Lo Que Pro...Metes

BETA PÚBLICA

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- Lizz, de verdad lo siento, porfa siéntate y hablamos

- No, no quiero hablar, quiero que me folle, que me coma duro y salvaje, quiero sacarme toda esta rabia y parte de eso es hacer un trio, hacer con otras personas lo que él tanto quería

- Lizz otra vez estas tomando decisiones con la cabeza caliente y eso es un error, te vas a arrepentir

- Le quiero ver la cara a ese imbécil cuando le cuente que me comí a el ex que más odia y a su novia que es una mamacita

- Ay Lizz ¿ósea que vas a hacer todo esto por venganza?

- Si, quiero que él sienta lo mismo que me hizo sentir --se le salieron las lágrimas-- pero también por mí, no quiero ser nunca más solo un ama de casa llavero, la perfecta para mostrar en público... yo también quiero vivir y experimentar cosas nuevas, por eso es que volví porque me los quiero comer: a los dos

- Lizz, pues aprovecha y te lo comes a él y yo los veo

- No, si me lo como a él vos tenes que estar también, es todo o nada

HP el corazón se me quería salir del pecho, lo podía sentir bombeando con fuerza por todo mi cuerpo.

- Lo siento Lizz, no soy capaz

- Okey, lo entiendo

Se secó las lágrimas de los ojos, se dio la vuelta, colocó su mano en el picaporte y actué sin pensar. La hice girar colocando mi mano en su hombro.

- Ni por el putas pienso bajar a darte lengua --le respondí--

A ella se le iluminaron los ojos, se emocionó tanto que se lanzó a darme un abrazo.

- Yo tampoco sé si sea capaz, me voy a enfocar él, pero si pasan cosas pues que pasen

- ¿Como qué?

Se separó con su rostro frente al mío, mientras se acercaba con su boca entreabierta.

- Como esto

Me empezó a dar besitos sobre los labios. Estaba pasmada sin saber que hacer, ella cerró los ojos colocando su mano detrás de mi cuello, girando su cara unos grados para tomar mis labios y meterlos entre los suyos.

Cerré los ojos y me dejé llevar por ella. Era tan agradable, tan tierno, tan cálido... no sé, por un momento hasta se me olvido que estaba besándome con otra mujer.

Tenía un estilo único y delicioso para besar, empiezan tiernos y poco a poco terminan haciendo que un escalofrió te recorra todo el cuerpo.

Se separó de mí y me quede ahi con los ojos cerrados esperando que continuara. Hasta que los escuché muertos de risa y sentí el calor en mis mejillas por la vergüenza.

- ¡Malos! ¡No me gocen!

- Me tomo con sus manos el rostro y se me acercó para darme otro beso, suspiré y aunque nos dio risa ella no se detuvo.

- Besa rico ¿cierto? --pregunto mi novio--

- Muy --smuak smuak-- rico

Nos dejamos llevar del todo y nuestras lenguas bailaban juntas, mezclándose de un lado a otro de nuestras bocas, hasta que me hizo gemir y abrí los ojos asustada. Nos estallamos de risa ahi abrazadas y volteamos a mirarlo.

- No se imaginan, lo rico que se ve eso mamacitas

- Yo también te hice una promesa --le dijo ella--

- Si

- ¿Cuál promesa? --pregunte--

- No quiero que lo hagas por obligación --él interrumpió--

- No lo es

- ¿Cual promesa? --insistí-

- Cuando terminamos, la hice prometer que iba a experimentar también con las mujeres, yo estaba seguro que le gustaban

- Pues, tenías razón --le contestó y volteo a mirarme-- siempre la tuviste, fui una maldita cobarde. Nunca fui capaz de intentarlo, pero eso se acaba hoy

Me provocó tanta ternura al fin verla calmada y sonriente que esta vez fui yo la que tomé la iniciativa. Le abri el brazo a mi novio para que se nos uniera, se sentía muy rico pasar de una boca a otra y en ocasiones ni siquiera pensar quien era de quien.

Apoyamos las frentes y nos quedamos mirando muertos de risa.

- Uffff creo que estoy en el cielo --dijo mi novio--

- Pues angelito, ya es hora de que te quites la ropa --dijo ella con una risa picara y dudosa--

Las dos nos miramos a los ojos y nos estallamos de la risa

- No --él se rio recordando su pasado y se separó de nosotras-- ahora entiendo todo jajajaja casi caigo par de hijueputas y dos veces no se castra un marrano

Los agarré de las manos y me los llevé por el corredor hasta nuestra habitación. Nos paramos frente a la cama.

- No Juanfer, esta vez no es broma --le dije-- es de verdad. Quiero verte con otra mujer, quiero que te la comas bien rico y si para que eso pase tengo que participar, lo haré.

Le metí mano a los dos en su entrepierna, primero la besé a ella y luego con los labios húmedos lo besé a él. Cuando les abrí campo se miraron, sonrieron de forma cómplice y se besaron, mientras que su mano se encontraba con la mía en su miembro.

- Juanfer, créele esta vez sí es verdad --ella confirmó--

Se abrió los botones de la camisa y con sus manos atrás dejo caer su sostén. Quedaron al aire un par de senos grandes con una aréola amplias como las mías, tal vez uno de los gustos en mujeres de mi novio que nunca me había contado.

Nos empujó del pecho hacía la cama y caímos sentados. Ella de un brinco se montó a horcajadas entre las piernas que quedaron unidas y sus rodillas apuntando a nuestra entrepierna, nos pasó las manos detrás de la cabeza y guio nuestras bocas hasta sus senos.

Se cómo me gusta que me las chupen a mí, pero ni idea de cómo hacerlo con ella, me tocaba confiar en replicar lo que alcanzaba a ver de Juanfer.

- Ammm --se mordía los labios-- ammm ammm... mierda que rico es esto

Se mecía entre nuestras piernas y su jean nos impedía llegar a lugares más específicos. Ella iba de boca en boca, con sus manos nos unía para vernos besar.

- Mucha ropa --nos señaló con su índice--

Le ayudó a quitar la camiseta a él y luego con prisa sacó la mía. Pasando sus manos detrás de mi espalda mientras me besaba para soltar mi brasier.

Al ver mis grandes senos al descubierto, blancos con las venas marcadas y la similitud en nuestras aréolas, tuvimos una risa que confirmaba el fetiche de mi novio. Se me ocurrió una idea.

Traté de levantarme y me abrió campo, moviéndose ella para su pierna derecha y yo quedando sobre la otra. Empecé a acariciarme los senos y ella hizo lo mismo, mi novio casi que se babeaba de la emoción por chuparlos.

Ella y yo nos miramos sonriendo, colocamos nuestras manos debajo ofreciéndole a chupar. Él levantó las manos para tomarlos y miraba como un niño en una dulcería de un lado a otro sin saber por cual empezar.

Juntamos nuestras manos detrás de su cabeza y lo empujamos ahogándolo entre nuestros pechos.

- Éste es el cielo --dijo mi novio--

Justo antes de atragantarse, agarrando con sus manos, chupando y estirando nuestros pezones con mordiscos mientras nosotras nos besábamos entre risas.

En ese momento me empecé a dar cuenta de que las dos éramos muy parecidas físicamente y hasta algunos ademanes casi copiados. Coincidencia, no creo, al menos ya sabía en un futuro que tipo de mujer buscar para él.

Me acerqué a su oído para poder hablarle sin que nos escuchara.

- ¿Lizz? ¿te gusta mamar?

- Me encanta ¿todavía tiembla cuando le pasas la lengua por los lados?

- ¿Tiembla?

- Ya vas a ver

Nos separamos, lo empujamos para que se acostara en la cama, le abrimos el pantalón y cada una se encargó de jalar una de las botas.

Nos acomodamos de rodillas y su miembro solito se levantó para recibirnos.

- Hola cosita rica --dijo empuñándolo-- te extrañe mucho

Se metió su cabeza a la boca y le dio un par de deliciosas e intensas mamadas que lo hicieron gemir de inmediato.

- No puedo negar que es el mejor pipi que me he comido

- Estoy completamente de acuerdo, tamaño y grueso perfecto

Respondí mientras pasaba mi lengua desde la base hasta enrollarla en su glande.

Estuvimos jugando las dos con su miembro, ella me guiño un ojo y cuando empezó a pasarle la lengua entre la ingle y las bolas daba un pequeño saltico que le ponía a temblar las piernas y al fin entendí lo que me había querido decir antes.

- Ya sabes, le encanta

- Claro que sí, no se me va a olvidar ese truco

Le dije mientras compartíamos un beso con su miembro en medio de nuestros labios.

- Te dejo solita, para que me enseñes más trucos. Que lo disfrutes

Tomé un poco de distancia. Aprovechó para apoderarse de su miembro dándole una deliciosa mamada y golpearse la lengua mientras lo miraba a los ojos.

Yo me acomodé en el lado donde duermo cerca a la cabecera, saqué mi vibrador, jugando por encima de mi sexo mientras los veía.

Cuando ella estuvo lista, le pasé un condón y se encargó con la boca de ponérselo. De un salto fue a dar encima de él y con su mano lo acomodó y me miro a los ojos. Las dos nos reímos al vernos la cara de placer, mientras ella se metía su miembro y yo el vibrador.

La nena era toda una delicia, tomó totalmente las riendas de lo que quería, lo cabalgaba despacito y como que perdía el control de las emociones, dejaba salir un poco de esa rabia cumulada con su esposo y se lo comía cabalgando salvajemente mientras se apretaba los senos y él encantado, porque ama que uno los agarré para verlos rebotar cuando se sueltan.

Las miradas de deseo, las caricias y la forma en que se besaban eran demasiado potentes. Ella lo invitó a sentarse, le paso las piernas por detrás y se movían super delicioso en círculos mientras se besaban y le chupaba los senos.

- Ay flaco, extrañaba tanto esto

Se besaron y rieron de una forma muy íntima, tenía una conexión que me hacía dudar un poco de si nuestra relación llegaría a ese nivel. Me dieron un poco de celos de ella.

Juan volteo a verme, se me quedó mirando a los ojos y luego sonrió mirando mi sexo. Se lo metía a ella con fuerza como si me pidiera hacer lo mismo con el vibrador y lo hice.

- Te amo mamacita

Ahí entendí que el sentimiento no era mutuo, él se la estaba pasando bien pero no tanto como para olvidarse de mí.

- ¿Por qué no nos acompañas?

Se dejó caer de espaldas a la cama para que me montara encima de su boca.

- Porque quiero verlos

- ¿Estas bien?

- Si, mi vida muy bien

Me incliné para darle un beso y dejarlos disfrutar.

Él trató más de una vez darle vuelta, pero no lo permitió, ella quería llevar las riendas encima, decidir la velocidad, fuerza y profundidad. Me excitaba más verla así empoderada, sometiendo a mi novio a su voluntad.

Subiendo sus manos por encima de su cabeza, apretando sus muñecas con una sola mano y golpeando su rostro con sus senos. Se dejo caer sobre su boca, mordiendo y estirando sus labios de forma brusca.

- Tócalo, tócalo

- ¿Te quieres venir ya? --le preguntó Juanfer--

- Si, si porfa

Mi novio la apretó de la cintura y ella levantó la cara al cielo. Estaba con los ojos cerrados y la boca abierta a merced de los movimientos de mi novio.

- ¿Ya?

- Si, ya, ya

La agarró de las nalgas, apretándolas entre sus dedos.

- Tócalo, tócalo

La apretó más fuerte de la cintura para que no se pudiera mover, la empezó a penetrar con fuerza, levantando su pelvis (algo que me habría gustado ver desde otro ángulo), con la otra mano apenas y le acarició su asterisco. Ella vocifero un gemido entrecortado que la dejo sin aliento.

Bajó su mirada hacia él, le sonrió y sus ojos se fueron hacía atrás, mordiéndose los labios al llegar.

- Ay dios ay diossssa si sii siiiiiii hijuepuuuuu

Cayó rendida sobre él con una risa de placer envidiable.

- Malditos dedos magicosss... hace 15 putos años que no me venía de esa forma

Le dio un gran abrazo a mi novio, lo miro a los ojos y le dio un beso tierno y erótico.

- ¡Gracias! --le dijo--!gracias a los dos! --volteó a mírame-- lo necesitaba

- Con gusto mamacita --le respondí quitándole delicadamente el cabello del rostro--

Ella volteo a mirar a mi novio un poco angustiada.

- No te viniste ¿Cierto? --le preguntó--

- No --le respondió mi novio riendo malévolamente--

Juanfer se levantó de la cama, de un pie la jaló y le hizo dar la vuelta dejándola al borde de la cama. Que la tratara así brusco al parecer la hacía más feliz. La acomodó en cuatro y se lo metió de una.

- Ay HP que rico, como te extrañaba

Sus senos grandes bailaban rozando las sábanas y en cada embestida ella enrollaba sus ojos hacia atrás, gimiendo cada vez más y más fuerte.

- El dedo, el dedo

Se mojo el pulgar en la boca, le separó las nalgas y le escupió en su asterisco. Lo que me calentó verle la cara de pervertido al hacer eso fue indescriptible, porque estando en cuatro cuando me lo hacía a mí nunca se la había visto.

Mientras se la comía con todas sus fuerzas presionaba su asterisco con el dedo, pero sin meterlo. Creo que ya sé desde donde venía esa maniobra que también me volvía loca a mí.

- Maldita sea ahhhhhh ahhhhh cuanto te extrañaba

Saqué el vibrador, me concentré en mi clítoris moviéndolo en círculos. Juanfer la penetraba durísimo y ella se agarró de mi pierna descargando su boca cerca de mi muslo. Abrió su boca y le di a chupar el vibrador llenó de mis jugos.

Lo regresé a su lugar y cuando ella me empezó a besar el muslo en dirección a mi sexo, lo metí para ocupar ese lugar, aun no me sentía cómoda con eso.

Ella lo notó y como alternativa decidió quitarme la mano tomando el control del vibrador. Con la mirada fija de mi novio haciendo esas particulares muecas mientras la penetraba llegué al orgasmo y por los gemidos de ella pude asumir que también.

Nosotras nos separamos claramente agitadas pero sonrientes, ella se dejó caer de espaldas, completamente exhausta en la cama. Le abrimos campo a Juanfer para que se acomodara en el medio, abrió las manos y nos acostamos sobre sus pectorales mientras nos abrazaba.

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No me esperaba una conversación intima en ese momento, pero la verdad me gustó ese tipo de cercanía y confianza con ella.

- No se vino ¿cierto?

- No

- No va a dejar ese vicio tan feo --volteó a mirarlo--

- Ah ya, ¿ósea que siempre ha sido así?

- Si, hasta que no lo ve a uno llevado del putas y se asegure de sacarte todos los polvos atrancados, no le da la gana de hacerlo

- ¿Cuál es el afán? La idea no es divertirse --respondió él--

- Si, pero fresca --me reí levantando una ceja-- que yo tengo unos truquitos, vos ya me enseñaste uno, yo ahora te enseño otro

- No amor, eso es algo entre nosotras y nada más --dijo él--

- Yo confío en ella --le respondí-- seguro que sabe guardar secreto

- ¿Qué cosa? cuenta, cuenta

- ¡No! --grito enojado--

Bajé la mirada, le guiñe un ojo sin que él viera y ella sonrió haciendo lo mismo de vuelta. Mas tarde se lo iba a contar.

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Nos quedamos así un rato sin hablar, las dos acariciábamos sus pectorales, jugando con nuestros dedos en sus tetillas.

- ¿Cómo te sentiste? --me pregunto ella--

- Bien, un poco raro al principio, pero bien, disfruté verlos juntos

- ¿No te dieron celos?

- Un poco, si, un poco no digo que no, pero es porque se nota que ustedes dos tienen una conexión especial

- ¿Qué tipo de conexión?

- No sé, esperaba que fueran más sexuales, pero ustedes lo hacen muy diferente

- Na fresca, eso son secuelas y mañas de cuando éramos novios. Los dos nos queremos mucho ¿cierto? --respondió mirando a mi novio-- pero por eso mismo es que sabemos que no servimos para tener una relación sin hacernos daño

- No lo pudo describir mejor --complementó mi novio-- eso que viste fue solo algo sexual

- Ok, creo que no hablamos de esto anoche --dije mirando a mi novio--

- Si amor y quien sabe que más cosas pasamos por alto, lo importante es que siempre hablemos para mejorar

A Lizz se le salieron las lágrimas, yo se las quité con los pulgares y me acerqué para darle un beso.

- Ya princesa, no pasa nada

- Ay parce, me da tan duro ver esa confianza que ustedes se tienen y saber que...

Se soltó a llorar y entre los dos la abrazamos. Ella se secó las lágrimas, nos dio de a pico y sonrió.

- Olvidemos esas cosas malucas, sigamos acá en el presente, que lo que necesito es buena experiencia y buen ejemplo para seguir con mi vida

- ¿Segura? ¿Estás bien?

- Si si, no voy a permitir que él siga manejando mi vida ¿en que íbamos?

- En que te iba a contar un truco

- ¡Que NO! --refutó mi novio--

Las dos nos soltamos a reír con complacencia.

- Esta bien --le guiñe un ojo-- no le voy a contar

Las dos nos reímos en silencio.

- ¿Lizz y que te hizo regresar? --preguntó mi novio queriendo cambiar de tema--

- Cuando llegué al primer piso, me di cuenta de que me iba arrepentir toda la vida si no aprovecha a esta oportunidad, como las otras que siempre me torturan. Me di cuenta que no quiero vivir más así, a toda hora arrepentida de lo que podría haber sido y no fue, como estar con una mujer --mirándome con deseo-- y esta mamacita me hizo dar de todo desde que la vi

- Verdad Diana --interrumpió mi novio-- ¿Qué tal tu primera experiencia con otra mujer?

- No es tan malo como me lo imaginaba, pero tampoco como para estar solas ¿y vos? --le pregunté--

- A mi si me gustó --respondió feliz-- y mucho, sentí de todo

Yo bajé la mirada para no corresponderle sus intenciones, prefería no abrir demasiadas posibilidades a las cuales no me sentía dispuesta.

Estuvimos unos minutos en silencio, recibiendo caricias de Juanfer en nuestras espaldas y brazos. Se le volvieron a salir las lágrimas.

- Ojalá hubiera podido tener algo como esto con mi esposo

- Todavía pueden Lizz

- No mujer, el rompió toda posibilidad de confianza y para hacer esto debe abundar

- Eso es verdad. Igual cuando quieras repetir --bajé su mano a su miembro-- sabes que eres bienvenida

Ella le arrancó el condón que ya no se ajustaba correctamente al relajarse su miembro, se mojó la palma de la mano y lo masturbó hasta tener su erección completa de nuevo.

- ¿Tienen lubricantes? me gustaría darle un masaje especial... con tu ayuda

- Claro que si

Fui a sacar la botella de mi nochero y cuando me di la vuelta ella estaba sentada con las piernas cruzadas un poco encorvada masajeando su miembro con ambas manos.

Me acomodé frente a ella en la misma posición le llené las manos de lubricante y cubrió toda la longitud de su miembro. Colocaba una mano en su glande, la bajaba lentamente hasta su base y luego hacia lo mismo con la otra.

Mi novio cerraba los ojos y se tapaba la boca con la mano para que no lo pudiéramos escuchar.

- Necesito tus manos Diana --se rio--

Nos tomó un par de intentos poder sincronizarnos completamente, para que a cuatro manos intercaladas y con mayor frecuencia lo hiéranos sentir entre las dos como si estuviera teniendo una penetración infinita.

Nunca lo había visto tan excitado solo con una paja, me encantaba poder conspirar entre las dos uniendo nuestros conocimientos sobre él para volverlo loco.

Deslicé mi mano acariciando sus bolas y se le escapaban los gemidos, cuando ella siguió mi mano como espejo. Le guiñe el ojo, le sonreí y empujé su mano para que fuera más atrás y su dedo acarició su trasero. Abrió la boca en señal de sorpresa y se rio sin producir sonido al descubrir por si sola el truco.

- Diana, así no

- No soy yo amor y nadie te dio permiso de hablar shhhh

Bajé mi mano también y entre las dos jugamos entrelazando nuestros dedos en su asterisco sin parar de masturbarlo con las otras dos.

- Méteselo --le dije gesticulando--

- ¿Segura? --ella respondió de la misma forma--

- Si --me incliné hacia adelante a su oído-- ese es el secretico del que te hablé para hacerlo venir

La cara de maldad y placer de esa mujer fue demasiado excitante, ni siquiera fui capaz de evitar darle un beso.

Su dedo índice se empezó a abrir paso por detrás mientras que el gemía más fuerte y ronco. Ella me miraba con los ojos completamente abiertos por la sorpresa y una risa enorme.

Luego sacó su dedo y yo ocupé su lugar, estuvimos turnándonos unas cuantas veces, hasta que ella tomó la iniciativa de meter su dedo cuando el mío aún estaba adentro.

- Uy no, así no necias

Nos empujó las manos para que las sacáramos y trato de tomar el control, pero las dos casi sincronizadas lo empujamos del pecho para que se volviera a acostar. Nos inclinamos hacia adelante y besamos su miembro de forma erotica pasando la lengua por su glande, chupando suavemente mezclando las lenguas.