Las Colegialas y Su Juguete Cap. 03

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Un estudiante de secundaria es avergonzado por sus compañera.
1.4k palabras
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Parte 3 de la serie de 6 partes

Actualizado 06/10/2023
Creado 06/27/2020
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Capítulo 3

Me acerco y veo a Caro, a Mili y a Paula, hablando ya en sus respectivos lugares, pienso si estarán hablando de mi o de sus experiencias sexuales. A diferencia de mi ellas ya no tienen que recurrir a la masturbación como única forma de lograr placer sexual, ya han probado penes seguro mucho más grandes que el mío. Y si ya de por si mis genitales no son impresionantes en tamaño, tampoco ayuda el temor que siento por estas chicas cada vez que me acerco, haciendo que se esconda como un ratoncito asustado. Probablemente eso es lo ellas piensan de mí, que soy un ratoncito asustado y ellas son las gatas que pueden hacer conmigo lo que quieran. Probablemente tengan razón.

Al sentarme la charla se torna hacia mí, Caro es la primera en dirigirme la palabra.

- ¿Cómo estas, putito? ¿Te la sacudiste anoche? -esta pregunta trae sonrisas a las chicas- seguro pensaste en cuando te toque tus pezoncitos. Son tan sensibles, como los de una chica. Decime ¿Te volviste a comer tu lechita?

Todas se ríen ante este último comentario y yo solo tiemblo en mi asiento. Nunca van a olvidar como me obligaron a probar mi propio semen.

- Aww, ¿Te da vergüenza contar eso? Pero si ya te vimos todas, vimos cómo te gustaba jajaja. Decime ¿Con qué te la hiciste? Seguro buscaste nuestras fotos para pajearte ¿no? Encontraste la de nuestras vacaciones en la playa, seguro ¿Cuántas ya le habrás dedicado a nuestros cuerpos en bikini?

Todo lo que decía era cierto, por supuesto, la cantidad de pajas que le había dedicado a esas fotos era innumerable. Mi cara se volvió roja.

- Aw, no te sonrojes putito -Carolina estiro la mano y me pellizco el cachete- Te digo lo que vamos a hacer, como sabemos que lo de ayer fue muy humillante, vení a mi casa hoy después del colegio, todas vamos a estar ahí.

- Pero...

- Sin peros putito, nos vamos a divertir mucho.

Ese fue el fin de la conversación, Caro no iba a darme más detalles y yo no tenía el coraje de preguntarle. ¿Qué me pasaría en su casa? Me daba miedo solo pensarlo.

Si me podían humillar de tal manera en un lugar público sin repercusiones, imagina lo que harían en la privacidad y seguridad de su hogar. Mejor no pensar en ello, tal vez verdaderamente deseaban enmendar su actitud, tal vez hoy todas ofrecerían sus cuerpos a mí y ella coman mi semen en vez de mí mismo. Al menos la fantasía me tranquilizaba un poco la ansiedad.

El resto de la clase sucedió sin hechos extraordinarios, Caro y su grupo probablemente guardaban sus energías para después del colegio. En el momento del receso me quedé solo en el salón, como dije no tengo amigos, pero la verdad agradecía un momento de tranquilidad y soledad lejos del acoso de Caro y las demás. Aunque duro muy poco.

Estaba usando mi celular cuando me lo quitaron de las manos, al levantar la vista vi a Fresia y las dos Brendas, una alta y delgada, pero con un atractivo rostro, y la otra igual de delgada pero más baja y con atributos más generosos. Claro que nada se comparaba con Fresia, era la más alta del salón e igualmente voluptuosa, con piel café y pelo enrulado tenía la belleza de los países caribeños. Estaba en el equipo de hockey del colegio, por lo que era bastante popular y fuerte, más que algunos chicos y naturalmente más fuerte que yo. Ella fue la que hablo primero.

- ¿Qué haces acá, putito? No sabias que estábamos en recreo, no te vendría mal tomar un poco de sol, así dejas de usar esta cosa.

Fresia le gustaba molestar a todos, claro que yo a veces recibía más por ser un blanco muy fácil, además le divertía mucho saber que era virgen y disfrutaba de avergonzarme al excitarme. Le dio mi celular a la Brenda delgada, a la que llamaremos Porpo por su apellido y le dijo que se asegurara de que no estuviera viendo pornografía.

- Cuando alguien lleva tanto tiempo sin coger como vos, seguro se hace un pervertido y quiere masturbarse dentro del aula. Aunque supongo que vos nunca cogiste jajaja. - Me dijo.

Luego de unos segundos que se sintieron años Porpo le hablo a Fresia tapándose la boca con una mano en señal de sorpresa.

- Tenes que ver esto Fre.

- Oh Por Dios

Mi peor miedo se había cumplido. Reconocía el video que estaban reproduciendo por el audio, era el video en el que lamia los pies de Abigail con una erección en mis pantalones mientras las demás chicas se reían de mí. Caro me lo había mandado junto a un mensaje diciendo que nunca me olvidara de lo que había hecho, recordándome que podrían arruinar mi vida enviándoselo a todo al mundo tan fácil como me lo enviaron a mí. Debería haberlo borrado, que estúpido fui, pero la verdad verlo me excitaba de una extraña manera que no comprendía.

Las tres chicas rieron por un rato antes de volver a dirigirse a mí. Fresia se acercó y miro hacia abajo pues yo era mucho más bajo que ella, mi cabeza estaba justo a la altura de sus tetas. Sentía una rara mezcla de excitación sexual y miedo ante lo que esta corpulenta y fuerte mujer iba a hacer a continuación.

- Siempre supe que eras un rarito. Pero ese video me dio curiosidad, nunca pensé que tu pitito podría marcarse a través de tus pantalones, ni siquiera parado, así que ahora quiero verlo. Bájate los pantalones.

- Pe-Pero...

- Sin peros. Ya

No había forma de que la desobedeciera, el tono de su voz me asustaba más que cualquier otra cosa. Probablemente la única habilidad que tenía era obedecer a mujeres sin titubear. Así que mis pantalones fueron al piso junto con mis calzoncillos. Lo siguiente que escuche fue una fuerte risa de parte de las tres chicas.

- Jajaja, por favor, esa tiene que ser la pija más chiquita que he visto en toda mi vida. No creo que debas estar usando el uniforme de hombre, más bien tendrías que usar una pollerita y tanguita como yo ahora. -- Fresia me toma por la barbilla y hace que la mire a los ojos - ¿No te parece?

Asiento ante la pregunta, por lo que Fre se ríe y me deja ir.

- ¿Ves lo que digo? Podríamos hacerte hacer cualquier cosa. Estas tan asustado de nosotras. Pero antes que nada quiero ver ese pitito erecto. Vamos a ver si crece un poco.

Tras decir esto Fre toma entre su meñique y pulgar la punta de mi pequeño pene y trata de estirarlo. Era la primera vez que una chica tocaba mi pene por lo que fue muy excitante, pero a la vez algo doloroso. Lanzo un quejido y Fresia me suelta.

- Vamos a ver ahora.

Fresia se da vuelta y levanta su pollera mostrándome su increíble culo. No mentía, una tanga color rojo oscuro dividía las grandes nalgas de la amazona frente a mí. Se agacho un poco y luego sacudió un poco el culo para excitarme, cosa que logro de sobremanera.

- Nunca pensaste que ibas a verme el culo, ¿eh putito? A ver como esta ese pitito

Mi pene se había puesto completamente erecto, no es que eso fuera mucho, y Fresia me lo hizo notar al reírse a carcajadas apenas lo vio.

- ¿Eso es lo mejor que podés hacer por mi culo? -lo agito un poco más- Chicas hagan que se arrodille.

Obedecí y mi cara estaba frente a esa tanga oscura, probablemente nunca estaría tan cerca de tan bella imagen de nuevo.

- Ahora putito, empezá a pajearte y bésame el culo.

Una ronda de risas invadió la sala, pero yo lo hice sin protestar. No paso mucho tiempo antes de que estuviera a punto de eyacular. Fre noto esto y rápidamente se dio vuelta, lo siguiente que hizo fue darme una repentina patada en las pelotas que me hizo retorcerme en el piso de dolor, pero que hizo reír a todas las chicas. Fresia puso su pie en mi cara y hablo.

- Ahora lame putito

Con las manos agarrándome los huevos tratando de soportar el dolor saqué la lengua y empecé a lamer la suela de sus zapatos. Por el rabillo del ojo vi como Brenda sacaba fotos de mi humillante acto.

- Si no querés que estas fotos salgan a la luz vas a tener que hacer todo lo que te ordenemos ¿Entendiste? Ahora tenemos un par de cosas que charlar con Caro y sus amigas jajaja.

La historia se repetía, ¿Estaba condenado a ser el juguete de mujeres más poderosas que yo? Fresia y su grupo se fueron dejándome en mi patética posición fetal, adolorido en mis bolas y sin haber podido eyacular.

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