Es La Universidad, Mijo

Yo estaba en un banco, escuchando música en una calle de muchas tiendas. Fue mi ciudad de la universidad y yo estaba revisando las "flores de primavera" que pasaban cerca. Mi novia estaba dentro de una tienda y yo había decidido esperarla fuera. Tres mujeres jóvenes bajaban de la acera. Miré hacia ellas.

Todas estaban usando los nuevos pantalones de yoga que estaban de moda. Y camisetas cubriendo sus pechos. Ni una de ellas llevaba un sujetador. Yo podría decir, desde el rebote de tetas jóvenes hacia mí. Uno podía ver sus coños en los pantalones apretados. Sabían cómo se las veía. Así jugosas y dulces. Lo suficientemente bueno para comer.

Cuando se acercaron los oía reír. En realidad no estaba mirando. Pero yo estaba definitivamente mirando y disfrutando de lo que pude ver. Sólo esperaba que no pasaran demasiado rápido. A medida que se iban acercando me di cuenta de que una de ellas había estado en mi clase de Química del año pasado.

Ya era su último año en la universidad. Así que estas chicas eran todas estudiantes universitarias. Por eso me encanta mi escuela. Le sonreí a las chicas que pasaban. Rosa. Ese era su nombre. Ella me reconoció y se detuvo, y sus amigas también lo hicieron.

"Oye Kevin. ¿Qué está pasando aquí? ¿estás a la espera de algo?"

"Sí. Dentro esta Mia mirando cosas, así que estoy simplemente relajándome aquí. ¿Qué pasa contigo? ¿Quiénes son tu amigas?"

"Este es Naomi e Isabela. Están en mi clase de Literatura. Hemos estado leyendo algunas cosas interesantes, ¿sabes? Creo que el profesor tiene una cosa para jóvenes chicas. Siempre está la asignación de libros como El amante de Lady Chatterley, y todo eso. Quiero decir, no me importa, pero te puedo decir que está emocionado. He visto su polla endurecerse más de una vez. Es muy gracioso."

"Sí, tenemos algunos pervertidos viejos aquí, ya lo sé. Es genial, siempre y cuando no molesten a las chicas."

"Ay, no nos importa. En realidad no. Él es un poco lindo, de todos modos. Pero de algunos de sus libros a veces nos pregunta. ¿Quieres saber qué pasa? Naomi e Isabela dijeron que no, pero me dijo que sí. Creo que un hombre se lo haría con ella. Si la chica quería."

"Me perdí Rosa. ¿De qué estás hablando?"

"Quiero decir, sería un hombre capaz de dejar a una chica, ya sabes, hacerlo con él en la calle?. Es decir, si nos paramos casualmente alrededor y tal vez la gente no podía ver mucho, ¿sabes?"

"Déjame ver si lo entiendo. ¿Quieres darle a un chico una mamada a cabo aquí en la calle, a plena luz del día? Ya sabes,no puedo ver que eso suceda. Quiero decir, mierda, con tanta gente en esta calle. Me di cuenta que era una historia."

"Así que lo harías entonces? Honesto al dios? Porque Isabela es la que dijo que iba a hacerlo. Yo no creo que lo hiciera, y Naomi cree que no lo hará, tampoco."

"Está bien, está bien. Rosa. Yo no sea un viejo pervertido, pero puedo ser un poco pervertido, si tu me entiendes. Yo estoy aquí. Vamos a hacerlo. Chiquitas, ponerse en frente. Isabela? Tú quieres chupar mi polla? Vamos a hacer esto, chica."

Con las dos miradoras de pie en frente de nosotros, Isabela, riendo, se sentó a mi lado y se inclinó. Yo había desabrochado y estaba arrastrando mi endurecida polla. Seguí mirando alrededor de la calle, pero no pude ver a nadie que realmente se diera cuenta.

Uff, comenzó rápidamente. Su mano me acariciaba y me estaba poniendo más turgente. Estaba feliz, ¿sabes? Yo estaba disfrutando mucho de esto, y también con la esperanza de que mi novia no saliera en un corto plazo.

La lengua de Isabela estaba lamiendo mi virilidad, mientras su pulgar frotaba la cabeza de mi polla . Se estaba poniendo más roja. Puse mis manos en su pelo rojo y traté de conseguir que ella me dejara coger su cara, pero ella estaba haciéndolo en la forma en que quería hacerlo. Ella estaba tirando de las bolas que había sacado fuera de mis pantalones vaqueros mientras ella chupaba la cabeza.

Finalmente, ella se balanceaba arriba y abajo. Me estaba metiendo en esto, mijo. Dios, ella debe ser maestra en chupar la polla. La aspiración era intensa. Acariciándome y chupando al mismo tiempo me hizo querer rodar rápido. Pero nadie estaba mirando todavía, así que pensé en disfrutar de este todo el tiempo que pude. Esto haría una gran historia de vuelta en la casa de la fraternidad.

Las otras dos chicas se reían. Tanto Rosa y Naomi estaban allí mirando a su alrededor, pero realmente disfrutaban viendo a Isabela darme una mamada. Ayudó a la situación que había un recipiente de basura a un lado del banco y en el otro estaban los quioscos de periódicos. Pero ahora mismo no me importa un carajo. Estaba a punto de darle mi leche.

Había llegado el momento. Mi esperma estaba viniendo, y brotó en su boca. Ay, hombre, a esa chica le encantaba chupar mis jugos. Ella gemía y chupaba, tratando de conseguir todo. Sus amigas tenían sus manos cubriendo sus bocas mientras reían y reían. Pero no se me pasó ver que la entrepierna de cada chica estaba mojada ahora.

Habían podido disfrutar de ella también. Este fue cojonudo. Pero entonces, la mierda golpeó el ventilador. Mia salió de la tienda con dos maletas y se dirigió hacia mí. Isabela estaba chupando hasta el último resto de mi esperma. Yo estaba tratando de levantarla y fuera de mí, como pude metí mi polla de nuevo en mis pantalones. Ella no quería soltarla.

Ella finalmente se sentó a mi lado. Se limpió los labios y chupó los dedos. Mia me estaba mirando.

"Puedo explicar bebé. No es lo que piensas. Mia, espera. No es lo que estás pensando chica."

Ella estaba fuera del volante. Su cabeza estaba alta, pero yo sabía que esto iba a tomar un montón de tiempo explicarlo. Ay, qué demonios. Esto era la universidad. Nos levantamos y di unas palmaditas en cada uno de sus culos apretados. Entonces traté de ponerme al día con Mia.

Estaba pensando rápido.