Don Francisco

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Mi rejuvenecido suegro.
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julio08
julio08
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Salimos ese fin de semana con mi esposo, mi hijo de 3 años y mis suegros a su hacienda de descanso. Mi esposo se estaria con nosotros solo la noche del sabado y regresaria a la capital federal el domingo en la mañana, mientras que nosotros pasariamos dos dias mas alli. Ese sabado hacia un clima caluroso de verano asi que me coloque una minifalda y una camiseta top que destacaba mis cualidades femeninas. Mis tetas y mi trasero seguian aun firmes luego de 4 años de matrimonio.

Durante todo el dia vi con sorpresa como mi suegro me observaba. No era muy frecuente que salieramos todos durante los fines de semana y yo llevaba mucho tiempo sin lucir una minifalda, asi que creo que era la primera vez que el me veia vestida asi. Como estuvimos con el nene llevandolo por la hacienda, el estuvo conmigo todo el rato. Sus ojos tenian tiempo para mirar a su nieto y por supuesto fijarse en mis atributos. En algunas ocasiones, el un poco descaradamente, se me acercaba y rozaba mis pechos al pasarme a Camilo, mi hijo, para que lo cargara en sus brazos. Yo lo tomaba, seguia caminando con Camilo y el se quedaba atras mio. Cuando Camilo volteaba buscando a su abuelo, mi suegro estaba con su mirada clavada en mis piernas y mi trasero.

Mi suegro a sus 52 años de edad habia pasado una epoca dificil. Mi suegra habia quedado invalida desde hace 10 años a raiz de un accidente casero, por lo que el habia estado muy pendiente de ella y se habia convertido en su angel guardian. Pense que era un poco injusto con el, ver a su nuera tan sexy, bella y provocadora luciendo esa mini falda, mientras que el, por causas del destino, no podia disfrutar de un cuerpo femenino como el mio. En su mirada se reflejaba el deseo y la provocacion por lo que me senti un poco culpable al lucir ese dia la corta falda.

Esa noche cenamos, vimos un poco de TV y luego que Camilo se quedo dormido, al lado de su abuela, pasamos a la sala y empezamos a charlar. Yo me sente al lado de mi esposo y cruze las piernas. Mi suegro se acomodo en el sillon de en frente a disfrutar de la charla y de la vista que yo le daba. La mini falda le permitia ver la parte alta de mis piernas. Cuando yo me ponia de pie, para alcanzarles las cervezas o algo de comer, el sin ningun problema miraba como yo descruzaba las piernas y por decimas de segundo mi falda le permitia ver mi diminuta tanga.

-"Que guapa estas Ana...", me dijo mi suegro sonriendo.

-"Que afortunado eres Ramiro...", le dijo el a mi esposo con tono burlon.

Reimos, pero yo sabia que ese comentario tenia su sentido. Nunca lo senti asi pero esa noche me di cuenta que mi suegro me deseaba.

Luego de charlar de temas varios, decidi subir a dormir en la habitacion que ellos nos habian asignado mientras que mi esposo y mi suegro se quedaban tomandose unas cervezas. Al despedirme de mi esposo con un beso, el me acaricio el trasero. Subiendo las escaleras, voltee a mirarlos y vi como los dos no despegaban sus ojos de mi. Al rato subio mi esposo con algunos tragos en la cabeza, pero con la firme intencion de cumplir su objetivo: hacerme el amor. Ramiro entro a la habitacion, se acreco a la cama donde yo me empezaba a dormir, me despojo de la pijama que tenia puesta desnudandome por completo y empezo con su lengua a lamerme las tetas y la vagina. Como el estaba afectado por los tragos, se abalanzo sobre mi de repente y senti como su verga se introducia dentro de mi vulva, aun sin lubricar. El siempre jugaba con mi cuca y mi clitoris antes de penetrarme, pero esta vez, producto del alcohol, se apresuro. Senti un poco de dolor inicialmente cuando el empezo a mover el abdomen y su verga empezo a entrar y salir de mi vagina, pero luego mis fluidos ayudaron a mitigarlo. Cuando el dolor se convertia en placer, y yo me empezaba apenas a excitar, Ramiro, mi esposo, se derramo. Dejo escapar un pequeño quejido y al momento senti su liquido caliente dentro de mi. Lo abraze fuertemente por la espalda, mientras que el tenia las contracciones abdominales y disfrutaba de su orgasmo. Yo por supuesto me moleste un poco, ya que queria algo mas duradero y el lo habia echado a perder.

En ese instante mire hacia la puerta y la vi entreabierta. Alli vi la figura de mi suegro quien observaba como su hijo le hacia el amor a su nuera. Mientras tanto, mi esposo se sacudia sobre mi, terminando de derramarse. La vision de mi suegro en la puerta fue interrumpida por mi esposo:

-"Ahora perrito... quiero tu culo rico", me pidio el, al sacarme su verga de mi vagina.

Mientras me volteaba y me ubicaba en posicion doggy, observe nuevamente que mi suegro seguia alli.

Ramiro tomo un frasco de aceite para bebes y me lo vacio en el ano. Luego abriendo mis nalgas, me penetro lentamente. A pesar del aceite, senti tambien dolor pero lo aguante. Cuando tenia toda su verga dentro de mi culo, mi esposo empezo a taladrarme moviendo su pene con movimientos pausados. Esta vez fue diferente. Empezo con una cadencia lenta y luego fue aumentando. Al cabo de diez minutos, los dos llegamos a un delicioso orgasmo. Mientras que mi esposo me sujetaba por las tetas y yo sentia en mi culo su calida leche, los dos dejamos salir un gemido de placer. Luego, cuando el paro de sacudirse y su eyaculacion habia terminado, voltee a mirar hacia la puerta nuevamente y mi suegro seguia mirando sin perder detalle.

Habia sido una experiencia sexual extraña, ya que por primera vez en mi vida un hombre observaba como mi esposo me hacia el amor.

Luego Ramiro me retiro su verga y se acosto a mi lado. Me acoste con el, abrazandolo, y por un rato charlamos de lo atractiva que yo me veia con la falda que me habia colocado ese dia y de la derramada que el se acababa de pegar dentro de mi. Me pare de la cama mientras que mi esposo quedaba tendido sobre ella, y me acerque a la puerta para cerrarla. Por supuesto mi suegro ya se habia marchado. Me senti incomoda al ver como el observo a su hijo haciendome el amor. Cuando la estaba cerrando vi con sorpresa que Ramiro no fue el unico que se derramo mientras me clavaba su verga. En el piso yacian dos pequeños charcos de un viscoso liquido blanco. Ademas la puerta, su marco exterior y la pared estaban salpicados del mismo liquido como si una manguera abierta hubiese pasado por alli. Por supuesto, la verga de mi suegro tambien habia explotado.

Al dia siguiente, mi esposo se marcho en la mañana asi que me quede con mis suegros y Camilo, mi nene. Ese dia me coloque la otra mini que llevaba. Pense que al fin y al cabo, mi suegro habia disfrutado la noche anterior viendo como su hijo me clavaba su verga dentro de mi sexo, asi que no dude en lucir nuevamente mis piernas y mi trasero.

El dia domingo transcurrio sin novedad aunque mi suegro fue mas evidente al observar mi trasero. Parecia que no le era suficiente haber visto como la verga de su hijo se hundia en mi culo mientras que el se masturbaba desde la puerta. Llegada la noche mi suegra se fue a dormir bien temprano junto con su nieto. Asi que me quede con mi suegro quien me invito a jugar billar pool.

La sala de juegos tenia una inmensa mesa de billar con todas las bolas y los accesorios del caso. Mi suegro jugaba billar y le gustaba mucho. Como yo nunca habia jugado el se ofrecio a enseñarme, cosa que acepte. Para mostrarme como se tomaba el taco de billar, el me abrazaba por detras y sus manos rozaban mis tetas mientras que su abdomen se juntaba con mi trasero. Los minutos iban pasando y yo observaba como el se quedaba mirando mi culo cuando yo me agachaba sobre la mesa al momento que me correspondia el turno de golpear la bola de billar. Claro, como la minifalda que yo tenia puesta es de las de corto vuelo, esta se subia, dejandole ver mucho mas de la parte alta de mis piernas y mi redondo trasero se moldeaba bajo la cortisima falda, dejandolo fantasear. Ademas cuando yo caminaba, los movimientos de mis nalgas se notaban a travez de la ajustada falda. El maestro estaba siendo atraido por la alumna, quien al lucir esta falda no lo dejaba concentrar. Cuando el no se hacia detras mio a observar mi trasero, entonces se colocaba justo en frente para mirar como mis tetas, al estar yo agachada, quedaban perfectamente expuestas para sus ojos.

En cada una de las jugadas que me correspondian, el me abrazaba para indicarme como golpear la bola con el taco. En una de estas, el se ubico detras mio y coloco sus manos sobre mi cadera.

-"Piensa muy bien donde vas a golpear la bola, cariño", me comento el.

-"Si, Don Francisco, pero es que esta muy dificil", le respondi yo debido a la dificultad de la jugada.

Cuando me disponia a golpear la bola sin su ayuda, senti como una de sus manos se movia de mi cadera y se desplazaba hacia mi culo. Me lo acaricio fuertemente pasando dos veces su mano sobre mis nalgas haciendo movimientos circulares. Golpee la bola y la meti dentro del hueco. Salte para celebrar y el me abrazo.

-"Felicitaciones...Ana... lo hiciste muy bien...", comento el al ver lo bien que habia hecho mi jugada y luego me dio un beso en la mejilla.

No le di importancia al hecho, pero me di cuenta que esa noche el estaba dispuesto a todo.

Luego de su turno, me correspondio nuevamente. La jugada me obligaba a casi acostarme sobre la mesa ya que la bola habia quedado en una posicion incomoda. Me acomode y mi cuerpo quedo doblado y recostado sobre la mesa. Por lo dificil que me representaba hacer la jugada, empeze a reirme. Mi suegro tambien empezo a reirse y caminando por el borde de la mesa se ubico detras mio fijandose solo en mi trasero. Mi cuerpo estaba en una posicion que cualquier hombre desearia para tener sexo conmigo, de pie, mis largas piernas entreabiertas, la falda, moldeando mi culo, se hacia subido tanto que dejaba ver mi entrepierna y mi cuerpo casi recostado sobre la mesa, le permitian tener desde atras una vista formidable.

-"Perdoname Ana..." me dijo el.

Me soprendi por el comentario y cuando me volteaba a preguntarle porque lo decia, senti como sus manos se posaban sobre mi trasero y facilmente me subian la falda. Transcurrieron dos segundos. Dos segundos eternos donde por mi mente paso la idea de voltearme y pedirle que se controlara. Pense tambien en darle una cachetada por atrevido. Pense por supuesto en gritar y llamar a mi suegra. El mientras tanto, esperaba mi reaccion.

Creo que todo esto lo evalue muy rapido, pero no dije nada, asi que el me empezo a acariciarme las nalgas con sus manos. Yo me quede inmovil con mi torso recostado sobre la mesa mirando las bolas de billar. Luego el, al ver que yo no lo habia rechazado, se arrodillo y me bajo la tanga completamente.

-"Dios mio ... virgen santisima....que belleza ...", dijo mi suegro al ver mi culo, mi ano, los 9 centimetros de la raja de mi vagina y mi gran clitoris colgando en frente suyo. La posicion de mi cuerpo los resaltaba mucho mas.

Pasaron nuevamente otros dos eternos segundos de incertidumbre para los dos. El tenia en frente suyo algo que desde hacia mucho tiempo estaba deseando y por lo que daria cualquier cosa por disfrutar. Pero dudaba si esa era la mejor forma de obtenerlo ya que se habia arriesgado a mucho y habia llegado muy lejos. Ahora lo tenia ahi solo para el. Yo por mi parte pensaba si lo que estaba ocurriendo era cierto o era producto de una fea pesadilla. Mi sexo estaba por primera vez disponible para un hombre diferente a mi esposo. Senti de repente el impulso de detenerlo pero algo me lo impidio.

De inmediato sus dedos se introdujeron dentro de mi cuca para darle paso a su lengua. Me lamio los labios vaginales, halo mi clitoris y deje que jugara con mi sexo durante un buen rato. Lo suficiente como para que de mi vagina empezaran a salir abundantes fluidos femeninos y su respiracion se mostrara agitada producto de la excitacion con la cual su lengua recorria mi vulva,preparandome para la penetracion. Por mi cabeza pasaban en ese momento los mas extraños y encontrados sentimientos.

Luego el se detuvo. Como yo no me movia ni me atrevia a voltearme, el se puso de pie y escuche como se abria el cinturon de su pantalon y el ruido que este producia al golpear el suelo. Luego otro segundo mas paso y me prepare sicologicamente para lo que estaba por ocurrir. Durante los 4 años de matrimonio y los años de noviazgo con Ramiro, la unica verga que mi vagina conocia era la de mi esposo. Era la unica que me penetraba y explotaba en mis entrañas, entregandome su leche y demostrando cuanto me deseaba. Eso estaba a punto de cambiar.

Sin perder tiempo, las manos de Don Francisco abrieron mis nalgas, buscando mi vagina ya lubricada y lista para ser penetrada. Cerre los ojos y de inmediato una gruesa verga se empezo a hundir dentro de mi cuca. Las paredes de mi vagina se estiraron para dejar entrar ese gran pedazo de carne que ellas no conocian. Me penetro lentamente, como mas me gustaba, y como no lo pudo hacer mi esposo la noche anterior. Cuando el sintio que la totalidad de su verga estaba dentro de mi vagina nos quedamos inmoviles un rato, como esperando a ver cual era la reaccion del otro. Mientras tanto yo sentia como mi vagina se acomodaba con el nuevo invitado.

-"Estas comoda?", me pregunto el.

Asenti com mi cabeza sin voltearle a mirar, asi que el empezo a mover lentamente su abdomen. Su verga era mucho mas gruesa que la de mi esposo, por lo que me excite muy rapido. Cada movimiento de entrada y salida era acompañado con gemidos y quejidos de los dos, los cuales aumentaron de volumen a medida que el me sacudia su verga con mayor velocidad. Imagine que el se derramaria muy rapido pero estaba muy equivocada. Siguio dandome con mayor intensidad, clavando su verga con firmeza hasta que yo me empeze a sentir muy arrecha. Sentia como si me fuera a venir yo primero. Como yo estaba recostada sobre la mesa, trate de empezar a alcanzar las bolas de billar que estaban a mi lado. Me di cuenta que estaba por venirme asi que queria tener algo en las manos para apretarlo y disfrutar del orgasmo que mi suegro estaba a punto de darme. Cuando mi esposo me clavaba en la cama, me aferraba a las sabanas. Como ahora estaba sobre la mesa de billar y no alcanzaba a agarrarme del borde, tome la bola 5 a mi derecha, voltee mi cara para tomar alguna bola a mi izquierda y agarre la 2. Para ese momento, mi cuerpo y el de el se sacudian producto de sus movimientos abdominales mientras que su verga entraba y salia de mi vagina sin problema. Como presintiendo que el tambien estaba listo, mi suegro me tomo por la cintura, me levanto un poco y se aferro a mis tetas.

Aguante hasta donde mas pude y vi que mi orgasmo era inminente.

-"Don Francisco... me vengo ... me vengo", gemi con voz entrecortada, avisandole que ya no podia resistir mas.

De pronto, el se detuvo. Me empujo su verga hasta los mas profundo de mi vagina, asegurandose que estaba toda dentro de mi y con su agitada respiracion, afectada por la excitacion, pronuncio dos palabras que lo decian todo.

-"Ana ... gracias... arghhhh..."

Y en ese momento tuvimos los dos un espectacular orgasmo. Una sensacion de intenso placer sexual me invadio completamente. De inmediato senti como abundantes chorros de semen hirviente empezaron a ser bombeados dentro de mi vagina. Cada impetuosa eyaculacion iba acompañada de sus quejidos y sacudidas abdominales.

No lo puedo negar pero fue un orgasmo maravilloso, ya que me senti inundada. El por supuesto se estaba pegando una tremenda derramada dentro de mi. Su cuerpo siguio sacudiendose hasta que se detuvo. Nuevamente quedamos inmoviles los dos por cerca de 10 minutos en donde no cruzamos palabra. Mis ojos estaban cerrados disfrutando del orgasmo y el seguia aferrado a mis tetas viviendo ese momento unico. Los abri y vi como mis manos aun tenian la bola 2 y la bola 5, las cuales eran testigo de como mi suegro me acababa de hacer el amor. Segui recostada con mi cara puesta sobre el paño de la mesa y me di cuenta de como el destino te envia mensajes. Las bolas de billar que aleatoriamente habia tomado para disfrutar del orgasmo marcaban mi edad, 25 años y curiosamente en sentido contrario, la edad del hombre cuya verga aun se derramaba en mi vagina. Empeze a mover las bolas de billar que mostraban nuestras edades mientras que el seguia con su verga hundida dentro de mi.

La comoda posicion que teniamos le permitia a el tener el dominio de mi cuerpo, asi que despues de un buen rato, el decidio retirarme su verga. La saco lentamente y se sento en el sillon. Me voltee finalmente y me acomode la mini. Mi tanga, su pantalon e interior estaban en el piso, su camiseta y su rostro empapados de sudor mostraban lo agitado que estaba, su verga, para sorpresa mia, estaba aun erecta mostrando como habia disfrutado de mi cuerpo. Me quede mirando su pene y yo no podia creer que todo ese miembro lo habia tenido dentro mi. La cabeza de la verga era inmensa y todo su coño media cerca de 18 centimetros.

No pude resistir la tentacion asi que me arrodille en frente de el, y con mi tanga le limpie la verga la cual estaba totalmente embadurnada de semen.

-"Que vas a hacer cariño?", me pregunto el.

-"Perdoname Ramiro", dije en voz alta excusandome con mi esposo, a la vez que me llevaba el delicioso coño de mi suegro a mi boca.

Los siguientes cinco minutos le mame la verga a Don Francisco dandole la primera experiencia de sexo oral de su vida. Cuando me di cuenta que el estaba por explotar, me saque la verga de la boca y la puse en frente mio. Me levante la camiseta con la otra mano y coloque su coño al frente de mis tetas para que el viera como su vizcosa leche salia disparada de su verga salpicando mis pechos y dejandolos completamente embadurnados de semen.

En efecto, tuve tiempo apenas suficiente para levantarme la camiseta antes de que su verga estallara. El se derramo y me dejo el cuello, el brasier, las tetas y mi abdomen cubiertos de su leche blanca y espesa. Espere a que terminara de eyacular y sin cruzarnos palabra me puse de pie, me acomode la camiseta y la mini falda y subi las escaleras. El me siguio luego de ponerse los pantalones. Justo cuando yo abria la puerta de mi habitacion, el se acerco.

-"Ana, esto es tuyo....", me dijo entregandome mi tanga que tenia en sus manos.

-"Gracias, don Francisco...", le respondi.

Nos miramos fijamente y guardamos un silencio de culpa por lo que habia pasado. El observo mi camiseta empapada de su semen la cual resaltaba mis pechos. Yo estaba en la puerta de la habitacion y el afuera cuando ocurrio algo curioso. Los dos simultaneamente volteamos a mirar hacia la habitacion donde dormia mi suegra y mi nene.

-"mi hermoso nieto Camilo, y los maravillosos momentos que me dejaste disfrutar de tu exquisita vagina sobre la mesa de billar han sido los mejores regalos que me han dado en la vida", comento mi suegro.

La franqueza con la que hizo el comentario me enternecio.

-"Espero que tambien hayas disfrutado del juego de billar", agrege riendo.

-"Ha sido el mejor juego que he tenido", me respondio.

-"Ojala haya convertido su deseo en realidad Don Francisco".

-"Hay algo que desearia hacer antes de morir y aun no lo he hecho"

-"que sera?", le pregunte.

-"Desearia por un noche, apoderarme del cuerpo de mi hijo Ramiro. Anoche lo envidie mientras que yo desde la puerta veia como te hacia el amor... me parecio fantastico ver como su verga se hundia dentro de tu sexo y luego ver como te penetraba ese hermoso trasero tuyo".

Su comentario no pudo ser mas directo. El me deseaba intensamente y deseaba clavarme en la cama.

Sonreimos y entramos a mi cuarto. Me ubique en frente del espejo y el se hizo detras mio. Tomo mi humeda camiseta y me la levanto, luego desabrocho mi brassier y me lo quito. Por ultimo abrio la cremallera de la falda y la dejo caer al piso. Estando completamente desnuda, sus manos recorrieron mi cuerpo mientras que su lengua paso por mis nalgas, mi vagina y mis tetas. Sus dedos se introdujeron en mi cuca y mi ano. Cuando su coño estaba otra vez erecto, me tomo de la mano y me llevo a la cama.

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