Vacaciones con mis Amigos

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-¿Te estás pajeando Marianita? --me preguntó mientras apretaba el botón de la cámara una y otra vez.

-No boludo, no me estoy pajeando, es que me duele. Quisiera ver que a vos te aprieten de esa forma la rajita

Pensé que me avergonzaría más al mostrarles mi conchita pero lo cierto es que no me molestó tanto que la vieran, el que ellos estuvieran con los penes desnudos y erectos me facilitaba mucho las cosas. Comencé a bajar la tanga, ya me parecía absurdo seguir sufriendo por culpa de ese apretado elástico, en menos de cinco segundos ya estaba completamente desnuda frente a mis amigos. La situación era muy morbosa y me calentaba, no podía negarlo. Ahora con mi colita al descubierto podía sentir el glande de Iván presionando contra mi ano. Al primer impacto me sobresalté un poco pero pude disimularlo. Federico se acercó a nosotros, no supe cuáles eran sus intenciones hasta que se colocó muy cerca de mis piernas apuntando la cámara hacia arriba para poder tomar un primer plano de mi vagina. Estuve a punto de quejarme pero no podía hacerlo, sabía que argumentarían contra mí recordándome que yo fotografié sus penes a gusto, así que hice todo lo contrario, separé más las piernas, esta vez sí sentí calor en mis mejillas, debían estar ruborizadas.

No tenía control sobre mis acciones, mis dedos se movían de forma automática abriendo los rugosos labios de mi conchita, en cierto modo me provocaba que Fede la estuviera fotografiando desde tan cerca, seguramente las imágenes serían muy explícitas y también era más que seguro que se vería mi agujerito abierto manando flujo vaginal. Lo que la cámara no podía captar, o al menos no debía hacerlo muy bien, era lo que ocurría detrás. El pene rígido de Iván estaba apuntalado entre mis nalgas y seguía presionando peligrosamente mi ano, hasta me dio la impresión de que había algo de líquido chorreando de la punta de su verga porque podía sentir algo humedeciendo mi culito. Al menos tres vergas habían tenido el privilegio de entrar en mí por detrás, pero nunca lo había hecho una tan grande. ¿Pero qué estaba pensando? Tampoco lo haría, Iván era mi amigo y no podía permitir que algo semejante pasara. Recobré un poco de mi cordura y me aparté hacia un lado, liberando a mi culito del peligro. Mis amigos me miraron decepcionados ya que les estaba arruinando la sesión de fotos por lo que tuve que disimular lo mejor posible. Sonreí con gran simpatía y volví a posar para la cámara, dejando mis rodillas bien separadas mientras manoseaba mis grandes pechos. Al parecer esto dio una nueva idea a Federico quien en lugar de tomar fotografías le cedió la cámara a Iván y gateó sobre la cama hasta colocarse detrás de mí.

Por breves lapsos mentales era consciente de que mi desnudez era total, no había absolutamente nada que cubriera mi intimidad y que los hombres que me observaban eran mis mejores amigos pero rápidamente buscaba ignorar todo esto y buscarle el lado divertido al asunto, al fin y al cabo seguía siendo un jueguito entre amigos.

Fede se arrimó a mí de tal forma que su grueso pene quedó perfectamente encajado entre mis labios vaginales, me asusté un poco porque estuviera tan cerca de una zona peligrosa pero ya había permitido a Iván hacer algo parecido, no podía negarme. Sus grandes manos envolvieron mis pechos y los presionaron levemente como si se tratara de un amante, pero hasta en sus toqueteos podía sentir su intención amistosa.

-No me imaginara que tus tetas fueran así de firmes --me dijo hablando muy cerca de mi oído- yo creí que se caerían por el peso cuando te sacaras la remera.

-Sí se caen, parezco de diez años más sin corpiño.

-Para nada Marianita --insistió- están muy buenas --sus dedos seguían presionando mis voluptuosos pechos.

-Bueno, gracias --dije con una sincera sonrisa- ustedes también están bien equipados --señalé el duro pene de Iván que apuntaba directamente hacia mí- me pregunto qué se sentirá tener uno de esos. Debe ser muy raro verlo salir de esa forma. Yo quiero uno.

-Podés tenerlo, mirá --dijo Fede pegándose más a mí; bajé la mirada y me sorprendí con lo que vi, el pene de mi amigo, que seguía metido entre los labios de mi conchita, ahora sobresalía como si fuese parte de mí, me causó gracia la situación, era como tener mi propia verga

-¡Wow! es muy raro --veía mis labios separados con ese miembro sobresaliendo del centro y casi podía sentirla parte de mi cuerpo-- yo estaría todo el día tocándola.

Sin pensar en las consecuencias que pudieran tener mis acciones, agarré esa verga erecta y comencé a mover la mano como si estuviera masturbándola, haciendo que el prepucio subiera y bajara a ritmo constante. Mi vista estaba fija en ese miembro que sobresalía de mi cuerpo pero noté el flash de la cámara, Iván estaba inmortalizando el momento en varias fotografías.

Fede comenzó a moverse despacito de atrás para adelante. Mis jugos humedecieron su tronco haciendo que se deslizara con mayor suavidad, Iván continuó tomando fotos de la escena. Me parecía un tanto gracioso ver la forma en que la punta del pene se asomaba y luego desaparecía, cuando retrocedía la sentía pasando por el dilatado agujero de mi concha, amenazando con entrar, esto me ponía un tanto nerviosa pero a la vez me producía cierta sensación de adrenalina, como cuando uno sabe que está haciendo algo peligroso, esto sumado al constante roce del pene contra mi clítoris, me estaba calentando más de lo que me hubiera gustado en un momento con amigos.

-No se olviden que soy una nena -les dije con voz infantil- y el cosito de las nenas se abre y puede ocurrir un accidente --pero esto no detuvo a Fede.

Él continuó con el constante meneo mientras mi zona más íntima se mojaba cada vez más. Mi pobre conchita estaba confundida, ella se abría para recibir toda la longitud del tronco que la acariciaba pero éste nunca entraba.

-En varias de estas fotos parece que te la estuvieran metiendo de verdad --me dijo Iván.

-Mejor, más material para mostrarle a mis amigas --bromeé.

En ese momento ocurrió el accidente que yo tanto temía, el pene de Fede avanzó apuntando más arriba de lo normal y pude sentir claramente cómo su glande me penetraba, abrí los ojos por la impresión mientras mi cuevita se abría para permitir que esa cabeza ingresara, no hace falta que aclare que a mi conchita le agradó la sensación pero a mí me puso sumamente nerviosa, justo cuando parecía que esa verga se clavaría hasta el fondo, Fede se apresuró a apartarse quizás sabiendo que había ido demasiado lejos o para demostrar que ésta no era su intención. Todo ocurrió muy rápido. Disimulé, como si no lo hubiese notado, pero me puse roja como un tomate, en un intento por alejarme apoyé la planta de mi pie izquierdo en el colchón, esto provocó que quedara mucho más abierta que antes, con la conchita más expuesta. Iván se tendió boca abajo como un fotógrafo profesional y apuntó con la cámara hacia arriba, tomando primeros planos muy explícitos de mi vagina, para colmo Fede seguía estando demasiado cerca de mí y pude sentir su dura y lubricada verga justo contra el agujerito de mi culo.

-Quedate así Mariana --dijo Iván- parece como si te la estuviera metiendo por atrás.

-¿En serio? --Esto refrescó extrañamente mi interés-- sacá algunas fotos así se las muestro a mis amigas, ellas no creen que lo hago por atrás.

No me incomodaba decírselo a mis amigos porque ellos ya lo sabían, yo les había contado que mi culo no era virgen, tenía su buena trayectoria. Yo experimentaba regularmente el sexo anal con mis parejas de turno, algún noviecito pasajero o simplemente una cañita al aire. Lo que pocos sabían era que el sexo anal era una de mis debilidades, esto había fascinado a uno de mis ex novios quien siempre tenía la oportunidad de darme por atrás. Pero esta vez era un poco diferente, el pene húmedo que se presionaba contra mi culo era el de Fede, no el de uno de mis noviecitos o algún chico que había conocido en una discoteca. Las fotos siguieron e Iván fue alejándose un poco para tomar la escena completa.

-A ver qué tan buena sos actuando, Marianita. Que parezca que te la están metiendo de verdad.

Me hizo reír por los nervios pero cerré los ojos y abrí la boca como si me estuvieran dando una cogida monumental, al decir verdad la presión que ejercía Fede contra mi culito inspiraba mucho mi actuación. Además él agarró mis tetas con firmeza.

-¿No te molesta? -me preguntó mientras lo hacía.

-No, eso hace que las fotos se vean un poco más creíbles... además, si no me quejé la primera vez que lo hiciste... pero tampoco te emociones mucho, acordate que si apretás muy fuerte, me duele.

Iván volvió a acercarse, ahora estaba casi metido entre mis piernas tomando fotos de mi culo siendo amenazado por un pene duro y voluminoso. Comencé a mover lentamente mi cadera hacia los lados, el miembro se frotaba en la entrada de mi ano y me producía mucho placer, aunque no lo diría eso a mis amigos. Me abrí la concha con los dedos, me calentaba saber que la foto sería tan sexualmente explícita, sólo actuaba de esta forma bajo dos circunstancias, cuando estaba borracha o cuando estaba muy excitada, en realidad estar borracha me excitaba, así que era más o menos lo mismo. Aproveché que ya tenía mis dedos en esa zona y comencé a acariciar mi clítoris con poco disimulo mientras gozaba de los agarrones en mis tetas y la presión del glande contra mi culito. Supuse que todo esto quedaría dentro de la "actuación" que me pidió Iván por lo que decidí hacerla un tanto más realista. Metí dos dedos dentro de mi agujerito vaginal llenándolos con mis flujos y me pareció que no tendría nada de malo darle una pequeña probadita a la verga de Fede. Presioné hacia atrás con mi cadera y casi de inmediato sentí ese rico ardor que me producía la penetración anal. Mi anillo trasero se dilató permitiendo que el grueso glande entrara muy lentamente. La colita me dolía un poquito pero sabía que pronto se me pasaría. De pronto sentí un rápido desliz hacia adentro y mi culito volviéndose a cerrar luego de que todo el glande hubiera quedado dentro. Aceleré el ritmo de mi masturbación provocando viscosos chasquidos, me estaba esforzando por no gemir.

Iván se puso de pie frente a mí para tomar fotos desde arriba, su verga quedó muy cerca de mi cara y seguramente la cámara la captaría.

-Así parece que la estuvieras chupando --dijo él mientras nos fotografiaba.

-Mejor, que piensen que estuve con dos a la vez --le dije riéndome.

Iván se acercó un poco más hacia mí y su miembro me tocó la cara. Juntando mis labios le di un piquito en la punta, dejando mi boca allí el tiempo suficiente como para que él tomara la foto. Tomé el miembro con mi mano y comencé a acariciarlo lentamente, abrí grande la boca como si fuera a comérmelo pero sólo era mímica para la foto. Apoyé levemente mis dientes contra el tronco del pene aparentando estar mordiéndolo y luego le pasé la puntita de la lengua por el glande. En mi cola la situación era totalmente diferente, ya no era pura actuación. Me moví lentamente dejando que la punta del pene saliera por completo y me llené de placer cuando volví a presionar hacia atrás y éste volvió a clavarse en mi ano. La nueva oleada de excitación que esto me produjo nubló un poco más mi juicio, abrí la boca y la acerqué a la verga que tenía en mi mano, la dejé entrar un poco y apreté mis labios sobre la punta. Me quedé así sin moverme hasta que vi el flash de la cámara, luego me la saqué de la boca.

-¿Salió bien? -- le pregunté a Iván con curiosidad.

-No mucho, tu cara tapaba todo.

-La saco yo --se ofreció Fede; supuse que desde atrás él podría apuntar mejor.

-¿Lo tengo que hacer otra vez? --Los miré intrigada pero no quería rehusarme-- Bueno está bien.

Repetí la acción colocando la verga en mi boca. Fede se movió un poco haciendo que su glande salga y vuelva a entrar en mi cola una vez más. Esta vez no pude aguantar la tentación. Abrí grande la boca y engullí esa verga dura y venosa hasta la mitad, casi podía sentirla contra mi garganta, luego la saqué lentamente y le di una larga lamida desde la base hasta la punta, todo esto para volver a metérmelo en la boca mientras ellos seguían sacando fotos. En ese momento sentí un dolor agudo por detrás, mis ojos se abrieron como platos y solté un grito ahogado por toda la carne que tenía en la boca. El pene de Fede se me estaba metiendo por el culo, y me di cuenta que podría dolerme, tuve que inclinarme un poco hacia adelante para que entrara limpiamente y no me doliera, pero sólo conseguí que se me clave más adentro. Di un leve grito de dolor y me agarré las nalgas. Tragué otra vez la verga y apreté fuerte mis labios contra ella, intentando reprimir mis gritos mientras la verga en mi culo continuaba penetrándome lentamente. Si bien ya estaba acostumbrada a que me la metieran por detrás, nunca lo habían hecho con una tan grande, no pude aguantar el dolor y saqué el pene que tenía metido hasta la garganta para poder hablar.

-¡Ay Fede!, sacala porque me duele mucho -le pedí resoplando por el dolor.

-Espera un segundito -me dijo Fede con tanta normalidad que me resultó extraño- aprovechemos a sacar una foto.

-Bueno, pero apurate --apreté con más fuerza mis nalgas como si esto ayudara en algo pero lo único que hacía era abrir más mi culito y permitirle el libre acceso a ese tronco viril que me estaba taladrando.

En cuanto Iván se apartó caí con las manos hacia adelante, quedando en la posición de perrito. La verga se perdía cada vez más en mi interior, no supe quién era el encargado de tomar las fotografías, sólo podía ver la luz generada por el flash. Me di cuenta de que Fede se movía haciendo que su verga entrara y saliera un poco, emití un fuerte quejido de place y allí supe que ya era suficiente de todo este jueguito.

-Bueno basta --dije con tono autoritario- ahora sacala despacito --él obedeció pero mi culo aún estaba algo cerrado por eso me dolió un poco cuando la sacó -¡Pucha!, eso me dolió- me quejé sentándome en la cama.

-¿Te enojaste? --preguntó Fede con cierto temor en los ojos, ahora podía verlo de frente, su gran verga apuntaba hacia mí y yo no podía creer que la había tenido dentro de mi ano.

-No, para nada... pero si me dolió y nadie te dio permiso para que me la metieras --allí fui consciente de que uno de mis mejores amigos me había metido su miembro, esto me hizo sentir un poco sucia por lo que quise retomar la diversión e ignorar mis sentimientos, le quité la cámara a Iván y miré las últimas fotografías, parecían salidas de una película porno, eran muy explícitas, en ellas se veía mi culito dilatando siendo castigado con un tremendo cilindro de carne-- Que loco, quedaron muy zarpadas. Ahora ya no puedo decir que ningún amigo mío me la metió... pero bueno, ya tengo algunas fotos más que interesantes para mostrarles a mis amigas.

-Ahora le toca a Iván sacarse una foto "interesante" con vos -agregó Fede.

-¿A Iván? ¿Una foto cómo?

-Y... con la de él... como en la última foto... en tu cola -intentó explicarse, pero yo ya había comprendido.

-Pero ya sacamos una foto donde la tenía en la boca ¿les parece poco?

-No es lo mismo... -continuó Fede, supe que haría todo lo posible para ayudar a su amigo. Estuve a punto de negarme pero la carita de perro mojado de Iván me hizo cambiar de opinión.

-¡Ay, las cosas que me hacen hacer! Bueno, sólo porque no quiero que Iván piense que lo quiero menos. Pero esta vez lo hago yo, despacito.

Una amplia sonrisa se dibujó en el rostro de Iván, era extraño verlo tan feliz ya que si bien podía ser divertido, casi siempre conservaba su semblante serio. Le pedí que se acueste boca arriba sobre la cama, su verga completamente erecta apuntaba hacia el techo. Me coloqué en cuclillas sobre él, dándole la espalda. Con las rodillas flexionadas y las piernas bien abiertas bajé hasta que su verga quedó entre mis nalgas y fui sentándome sobre él de a poco, mi culo comenzó a abrirse nuevamente pero al parecer la cabeza del pene no quería entrar, por eso tuve que frotarla por mi concha para que se humedeciera y hacer más fuerza hacia abajo, al parecer él entendió que debía ayudar y empujó hacia arriba, lo que provocó que casi toda la longitud de la verga se clavara en mi cola. Solté un fuerte grito de dolor y Federico comenzó a tomar fotos de inmediato. A pesar de las dolorosas y agudas punzadas, yo me sentía de maravilla, para mostrar mi excitación abrí mi concha con los dedos y comencé a subir y bajar sobre la verga que me abría la cola rápidamente. Iván me tomaba firmemente por la cintura y me ayudaba con el movimiento. Cerré los ojos y comencé a gemir suavemente. Sólo lo hice durante unos segundo, luego me hice a un lado y volví a sentarme en la cama con las piernas juntas y flexionadas hacia un lado. Tenía el pulso muy acelerado y la concha empapada en fluidos. Miré los penes de mis amigos y ambos seguían muy duros y suculentos.

Pasé una mano por mi vientre hasta llegar a mi vagina. Comencé a tocarla con suavidad, no quería que pareciera que me estaba masturbando pero luego me di cuenta de que después de todo lo que ocurrió, era absurdo cubrirse, me volteé boca arriba, separé las piernas y les enseñé cómo jugaba con mi rajita. Ellos se acercaron más y más para admirar la acción de cerca y sus tiesas vergas quedaron a pocos centímetros de mi cara, agarré una con cada mano y posé para la foto como si me las estuviera comiendo.

-Con estas fotos te vas a ganar fama de petera --comentó Iván.

-No... con esto me voy a ganar fama de petera.

Abrí grande la boca y tragué el duro miembro de Fede tanto como pude, podía sentir mis labios estirándose al máximo. El flash se disparó una vez más. Cuando saqué la verga de mi boca vi que había quedado llena de saliva. Repetí la acción con la de Iván, también la engullí todo lo que pude y la dejé unos segundos dentro. No podía meterme ninguna de las dos completa. Volví a la primera verga y la chupé moviendo mi cabeza de atrás para adelante y regresé una vez más a la de iban, me estaba calentando mucho y mis amigos seguían fotografiando la escena. Nunca había chupado dos penes al mismo tiempo. Pasaba de uno a otro y me movía como poseída, ya se las estaba chupando sin ningún tipo de reparo. No sabía con qué cara iba a mirar a mis amigos después de esto pero no podía detenerme. La situación se volvió más candente cuando a uno de ellos se le ocurrió meter un par de deditos en mi concha y el otro comenzó a acariciar mi clítoris, no sabía cuál de los dos hacía qué cosa, yo sólo tenía ojos para esos dos grandes trozos de carne masculina, sabía que el de la derecha era el de Fede y el de la izquierda, el de Iván y me esforzaba por chuparlos a los dos por igual. De verdad no quería dejar de mamarlas pero me obligué a hacerlo, ya había perdido el control durante mucho tiempo y era hora de recobrarlo, debía recordar que esto era un simple juego entre amigos. Pasé el dorso de mi mano derecha por la boca para limpiar la abundante cantidad de saliva y quedé tendida boca arriba, ya estaba transpirando, podía ver pequeñas gotitas de sudor sobre mis tetas y mis pezones estaban muy duros. A Fede se le ocurrió agacharse hasta chupar uno. Sus labios se apretaron contra mi pezón derecho y sentí como succionaba mientras mi otro amigo tomaba una linda foto. Cerré los ojos y cuando me di cuenta ya tenía a los dos chupando mis tetas. Pedí la cámara para fotografiarlos, esto de verdad se lo mostraría a mis amigas, se morirían de la envidia. Iván fue bajando de a poco mientras me acariciaba el estómago y se colocó justo entre mis piernas.

-Ni se te ocurra --le advertí.

-¿Acaso solamente vos tenés derecho a dar una chupadita? --no podía argumentar contra eso.

Separó mis piernas y sentí su lengua recorrer mi mojada concha de abajo hacia arriba y rápidamente chupó mi clítoris, solté un gemido de placer y cuando pude le tomé una foto. Lo vi bastante seguro de sí mismo, estaba disfrutando del sabor de mi conchita y de los jugos que brotaban de ella. Dejé la cámara a un lado y comencé a masturbar lentamente el pene de Fede mientras meneaba mi cadera y gozaba con la buena lamida que me estaba dando mi amigo, debía reconocer que el morbo de la situación me calentaba mucho más de lo que hubiera creído. Justo luego de darle una nueva chupada a la cabeza de la verga de Fede, éste cambió de lugar con Iván. Ahora era él quien se comía mi almejita y yo ya estaba jugando con el pene de Iván, éste vio la cámara sobre la cama y recordó que todo esto lo hacíamos para tomar fotos sexualmente explícitas, me fotografió y supe que intentaba tomarme de cuerpo casi completo, al menos que se viera en las fotos cómo yo chupaba su pene y cómo Fede me llenaba la conchita con su lengua.