Espía vs. Espía

La dejó tumbada en el suelo boca arriba y salió un momento de la habitación para regresar con una silla de ruedas con correas para sujetarla, la volvió a coger y la puso en la silla de ruedas, le pasó por debajo de los pechos una correa, otra por encima de los muslos y una última por encima de los tobillos, por lo que resultaba imposible que Paula se pudíese caer de dicha silla, una vez bien sujeta, salió de la sala de interrogatorios, caminó por un largo pasillo, hasta llegar a un ascensor, al cual entraron cuando se abrieron sus puertas, presionó el botón del piso más alto y se cerraron las puertas del ascensor para comenzar su trayecto hasta el último piso del edificio, puesto que donde habían estado, aunque parecía una nave, era uno de los sótanos del edificio del S.E.M.E., lo cual, no lo sabrá nunca Paula, pues seguía inconsciente por el efecto del cloroformo.

Al llegar a su destino, el ascensor se abrió, saliendo en primer lugar Paula en la silla de ruedas y acto seguido, Barocca empujándola, al escuchar el ascensor abrirse, las miradas de L, la jefa de Barocca y Karen Gaianni, su secretaria y también agente secreto, se dirigieron en esa dirección, con las manos preparadas para coger sus armas y luego relajarlas al ver quien salía por el ascensor, pero completamente sorprendidas por como venía una de las dos mujeres, además de por como vestía su compañera. Ambas mujeres saludaron al mismo tiempo a Barocca, que le dijeron:

-Hola Barocca.

Barocca dejó de empujar la silla de ruedas, apoyó sus manos sobre el escritorio de Karen, mostrando un generoso escote de sus pechos a esta, ante la atenta mirada de L y le dijo:

-Hola Karen, ¿Cómo está mi pelirrosada favorita?¿Me has echado de menos?

Karen se estaba sonrojando, pero antes de que pudíese terminar de ponerse colorada, intervino L que gritó:

-Pero bueno, ¿Es que soy invisible o qué? Que estás flirteando con Karen delante de mi y encima no me has saludado.

Barocca se incorporó, se giró hacia L, la sonrió, la cogió por la cintura y le dió un beso intenso y pasional que duró varios minutos, en los que las lenguas de ambas jugaban dentro de la boca de la otra, lo que hizo que Karen se termínase de poner colorada de vergüenza, cuando por fin terminaron de besarse, vio Barocca la cara de embobada que ponía L y con la misma sonrisa de antes le dijo:

-Hola L. 

Barocca se metió la mano en un bolsillo del pantalón y le dijo a L:

-Aquí tienes la tarjeta de memoria de la cámara con toda la confesión de ella grabada.

A lo que L contestó:

-Eres increíble Barocca, ahora mismo hago que vengan unos agentes para recogerla y que se la lleven a una prisión de máxima seguridad.

L le señala a Karen que lo haga, Karen sin perder tiempo, realiza una llamada que dura unos pocos segundos y tras otros pocos segundos, se ve salir del ascensor a 4 agentes preparados para recibir a Paula, por lo que Barocca gira la silla hacia el ascensor y es entonces cuando se despierta Paula, que dice algo dormida aún:

-¿Mmmmm?¿Dónde estoy?¡Espera, ya lo recuerdo!Me capturaron, me torturaron, me interrogaron y me durmieron! ¿Dónde está esa puta negra?¿Pero qué demonios?¿Estoy atada a una silla de ruedas?

Entonces Barocca le dijo mientras le tocaba el hombro:

-Aquí esta tu puta negra favorita, lo de atarte era para que no te cayeses y bueno....para que no te escapes.

Al notar como Barocca le tocaba el hombro, Paula se giró y puso una cara de rabia como pocas veces habían visto Barocca, L y Karen y gritó mientras Barocca la llevaba hacia los agentes para que se la llevasen:

-¡TÚ! ¡Zorra, te voy a denunciar a todos los tribunales del mundo, estoy segura de que eso que me hiciste vulnera los derechos humanos y todos los acuerdos sobre ello! ¡Para cuando acabe contigo zorra, no serás más que un recuerdo!

Barocca se giró hacia L y Karen para ver que caras ponían y observó que era de absoluta sorpresa, por lo que ella se puso a sonreír nerviosamente y a mover una mano indicando que no hicieran caso y justo antes de llegar a sus compañeros, le dijo al oído:

-No vas a denunciar a nadie, porque vas a estar en un cárcel de máxima seguridad sin juicio previo por terrorismo y sin derecho a tener un abogado, que te lo pases bien, puta.

Finalmente entregó a Paula a sus compañeros, que desaparecieron tras cerrarse las puertas del ascensor, pese a lo cual, aún se escuchaban los gritos de Paula, hasta que al final desaparecieron por completo, entonces Barocca se giró y se fue hacia las atónitas L y Karen, que le preguntarón al unísono:

-¿Pero qué le has hecho para que se ponga así?

Y Barocca completamente sería les dijo:

-Mejor no que no lo sepáis o tendréis pesadillas y es en serio.

Y Lovette y Karen se quedaron mirándose completamente extrañadas ante la seriedad que lo dijo Barocca. Cuando por fin vió reaccionar a su jefa y a su compañera de su frase, le dijo a L:

-Bueno L, ya he terminado mi misión, podemos seguir por donde estábamos antes.

Entonces Barocca volvió a rodear por la cintura a L y le dió un beso tan pasional e intenso, que hizo que L se excítase en pocos segundos y que rodéase con sus brazos el cuello de Barocca, devolviéndole el beso a Barocca y jugando con sus lenguas, aún con mayor intensidad que en el anterior beso que se habían dado, mientras Karen estaba completamente sonrojada y poniendo sus manos tratando de tapar sus preciosos ojos esmeralda, pero que por algún motivo, no podía dejar de mirar como se besaban su jefa y su compañera, finalmente cuando terminaron de besarse, L dijo:

-Me parece bien, vayamos a casa a terminar lo de antes cariño.

Luego se giró hacia Karen y le dijo:

-Tienes el resto del día libre Karen.

Tras esto, las 3 se fueron del edificio del S.E.M.E., Barocca y Lovette a su casa a terminar un asunto que tenían entre manos de antes y Karen a disfrutar del día libre inesperado.