El Perdón

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Por una muy humana razon la perdone.
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julio08
julio08
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-"Alex, dale la maleta a tu hermana, por favor.... No la hagas llorar..", dijo mi esposa.

-"Alex... por favor... acaso no escuchaste lo que dijo mami?", agrege yo.

Nuestro hijo Alex, molesto, le tiro en las piernas la maleta a Lina y de inmediato ella empezó a golpearlo en el carro. Así empezábamos el día. Íbamos los cuatro hacia la escuela donde Lina, de 10 años de edad y Alex de 9, estudiaban. Mientras Alex sonreía por ver a su hermana menor furiosa, yo finalmente llegaba allí y detenía el auto en el parqueadero. Completábamos 14 años de matrimonio y Luisa y yo éramos una pareja sólida con una relación estable y muy fieles el uno con el otro.

-"Vas a portarte bien cariño por favor", le dijo Luisa a Alex.

-"Ok.. Mama...", respondió nuestro hijo corriendo y despidiéndose de nosotros.

-"Todo esta bien... no le hagas caso a tu hermano que es un grosero..", le dije a Lina consolándola.

-"Luisa... John...que gusto verlos....", se escucho una voz en el fondo que nos llamaba.

Esa voz me era familiar. Era Jim, el principal de la escuela donde estudiaban nuestros hijos. Era una persona agradable, amigable pero tenía un defecto que no me gustaba mucho: la forma como miraba a Luisa. Nuestros hijos llevaban allí su cuarto año de escuela desde que compramos la casa en el vecindario de Lloyds, en Denver y desde entonces Jim observaba de forma muy particular a mi esposa. Es cierto, somos débiles y varones y tenemos atracción por las mujeres pero Jim lo revelaba bastante con Luisa.

Jim en los últimos cuatro años, que era el tiempo que lo conocíamos, no perdía la oportunidad de observar el cuerpo de Luisa de una forma muy peculiar. Sin importar mi presencia o la de otros padres de familia, Jim se quedaba mirando fijamente el movimiento del trasero de mi esposa cada vez que el tenia esa oportunidad y en sus ojos se notaba el interés por el culo de Luisa. Se notaba su deseo por tener esas firmes nalgas solo para el.

Luisa tenia 37 años, edad madura, su cuerpo no reflejaba que dos hijos eran el fruto de su amor conmigo. Nos casamos jóvenes, producto del enamoramiento de esa época, amor que aun estaba vivo y que alimentaba nuestra relación cada día de forma sólida. De estatura mediana, Luisa conservaba intactos sus rasgos físicos, pechos pequeños, cintura delgada, cadera no muy ancha y ese trasero hermoso que se mostraba como el de hace 14 años. Sus nalgas eras paradas, redondas, divinas y a pesar de que mi esposa no tiene unas piernas muy femeninas, ya que son más bien gruesas, su culo se veía precioso, independiente si ella tenía falda o pantalón. Cuando ella caminaba se veía perfecto el sensual movimiento de la carita de sus nalgas de un lado a otro. Además, sus ojos negros y su hermoso rostro complementaban sus atributos.

-"Felicitaciones Hernán por tu cumpleaños", me dijo Jim saludándome.

-"Gracias Jim", le conteste sonriendo.

-"Luisa tenemos una reunión mañana para el evento de caridad del 24... te espero a las 7:00 pm...recibiste mi e-mail, verdad? ...", agrego Jim preguntándole a Luisa.

-"Si claro estaré presente... además viene Francis...", contesto ella.

En ese momento pasaron por mi mente dos cosas: una, que tendría que hacer la cena de esa noche, y dos, que ese tal Francis, otro de los admiradores de Luisa, no era de mi agrado.

Luisa estaba a la cabeza de una organización sin ánimo de lucro que ayudaba a jóvenes con problemas de drogadicción. Era su proyecto de vida y dedicaba mucho tiempo a el. Era casi su tercer hijo. La razón?. Muy obvia: Luisa perdió a sus dos otros hermanos por motivo de la droga, así que desde muy joven se comprometió a ayudar a luchar por la causa de una juventud libre de drogas. La organización iba muy bien pero tenía el problema de la consecución de fondos. Todo debía ser logrado a través de donaciones voluntarias y ese tal Francis era un millonario comerciante de Denver que colaboraba en proyectos benéficos. Lo conocí hace tres meses en una reunión en la biblioteca de la ciudad en donde charló amigablemente con Luisa y sus ojos no se despegaron del culo de mi esposa. Sin importarle que estuviéramos casados, el tal Francis se deleito con el ajustado vestido negro que Luisa tenia esa noche y no perdía detalle del movimiento de sus hermosas nalgas cuando ella se retiraba a saludar a amigos e invitados. Con su mirada fija en su fantástico culo, Francis se inscribió fácilmente en mi lista de personas no amigables.

Me regrese al carro y Luisa se quedo ultimando detalles de la famosa reunión. Íbamos tarde para el trabajo, así que me impaciente cuando los vi charlar y reírse a carcajadas. Jim coloco su brazo en la cadera de Luisa y me dieron celos.

-"Cariño... vamos tarde apúrate...", les grite bajando el vidrio de mi puerta.

Luisa le dio un beso en la mejilla a Jim y se volteo caminando hacia el auto. Fueron creo yo, 10 o 15 metros desde donde ella estaba con Jim hasta donde yo me encontraba con el motor del auto en marcha esperando a mi esposa. Durante todo ese trayecto, Luisa camino lentamente hacia el auto donde yo la esperaba y Jim clavo su mirada fija en su falda nueva, la que le compre hace unos dias y se estreno la noche de mi cumpleaños en casa. Es una de esas cortas faldas llenas de pliegues tipo colegiala y que en el caso de ella destacaban su culo de una manera muy especial. En su mirada se notaba el deseo de levantarle esa faldita y hundirle su verga entre esas hermosas nalgas. Sonreí ya que así lo hice con Luisa esa noche.

Celebre mi cumpleaños número 40 con un regalo único. Empecé a vivir mi cuarta década y para no sentirme viejo celebramos de una manera especial. Dejamos a los chicos en casa y fuimos a un lujoso hotel. Le pedí que se estrenara esa corta y fantástica falda. Después de la cena, una cómoda cama fue testigo de como después de 14 años de matrimonio, nuestra llama del amor sigue encendida. Tres horas de sexo salvaje con Luisa me dejaron exhausto y con la verga caída después de eyacular en su vagina y su ano en varias oportunidades. Por supuesto cumplí el deseo de muchos de los admiradores de mi esposa, en especial de Jim y Francis, ya que cogi a Luisa en posición doggy y le hundí mi coño en su sexo hasta que no pude más. Al final ella me hizo el sexo oral y las últimas gotas de mi esperma cayeron sobre su rostro.

Al día siguiente, en efecto, Luisa asistió a la reunión y como ella me lo comento esa noche, Francis la invito a cenar. El quería saber un poco mas de como funcionaba la fundación asi que pidió que mi esposa la explicara un poco en detalle. Obviamente me moleste un poco pero lo disimule.

Pero no todo era malo para mí. Ese fin de semana, Luisa invito al comité directivo a una reunión en casa y allí volví a ver a Ellen. Ella era la auditora y era la encargada de la parte de las finanzas. Desafortunadamente las noticias que ella daba no eran las más esperanzadoras, ya que la organización estaba muy por debajo del presupuesto esperado y se necesitaba más dinero. Dinero que aun no existía.

Ellen tenia como mi edad, de pronto uno o dos años menos y era muy bonita. Soy de descendencia campesina y en mis años de juventud siempre desee tener sexo con una mujer rubia, ojos azules, cabello largo, alta, de pechos robustos y trasero como el de Ellen. Así como las mujeres de portada de revista o de calendario. Pues bien, Ellen, imagino yo, fue esa mujer cuando joven y ahora a su edad adulta, conservaba intactas sus cualidades físicas. Por supuesto, estaba casada y tenía una hermosa hija de 15 años. Y yo envidiaba a su esposo.

Luisa había estado muy ocupada recientemente con ultimar detalles para el evento del 24 de Junio donde esperaban recaudar como mínimo 300.000 dólares para poder garantizar el funcionamiento de la institución al menos por un año mas. Salía conmigo en la mañana y llegaba tarde en la noche. La entendí, y claro yo le colaboraba ya que se acercaba la fecha y aun faltaban detalles por confirmar.

Dias antes de la reunión, Luisa me llamo al celular:

-"Mi vida... espero no interrumpir nada... pero te quiero pedir un favor..", me dijo ella con voz de suplica.

-"Lo que quieras cariño", le respondí

-"Ellen ira esta noche temprano a la casa, prepárale algo de cenar y ella trabajara en mi computador... yo llegare tarde a casa, el señor Francis me invito a su casa a reunirme con algunos de sus socios.. voy a ver que logro con ellos...", añadió Luisa.

Por unos segundos, dude en responder.

-"Que carajos tiene Luisa que hacer con Francis otra vez?", me pregunte mentalmente.

-"Luego no se habían ya reunido?", me pregunte otra vez.

No me gusto para nada eso de la reunión nocturna. Y mucho menos escuchar que ella llegaría tarde esa noche después de reunirse con los socios de el.

Pasó un solo segundo y respondí.

-"Si claro lo que quieras mi vida... no hay problema..".

Arregle la cena y Ellen llego. Lucia espectacular. Elegante falda hasta la rodilla destacando su culo firme y una delicada blusa que ocultaba esas deliciosas tetas. Cenamos y pasamos a la sala del computador donde ella se sentó y empezó a trabajar.

Fui a la cocina y empecé a colocar los platos de la cena en el lavaplatos automático cuando de pronto la voz de Ellen me sorprendió.

-"Luisa llegara tarde, verdad?".

-"Si, se reune con Francis y sus socios..", respondí.

De pronto ella me miro a los ojos y disparo las pulsaciones de mi corazón.

-"Sabes Hernán, no me gusta el tan Francis ese... esta muy caliente con ella... Luisa me comento que Francis le dijo en medio de una cena que estaba fascinado con ella y que tu eras un afortunado por ser su esposo...claro no le vayas a comentar nada a ella.. se supone que yo no debo contarte...".

-"Me parece que Francis esta encantado con su rostro y su espectacular trasero..", añadió Ellen volteándose de medio lado y pasando su mano sobre su falda.

-"Te gusta el mio, Hernán?", me pregunto Ellen.

-"Me fascina todo tu cuerpo", le respondí sin dudarlo un instante.

Nunca había sido infiel pero el comentario de Ellen y la sensual caricia de sus manos sobre sus nalgas dispararon mi stamina sexual. Pero pensé en mi matrimonio y en mis hijos asi que me controle.

Esa noche Luisa llego a casa antes de lo previsto. Estaba furiosa. Esperaba obtener una donación de dinero y se encontró con que Francis le propuso atrevidamente una noche de sexo a cambio de la donación. El le puso un precio al espectacular culo de mi esposa y estaba dispuesto a pagarlo. Obviamente Luisa molesta salio inmediatamente de su casa y decidió regresar enfurecida de ver como ese maldito bastardo pensaba que ella se iba a vender con tal de recibir su sucio dinero.

Esa noche abracé a mi esposa en la cama y le hice saber que yo era su compañero, su esposo y su amigo, y que no debía angustiarse, que encontraríamos la forma de financiar la fundación. Pero en sus ojos se notaba la angustia porque el tiempo corría y no se tenía el dinero. Mirándonos fijamente descubrimos que cuando luchamos por algo a veces debemos hacer sacrificios y que tanto ella como yo estábamos listos para ello.

Pasaron tres semanas, el evento de caridad se llevo a cabo y se recaudaron un poco mas de los 300.000 dólares que se necesitaban. Se logro el objetivo inicial pero para Luisa y yo significo muchísimo. Francis, haciendo una jugada astuta, se convirtió en el principal accionista de la fundación. Luisa estaba dichosa y muy agradecida a pesar de que sabía que era lo que Francis quería. Yo estaba muy desmotivado porque estábamos a las puertas del principio del fin de nuestro matrimonio.

El fin de semana siguiente al evento le pedí a Luisa que lo pensara mucho y ella decidió no hacerme caso. quería sacar adelante a la fundación al precio que fuera, sin importarle ni siquiera nuestro matrimonio, nuestros hijos y yo. Ella sabia que estaba en deuda con Francis y sabía que había detrás de su postulación como principal donante. Ella sabia que hacer.

-"Te amo Hernán y quiero que me perdones.....", me dijo Luisa antes de entrar a nuestra alcoba ese sábado en la noche.

-"Y yo a ti cariño... te perdono mi vida.. ", le respondí inmediatamente quedándome en la puerta.

Luisa caminaba hacia el sillón que había al lado de nuestra cama. Ella tenía puesta la misma corta falda roja de colegiala que se estreno la noche de mi cumpleaños junto con la blusa de color blanco. Además estaba bellamente maquillada y tenía sus zapatos negros de tacón alto. Se veía muy hermosa, sexy y deseable. Sus piernas se notaban muy atractivas y su fantástico trasero se movía deliciosamente bajo la falda. Asi como cualquier hombre la desearía tener antes de llevarla a la cama. Asi como la tuve la noche de mi cumpleaños en la suite del hotel. Asi como la deseo Francis Rodríguez y que lo motivo para convertirse en el principal patrocinador de la fundación que ella lideraba. quería a toda costa poseerla y quitármela de mis manos. Esa noche el lo hizo realidad.

Allí en el sillón estaba Francis sentado, sonriendo y viendo como el cuerpo de mi esposa se acercaba sensualmente donde el la esperaba. Estando en frente de el, Francis se puso de pie y se ubico detrás de ella. Sin dudarlo, coloco su mano en su trasero y lo acaricio levantándole la corta falda. Las espectaculares nalgas de mi esposa quedaron visibles asi como una delicada tanga negra tipo hilo dental.

No aguante mas la escena y decidí bajar a la sala a buscar algo de tomar mientras Luisa entregaba su cuerpo a cambio de su generosa donación a la fundación. Espere como media hora y me mortifique al escuchar los gemidos y los gritos de Francis mientras su verga muy seguramente expulsaba a chorros su asqueroso semen ardiente en la vagina de mi esposa. Al cabo de un rato de silencio escuche a Luisa quejarse mucho asi que decidí subir solo para encontrarme con la desagradable escena de Francis y Luisa desnudos sobre el sillón. Las sabanas de la cama estaban completamente revueltas mostrando que los cuerpos de ellos se habían sacudido fuertemente. Mi esposa en posición doggy con sus rodillas dobladas sobre el cojín y el por detrás de ella sacudiéndose mientras su inmensa verga se mecía dentro del sexo de Luisa. El culo de Francis se movía al mismo tiempo que Luisa gemía de placer y dolor. Un frasco de gel facilitador, de los mismos que usábamos para tener sexo anal, estaba abierto y tirado sobre el piso.

Ver a Luisa allí, desnuda sobre el sillón, hermosa y única, recibiendo en su culo la gruesa verga de Francis me llevo a pensar en que su parado trasero no era mas de mi propiedad. El espectacular culo de Luisa ya había sido abierto por las manos de Francis y su estrecho y formidable ano acogía el gigantesco coño de su más apreciado admirador.

Espere a que Francis se derramara y ver la reacción de placer de Luisa cuando la verga de su afortunado donante le entrego su calido esperma en lo profundo de su ano me desilusiono. Mientras Francis gritando expresaba lo que un hombre siente al explotar su coño en el trasero de Luisa, mi esposa me dejaba saber cuanto lo deseaba.

-"Aghhhh.. que delicia Francis... que delicia.... arghhh... que delicia...", gritaba ella al sentir en su culo el viscoso regalo del nuevo propietario de la fundación.

Mas tarde, ver como Luisa gemía con sus ojos cerrados y abrazaba apasionadamente a Francis quien encima de ella mecía su abdomen sacudiéndolo al mismo tiempo que de su gran pene, enterrado en lo profundo de su vagina, eran bombeados chorros de semen mientras ella disfrutaba del orgasmo de su amante, me convenció que esa belleza de mujer, madre maravillosa de mis hijos y excelente amante, me abandonaba y partía mi corazón.

Una semana mas tarde, Luisa me anuncio que se iba a vivir con Francis al descubrir que podía hacer una mejor vida al lado de el. Luisa me dijo llorando con franqueza que en esa semana después de almorzar con el, en tres ocasiones habían tenido sexo en un motel cercano a su oficina. 14 años de matrimonio quedaban en la basura luego de descubrir que la gigantesca verga de Francis le daba mejor sexo y que se sentía incapaz de seguir engañándome. Lina se iría a vivir con ellos y yo me quedaría con Alex. Francis se quedaría con ese delicioso culo y yo me quedaba con los recuerdos. Francis ahora montaría cada noche a Luisa y le clavaría su culo y su vagina satisfaciendo su intenso apetito sexual mientras yo solo vería a mi ex-esposa de vez en cuando. después de una larga jornada de trabajo, Francis llegaría a su casa y la encontraría a ella luciendo su corta falda para sin ningún problema levantársela y en menos de cinco minutos llenarle su vagina y su ano con su semen.

Seis meses después Luisa volvió a casa pidiendo perdón y arrepintiéndose por la separación. Francis, su patrocinador, la dejo por una joven modelo. Estaba arrepentida y dispuesta a hacer cualquier cosa por restablecer nuestro matrimonio. Alex y Lina volvían a vivir juntos. Volvíamos a ser una familia. La perdone y me saque la espina de la venganza.

-"Hola Jim... que sorpresa verte esta noche...", saludo Luisa a Jim, el principal de la escuela, tres dias después de que ella volvió a casa.

Jim la saludo de beso y se quedo perplejo nuevamente al ver el movimiento del culo de Luisa bajo la falda roja de colegiala. No me importo ni me moleste. En las siguientes dos horas, finalmente la verga de Jim tendría el gustoso placer de entrar dentro de su ano y su vagina para dejarle un viscoso recuerdo de como un hombre vive una noche de sexo con mi esposa.

julio08
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