La Monarquía: BDSM 01 El Chantaje

II: El Chantaje

Esa misma noche ella esperaba sola en su sala, aún con su traje formal de oficina. Mientras veía el reloj fantaseaba con lo que obtendría, dinero por supuesto, pero el sexo era su deseo secreto.

Hasta ahora solo había tenido sexo convencional, casi todas sus fantasías venían de videos pornográficos: disfraces de enfermeras o colegialas, lubricantes, esposas con peluche rosa, ropa interior comestible.

Lo que veía en las fotos fue inimaginable para ella hasta ahora, pero lo deseaba. De hecho, no sabía que iba a pedirles una vez que los tuviera bajo su control; ¿sexo regular? Eso sería una burla para gente con tanta experiencia como ellos ¿disfraces de monjas y padres de la iglesia? Sería una burla. Estaba completamente aterrorizada con la idea de que iba a estar dándoles órdenes a jóvenes que aun siendo 10 años menores que ella probablemente se burlarían de su vida sexual.

¡Toc, toc, toc, toc, toc!

Ya era tarde, no podía cancelar nada. Que importa, pensó, de todos modos, harán lo que ella diga, o enviará a ese tipo a la cárcel.

Al abrir la puerta, los vio, Él era un hombre de 1,80 de estatura. Barba corta y bien formada y cabello corto. Era Dan, el jefe de marketing en su empresa, tenía 28 años y aunque era guapo, siempre le había parecido muy educado y amable, nada peligroso, hasta ahora. El joven tenía el cabello recortado, y un peinado muy conservador, era algo guapo, pero parecía ser un nerd, por encima del promedio. La chica de cabello castaño y teñido de rosa en las puntas, una total hípster.

Los cuatro estaban sentados en su sala.

-Bueno Karen ¿Qué es lo que quieres? Pregunto Dan con voz firme, sin rodeos

-Ahm, iré directo al punto, tengo pruebas de que has estado teniendo sexo con estos dos menores de edad, los he visto entrar varias veces a visitarte a la oficina con uniforme de colegio. Como sabes es ilegal mantener esas relaciones con menores de edad así que si te denuncio te meterían a la cárcel. Ya con eso claro, de ahora en adelante harán lo que yo diga.

Dan se inclinó hacia Karen, parecía interesado.

-¿Y qué es lo que quieres que hagamos exactamente?

Karen estaba tan asustada y emocionada que no notó el tono sarcástico antes de responder.

-Cumplirán todas mis fantasías; quiero que se desnuden.

Tampoco podía concentrarse, él la intimidaba mucho; Era imponente, pero no agresivo. No podía concentrarse y realmente no sabía exactamente que pedir, aunque ya se había calentado bastante y definitivamente quería sexo duro, había estado deseando satisfacer fantasías retorcidas toda la noche y esta situación ya era de por si una fantasía como ella quería.

-Deberás ser más específica, ¿qué pasará después de que nos desnudemos?

Se tomó un instante para recuperar la compostura, ella tampoco era ingenua o indefensa. Aunque siempre soñaba con más, tenía algo preparado similar a lo que veía en sus videos. De un cajón sacó los disfraces que había preparado.

-Podemos hacer esto: Yo seré una policía y acabo de arrestarlos, casi como en la vida real, y a cambio de no meterlos a la cárcel, ustedes me complacerán.

Al mencionarlo puso una "cara sexy", y lo dijo en la voz sensual fingida que hacían las actrices porno, mientras cruzaba las piernas. Silencio. La chica hipster soltó una sola risa burlona "ja".

-¿De verdad tiene un disfraz de policía sensual? Preguntó el joven, como si fuera un chiste.

-Voy a detenerte ahí, dijo Dan con una sonrisa más empática. Por la foto que mandaste cuando nos citaste a venir, voy a asumir que te gustó lo que viste y quieres formar parte de esto ¿verdad?

Karen solo asintió al darse cuenta de que no parecían nada preocupados, al parecer su amenaza no tenía efecto, pero tampoco se veían enojados.

-Antes debes saber a lo que te metes. Ya viste sus fotos, pero no los conoces, ellos son Sofi y Peter. ¿Chicos, si Karen los obligara a desnudarse y ser prisioneros, como pidió, estarían excitados?

-No, para nada. Respondió Sofi moviendo la cabeza en señal de desaprobación.

-Yo me excitaría, pero pro ver a Sofi desnuda, no por el juguito. Comentó Peter.

-oigan no pueden decir esas...Karen se calló a media frase cuando Dan la tomó de su mano y la dirigió al sillón donde se sentaban Peter y Sofi. Luego puso suavemente y de forma seductora la mano de karen en la entrepierna de Peter. Se resistió un poco, pero vio que Peter estaba esperando que sucediera, así que no le importó. No la tenía nada dura.

Al ver eso, sofi abrió las piernas como si supiera que ella seguiría, Dan guió la mano de karen a la vagina de sofi, estaba cubierta por su calza negra. Estaba seca.

-Díganle a Karen como se llaman cuando están conmigo y por qué.

Sofí comenzó, pero ambos miraban a los ojos a Dan y a Karen mientras hablaban, a pesar de que parecía que querían mirar al piso por la vergüenza de lo que decían.

-Yo soy la Puta, porque quiero y puedo complacer hasta cinco personas dos pueden cogerme por mis dos agujeros, puedo darle placer a uno con la boca y a otros dos con mis dos manos.

-Yo soy algo inferior, una putita, porque no tengo tantos agujeros como la puta para dejarme coger, por eso solo puedo ser una putita y no una grande.

Solo con decir esas frases, Karen notó como a dan se había puesto dura y sofi estaba algo mojada. Dan Continuó

-Nombren algunas de las cosas que hacemos

Ambos intercalaban mientras las nombraban "recibimos nalgadas, la recibimos por el culo hasta tener un orgasmo, damos orales como castigo hasta que el otro acabe en nuestra cara, nos atan y dejamos que nos hagan lo que deseen..." la lista continuaba y para entonces Peter ya la tenía lo más dura y Sofi estaba tan mojada que Karen podía sentir sus fluidos en los dedos.

-Ellos son mis esclavos sexuales, Karen, si entras a mi mundo, este será el nivel mínimo de perversión que espero de ti. Tú podrías tener tus propios esclavos o ser una esclava, depende de tus gustos. Pero debes tener una cosa clara: Yo siempre soy dominante, y tú siempre serás mi sumisa, no jugamos a ser actores de videos porno de adolescentes comunes y vulgares ¡Chicos, vayan por sus cosas!

Con un gesto, Ambos salieron de la casa y Karen se mantuvo en silencio hasta que escucho las puertas de un coche abrirse y cerrarse después de unos segundos.

-No sé qué decir

-No me des una respuesta ahora, piénsalo hasta mañana

-Entonces váyanse de mi casa.

-Oh no, no vinimos hasta aquí en vano. Dan le dio un beso firme sin previo aviso. Karen no sabía cómo reaccionar, no esperaba nada de esto. Siempre sabía qué hacer y que decisiones tomar, pero en ese momento era difícil decidir unirse a... ¿una relación? Con tres personas que no conocía y mucho peor para algo tan íntimo. Casi siempre había tenido novios y tenía sexo con ellos.

Sin darse cuenta, el beso ya había durado unos segundos; tenía muchas ganas y de todos modos esperaba una orgía esa noche, no tenía el control como imaginaba, pero de todos modos lo disfrutaría. Sintió las manos de dan en su cintura, estaba preparada para eso, pero no para sentir que algo rodeaba sus tobillos, apenas pudo ver de reojo, Sofi estaba de rodillas, atando sus tobillos con un par de esposas, hechas de cuero. Luego sintió sus dos manos siendo jaladas hacia atrás, seguramente era Peter, intentó soltarse pero Dan no dejaba que se moviera.

Cuando terminaron, karen estaba completamente atada, Dan la lanzó al sofá. Y antes de que pudiera hablar, sofi la amordazó con una bola roja que rodeaba con una banda de cuero toda su cabeza y la ajustó.

- Como nos hiciste venir, voy a hacerte vivir algo nuevo, y todos nos divertiremos. Esto es lo que pasará: Tú, Karen, vas a demostrarme que tienes una mente suficientemente sucia como para ser parte de nuestro...grupo. Te daré el control temporal sobre la puta y la putita, les dirás que hacer y cómo; si lo haces mal y me aburres, empezaré a cogerte para compensar el hacerme perder una noche y perderás el control de los dos esclavos, ellos te usaran para su placer también, y cuando terminemos de usarte nos iremos y no volverás a saber de esto. Claro, tomaremos fotos y videos de todo lo que te hagamos para evitar que hables.

Peter soltó una risa de emoción, y después tomó de la cintura a Sofi para acercarla; ella le correspondió y se mordió el labio con un poco de lujuria.

Si lo haces bien, te premiaré con el mejor vibrador que tengo y yo mismo te masturbaré hasta que acabes, las veces que quieras e incluso podrás sugerirme que participe. Dan Levantó levemente un vibrador enorme, conocido como "Varita Mágica", diseñado para estimular el clítoris.

Karen, abrió los ojos cuando escuchó el sonido del vibrador al encenderse; Esto era lo que ella quería, este tipo de encuentros. Lo único que evitaba que disfrute enteramente de esto, era sentirse avasallada, le habían ganado en su juego y odiaba perder, pero el morbo era demasiado, ya estaba mojada y al haberle puesto un reto delante apelaron a su orgullo.

-¿Si te saco esa mordaza, empezarás con el juego? Karen asintió.