El Investigador Cap. 07

"Con razón volviste loco a Batiste" Le dijo Chase, y agregó: "Te gusta provocar, ¿no es cierto?" Le dijo, mientras le pellizcaba los pezones.

"Me puse esto sólo para ti, pero fuiste tú quién decidió llamarme para que te acompañara donde Batiste". Le contestó ella, colocando sus manos sobre los hombros de él.

"Si no hubiera estado contigo, estoy seguro que Batiste te viola allí mismo en su escritorio. ¿No viste como te comía con los ojos? Le dijo Chase, atrayéndola hacia él tomando con sus manos su estrecha cintura.

"No me importó, mientras seas tú el que haga algo más que comerme con los ojos" Le contestó ella, ondulando su vientre y su pubis para sentir la dureza de la erección de Chase, que ya se insinuaba a través del bóxer. Después, ella le desabotonó la camisa y continuó con el cinturón y con el pantalón, que cayeron alrededor de los tobillos de Chase, prenda que se apresuró a echar a un lado.

"Te comeré con algo más que con mis ojos" Le dijo Chase, mientras bajaba su ojos recorriendo la redondez de sus pechos y la firmeza de su vientre.

"Creo que también tendré mi entremés" Le dijo ella, mirándole a los ojos mientras su brazo izquierdo rodeaba su cuello y su mano derecha bajaba y apretaba el enorme bulto que mostraba Chase en ese momento.

La caricia que deseaba hacer ella, fue interrumpida bruscamente, ya que éste, con un rápido movimiento se descalzó de los mocasines que llevaba y tomándola de las nalgas la alzó y la depositó sobre la cama.

Carmen miraba fascinada la escena que protagonizaban su prima y Chase. Lo vio arrodillarse entre las piernas de ella y tomar el borde de sus bragas y deslizarlas por sus caderas, que ella levantó para apoyar la acción de desnudarla mientras las bajaba por sus muslos, por sus piernas, hasta que quedaron colgando de uno de sus pies que ella levantó; con un movimiento circular, lanzó lejos las bragas por la habitación. Vio a continuación como él se despojaba de sus boxers y pudo contemplar sus estrechas caderas y su firme trasero cuando quedó arrodillado frente a su prima. Vio que él, apoyando sus manos en las piernas de ella, comenzaba a subirlas suavemente, apretando sus muslos, el costado de sus caderas, acariciaba su vientre hasta llegar a sus pechos. Vio cómo su prima lo miraba con ojos arrobados de deseo cuando él estrujó sus pechos y succionó los pezones, para comenzar un viaje de vuelta bajando su boca, besando su vientre, hasta hundir su cara entre los muslos que ella había extendido hacia los lados, lo que le permitía observar cada movimiento de la boca de Chase.

Carmen, desnuda en el closet, se estremeció cuando vio cómo Chase comenzaba a lamer los labios de la vulva de su prima, le abría las nalgas con sus pulgares y extendiendo su lengua, trataba de introducirla en su ano.

'Ooohh' Gimió quedo la muchacha, cuando no pudiendo soportar su excitación, introdujo los dedos de su mano derecha entre los propios labios de su tierna vulva. Por suerte para ella. Catherine también dio un fuerte gemido en ese mismo instante, cuando Chase logró meterle la punta de la lengua en su ano, al tiempo que colocaba una mano sobre su vientre para frenar los movimientos espasmódicos del cuerpo de ella. Catherine había tenido su primer orgasmo.

Carmen, con su cara pegada a la pequeña hendidura que formaban las puertas del closet, seguía cada movimiento de la pareja, replicando con sus manos las caricias que Chase propinaba a su prima, mientras apretaba sus nalgas y sus muslos de pura excitación. En el confinamiento del lugar, Carmen comenzó a sentir los pocos minutos, los aromas que comenzaban a subir desde su vulva que comenzaba a mojarse, tanto por la estimulación que le producía el movimiento de sus dedos, como el ver la erótica escena de Chase lamiendo la concha de su prima.

"¡AAAhhhh!, ¡OOOhhh! " Gemía Catherine ante las precisas caricias que la boca de Chase realizaban alrededor de la hendidura de su vulva, cuyos labios poco a poco habían comenzado a inflamarse después de su primer orgasmo y se abrían como una flor se abre ante el sol de la mañana, ante la presión de la lengua de Chase; gemidos que ahogaban los propios suspiros de Carmen, que seguía introduciendo sus dedos en su pequeña hendidura vaginal.

Catherine retorcía sus muslos, giraba su trasero en la cama, totalmente mojado en la conjunción de su sexo y en los muslos, por su orgasmo y el juego oral que le propinaba Chase. De pronto, ante un paroxismo de placer, ella apoyó los talones sobre la cama y levantó sus nalgas tratando de presionar su vulva contra la cara de Chase. Éste, apoyando sus codos sobre la cama, generó un apoyo con sus manos, dejando levantadas sus nalgas de esa manera, para tomar con su boca el centro que ella le ofrecía, como si fuera un ánfora de la cual él debía beber.

"¡Oooohhh... Aaaahhh!!" Gimieron Carmen y Catherine casi al unísono, cuando Chase abriendo toda su boca, la aplicó al centro mismo de su vulva y comenzó a lamer y a succionar los bordes de los labios, introduciendo la punta de su lengua en su abertura, tratando de hacerlo lo más profundo posible, lo que le permitía el largo de su lengua. Las fuertes manos de Chase mantuvieron así en vilo las caderas estremecidas de Catherine.

La muchacha, en el confinamiento del closet, pellizcaba sus pezones alternadamente, mientras sus dedos jugaban con su clítoris. Sentía que un calor comenzaba a recorrer profundamente sus caderas e invadía el interior de su vagina. Llevó su mano a la boca para ahogar los inminentes gemidos, en el instante en que comenzó a sentir que su cuerpo comenzaba a contraerse precisamente en el centro de su vientre. Se giró y contrajo su cuerpo contra la ropa que estaba colgando a su espalda, cuando finalmente llegó su propio orgasmo, al mismo tiempo que sentía gritar a su prima que también había logrado su segundo orgasmo. Se quedó apoyada contra la ropa y la pared del closet, esperando que pasaran las oleadas que seguían recorriendo su cuerpo.

Cuando finalmente se recuperó se giró, y sus ojos se abrieron aún más ante la nueva escena que tenía frente a ella.

Arrodillada, desnuda entre las piernas de él, Catherine mostraba la hermosura de la redondez de sus muslos, lo rotundo de sus caderas, y la solidez de su trasero. Siendo mujer, sin embargo no podía dejar de admirar la belleza del culo de su prima. Le llamaba la atención el pequeño y redondo bulto que formaba su vulva que sobresalía entre sus muslos entreabiertos, cuyos labios vaginales levemente entreabiertos, apenas dejaban ver la hendidura de su vagina. Pero, lo más que la sorprendió, fue verla que ahora asía entre sus manos la enorme e hinchada verga de Chase.

'¿Oohh, no puede ser...?' Se dijo cuando vio las proporciones de aquello que acariciaba entre sus manos su prima. Era cierto que esa mañana, cuando Chase la había culeado en la ducha, estaba tan caliente, que no se había dado cuenta claramente de las proporciones de su verga; recordaba eso sí, que le había llamado la atención, que estando detrás de ella, había sentido que la punta llegaba a rozarle varias veces el pequeño botón de su clítoris. Y ahora entendía lo que aquella mañana había sentido, cuando Chase se tomó sus minutos antes de poder penetrarla; la penetración le pareció interminable, pero su calentura en ese momento, no le permitió entender cómo había logrado meterle todo eso que estaba mirando.

Miraba con asombro ambas manos de Catherine, sobrepuestas una arriba de la otra, no eran capaces de abarcarlo, permitiendo que sobresaliera varios centímetros de su verga y toda la cabeza de su glande. Y mayor fue su sorpresa, cuando ella vio como comenzaba a lamer la cabeza y trataba de introducir entre sus regordetes labios toda esa masa de carne dentro de su boca. Después, en un segundo intento, pasaba largamente su lengua a todo lo largo de la enorme erección. Sintió un estremecimiento en el centro de su vagina, cuando su prima logró abarcar casi más de la mitad con su boca y miró con placer el reguero de saliva que dejó cuando, con un gemido profundo, retiró su boca y con una mano rodeando su rígida verga, lo quedó mirando para decirle: "Esto es más que mi entremés. Y te la chuparé hasta que no te quede una gota"

"Promesas, promesas" Le contesto Chase, sonriendo, mientras alargaba su mano para acariciarle el rostro a Catherine.

"No me provoques" Le dijo ella, acariciando su verga de arriba abajo con una mano, que brillaba ahora por su saliva y de líquido pre seminal que ahora aparecía en gotas desde la punta de su glande y llevaba los dedos de la otra a su boca para ayudar a sorber el líquido espeso que colgaba de su boca. Después, Catherine bajó su cabeza y extendiendo su lengua lamió el líquido transparente que manaba de la punta, cosa que hizo apretar sus muslos a Carmen, que no perdía detalles de la escena.

"Creo que llegó el momento de mostrarle a Chase como las colombianas se comen un pico. ¿No te parece, Carmen?" Dijo Catherine, que girando su cabeza hacia el closet, se quedó esperando a que Carmen saliera de su confinamiento.

Ésta se había olvidado del fino oído de su prima, que muchas veces la había sorprendido en el pasado. Tímidamente abrió las puertas del closet y Chase y Catherine miraron asombrados la desnudez de la muchacha que se presentaba ante ellos...

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(Continuara)

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