Infidelidad

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julio08
julio08
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Recordé el día de nuestro matrimonio...

.. y la inolvidable luna de miel donde paseábamos en el día por la calles de la hermosa ciudad de San Juan de Puerto Rico..

.. y luego en las noches esa cómoda y amplia cama del hotel donde Jerónimo, mi esposo, me montaba y me hundía su verga apasionadamente sin cansancio..

.. y fruto de ese amor, el día que le avise que estaba embarazada...

Todos esos últimos 7 años de matrimonio pasaron por mi mente..

.. recordé cuando nuestra pequeña Lucy llego a este mundo, tan frágil y tierna..

.. y claro, vinieron esas imágenes recientes de la nena soplando sus seis velitas en la torta de cumpleaños, hace solo mes y medio en medio de todos sus amiguitos...

Me acorde que trabajo como Profesora de Danza en la escuela básica de Louisville, MD..

.. que a mis 29 años, mi cuerpo refleja la dedicación al atletismo y la danza..

.. que donde trabajo tengo un grupo de admiradores...

.. que según ellos tengo unas espectaculares piernas y un fantástico culo..

.. que Todd, profesor de Natación de la escuela y Mario, director del colegio de danza, son algunos de ellos..

Como imágenes de una película a alta velocidad, todos y cada uno de estos momentos recorrieron mi cabeza rápidamente, motivada por la rabia y la decepción de que Jerónimo me hiciera saber que me había sido infiel con una antigua amiga del colegio.

El teléfono celular sonó y abrí los ojos. Vi la lámpara colgada del techo con sus luces disparando sobre mi rostro. Esa lámpara fue un regalo de nuestro primer aniversario y Jerónimo pago una gran suma de dinero por ella. Mientras la lámpara destellaba sobre mis ojos, me acorde que Jerónimo estaba durmiendo desde hace una semana en casa de mi suegra, mientras yo me recuperaba de su engaño y decidía que hacer para salvar nuestro matrimonio.

-"No te detengas... Todd", le dije de forma inmediata reaccionando, a pesar de que el teléfono seguía sonando y las luces de la lámpara irradiaban mis ojos como agujas.

Estaba en casa, acostada en la cama de nuestra habitación. Mi cuerpo desnudo, boca arriba, era sacudido por el de Todd, el instructor de Natación de la escuela, quien encima mio movía su abdomen de forma cadenciosa. Lo tenía abrazado con mis piernas completamente abiertas y su musculosa espalda era dura y voluptuosa. Y que decir de su largo coño. Su fantástico pene entraba y salía libremente de mi jugosa vagina dándome una sensación de placer única. Su inmensa verga rozaba deliciosamente las paredes internas de mi sexo y apretaban mi clítoris frotándolo contra mi pubis. La cabeza de su pene era gruesa y tocaba la parte mas profunda de mi vagina cuando el presionaba con fuerza su abdomen contra el mio.

Todos y cada uno de los recuerdos de mi esposo Jerónimo y mi hija Lucy surcaron sobre mi mente mientras Todd encima mio me hacia el amor freneticamente en posición misionero. Era la primera vez que yo era infiel. Era mi primera vez con un hombre diferente a Jerónimo después de 7 maravillosos años de matrimonio. Era la primera vez que un hombre diferente a mi esposo me hacia el amor.

Tengo muchos admiradores en la escuela secundaria donde trabajo en las mañanas y en el colegio de danza donde dicto clases en las tardes. Es muy obvio descubrirlos cuando en medio de las clases de danza pasan a saludarme y observan sin disimulo como mi apretado pantalón deportivo de lycra, moldea mis piernas y resalta mis redondas y atléticas nalgas. También me doy cuenta que soy el centro de sus miradas al lucir mis cortas faldas o mis ajustados pantalones, cuando algunas veces caminando por los pasillos de la escuela y el colegio, me volteo después de saludarlos y veo como sus ojos no se despegan de mi trasero y mis femeninas piernas. Se que en ese momento todos coinciden en que mi esposo Jerónimo era muy afortunado por ser yo su deseable esposa. No me considero bonita y tengo tetas pequeñas, pero mis 1.80 m de estatura, cintura delgada, amplias caderas, largas y bien formadas piernas, y un trasero de bailarina llaman la atención de cualquier hombre.

Todd y Mario eran algunos de ellos. Durante los últimos cuatro años ellos me coquetearon y me demostraban de forma decente su interés por mi, al mencionarme con regularidad que mi cuerpo no reflejaba el hecho de que yo tenia una hija, pero finalmente tome la decisión de acostarme con Todd, pensando que su musculoso cuerpo me ayudaría a olvidar la infidelidad de mi esposo, asi que me puse ese día una corta minifalda, lo invite a cenar en la noche, le coquetee, cruce mis piernas en frente de el y los impulsos sexuales de Todd hicieron el resto, al pedirle que me llevara a casa y me hiciera el amor, mientras nos besábamos dentro de su auto y uno de sus dedos, bajo la corta falda, acariciaba mi clítoris.

Nunca pensé en ser infiel, ni mucho menos con la increíble y sólida relación que tenia con mi esposo, pero para mi era muy obvio que muchos de mis amigos y admiradores harían cualquier cosa con tal de tener la oportunidad de pasar una noche conmigo en la cama.

Todd me parecía atractivo por sus fuertes músculos y esos maravillosos brazos que tenia gracias al training de natación a lo largo de sus 12 años como instructor. Mario, el director del colegio de danza, no tenia cuerpo atlético y estaba un poquito pasado de kilos, pero eso si, era todo un caballero y me hubiese gustado conocerlo antes de Jerónimo, ya que a pesar de que el es 5 años mayor, su amabilidad, sus gestos y su cordialidad, lo convertían en un fantástico hombre y un posible buen esposo, y se hacia merecedor de una esposa dedicada solo a el. Una esposa como yo lo había sido con Jerónimo a lo largo de estos siete años, pero que el había despreciado por tener sexo con una de mis amigas.

El dolor de saber que Jerónimo me había sido infiel me obligaba a desahogar mi pena y dolor de alguna forma. Sentía mucha frustración y quería de una u otra forma vengarme por su infidelidad. Y que mejor forma que entregarle a uno de mis admiradores el más preciado y anhelado tesoro de Jerónimo: una noche de sexo en la cama con su fantástica, dulce y atractiva esposa.

Mientras todo esto pasaba por mi mente, el teléfono celular seguía sonando sobre la mesa de noche.

-"Vas... vas a cont.....contestar llamada, Sandra?", me pregunto con voz entrecortada Todd quien seguía fuertemente moviendo su musculoso cuerpo sobre el mio y quien se notaba muy excitado. Su español no es bueno y lo ha aprendido con nosotros los latinos, pero me gusta que lo utilice cuando hablamos. Todd es de Atlanta, Georgia.

No respondí. Solo mire fijamente hacia el techo y una sensación de intenso placer me invadió. Mientras mi esposo Jerónimo, me trataba de contactar al celular a pedirme perdón por lo ocurrido y me deseaba invitar a salir a una cena romántica, yo adolorida por su engaño, con la inmensa verga de Todd entrando y saliendo de mi vagina, sentí como un corrientazo intenso recorría mi cuerpo desde mi cabello hasta los pies. Tuve un increíble orgasmo. El musculoso cuerpo de Todd y su formidable verga me daban lo que quería para olvidar la infidelidad de mi esposo.

Gemí y trate de contener el grito, ya que no quería despertar a la pequeña Lucy quien dormía en su cuarto pero no pude disimular la sensación de intenso placer y mi largo quejido se escucho en toda la casa. Mi espalda se doblo hacia arriba soportando el peso del cuerpo de Todd, lo abraze fuertemente y casi que estrujándolo entre mis brazos, el se dio cuenta que yo disfrutaba de ese glorioso momento con mis ojos cerrados.

Mientras yo sentía que mi cuerpo flotaba en el aire, alcance a escuchar la voz débil de Todd que me decía:

-"Oh my god.....Oh my god....Oh my god...Sandra... Sandra....I'm coming... I'm com...".

Luego de un corto quejido y sin finalizar su frase, Todd me entrego su chorro de semen en mi vagina. sentí perfecto cuando su coño empezó a bombear abundantes cantidades de su esperma dentro de lo profundo de mi vulva al mismo tiempo que el gritaba encima mio. Como yo usaba pastillas anticonceptivas, deje que el me hiciera el amor sin condón, asi que Todd disfrutaba de su orgasmo mientras el sentía como su viscoso liquido salía disparado de su pene hundido en lo profundo de mi sexo, expresando de esta forma su intenso deseo por mi cuerpo.

Durante 30 segundos olvide quien era y lo buena esposa y madre que había sido. Durante esos 30 segundos disfrute de la infidelidad y de su primera vez.

En la mesa de noche tenia una foto de los tres, donde aparecíamos mi esposo, mi hija Lucy y yo, el día de Hallowen el año pasado. Sonreíamos y estábamos abrazados. A pocos centímetros de la mesa de noche, en la cama, estaba yo con Todd, abrazada a el sonriendo, mientras que el se sacudía encima mio producto de las contracciones abdominales del orgasmo masculino y su verga dejaba mi vagina llena de su esperma. Fueron gloriosos 30 segundos donde pedí perdón a mi pequeña Lucy por lo que estaba haciendo mientras veía el rostro de Todd transformado por la sensación que causa en un hombre el momento de la eyaculacion dentro de la vagina de la mujer que mas desea.

Espere a que el terminara de sacudirse para estirar mi brazo y apagar el celular. Durante toda la noche, me dedique a disfrutar por primera vez de la infidelidad. Ver como Todd me pedía que me ubicara en varias posiciones sobre la cama mientras que el me hundía su verga con pasión fue el mejor regalo a esa primera vez, esa deliciosa primera vez en que le fui infiel a mi esposo, esa primera vez en que mi vagina recibió varias veces el calido esperma de un amante, esa primera vez que un hombre disfruto del mas preciado tesoro de Jerónimo: su esposa.

Siendo casi la medianoche, Todd no pudo evitar la tentación y con mirada dubitativa me pregunto:

-"Can I ask you something, Sandra?.... I hope you don't mind..."

-"Sure", le respondí.

Por cinco segundos, la mirada nerviosa de Todd reflejo pena y vergüenza pero finalmente sus labios dejaron claro lo que el quería.

-"I wanna fuck your amazing ass Sandra...... Please.. just 5 minutes... I wanna fuck the most perfect ass I've ever seen...please...".

-"Quiero tu delicioso culo... por favor.... Quiero cogerte tu belleza de culo.... Quiero montar mas bello hermoso culo del mundo..", volvió a repetirme el con gestos de petición haciendo un esfuerzo por emitir las correctas palabras en español.

El deseo de Todd por hacerme el sexo anal era para el la culminación de un sueño. La danza y la practica diaria del atletismo convirtieron mi trasero en el objeto de admiración de mis compañeros de trabajo y los amigos de Jerónimo quienes sin disimulo observaban como mis nalgas eran marcadas por las faldas y los pantalones que usaba cuando yo caminaba en la escuela o me los encontraba en las reuniones. Obviamente me molestaba mucho ya que en sus miradas se notaba el deseo sexual generado por mis atléticas nalgas. Si para todos ellos tener sexo conmigo era solo un sueño, poder hundirme su verga dentro mi trasero, era un imposible. Creo por esto que sus amigos envidiaban a Jerónimo y sin ningún escrúpulo le decían a mi esposo, cuando estaban borrachos, que el era un afortunado por tener una esposa tan deseable, sexy y con un culo de reina.

Sonreí y me voltee en posición doggy sin decir palabra teniendo en frente ahora la foto de Jerónimo en la mesa de noche.

-"Oh Jesus.... Holy sheet!!!...wow...", dijo Todd sorprendido de ver mis pronunciados labios vaginales y mi expandido hoyo del culo.

Luego de mirar la foto, cerré los ojos y recordé las palabras de mi esposo el día del cumpleaños de mi pequeña Lucy:

-"Cariño, te has dado cuenta como los padres de los niños se fijan en el espectacular culo que tienes.... Les da envidia saber que esa hermosura de trasero es solo para mi....", me dijo sonriendo y tocándome sutilmente las nalgas bajo la falda.

Esa tarde yo lucia una corta falda tipo colegiala con pliegues a ambos lados la cual se amoldaba delicadamente a mi cadera, dejaba expuestas mis largas piernas y destacaba mis nalgas como un apetitoso durazno. Era una falda nueva que Jerónimo me había regalado y que yo no había tenido la oportunidad de lucir. Y claro había notado como algunos padres de familia, sin importarles que fuera un evento infantil, no quitaban su mirada del movimiento de mi trasero cuando yo caminaba y repartía los pedazos de torta y las bebidas en frente de ellos.

-" Les da envidia saber que esa hermosura de trasero es solo para mi.... Les da envidia saber que esa hermosura de trasero es solo para mi.... Les da envidia saber que esa hermosura de trasero es solo para mi....", esa frase se repetía en mi mente una y otra vez mientras yo abría mis ojos, miraba fijamente la foto, contenía mi respiración lo mas que podía teniendo la boca abierta, aferraba mis manos a las sabanas y disfrutaba al sentir como los 20 o 22 centímetros de la verga de Todd se hundían lenta pero placenteramente dentro de mi ano mientras que el gemía y gritaba:

-"Sandra!!... Sandra!!!... oh lord!!!....oh lord!!....".

-"Este trasero ya no es solo tuyo, Jerónimo...", pensé mentalmente con alivio y rabia cuando sentí que toda la verga de Todd estaba dentro de mi culo.

En los últimos cinco años Jerónimo, luego de Lucy, me había insistido que quería tener otros dos niños, pero yo consideraba que por ahora ella era mi ángel. Además, tener un bebe me implicaba suspender las actividades de la danza y el atletismo mientras pasaba el embarazo y la recuperación post-parto, por lo que siempre le rechacé esa posibilidad. A cambio de esto decidimos que yo continuaría con las pastillas anticonceptivas y tendríamos una activa vida sexual. A medida que las exigentes actividades de la danza y el baile, mi entrenamiento diario de atletismo y los comentarios y las miradas de sus amigos, hacían de mi trasero un objeto digno de ser poseído, y como consecuencia de la negativa a darle otro hijo, Jerónimo me propuso que intentáramos algo nuevo. Unos videos y la ayuda de un sexólogo y psicólogo de pareja nos abrió el camino a explorar nuestros cuerpos y descubrir nuevos límites para el placer. Es asi como desde hace 4 años, el mismo tiempo que llevaba como profesora en el escuela, que Jerónimo y yo practicábamos intensamente el sexo anal. Cada vez que el y yo hacíamos el amor tanto mi vagina como mi ano recibían su verga y por supuesto yo llegaba al orgasmo al sentir sus fluidos seminales dentro de mi culo. Esta era la razón por la cual mi esposo no se sentía celoso cuando algún hombre miraba con intenso deseo mí moldeado trasero, ya que Jerónimo sabia que su verga era la única que abría mis nalgas y se hundía dentro de mi ano. La noche del cumpleaños de Lucy, luego de que los niños regresaron a sus casas, continuamos la reunión con algunos amigos de Jerónimo y en ese momento me lamente de haber estrenado la falda de colegiala ese día, puesto que sin ningún escrúpulo ellos no retiraban sus ojos de mis piernas mientras yo permanecía sentada abrazando a mi esposo y tan pronto me ponía de pie a traer mas cerveza y snacks, todos suspendían la conversación y en silencio observaban el movimiento de mis nalgas bajo la sensual falda y como esa corta falda de colegiala moldeaba maravillosamente mi trasero. después de que el ultimo de ellos salio de casa, seduje a Jerónimo en el sofá de la sala, ya que yo quería vengarme de las molestas miradas de deseo que me habían lanzado, asi que me ubique en posición doggy, Jerónimo me levanto la falda, me bajo la tanga hasta las rodillas y cuando me voltee a pedirle que me penetrara primero el ano con su erecto coño, con sorpresa descubrí que su pene no tuvo erección. Ahí descubrí su engaño. La verga de Jerónimo teniendo en frente su delicado tesoro, después de que muchos hombres esa tarde y esa noche desearon tenerme en la misma posición, no reacciono.

Ahora, el más deseado y apreciado objeto de Jerónimo, mi trasero, tenia entre sus entrañas la verga de un amante, la verga de Todd. Como una reacción a la penetración, levante una de mis manos y la pase por debajo de mi abdomen, acaricie mi húmedo clítoris salpicado de semen y pude palpar los pesados y velludos testículos de Todd. Tocando solo la base de su pene, sentí como el resto de su verga reposaba hundida dentro de mi culo.

Los 5 minutos de sexo anal que inicialmente Todd me pidió se convirtieron en una hora en la que en medio de gritos y gemidos, el me clavo deliciosamente su coño en mi culo, dejándome el ano lleno de su esperma. En posición doggy mi femenino trasero recibió el castigo de su pene y dos poderosas cargas de semen inundaron mi ano. Y yo tuve claro, dos inolvidables orgasmos al sentir como Todd me sacudía salvajemente su coño y luego su esperma caliente era vertido dentro de mi trasero.

Luego de esa fantástica noche de sexo con Todd, me reuní con Jeromino al otro día y en medio de una cena romántica, acordamos darnos una nueva oportunidad para salvar nuestro matrimonio. Esa noche, mi esposo Jerónimo volvió a casa con sus maletas, pero con molestia y desagrado recibió la noticia de que no íbamos a dormir en la misma cama. En sus ojos se notaba la firme intención de montarme en la cama, ya que llevábamos más de una semana sin tener relaciones sexuales. Además el ajustadísimo pantalón de lino percherado que yo lucia marcaba mis nalgas y el hecho de que uno de los bailarines de la escuela me había traído en su carro, ponían a hervir su sangre, pero como le dije que yo necesitaba un poco de tiempo, finalmente acepto.

Al día siguiente, Mario me confirmo que los esfuerzos por incluirme dentro del grupo del colegio de danza que se presentaría por dos días consecutivos en Paris, Francia habían dado positivos resultados, yo tenia asegurado mi cupo y debía preparar mis maletas.

- - - - - - - - - - - - Cinco días mas tarde... - - - - - - - - - - - -

Un beso de mi hija y mi esposo en el aeropuerto al despedirsen de mi, fue su mejor regalo a esos días en que estaríamos separados. El viaje me serviría para pensar mejor que deberíamos hacer para salvar el matrimonio y mejorar la relación entre Jerónimo y yo. De todos modos me sentía aun incomoda de saber que el me fue infiel y por supuesto no habíamos tenido relaciones sexuales desde que el volvió a casa.

14 horas después de haber partido mire el reloj y vi que marcaba las 12:23 am. Por la ventana del hotel era visible la majestuosa torre Eiffel y a su alrededor, Paris, llena de luces y oportunidades. A la mañana siguiente era la primera presentación ante el exigente público francés. pensé en mi pequeña Lucy y de inmediato recordé el engaño de Jerónimo llenándome de rabia y frustración. Al lado de la silla de mi habitación, mi corta falda roja tirada en el piso, asi como mi brassier, mi tanga, mi blusa color crema y mis ligeros daban a entender que fui desnudada lentamente. Sobre la cómoda cama mi cuerpo desnudo boca arriba expresaba incomodidad y placer. Mis piernas abiertas abrazaban y apretaban el torso desnudo de Mario quien encima mio, gimiendo de placer, terminaba de acomodar su verga dentro de mi vagina.

Hacia tan solo 15 minutos en el bar del hotel, llorando y abrazada a el, Mario, el director del colegio de danza, escuchaba lo ocurrido con Jeromino y se daba cuenta de la decepción que me causaba ser su esposa, de lo estupido que había sido Jerónimo por traicionarme y que en mis ojos se leía el desespero que sentía por la falta de un fiel esposo. Mirándome fijamente a los ojos, en silencio y aprovechando esa oportunidad que se le presento, Mario me invito a su habitación y me propuso que dejara a Jerónimo y me fuera a vivir con el junto con Lucy. Reaccionando sorprendida a su propuesta deje que Mario me desnudara y luego de 5 minutos su rostro reflejaba la angustia y la excitación. Su verga por primera vez se sacudía deliciosamente dentro de mi vagina y en sus ojos se veía la maravillosa sensación de placer que le causaba tener su pene dentro de mi sexo. Durante los pasados 4 años el deseó vivir este momento y finalmente esa noche fue una realidad.

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