y no pensaba hacer la fila ese día, por eso tuve la gran idea de ir a sacar el libro de la biblioteca.

El ensayo era a cerca la historia de la literatura, era una introducción muy básica, era muy parecido a lo que habíamos estudiado en la prepa. Pero ahora en la universidad todo era más extenso y minucioso.

Los libros de texto se encontraban en el tercer nivel, así que me dirigí directamente a esa área. La biblioteca estaba completamente vacía a excepción de la señora de la recepción que era la que nos orientaba y registraba los préstamos de libros. Definitivamente no era de extrañarse. Mientras caminaba hacia el área escuche unos extraños sonido que venían del último pasillo, ya sabía lo que era. Eran los ahogados pujidos de una chica que había decidido aventurarse a la biblioteca con su novio para poder lograr algo de acción.

Camine muy sigilosamente hasta llegar al penúltimo pasillo, los altos estantes estaban repletos de libros, pero siempre había rendijas entre los libros para poder espiar sin ser detectado. No era la primera vez que cachaba a alguna pareja en pleno faje.

Avance muy despacio hasta detectar en donde se encontraba la pareja. Justo antes de llegar a ellos me deslice por el piso para poder detectar la acción. La pareja estaba en su mundo. Desde el otro lado del estante podía ver las piernas de la pareja, los dos pares de piernas me indicaban que ambos estaban mirando hacia el estante.

La imagen era reveladora, por la pequeña rendija podía ver que las piernas de la chica, que eran las que tenía más cerca, estaban completamente descubiertas y muy atléticas y torneadas, y justo sobre sus rodillas tenia enrollada su diminuta tanga color carne. Por otro lado el chico tenía unos pantalones de mezclilla, pero la tenía bajados hasta la rodilla. Por los graves pujidos que se escuchaban pude deducir que era más que un simple faje.

Rápidamente saque mi celular, y lo puse en modo de fotografía discreta, metí la mano por debajo de las piernas de aquella chica, justo encima de la tanguita, y me puse a capturar imágenes. A pesar del nervio que sentía, hice un cambio en el modo y empecé con una filmación de video. No podía aun ver la imagen pero sabía que valdría la pena.

Desde mi posición podía ver diagonalmente por la rendija de arriba, la chica estaba ligeramente apoyada en el mueble, apenas lograba ver sus brazos que estaban completamente alzados como si trataran de alcanzar un libro en el último tramo del estante. Su cara estaba completamente tapada por el siguiente nivel de libros, pero podía ver su tronco completamente.

La chica llevaba una blusa delgada de algodón en color vino que tenía subida por encima de sus tetas, que como claramente indicaban el morboso manoseo, había llegado hasta ahí por las inquietas manos del chico. El largo pelo castaño de la chica llega casi hasta la altura de sus redondas y frondosas tetas. La erección de sus rosados pezones sobresalía del grosor de las manos del chico.

Después de varios segundos de suaves movimientos y profundos pujidos, vino un reacomodo en la posición de la pareja. Las piernas de la chica se habían alejado del mueble quedando aun más abiertas y las del chico se habían ido aun más atrás. La adrenalina me hizo recoger repentinamente la mano que sostenía mi celular. Aun acurrucado en el piso y esperando cualquier reacción, seguí filmando a través de la rendija como las piernas de aquellos chicos se alineaban.

El chico le estaba dando una verdadera culeada a la chica, tanto que el estante ya se mecía. Los pujidos de la chica iban aumentando en sonido y frecuencia. Después de sondear una vez más por la rendija de arriba logre ver que la cabeza de la chica estaba, justo, enfrente de los libros de ese nivel, una vez más yo estaba resguardado por el mueble.

Pasados unos segundos cogí el valor necesario para meter de nuevo el teléfono de la rendija del mueble, aunque esta vez de manera más discreta y así seguir filmando. La posición de la pareja seria inmejorable para mi video.

El mueble se movía tanto que parecía que se iba a derrumbar, los pujidos de la chica se hacían cada vez más sonoros y los del chico se empezaban a escuchar.

De pronto, una grave voz sonó inesperadamente: -Cómetelos... - dijo el chico mientras la chica giraba el cuerpo hacia el lado contrario.

Mi instinto fue retirar de nuevo la mano, pero girando el celular para poder captar la acción de la pareja.

A través de la rendija pude ver como la chica se había puesto de rodillas, su blusa estaba completamente subida, su blanca falda seriamente desacomodada, pero su cabeza estaba perfectamente alineada a pene del chico.

Con un rápido movimiento se deshizo del pelo que tenía en la cara mientras que su cabeza se movía, hacia arriba y abajo, hacia adelante y atrás, con la consigna de ordeñar a aquel chico.

Unos momentos después su cabeza se detuvo, era momento para retirarme de aquel lugar. Me arrastre por los primeros metros y luego camine hacia la mesa más cercana a los estantes. Tomé un libro cualquiera y me senté de frente a la pared del fondo, de tal manera que aquella pareja pasara justo en frente de mi al salir.

Abrí el libro que estaba frente a mí y clave mi mirada en él, estaba seguro que mi respiración era profunda y ruidosa pero estaba usando toda mi concentración para permanecer calmado. Después de todo mi curiosidad era demasiado grande para dejar pasar la oportunidad de ver quien era la chica del video que había logrado filmar.

Solo unos instantes pasaron hasta que sentí la presencia de alguien que se aproximaba, levante la vista discretamente y por la reacción de la chica sabía que ella estaba igual de sorprendida. Mis ojos se abrieron como platos cuando reconocí el rostro de aquella chica, era la hermana de mi novia. Una hermosa chica de 20 años, solo dos más que mi novia, que había sido la protagonista de más de una de mis fantasías nocturnas.

Sin dejar de caminar hacia mi bajó la mirada con profunda pena y aumento la velocidad hasta descender las escaleras y perderse en el segundo nivel. Mi corazón estaba dando brincos de tanto nervio, unos instantes después salió el chico que se había estado culeando a mi cuñada, pero nuevamente para mi sorpresa aquel chico no era el novio de mi cuñada.

De la misma manera que mi cuñada, sin cruzar miradas conmigo, paso caminando hasta perderse en el nivel de abajo. Este era sin duda mi día de suerte, era una coincidencia demasiado buena para ser cierta. Con un poco de nervios y mucha curiosidad, puse en silencio mi celular y empecé a ver el video que recién había capturado.

El video eran aun mejor de lo que pensé, el ángulo en el que se filmó me permitía ver las largas piernas y las redondas nalgas de mi cuñada y como fondo las blancas telas de su minifalda. Conforme avanzaba la filmación se iban revelando más de sus partes íntimas, la minifalda subía más en cada movimiento, el avance de las manos del chico era cada vez más atrevido.

Las piernas de mi cuñada estaban ligeramente abiertas, por lo que dejaban entrever unos carnosos labios rojos en medio de su bien rasurada entrepierna. La mano de aquel chico se deslizo rápidamente entre sus piernas para poder introducir dos gruesos dedos, los más largos, en la húmeda concha de mi cuñada.

Para ese momento, ya había olvidado mis nervios por completo y mi mano derecha se posaba inconscientemente sobre el gran bulto que se había formado bajo mis pantalones. La mano de aquel chico luchaba por explorar cada vez más profundo la cueva de mi cuñada, cuando vino de pronto el reacomodo.

La lente de la cámara tomo algunas escenas erráticas mientras el celular se movía hasta quedarse fijo filmando a través de la rendija, donde se podía apreciar claramente como el chico con el pantalón en los talones se alineaba para poder penetrar a mi cuñada que se encontraba empinada sobre el mueble y con la falda subida hasta las tetas.

La escena era perfecta, dos chicos teniendo sexo salvaje en la biblioteca mientras los captaban video casero a través del celular. Pero la siguiente escena tendría un lugar especial en mi memoria para toda la eternidad.

De nuevo la filmación cambia de ángulo para captar la escena por debajo de la pareja, es entonces donde logro captar, para mi buena fortuna, la hermosa cara de mi cuñada en un estado de completa excitación. Su boca estaba completamente abierta simulando un intenso grito silencioso; sus parpados estaban cerrados a presión; su pelo caía como una cortina enmarcando su cara; sus senos se bamboleaban libres con cada penetración. Aun sin sonido, era la escena más excitante que había visto en mi vida.

De pronto, los ojos de mi cuñada se abrieron, su cara seguía denotando una gran excitación, sin embargo su mirada estaba fija en el teléfono. El chico seguía con sus potentes envestidas sin la más remota oportunidad ver el celular.

Mi cuñada seguía en la más profunda excitación, dando ahogados gritos de placer, pero sin poder quitarle la vista a la filmación. Aquella escena parecía salida de una película pornográfica, era una actuación perfecta para la cámara, con la diferencia que no era una actuación.

No puedo saber que hizo que mi cuñada no se apartara de la filmación pero si puedo suponer que el gran placer que sentía ante la salvaje culeada que estaba recibiendo la tenia completamente paralizada. Era el turno de la escena final, que transcurrió justo como lo pude apreciar en el momento. No podía estar seguro si mi cuñada se los había tragado o aun los tenía en la boca cuando salió de la biblioteca pero sin duda hizo un gran trabajo.

No podía esperar más para llegar a mi casa y repetir el video con sonido, incluyendo varias chairas de paso, mientras mi retorcida mente planeaba lo que iba a suceder después.

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  • COMENTARIOS
Anonymous
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1 Comentarios
AnonymousAnónimohace más de 8 años
La historia más exitante de E&V

Excelente desarrollo, el desarrollo más natural y la descripción más erótica. Ya la leí por lo menos tres veces y no me dejo de pajear. Espero con ansias la continuación.

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