Mis Maravillosas Hijas Parte III

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Y yo tenia la razon...
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Parte 3 de la serie de 3 partes

Actualizado 06/29/2022
Creado 10/26/2004
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julio08
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El siguiente fin de semana el nos recogio en su camioneta 4x4 bien temprano en la mañana. Sara llevaba puesta su mini falda azul, la misma que uso cuando el abogado la monto y una camiseta blanca, mientras que Catherine tenia puesta una cortisima faldita verde y una chaqueta. Las dos se veian muy sexys y saludaron de beso en la mejilla al doctor Hernandez. El lucia nervioso y agitado. Les veia sus hermosos y parados culos y parecia no creer que en las siguientes horas iba a disfrutar de los espectaculares cuerpos de mis deseables hijas. Estas dos juveniles rubias que ahora se sentaban a su lado en el asiento de atras mientras yo conducia la camioneta, serian solo suyas ese fin de semana. Las conocio de blue jean la semana anterior. Ahora las tenia de mini falda y conocia lo suave y tersas que eran sus femeninas piernas.

Durante el viaje hablamos de la empresa y ellas hablaron de la Universidad. Por supuesto las manos del doctor Hernandez recorrian sus piernas de forma nerviosa e insegura. Acordamos darnos un chapuzon en la piscina al llegar y luego del almuerzo, un paseo a caballo por la gran Hacienda. En la noche ellas estarian con el en su habitacion. Al llegar a la Hacienda, ellas se bajaron del vehiculo y el se quedo admirando como sus traseros se meneaban cuando ellas caminaban. Las nalgas de Sara se le destacaban por la corta mini falda y su redondo trasero era un monumento a las teenagers de su edad. Al caminar se le notaba que bajo su mini falda tenia una tierna tanga. Catherine, por su parte, caminaba como toda una reina, sus piernas mas hermosas que nunca y su riquisimo culo se sacudian de un lado a otro con cada paso que daba. Su cintura pequeña y gran cadera deleitaba la vista del doctor Hernandez. Mientras que yo cargaba las maletas, el las seguia desde atras sin quitarles mirada. Sus ojos parecian tener una disputa de cual cuerpo mirar, pues cada uno tenia su preferida.

La Hacienda tenia una casa inmensa y una piscina que invitaba a nadar. Ademas tres amplias habitaciones con cama doble, una sala, cuarto de TV y la cocina. La casa estaba vacia.

Entre y acomode las maletas en las habitaciones y observe desde el segundo piso como el doctor Hernandez habia entrado en confianza. Ellas se acercaron a la cerca de los caballos a observarlos mientras que el las abrazo sutilmente, para luego empezar a deslizar sus manos por sus espaldas lentamente. Como lo vi de inseguro en el viaje, tocando las piernas de ellas, no pense que el doctor Hernandez se atreviera pero mis dudas fueron aclaradas al observar como sus manos siguieron bajando y lograron su objetivo, al acariciar los culos de mis hermosas hijas. Parecia disfrutar del alto precio por el que habia pagado por ellas. Cada mano se habia apoderado de sus nalgas y parecia aferrarse sin querer dejar de recorrer toda la redonda superficie de sus traseros. Su mano derecha acariciaba el culo de Sara por encima de la mini falda, mientras que su mano izquierda tuvo mejor suerte, al poder levantarle la corta falda a Catherine, y tocar por primera vez la tersa piel de sus perfectas nalgas. Creo que sus dedos buscaban desesperados su jugosa vagina y encontraron un tesoro.

De pronto hubo un giro inesperado, la mano derecha se retiro del culo de Sara y el se apodero de Catherine al sujetarla con las dos manos. Vi como le subio su falda y le bajo la tanga hasta la rodilla. El se arrodillo y quedo perplejo mirando por unos segundos la maravillosa vista que tenia. Luego reaccionando y convencido de que esa vagina era suya, empezo a lamersela a Catherine quien seguia de pie ahora recostada sobre la cerca.

Sara se retiro y se acerco hacia la casa, al ver que su hermana Catherine fue la elegida, a pesar de que habiamos planeado algo diferente. Como yo estaba lejos, apenas alcanzaba a ver como su lengua y su nariz se introducian entre su vulva moviendose freneticamente. Queria comersela y arrancarle ese delicado clitoris. Sus manos se apoderaron de sus nalgas y se las abrio. Luego el saco su cabeza de tan lujurioso lugar y observo sorprendido la ricura del culo de Catherine. Ahora su lengua lamia su ano como reconociendo su terreno. El siguio por un rato lamiendo con su lengua, su culo y su vulva.

Yo baje las escaleras y me encontre a Sara que buscaba algo entre un pequeño cuarto que habia al lado de la cocina.

-"Que buscas, corazon?", le pregunte yo.

-"El doctor Hernandez quiere que saque las colchonetas de la piscina que supuestamente estan aqui", me respondio ella.

Cuando yo le ayudaba a sacarlas del deposito, Sara y yo escuchamos un grito de placer. Catherine, victima de una lengua que le recorria su vulva, habia llegado al orgasmo. Nos volteamos y vimos como ella se quejaba de intenso placer mientras que seguia aferrada a la cerca. Su mini falda verde estaba en el piso y su despampanante culo se veia hermosisimo. Sus redondas y moldeadas nalgas lucian mas frescas que nunca. El se puso de pie, solto el cinturon de sus pantalones y se bajo su boxer. Como los veiamos de espaldas vimos como sus manos abrian las delicadas nalgas de Catherine buscando su exquisita vagina ya lista y lubricada para ser penetrada. El flexiono sus rodillas un poco para facilitar la penetracion y tres gritos de placer se escucharon de nuevo en la hacienda, al descubrir el con su verga, la maravillosa sensacion de penetrar la vagina de Catherine. Fueron tres gritos, uno por cada empujon de su cuerpo buscando dejar su verga en lo mas profundo de ella. Quedaron inmoviles un rato como disfrutando de sentirse mas unidos que nunca.

Sara tomo las colchonetas y regreso a donde ellos estaban. La vi alejarse moviendo sensualmente su perfecto culo, mientras que clavaba mi mirada en sus ricas nalgas y recorde con envidia la ultima vez que le hice el amor, cuando ese trasero fue mi regalo de cumpleaños. Ahora ese sensacional culo tenia dueño. Mientras tanto el doctor Hernandez se empezaba a mover, sacando y entrando su verga dentro de la vagina de Catherine. Por supuesto sabia que el no aguantaria mucho. Ese hermoso y fresco culo de teenager en el que el se habia fijado hacia ocho dias y era cubierto por un apretado blue jean, ahora era suyo. Se estaba dando el gusto de clavarlo como el queria. En efecto, un par de minutos bastaron para que en la hacienda se escuchara su desgarrador grito de placer, al sentir como su verga explotaba, lanzando muy seguramente, formidables cargas de semen en la vagina de ella. Catherine por supuesto, tambien gritaba, pero sus gritos quedaban opacados con los de el.

Prepare el almuerzo y lo segui escuchando gemir y gritar al derramarse dentro de mi hija. Al rato llego Catherine, con su cabello suelto y un poco desarreglado. Su mini falda verde estaba manchada de semen por detras.

-"Papa, donde dejaste mi maleta?... me quiero cambiar..", me dijo ella.

-"Arriba en la habitacion del doctor Hernandez", le respondi.

-"Y Sara?", le pregunte yo con curiosidad, mirando como su mini falda destacaba esa delicia de culo y sintiendo el exquisito aroma que expele una mujer luego de recibir una carga de semen en su vagina. Por lo fuerte del olor me di cuenta de que el se habia pegado una soberana derramada dentro de ella. En ese momento envidie al doctor Hernandez.

Parecia que el doctor Hernandez me hubiese escuchado preguntar por mi hija y hubiera dado la respuesta inmediata a mi pregunta. Otro grito se escucho en la hacienda. Fue tan intenso como el anterior. Me asome por la ventana de la cocina y sobre una de las colchonetas, al borde la piscina, vi a Sara. Lucia hermosa y deseable. Parecia toda una estrella del mundo del porno. Desnuda, en posicion doggy, sus hermosas piernas entre abiertas, con su cabeza herguida, sus ojos cerrados y sus tetas con sus pezones erguidos, recibia por detras la verga de el, quien arrodillado y con sus manos aferradas a su cintura, acababa de derramarse dentro de su vagina por primera vez. Los fuertes embates de las contracciones adbominales de el al eyacular, sacudian el cuerpo de Sara, quien reflejaba en su rostro el placer de sentirse inundada. Los gestos de la cara de el mostraban lo fantastico que se sentia al explotar su verga dentro de la vagina de mi hija.

Durante la siguiente media hora, Manuel Hernandez, el presidente de la compañia donde trabajo, siguio clavando la vagina de Sara mientras que Catherine y yo nos dabamos un chapuzon en la piscina y nos divertiamos sin darle importancia a lo que sucedia a muy pocos metros de nosotros. Solo volteabamos a mirarlos cuando ellos llegaban al orgasmo o cuando el le sacaba su verga y le pedia a Sara que se acomodara en otra posicion, para luego ver como otra vez su verga su hundia en su hermosa vagina de nuevo. Sara fue duramente clavada sobre la colchoneta, la mesa del parasol y la silla reclinadora de bronceo. Y por supuesto volvi a envidiar al doctor Hernandez. En efecto el culo y la vagina de Sara es de los que merece ser violentamente clavado.

Fue necesario que Catherine saliera de la piscina con su sensual vestido de baño para que el doctor Hernandez, aun con la totalidad de su verga dentro de Sara, cambiara nuevamente de objetivo. Catherine lucia un traje de dos piezas, una diminuta tanga de color rojo tipo hilo dental que escasamente ocultaba su vagina pero dejaba expuestas esas dos fabulosas redondas nalgas, y un top que ocultaba esos divinos pezones de ella.

-"Catherine ven...", la llamo a ella.

El estaba acostado encima de Sara con toda su verga hundida dentro de su vagina. Sara estaba boca arriba sobre el comodo sillon de bronceo con sus piernas totalmente abiertas, abrazando su cuerpo, mientras que el le lamia sus tetas. Cuando Catherine se le acerco le dijo:

-"Te ves fantastica con ese vestido de baño, cariño.."

Tomo a Catherine por su culo y la acerco a el. Luego, jalo su tanga, la desplazo un poco con uno de sus dedos y su lengua volvio a recorrer su vagina. Me parecio formidable verlo como le pasaba su lengua a esa deliciosa vagina de Catherine, a la que habia clavado hacia pocos minutos, mientras que su verga estaba en lo mas profunda de la cuca de Sara, aun escupiendo semen.

Luego de este preambulo inicial, en que cada una de ellas fue duramente clavada, finalmente almorzamos. Luego del almuerzo, Sara se coloco tambien su vestido de baño, una diminuta tanga azul y su respectivo brasier.

La tarde la pasamos de maravilla, primero en la piscina y luego recorriendo la Hacienda montados a caballo. Al llegar la noche, el me pregunto por los frascos de gel facilitador. Cuando se los pasaba senti nuevamente envidia al saber que sus perfectos culos serian solo suyos toda la noche. El parecio leer mi mente.

-"Sabe Walter... sus hijas son unicas...", me dijo el mirandome a los ojos.

-"Y usted tenia toda la razon.... esta tarde me pegue unas brutales derramadas..... jamas habia disfrutado tanto de una vulva, un clitoris y esa deliciosa vagina de ellas...", agrego el dandome una palmada en la espalda.

-"perdoneme Walter, se que teniamos otros planes para el dia pero no pude aguantar las ganas de acariciarles esos preciosos culos, especialmente el de Catherine, que lucia sensacional bajo esa corta falda que tenia puesta... asi que le pregunte si podia hacerle el amor mientras ella miraba los caballos y ella me dijo que si...", siguio hablando el.

-"Y luego hice mi deseo convertido en realidad al poder clavar a su hija Sara y entregarle mi chorro de semen espeso como mas lo queria... la vagina y el cuerpo de ella es de los que merece ser montado estilo doggy, asi que creame que ya toque el cielo cuando me le derrame en multiples ocasiones esta tarde al borde de la piscina.."

El doctor Hernandez lucia agotado despues de disfrutar el sexo de mis hijas.

-"No me imagino que sentire al penetrar sus perfectos culos esta noche", me dijo tomando el gel facilitador.

-"Me encanta que este satisfecho doctor... pago un alto precio por ellas y era justo que hiciera su sueño realidad", le respondi como todo un vendedor.

-"Quiere hacer el amor con una de ellas esta noche?", me pregunto el.

Sonrei. Me di cuenta como la vida y el destino da vueltas y cambia los papeles. Hacia 5 dias, yo le hacia la misma pregunta a el y llegabamos a un acuerdo para que pudiera montar y disfrutar a mis hijas. Ahora, 5 dias despues, el como dueño temporal de sus cuerpos, le preguntaba a su propio padre si deseaba clavarlas. Claro que notaba que el estaba agotado y que queria dejar sus ultimas fuerzas solo para penetrar y disfrutar de sus culos.

-"Seria maravilloso compartir con usted lo que seguramente sera una noche inolvidable", le respondi afirmativamente.

-"Si desea yo se las preparo y se las entrego ya listas, para que usted vuelva a tocar el cielo esta noche encima del culo de ellas", le comente al darle a entender que el solo tendria que clavarles su culo mientras que yo primero les hacia el amor.

El acepto, asi que subi con mis hijas a mi cuarto y a peticion de el, desnude primero a Sara. Le lami su vagina, mi lengua jugo con su clitoris mientras que mis dedos se le introducian en su delicado ano. Le acaricie sus piernas femeninas y esos muslos firmes de deportista que ella tiene. Bese sus tetas y le mordi los pezones para al final dedicarmele solo a su vulva y esos gruesos labios vaginales que pedian mi verga. A pesar de que ella se ducho muy bien despues de ser clavada en la piscina, aun sentia el olor a sexo que emanaba de su cuca, lo que confirmaba que el doctor Hernandez habia dejado dentro de su vagina gran parte de sus impetus sexuales esa tarde.

Sara me pidio que me acomodara boca arriba con mi verga erecta a punto de explotar. Asi lo hice y ella se sento sobre mi adbomen, de frente a mi, introduciendose lentamente mi verga en su vagina. Luego empezo a mover su cadera mientras que mi verga se terminaba de acomodar. Justo cuando empezaba a moverse, Catherine se ubico detras de ella y empezo a acariciar mis bolas y le introdujo dos de sus dedos embadurnados con el gel facilitador dentro del culo de ella. Catherine siguio frotandome las bolas lo que me causaba mucho placer y el rostro de Sara reflejaba lo rico que se sentia disfrutar de la verga de su padre mientras que los lubricados dedos de su hermana estaban dentro de su ano. Yo me empezaba a sentir muy excitado y presentia que mi verga iba a explotar. Justo cuando la cadera de Sara se movia mas rapido y el ano de ella estaba convertido ya en un rio de flujos femeninos, entro el doctor Hernandez a mi cuarto.

Ver el hermoso culo de Sara completamente humedo mientras que mi verga se escondia dentro de su vagina, le hicieron tener una ereccion inmediata a el. Su verga se puso dura y parada al instante. Se monto sobre la cama y dandole un beso a Catherine le pidio que se retirara. Estando yo con toda mi verga dentro de la vagina de Sara vi como el le tomo sus nalgas y se las abrio. Sara se preparo para la penetracion y se recosto sobre mi pecho, dejando que yo la abrazara. Asi que tuve la increible oportunidad de ver como la verga de mi jefe empezaba a penetrar la belleza de culo de mi hija y su maravilloso ano. El doctor Hernandez veia como su verga se empezaba a hundir dentro de ese fantastico trasero mientras que mi hija Sara sentia por primera vez en su vida como una verga se introducia dentro de su parado culo cuando ya otra verga yacia en lo mas profundo de su vagina. Sara disfrutaba de una doble-penetracion. Los siguientes 5 minutos fueron la mas fabulosa experiencia sexual de nuestras vidas, ya que mientras el doctor Hernandez clavaba duramente el culo de mi hija, Sara disfrutaba de las dos vergas al mismo tiempo y yo miraba extasiado los rostros de placer de ellos. El de Sara montada sobre mi y el de el doctor Hernandez clavando esa delicia de culo detras de ella. Luego de esos cinco minutos, los tres explotamos simultaneamente. Yo no aguante mas y senti como mi pene empezo a eyacular abundantes cantidades de semen inundando la vagina de Sara, el doctor Hernandez sintio como su verga exploto dentro del deseable culo de ella y toco el cielo. Sara, por su parte vivio la indescriptible sensacion de dos chorros de semen bombeando su cuerpo al mismo tiempo, uno en su vagina y el otro dentro de su culo.

Despues de que nuestros cuerpos pararon de sacudirse, el le retiro su verga de su culo, yo gire mi cuerpo y quede encima de Sara, para luego sacarle mi verga. Ella quedo tirada sobre la cama, extasiada y agotada por la doble-penetracion.

Mire al doctor Hernandez, sonreimos y salimos de la habitacion en busqueda de Catherine, quien estaba abajo en la sala viendo TV.

Al llegar a la sala, vimos a Catherine con su otra mini falda. Sus largas piernas se veian mas femeninas y hermosas. Sus muslos parecian los de una reina de belleza. Lo corta de su falda nos dejaba fantasear lo que ocultaba. Ella nos observo, vio como de nuestras vergas aun escurria semen y nuestros rostros reflejaban el deseo sexual, ahora de su cuerpo.

-"Escuche que se vinieron los tres al mismo tiempo", dijo ella.

Sonreimos y guardamos silencio. Catherine comprendio entonces que su hermana Sara habia sido doble-penetrada.

-"Quien me va a hacer el amor primero?", pregunto ella aun inocente de lo que estaba por vivir y mirandonos a los ojos.

Nuestro silencio y la risa burlona de mi jefe y yo fueron las mejor respuesta.

-"ok.. creo que estare mas comoda sobre la silla de bronceo de la piscina", comento ella al saber que tambien iba a ser victima de nuestros deseos masculinos simultaneamente.

Catherine se puso de pie y salio hacia la piscina moviendo su cuerpo armoniosamente y destacando su rico trasero bajo esa corta falda. Por supuesto, el doctor Hernandez le acaricio el culo cuando ella paso en frente de el.

10 minutos mas tarde era Catherine la que disfrutaba de la verga de su padre dentro de su vagina mientras que al mismo tiempo su sensual y femenino culo era taladrado por la verga de mi jefe. Y claro, los tres tocamos el cielo simultaneamente.

Ese fin de semana, Sara y Catherine Rodriguez recibieron de Manuel Hernandez, una soberbia demostracion de lo que un hombre adinerado haria por poseer sus delicados cuerpos y disfrutar de sus exquisitas vaginas y redondos culos.

Yo, Walter Rodriguez, comprendi una vez mas porque la mente del hombre actua y responde con base en estimulos sexuales, al disfrutar nuevamente la sensacion de placer que me envolvia al clavar mi verga dentro de la vagina de una de mis hijas, mientras que por detras, observaba como su sensacional culo era montado y taladrado por la verga de un extraño, pero con la seguridad de que en los proximos años yo haria lo que fuera con tal de que a ellas no les faltara nada y no tuvieran que volverlo a vivir. Ahora tenia suficiente dinero en la cuenta bancaria y la tranquilidad de tener una casa propia.

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Anonymous
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2 Comentarios
AnonymousAnónimohace más de 9 años
maravillosas nenas

no me canso de leer estos relatos,siempre me ponen a 1000% me encantaria que pusieras fotos de ellas..o una pista para visitar su face..

AnonymousAnónimohace más de 10 años
Superb

Estupendo cuento, las tres partes hacen que nos imaginemos a las dos chicas.

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