La sumisión de Kaytlin

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Kaytlin entra poco a poco al mundo de la sumision.
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Capitulo 1

Era una mañana lluviosa en la oficina...

Aburrida, observaba por la ventana la calle. Las gotas de lluvia pegaban con fuerza contra el vidrio, generando un dulce sonido que me tranquilizaba. Sonreí, mientras jugaba con mi largo cabello dorado.

Estaba aprovechando un momento de calma en la oficina.. alejada de todos mis asuntos, aunque sea por unos momentos. Observe el reflejo de mi rostro en el vidrio y me sentí feliz, puesto que por alguna razón, a mis 23 años, aun seguía teniendo un aspecto como de 16. Aunque no siempre era algo tan conveniente, puesto que me seguían pidiendo identificación para entrar a cualquier lugar de "adultos".

Suspire, y a lo lejos, pude observar como un tipo luchaba con su paraguas, que era mecido sin piedad por la ventisca. Sonreí ligeramente. "Que días aquellos.." pensé, recordando cuando era niña y jugaba en los lodazales de la granja, sin importarme nada mas.

Que diferencia con mi presente...

Desde que entre a trabajar a la corporación Skidmore Owens y Asociados, apenas saliendo de la universidad, me había vuelto mas ordenada, racional.. y predecible. No pensé que esto me pudiera pasar a mi, que siempre había sido tan impulsiva. A mi, que alguna vez estuve a punto de abandonar la carrera de administradora para irme a vagar por el mundo... y cantar. A veces me preguntaba si esto era realmente lo que quería.

Pero desgraciadamente en la vida a veces las cosas no pasan como una las planea. Y este era mi primer empleo "serio" desde que me gradué, hace 6 meses.

Quizás no es tan malo trabajar aquí, pensé.Después de todo.. hay ciertos beneficios como.. como... hmm... no se me ocurre nada.Bueno.. los uniformes son lindos, pensé, sonriendo coquetamente. Efectivamente, por alguna razón, los uniformes que nos dieron eran sumamente sensuales. Una faldita negra muy corta, que deja casi toda la pierna al descubierto. Una blusa ajustada blanca, de seda. Y un pequeño y coqueto saco. Un conjunto muy peculiar.

Me recline un poco mas contra la pared, sin dejar de observar la lluvia, perdida en mis pensamientos...

"¡Kaytlin!" Me dijo una voz con fuerza.

Súbitamente volví a la realidad. Voltee la cabeza para darme cuenta que Ana estaba a mi lado, feliz por haberme puesto el susto del año. "

¿¿Q...Que sucede..??" alcance a decir, tratando de no reír también al ver su cara de satisfacción. Pude ver que atrás de ella la oficina era un caos. Gente iba y venia.

"Sabes perfectamente que vamos a tener una inspección, por los altos ejecutivos de la firma.. y tu escritorio esta hecho un asco.." Me dijo, en un tono maternal.

Sonreí al notar su preocupación. Ana era mi mejor amiga en la empresa. En el momento en que la conocí, hubo química instantánea. Ella era bastante bonita, con ojos café inmensos, y un cabello negro corto que resaltaba sus facciones infantiles. Era de poca estatura, pero esbelta. Una belleza natural, aunque por su personalidad tímida, no tenia muchas amigas en la empresa.

Enseguida note que estaba apretando las manos, señal de que estaba nerviosa, y trate de calmarla.

"No te preocupes, en un minuto lo dejare impecable, ¡ Y tendrás que invitarme a comer por romper un record de velocidad..!" Le dije, en tono juguetón.

"Claro, wera, lo que tu digas.. " Me dijo, levantando una ceja en señal de duda.

Me levante de golpe, jalando mi diminuta falda hacia abajo, puesto que note que se había subido un poco mientras meditaba. Voltee a ver si alguien se había dado cuenta, pero en medio del caos que era la oficina esa mañana, nadie daba la impresión de eso.

Empuje a Ana ligeramente a un lado, y camine rápidamente hacia mi escritorio, mordiéndome los labios con ansiedad. Ella me había puesto el apodo de "wera" porque realmente yo era la única rubia en toda el área de Administración de la empresa. Y esa peculiaridad, junto al hecho de que creo que soy bastante atractiva, me había causado una gran popularidad entre el publico masculino.

Sonreí coquetamente mientras pasaba al lado de uno de los chicos de contabilidad, que torpemente me devolvió el saludo, casi chocando con una silla. Que tonto,pensé.Con solo mirarlos se ponen nerviosos.

Era común que los chicos me colmaran de atenciones, y yo trataba de aprovechar eso al máximo. Total, no estoy haciendo nada malo, Pensaba. Si ellos quieren comprarme cosas, pues que mejor. No estoy en esta empresa para buscar al amor de mi vida, sino para tener una carrera exitosa, reflexione.

Voltee a ver al tipo de contabilidad, que no pudo desviar la vista a tiempo para ocultar el hecho de que estaba observándome las nalgas. Trate de hacerme la desentendida, pero yo ya sabia de la obsesión que generaba en los hombres mi trasero. Afortunadamente mis genes me habían dotado de unas nalgas firmes y paraditas, y yo me encargaba de presumirlas al mundo.

Me divertía de lo lindo tentando a los chicos, que naturalmente trataban de ganar mi atención de mil maneras, para mi satisfacción. Sonreí nuevamente. El jueguito de tentar a los hombres era mi única diversión, puesto que hacia casi un año que no tenia novio.

¿Habrá notado que estoy usando tanga? pensé.

Pero volví a la realidad al observar mi escritorio. Con desgano, comencé a ordenar mis libros. Mientras lo hacia, pude notar que algunos chicos de mercadotecnia me observaban de reojo. Sonreí, y pensé:¿Porque no tengo novio?

Pero ya sabia la respuesta. Demasiado trabajo.

"¡Kaytlin, apúrate, ya esta el Director aquí!" Me grito Ana desde el cubiculo de al lado.

Súbitamente me di cuenta que mi taza de café estaba sucia. Voltee a ver al otro extremo de la oficina.¿Me daría tiempo de ir a dejarla al salón de empleados?

Sin pensarlo mas, agarre la taza, y alegremente corrí en dirección al salón. Iba feliz, puesto que hace mucho que no hacia algo así, tan repentino.. y divertido. Como podía, iba esquivando gente entre los pasillos. Ya falta poco.. 8 cubículos mas.. ya casi..

Pero de repente, alcance a ver que alguien se interponía en mi camino. Cerré los ojos por instinto, y trate de protegerme con mis brazos, puesto que sabia que el choque era inminente. Durante una fracción de segundo, que me parecieron años, nada sucedió.. hasta que...

sentí mi cuerpo golpear violentamente contra algo, y cuando abrí los ojos, unos segundos después, estaba tirada en el piso.

"Ay...D...dios... " Dije, tratando de recuperar el aliento.

"No te muevas, podrías estar lastimada" Dijo una voz ronca.

Voltee a ver, y pude observar que un hombre sumamente atractivo, de rasgos árabes, vestido impecablemente, estaba a mi lado. No me tomo mas de un segundo reconocerlo. Era Khaiman Galfour, el director de la empresa.

"¿Q..que paso?" pregunte, aun confundida.

"Creo que una hermosa señorita confundió los pasillos con una pista de carreras.." Me respondió, sonriendo. Acto seguido, sujeto mi mano y con firmeza me ayudo a levantarme.

"¿Supongo que usted no corre asi todos los días.. Señorita Kaytlin?" Dijo con seguridad.

"¿C..como sabe usted..mi nombre?" Pregunte, sorprendida.

"Es mi trabajo saber todo acerca de esta empresa" Contesto, cruzando los brazos, sin dejar de mirarme de una forma.. extraña.. como si nada en el mundo le interesara mas.

Trate de decir algo, pero estaba pasmada aun, en parte por el golpe, y en parte porque.. no podía dejar de notar que Khaiman era sumamente atractivo. Era bastante alto, y tenia el cabello largo, hasta los hombros. Por su rostro, se notaba que había vivido intensamente, puesto que tenia una pequeña cicatriz en el lado izquierdo.

Su rostro en particular me llamaba la atención. Tenia unos ojos pequeños, que nunca dejaron de mirarme durante todo nuestro "encuentro". había algo en la forma en que me miraba que me ponía nerviosa.

"Esta usted sonrojándose.. " Me dijo Khaiman, esbozando una ligera sonrisa. "Creo que debe descansar, el impacto fue considerable.. si no le molesta, una vez recuperada, mi asistente platicara con usted sobre un asunto que tenemos pendiente"

"¿Asunto pendiente? Pero.."

"No se preocupe por eso ahora.. " Dijo, colocando sus dedos en mi barbilla, como si fuera lo mas natural del mundo. " Continuare la revisión, y en unas horas mi asistente, Alejandra, vendrá por usted.. ¿ De acuerdo?"

Asentí con la cabeza, sin decir palabra.

"Muy bien.. nos veremos, entonces...Kaytlin.." Dijo, en un tono de voz que indicaba cierta satisfacción. Sin decir nada mas, se alejó, seguido por los demás socios de la empresa.

Me senté lentamente en mi escritorio, sin poder creer aun lo que acababa de suceder, y en ese momento Ana llegó a mi lado, sonriendo, pidiéndome que le contara todo.

Mientras lo hacia, no podía dejar de pensar en el.. y sobre todo.. ¿Qué seria ese asunto "pendiente"?

Capitulo 2

Estaba muy divertida en la tarde, jugando en la computadora una partida de solitario. Le había contado todo acerca de mi extraño encuentro a Ana, y entre risas ella me había mencionado que pensaba que me iban a despedir, puesto que el Señor Khaiman tiene una reputación de ser sumamente estricto.. por no decir cruel. Le comente que a mi no me había parecido así, a lo cual ella respondió que quizás el estaba interesado en "algo mas", por ende su amabilidad.

Trataba de no pensar mas en eso, cuando de repente sentí como alguien me toco el hombro.

"¿ Señorita Kaytlin?" Una voz femenina me dijo.

Voltee a ver de quien se trataba, y me sorprendí. Enfrente de mi estaba una mujer guapísima, con unas facciones elegantes, y un hermoso cabello café claro que le llegaba hasta un poco mas abajo de los hombros.

Pero eso no era lo que me había impactado.

Era su atuendo.

Vestía una minifalda de cuero negro, que apenas llegaba un centímetro o dos debajo de la línea de sus panties. También tenia puesta una blusa ajustada semitransparente de color café, que cubría desde sus muñecas hasta su cintura, dejando el ombligo al descubierto. Debajo de la misma, un brassier negro, de victorias secret, cubría sus pequeños pechos.

Ah.. y los zapatos. Negros, y de tacón alto.

"Me envía el Señor Khaiman para mostrarle las instalaciones del área de Directivos, y prepararla para su futuro puesto..." Dijo Sonriendo tiernamente. " Por cierto, me llamo Alejandra.."

"Mucho gusto.. Alejandra.." Dije, sin saber realmente como reaccionar. "..pero.. yo.. no he pedido ningún cambio de puesto.. "

Note que ella me miro con una expresión ligeramente de disgusto. " Eso lo decide el Señor Khaiman" Comentó, sonriendo de una forma un poco forzada. "Ahora, si me permites, me gustaría mostrarte algo... sígueme.."

Entramos al elevador principal, aquel que no tiene acceso a ningún otro piso mas que al Pent House del edificio.. donde están los altos directivos. Trate de controlarme, puesto que con los nervios, comencé a sudar. Alejandra tampoco me quitaba la vista de encima, y me sonreía continuamente. No negare que me sentí un poco incomoda por la situación.

"Llegamos.." Dijo, al oír el sonido de las puertas del elevador abriéndose.

Lo que vi me dejo muda. había una recepción inmensa, con solamente un escritorio al final de un largo pasillo. La decoración era increíblemente futurista, como si fuera el interior de una nave espacial. Admire las columnas de Aluminio, y las diversas estructuras de acero.

Mientras miraba embelesada este espectáculo, Alejandra tomo mi mano, en una actitud maternal, y me hizo señas de que siguiéramos. Caminamos por el pasillo, y llegamos a un área mucho mas grande, llena de gente.

Lo que note inmediatamente fue que no había un solo hombre a la vista. Habían muchas chicas, de todas las razas, pero curiosamente todas vestidas con el mismo uniforme que tenia Alejandra. Todas increíblemente bellas.

Me mordí los labios una vez mas, sin saber como reaccionar. Mire a Alejandra nuevamente, que como si adivinara mis pensamientos, me dijo:

"No te preocupes.. confía en mi.. vamos a una sala privada, para tu evaluación.." Dijo, apretando mi mano.

"¿Evaluación..?"

Alejandra se limito a sonreír y me guió a un pequeño cuarto. Cuando entré, pude ver que todo era blanco. Las paredes, el piso.. dos sillas.. todo.

"Siéntate al centro" Me dijo, cambiando su tono de voz a uno mas enérgico.

Lentamente camine al centro, y me senté. Alejandra sonrió, se acerco, y coloco su silla justo enfrente de mi, a unos pocos centímetros. Acto seguido, se sentó, pero de tal forma que mis rodillas quedaban entre sus piernas abiertas, a mis costados. Al hacerlo, su falda se subió un poco, y pude observar que tenia puesta unas panties negras de encaje, semi transparente.

Me sentí algo incomoda por la situación, y trate de voltear la mirada hacia abajo, pero inmediatamente Alejandra coloco sus dedos en mi barbilla, y me hizo voltear a verla.

"No temas..." me dijo, sonriendo tiernamente de nuevo. "Esto será rápido, y creo que te gustara bastante..."

Asentí lentamente, nerviosa, sin saber bien de que se trataba todo esto. Junte mis manos, y entrecruce mis dedos, moviéndolos de un lado hacia el otro. No me consideraba en absoluto lesbiana, pero es cierto que tampoco me asustaba la idea de alguna vez estar con una mujer.. aunque..

Algo en la seguridad con la que Alejandra me decía las cosas, y su forma de actuar, me tenían fuera de balance.

"La evaluación, Kaytlin.. consiste en unas simples preguntas.. que no son acerca de tu desempeño profesional, puesto que ese ya lo conocemos a plenitud.."

"¿Entonces..?" Trate de decir, pero ella hizo un gesto para que me callara.

"Habla solo cuando te lo indique.. ¿ Esta claro eso?" Dijo en una voz definitivamente mas autoritaria.

"..S..si.. pero.."

Alejandra se limito a mirarme con una actitud de reproche, y entendí. Asentí con la cabeza en silencio.

" Primera pregunta.. ¿ has sido sodomizada por el culo?" Dijo con total seriedad, sin dejar de mirarme a los ojos.

".......perdón... ¿ Que si... he sido sodomizada..?" Conteste, sorprendida por lo que acababa de oír.. inmediatamente comencé a sudar otra vez, puesto que no solo el cuarto no tenia ventilador, sino que la luz superior era demasiado intensa.

"Responde... " Dijo Alejandra secamente.

".. p..pues.. .no.." Respondí, mirando hacia abajo, apenada.

Inmediatamente Alejandra sujeto mi barbilla con su mano, y lentamente la volvió a levantar.

"Siempre mantén tu mirada en mi.. no lo olvides.. " Dijo, sonriendo brevemente y colocando una mano en mi pierna izquierda, muy cerca de mi cintura.

" Pregunta 2... ¿ Has tragado semen?"

"... si..." Dije tímidamente.

Alejandra se acerco un poco mas a mi, y pude notar que se mordió el labio inferior de una forma coqueta. "Esto va a ser muy interesante, Kaytlin.. me gusta tu actitud.. pasemos a la pregunta 3..."

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  • COMENTARIOS
Anonymous
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1 Comentarios
AnonymousAnónimohace alrededor de 15 años
emocionante...

Me has dejado con la boca abierta y esperando... mas por favor, mas!

Loko.

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