Castillo de Naipes

Cerré los ojos...

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.. Recordé como Eduardo me propuso matrimonio hace un año en un lujoso restaurante de Buenos Aires aquella noche lluviosa..

.. vino a mi mente el hermoso anillo de oro que el me dio esa noche..

.. me acorde de los preparativos de la boda que con tanto empeño y dedicación mis padres habían hecho..

.. recordé como mi jefe, el doctor Zapata, me felicito con un beso en la mejilla y un tierno abrazo cuando le conté que me casaba con Eduardo..

.. Y claro su comentario inmediato que nos causo mucha risa:

-"Maldito Eduardo... eres un chaban afortunado.. me la quitaste.."..

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.. y me acorde del grotesco comentario hecho por el presidente de la empresa donde trabajo quien nos invito a almorzar a Eduardo y yo, un Domingo en su casa y quien de forma inescrupulosa y grosera, sugirió que le vendiéramos el video de nuestra luna de miel..

.. pasaron por mi mente el envío de las tarjetas de invitación y participación al matrimonio a todos nuestros amigos e invitados..

.. recordé el vestido blanco de novia que tanto me gusto, ese sencillo vestido que moldeaba maravillosamente mi juvenil cuerpo y que hacia notoria la suerte y la envidia que despertaba en mis amigos y los amigos de Eduardo, el hecho de casarse conmigo. Ese vestido destacaba, a mis 26 años, mi atlético cuerpo.

Todos esos buenos y maravillosos momentos se unieron en mi cabeza recordándome que tenía todo listo y faltaba solo un mes para el gran evento de mi vida.

Pero una estupidez y un engaño echaron todo al traste. Como un baldado de agua fría, la noticia de que Eduardo me había sido infiel y había embarazado a su secretaria de la oficina acabó con ese sueño.

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.. recordé cuando esa fatídica noche el ajustado vestido que usaba causaba la distracción de algunos de los clientes en el restaurante donde Eduardo y yo cenábamos, pero no recuerdo haber salido llorando del sitio después de enterarme de la noticia de la propia boca de mi novio y hasta ese dia, prometido..

.. pasaron por mi cabeza las frecuentes discusiones que tenia con Eduardo cuando yo usaba vestidos muy apretados que destacaban mis piernas y mi moldeado trasero y el se sentía celoso por las miradas que lanzaban atrevidamente mis amigos..

.. recordé que Eduardo odiaba a Jeremías, mi compañero de oficina, desde aquella despedida del año en que Jeremías, debido al exceso de vino, se acerco a nuestra mesa y brindo por mí, diciendo que yo tenía el trasero más hermoso de la compañía..

.. me acorde cuando hace ocho dias decidí romper la relación y cancelar la ceremonia de nuestro matrimonio..

Porque ustedes los hombres son tal falsos? .. Porque prometen cosas que no pueden cumplir? Por que fui tan estupida en escuchar como un hombre me prometía el cielo? Por que Eduardo tenia que montarse a esa zorra secretaria de su oficina? Era porque ella si le daría la posibilidad de tener sexo anal? Porque yo debía seguir siendo la que pagaba los platos rotos?..

Abrí los ojos..

A mi derecha sobre la mesa un hermoso arreglo floral. Las luces eran tenues y hacían del lugar un sitio romántico. Copas de vino y botellas de cerveza y champagne sobre una mesa cerca de la ventana adornaban el escenario. Se escuchaban los ruidos de un televisor prendido al fondo por lo que moví la cabeza a mi izquierda. Parecía que era una película de acción ya que el sonido de las balas y los disparos de armas de fuego llenaban la suite del hotel.

Allí estaba mi jefe. Sentado sobre un cómodo sillón con su copa de vino en la mano, el doctor Zapata desnudo, bebía y fumaba un cigarillo mientras veía una película.

-"Esto es....una...una... deli-delicia..", me interrumpió Jeremías, quien encima mio mecía su abdomen y me hacia el amor sobre la cama de la suite.

En posición misionero, Jeremías Cano hacia su sueño realidad y por segunda vez en la noche sacudía su verga dentro de mi sexo. Mi jefe, el doctor Angel Zapata a sus 49 años tomaba un descanso y vivía una noche de maravilla, esperando por su siguiente turno luego de haber tenido sexo conmigo en posición perrito.

-"Jeremías te quedan tres minutos", dijo el doctor Zapata desde su sillón volteando a mirar como Jeremías me besaba las tetas después de haber eyaculado dentro de mi vagina su segunda carga.

Cada 20 minutos ellos tenían la oportunidad de hacerme el amor mientras yo en la cama los esperaba desnuda. Ver los rostros de angustia y excitación de Jeremías y el Doctor Zapata aguantando el inminente momento de la eyaculacion mientras sus vergas yacían escondidas en lo profundo de mi vagina era la mejor recompensa por el engaño de Eduardo. Ver los rostros de placer cuando sus vergas finalmente no podían resistir más y explotaban lanzando su calido semen en mis entrañas era reconfortante.

Decidí tomar la decisión de reservar una suite en un céntrico hotel de la ciudad e invitarlos a tomar unas copas luego de un dia normal de trabajo. Me coloque un ajustado pantalón y después de beber una buena cantidad de vino en el bar del hotel, les entregue las llaves de la habitación. Esa noche tuve sexo con los dos hombres que más me deseaban en la compañía y de paso me ganaba el voto de confianza de mi jefe al entregarle lo que el más deseaba.

Luego de ese fabuloso trío, el siguiente fin de semana Eduardo me llamo y me pidió perdón. Llorando le rechacé su petición y le dije que me dejara sola, que necesitaba tiempo para pensar. Colgué mi teléfono celular y me seque las lágrimas. No me arrepiento de haberlo hecho. Fue la mejor decisión para los dos.

-"Daniela... quien te llamo?", pregunto el presidente de la compañía.

Voltee a mirar. El doctor Sánchez, presidente de la compañía para la cual trabajo me esperaba entre la cama.

-"Un amigo.. un amigo..", le respondí sonriendo mientras yo caminaba hacia el.

Yo lucia unas ajustadas medias de ligero de color blanco sobre mis piernas y una pequeña tanga y mi brassier era lo único que me cubría. Era el conjunto que tenía preparado para las noches de sexo que tendría con Eduardo en nuestra fracasada luna de miel.

Esa noche el doctor Sánchez protagonizo el video que quería tener, el video de mi luna de miel. Grabe con una cámara escondida detrás del closet de mi habitación, como el presidente me cogia en posición perrito y durante toda la noche mi vagina recibía su castigo. En dos horas el me demostró cuanto me deseaba dejando mi sexo lleno de su esperma. En dos horas, le mostré a su esposa que clase de falso hombre tenia cuando al otro dia le envié la copia de la grabación donde yo, Daniela Estrada, aparezco desnuda con su esposo encima mio gritando mi nombre mientras su espesa y viscosa leche es vertida dentro de lo profundo de mi sexo.

Después de entregar ese video y renunciar a la compañía, salí de Buenos Aires a seguir adelante, habiendo aprendido una lección de vida y con la firme convicción que en el camino encontrare a un hombre cortes y honesto que además de fijarse en mi moldeado culo, me de la confianza que necesito para ser su esposa, su amante y su amiga.